Capítulo 45: Bienvenido a casa

                                    

                                          


                          
Habían pasado tres meses desde aquella noche. Miró alrededor y vio que tampoco había tantas cajas como había imaginado. Era normal, tampoco es como si tuviera tantas cosas de su nueva vida, pues se las estaba ganando con su esfuerzo.
                          
El otro entró por la puerta y dejó las cajas justo al lado del menor, luego se incorporó y le miró.
                          
-Mudanza terminada.
                          
-De eso nada, ahora mismo te pones a ordenar todas las cosas –dijo el policía alzando una ceja.
                          
-Pero... Kookkie... Estoy cansado y es casi la hora de comer.
                          
-Por eso, vete ordenando mientras preparo la comida.
                          
-¿No es mejor que prepare yo la comida? –preguntó Yoongi, pues había empezado a estudiar cocina, aunque no le gustaba mucho y pensaba dejarlo.
                          
-No, si quieres cocinar estudia –dijo Jungkook pateándole el trasero mientras el otro empezaba a corretear por la casa.
                          
-¡Ya sé lo que quiero estudiar!
                          
-Venga, sorpréndeme –dijo el policía alzando una ceja.
                          
-Diseño de interiores.
                          
-¿Quién quiere? No... ¿Cuánta gente contrata a un diseñador de interiores? ¡Yoongi! Estudia algo decente.
                          
-Oye tú estudiaste para ser policía y encontraste trabajo, por qué yo no iba a encontrar el mío.
                          
-Sigue buscando y deja de jugar a los sims –dijo Jungkook alzando una ceja.
                          
-Vale, voy a ordenar mientras pienso otra cosa...
                          
Yoongi se llevó algunas cajas al cuarto que desde ese día ya era también suyo y Jungkook dejó escapar una sonrisa, porque a veces sentía que el mayor era un niño pequeño.
                          
Después de comer y seguir ordenando entre los dos, aunque no tardaron demasiado, se sentaron en el sofá.
                          
-Kookkie... ¿Y si soy pintor?
                          
-Para eso se necesita talento.
                          
-¿Y escritor?
                          
-Se necesita imaginación, aunque bueno de esa no te falta.
                          
-Oye podría escribir nuestra historia, seguro que a la gente le gusta... El chico malo y el policía se enamoran.
                          
-No Yoongi... el chico malo de la historia es Hoseok, tú eres el niño rico insoportable.
                          
-No pero yo omito la parte de Jimin, que entonces ellos serían los protagonistas –se quejó el mayor.
                          
-Entonces no tienes motivos para que tú y yo nos hayamos conocido –dijo el policía sonriendo y negó con la cabeza.
                          
-Ahhhh... ¿Qué hago entonces? ¿Aprendo a tocar el piano?
                          
-Bueno, algo tienes claro, te gusta el tema artístico, todas las cosas que dices son de ese estilo –dijo Jungkook y puso una pierna por encima de la de él.
                          
-Es verdad, eso no lo había pensado, seguiré investigando... Lo que más tengo claro es que odio mi trabajo –dijo Yoongi.
                          
Necesitaba dinero, aunque para ahorrar se habían ido a vivir juntos y él había encontrado un trabajo que poco se asemejaba a sus aspiraciones, pues era camarero en un restaurante y lo odiaba con su vida entera, por eso le había cogido asco a eso de querer seguir estudiando cocina.
                          
Se quedaron en silencio viendo la tele que estaba puesta de fondo. Su relación había avanzado mucho, ya no tenían vergüenza ni nervios, todo lo contrario, ahora sentían una gran comodidad y confianza.