Capítulo 2

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La fortuna había llegado vestida de blanco y cintas blancas frente a Wei Ying. Los Lan eran alfas educados y callados, él no era un gran fanático del blanco y el silencio pero todo era mejor que pasar otro rato más con Wen Chao. Afortunadamente, haber sido rescatado por los Lan fue el mejor destino posible para Wei Ying. No eran desagradables y eran bastante corteses.

Lan QiRen, el líder provisional del clan Lan, le presentó a sus dos sobrinos, los hijos del anterior líder de Gusu: Lan XiChen, un alfa que olía a menta y rondaba los veintidós años. Era bastante alto, agradable y simpático, hablaba con soltura y humor. Era una lástima que ya estuviera casado y sólo asistiera a la celebración para acompañar a su hermano. Como futuro líder de su manada, era su deber atender a esa clase de eventos. Wei Ying realmente había pasado un buen rato conversando con él.

Por otro lado estaba su hermano menor: Lan WangJi, un alfa que exhibía buenos modales y una mirada fría. No hablaba demasiado, sólo lo necesario y contestaba lo que quería contestar; tenía diecinueve años y caminaba por ahí con aires de misterio y elegancia. Era un ser divino con un embriagante aroma a sándalo y ojos dorados. Él ya había sido presentado pero seguía atendiendo a la celebración por órdenes de los sabios ancianos de su clan. Wei Ying supuso que todavía no encontraba a su pareja ideal. Con él fue con quien terminó bailando una segunda pieza.

Lan WangJi era de pasos ligeros, ágiles y en sintonía con la música, sus túnicas ondeaban con gracia en cada vuelta y el alfa lo trataba con delicadeza. Era demasiada la diferencia entre los dos bailes que había tenido al momento y la forma en que lo habían hecho sentir; bailar con Lan WangJi no se sentía incómodo, podía no dirigirle palabra alguna pero había un silencio cómodo entre los dos. El Lan no lideraba el baile, permitía que Wei Ying marcara su propio ritmo y él lo seguía sin problemas. No apretaba su cintura ni liberaba un aroma molesto.

"Así que... ¿no has escogido a nadie aún?" Preguntó Wei Ying.

Lan WangJi respondió, guiando a Wei Ying un poco más lejos de otras parejas que bailaban demasiado cerca de ellos: "No."

"Debe ser difícil escoger a alguien con quien quieres estar."

"No soy yo quien será escogido" repuso WangJi.

"No... " murmuró Wei Ying, afianzando su mano con la de WangJi, mirandolo a los ojos "pero sería bueno que escogieras a alguien por cosas buenas, ¿no crees?."

Lan WangJi se mantuvo callado un momento y Wei Ying pensó que ese sería el fin de su conversación. .

"¿Qué cosas buenas?" Preguntó WangJi.

Wei Ying soltó una carcajada. No esperaba que Lan WangJi preguntara eso.

"Aiya, ¿qué sería bueno?" Se preguntó Wei Ying, mirando un momento al suelo para comprobar que no estaba por pisar a WangJi "¿Alguien que sepa conversar? ¿alguien simpático y que te trate bien? ¿un buen rostro? ¿Qué sería bueno para ti, Lan WangJi?"

Lan WangJi lo pensó y cuando iba a contestar la música cesó. El baile terminó y volvieron a inclinarse ante el otro. Cuando sus miradas se cruzaron, había un brillo extraño en la mirada del alfa pero Wei Ying no le dio mucha importancia y regresó con su familia. Pronto sería el momento en que saldrían a los muelles para la última parte de la celebración.

La luna brillaba en la cima del cielo, reflejada en el gran estanque de loto, iluminando esa oscura noche. Todos los miembros de los clanes estaban afuera, rodeando a todos los alfas y omegas jóvenes, quienes se habían transformado en lobos para comenzar la tradición.

Todos los adultos tenían lámparas en sus manos y cada representante de los ancianos de cada clan recitaba el discurso anual, bendiciendo a las nuevas generaciones y futuros líderes. Los lobos jóvenes debían escuchar y recibir la bendición de sus ancestros, después los demás miembros dejaban que las lámparas se elevaran libres hacia el cielo; era una parte importante y significativa, representaba los buenos deseos, la bendición otorgada y un futuro próspero para las futuras familias que los jóvenes formarían. La luz que los guiará en su futuro y en la adversidad. Al terminar todos ellos debían dar su primer aullido a la luna llena despidiendo su juventud y dándole la bienvenida a su adultez.

Instinto |Wangxian|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora