Capítulo 25

                                    

                                          
Solo pudo respirar tranquila una vez que llegó al campus de la universidad, ¿en qué se había metido? O más bien, ¿En qué la metió Peridot? ¿Por qué esa mujer divina había decidido que ella podría ser una buena secuaz? Tenía que aclararle algo: ella solo era una simple chica que fácilmente solo sería el personaje secundario en el drama que estuvieran grabando. 
                          
¿Acaso debería cambiarse el nombre y mudarse a una montaña? Podía volverse ermitaña y tendría una cabra loca a la que le pondría Bob. 
                          
Fue inevitable imaginarse con barba viendo al infinito. 
                          
Su teléfono sonando la sacó de su imaginación. Con todo el problema de Peridot no se sentía segura ¿Tan pronto ya quería una respuesta? Ni los usureros eran tan rápidos. Tomó el teléfono temblando y fue hasta que leyó el nombre en la pantalla que se sintió tranquila. 
                          
Espera un segundo, no. 
                          
Ella estaba molesta con ese idiota. 
                          
"Elidiotadice¿qué?" habló rápido al contestar.
                          
"¿Qué?" Latte sonrió para sí misma.
                          
[Bobo]
                          
"Mi amigo Kenneth, qué divertido que llamaras ¡Justo pensaba en ti!" él no la veía, pero sonreía con una vena marcada en su frente. Esperaba no se diera cuenta de la irritación en su voz.
                          
"... Creo que esto fue una pésima idea" Maldijo la voz perfecta de Kenneth; era una voz gruesa y fascinante. Parecía que si la había notado. 
                          
"No hay pésimas ideas, solo ideas." 
                          
Escuchó un suspiro.
                          
"¿Estás libre para una charla?" que sonara tan amargado le hizo reducir un poco su molestia. 
                          
"¿Una charla?" no lo creía "¿Estás bien? ¿Necesitas consejos?"
                          
"...Si"
                          
"¿¡Consejos de mí!?"
                          
"Creo que mejor voy a colgar..."
                          
"No, no, no, ¡espera!" no iba a dejar ir una oportunidad como esta. "¡Claro que estoy disponible!" sonó más animada de lo que hubiera querido.
                          
Sonrió con malicia, excelente momento.
                          
...
                          
Llegó al lugar donde quedaron; la cafetería de Economía nunca estaba muy llena por que la comida era terrible, casi veía ojos en el guiso de carne. En un rápido vistazo entre las mesas reconoció inmediatamente a Kenneth en el sitio más alejado y vacío. 
                          
Aunque usara una mascarilla negra resaltaba de cierta manera. Parecía muy alerta; si no lo conociera, fácilmente creería que vendía droga. 
                          
Lo saludó y se sentó frente a él.
                          
"Entonces, mi querido Kenny" soltó el apodo para hacerlo entrar en confianza, pero parece que no funcionó. Recargó su barbilla en sus manos viéndolo fijamente "Cuéntale a la Dra. Latte tus males."
                          
Quiso lucir confiable, pero parecía que el pez estaba debatiéndose mucho en que decir.
                          
Sin quitar la mascarilla de su cara, habló. 
                          
"Es sobre Ibelin" se contuvo una expresión de odio cuando ignoró el asunto de su super amigo, pero aun así estaba ahí para escuchar "La verdad es que..."
                          
Lo que le contó la dejo helada. 
                          
"¿¡Cómo que ya no puedes tocarla!?" prácticamente gritó, pero cubrió su boca con sus manos para impedirse gritar más cosas.