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[Por favor leer las notas del autor al final del capítulo.]






                          
"¡Joy! ¡¡p-préstame atención, esto es serio!!"
                          
Freddy no conseguía ni una pizca de seriedad a cambio. Su mejor amiga Joy solo carcajeaba en asombro y su tono de voz era exageradamente burlón para el gusto de cualquiera.
                          

                            

                                
                            
                              
                                  
                              
                              
                                
                                  
                                  
                                
                              
                             
                            
                            
                          
                          
                          

                            

                                
                            
                              
                                  
                              
                              
                                
                                  
                                  
                                
                              
                             
                            
                            
                          
                          
                          
Ya eran eso de las tres de la tarde. Un viernes soleado, día después de la pijamada. Y como no, Freddy había faltado a clases, porque después de todo, ¿quién se levanta a las seis de la mañana en una pijamada para atender responsabilidades? Ni siquiera a Golden, Fox o Fred se les pasó por la cabeza darse tan poquito amor propio. Esos tres también habían faltado. El instituto no sonaba la idea más bonita para los cuatro después de quedarse hasta las cinco de la mañana haciendo karaoke, jugando videojuegos y comiendo helado en el cuarto del pelinegro como si no hubiera un mañana. Claro que a mitad de la madrugada Enrique les detuvo su jueguito diciendo que sus gritos y risas les sacarían canas de estrés hasta en...sus zonas íntimas, por no decirlo más vulgar.
                          
En la actualidad, como podrán deducir, el Omega reposaba en su habitación. O más bien revoloteaba, porque con la mínima risa o burla de su amiga en el teléfono, él no podía evitar mover y agitar su cuerpo de manera muy extraña. Quizá por los nervios, o por ser raro a secas. De un quejido ruidoso logró callarla.
                          
"No. Golden...durmió en otro colchón porque...todos concordamos que pelearía con Fox toda la noche si se dormían juntos." Confesó apresuradamente.
                          
Joy se le rió emocionada. "¡Freddy, se están peleando por ti! Todo concuerda. ¡Por eso hay tantas peleas! Ay, ¿por qué eres tan ciego? ¡es obvio! ¡requete obvio!"
                          
Él soltó otro largo quejido bastante irritado. "¡Joy, así no funcionan las cosas! ¡¿ok?! ¡e-el mundo no gira al rededor mío! Yo no... Ellos discuten todo el ti-"
                          
Ella le cortó chasqueando la lengua, no prestándole la mínima atención a su escándalo. "Quién diría que tendrías el mejor ganado de todo el salón. Da envidia." 
                          
Freddy estaba callado, como si en serio no asimilara la estupidez de su amiga.
                          
"Pero dime, ¿con quién harás cositas puercas primero? ¡ya sé! Tienes que montar a Fred mientras besas a-"