Día 5

                                    

                                          
-Y en esta parte el príncipe besa a la bella durmiente -Hablo la señorita Gacela mirando a Richard. 
                          
-¿No podemos dejar eso para el día de la obra? -murmuró el chico algo avergonzado. 
                          
-Yo tampoco me siento muy cómoda haciéndolo ahora -murmuró Zee sonrojada. 
                          
-Claro que sí, no se sientan presionados -sonrio la señorita Gacela- ¡George, enciende la luz! 
                          
El chico asintió y encendió el reflector, el cual apuntaba a ambos chicos. 
                          
-Oh, maldita sea mi suerte, por llegar tarde donde mi dulce amada -hablo Richard y miró a Zee, quien intentaba no reirse- di mi propia vida por llegar hasta aquí, y lo único que encuentro, es a lo que alguna vez fue la persona que más ame en un sueño eterno y profundo. 
                          
-¡Oh, bello príncipe! -exclamó Zuzy entrando al escenario- no has llegado tarde. 
                          
-¡Pues tu eres el único que puede terminar este terrible hechizo! -le siguió Penny detrás de ella.
                          
-Solo con un beso del verdadero amor ella podrá despertar, así que besala, y rompe la maldición -les siguió Edmond. 
                          
Richard sonrio y se acercó a Zee, soplandole en la cara, la chica soltó una pequeña risa y se sentó.
                          
-¡Oh, mi bello príncipe, he despertado de mi gran sueño, gracias a ti!
                          
-Oh mi dulce princesa, bla bla bla, súbete al caballo y vámonos luego -terminó Richard tomando la mano de Zee y guiandola hacía Pony, quien la tomó a upa y salió corriendo por el escenario.
                          
-Chicos, chicos -hablo la señorita Gacela aguantando la risa- hagamos esto bien, tienen 16 años, ya no son unos niños, tomemos un descanso y luego volvemos a hacerlo.
                          
Todos a sintieron y Richard se acercó a George, quien estaba sentado encima de una caja.
                          
-¿Que tal lo hice?
                          
-Demasiado bien, por un momento creí enserio que eras un príncipe -sonrio mirando al chico sentarse a su lado.
                          
-Me sigue preocupando la escena del beso -hablo arrugado la nariz- no es por nada, pero no me gusta mucho la idea de besar a Zee, ¿por qué no participaste tu en la obra? Te sabes el guión por completo, podías haber echo el príncipe mucho mejor que yo.
                          
-Soy muy tímido para participar -murmuró jugando con sus manos- aunque sería lindo, tal vez pueda ser la piedra número 3.
                          
-Te mereces un papel mucho mejor que ese -sonrio Richard.
                          
...
                          
-¿Como que esta enferma? 
                          
-Perdón señorita Gacela -hablo la mamá de las gemelas- despertó con vómitos, no puedo venir.
                          
-¿Y de donde sacaremos otra princesa? Todos los estudiantes están ocupados -hablo la mujer nerviosa- justo en el día del acto.
                          
Comenzó a caminar en círculos nerviosa, pensando en que hacer, solo tenía unos minutos antes de que la obra comenzará. 
                          
-Señorita gacela -llamó la atención George- ¿Prendo las luces? 
                          
George. 
                          
-¡George! -la señorita Gacela rápidamente se acercó a él y tomó sus manos- ¡Eres mi última esperanza, te sabes el guión a la perfección, puedes ser la princesa!
                          
El chico se sonrojo de golpe y negó rápidamente. 
                          
-¡Yo no soy una chica! Además soy el encargado de las luces, y-
                          
-Tranquilo niño, yo me encargo de eso -sonrio Sheppy, que era la encargada del maquillaje.
                          
...
                          
Richard entró al escenario subido en su caballito de palo, al estar en medio se bajó de este y lo dejo en el suelo, acercándose a la cama que había en el escenario.
                          
Pero grande fue su sorpresa al ver a George en vez de Zee.
                          
-¿Que mierda haces ahí? ¿Donde esta Zee? -le susurro nervioso cuando estuvo a su lado.
                          
-Cierra la jodida boca, me obligaron a esto -le respondió en un susurro.
                          
El chico se aclaró la garganta nervioso y comenzó a hablar.
                          
-Oh, maldita sea mi suerte, por llegar tarde donde mi dulce... amada -hablo Richard nervioso mirando al publico- di mi propia vida por llegar hasta aquí, y lo único que encuentro, es a lo que alguna vez fue la persona que más ame en un sueño eterno y profundo. 
                          
-¡Oh, bello príncipe! -exclamó Zuzy entrando vestida del hada madrina azul- no has llegado tarde. 
                          
-¡Pues tu eres el único que puede terminar este terrible hechizo! -le siguió Penny, el hada madrina roja.
                          
-Solo con un beso del verdadero amor ella podrá despertar, así que besala, y rompe la maldición -terminó Edmond, vestido de lo que parecía más Peter pan que un hada madrina. 
                          
Se acercó nervioso al chico en la cama, y cerrando los ojos procedió a darle un beso, el cual duró más de lo que se suponia.
                          
George se levantó de golpe apartandolo y terminando el beso, la mayoría del público se sorprendió al ver quien era la bella durmiente, pero el aún con su sonrisa nerviosa prosiguió.
                          
-¡Oh, mi bello príncipe, he despertado de mi gran sueño, gracias a ti!
                          
-Eh... -el sonrojo en su cara era evidente, pero recuperó la compostura y dio una pequeña sonrisa temblorosa- Oh, mi dulce princesa, gracias a Dios que has despertado, pues el reino no podría seguir sin tu dulce sonrisa, sígueme, y repartamos la buena noticia. 
                          
Le extendió la mano a George, el cual la tomó y se levantó de la cama, siguiendo a Richard fuera del escenario antes de que las cortinas se cerrarán. 
                          
... 
                          
-¡Maldita sea, no entiendo como pueden caminar con este vestido! -exclamó George detrás del escenario después de que el acto terminará- ¡Y los tacones me están matando! 
                          
-Creo que la peluca te está afectando -Sonrio Richard extendiendole un jugo. 
                          
El chico lo miró y tomó el jugo con una sonrisa. 
                          
-No me dijiste que sabias besar tan bien. 
                          
... 
                          
Besandose: ✔️
                          
Siempre quise ser la piedra número 3