Esta es nuestra casa. Como verás, se ha intentado conservar la esencia de lo que había originalmente. Las puertas de la vivienda, las ventanas... Hemos sacado a la luz la piedra y los ladrillos que sostienen el conjunto para ver y observar las marcas que se dejaron por parte de los constructores. A partir de ahí hemos querido conservarlo todo tal y como se hizo en su origen. Creemos que hemos amueblado con gusto. Desde los baños, hasta las habitaciones. Con materiales naturales. Y combinando con las mejores telas y accesorios para que estéis cómodos. Se divide en dos estancias que pertenecen a la misma vivienda, separados por el acceso principal a las plantas superiores, y presenta los rasgos característicos de las construcciones del Casco Histórico: piedra de mampostería en muros perimetrales de más de 60 centímetros, ladrillo macizo y ladrillo adobe en las divisiones interiores. Durante su rehabilitación hemos intentado conservar el aspecto que tuvo en su origen. Se ha respetado la singularidad del edificio y de la zona del Casco Histórico. Hemos ordenado el apartamento principal en el lado izquierdo según se entra al portal. Consta de cocina, salón, habitación y baño. Y el estudio se encuentra en la puerta derecha del portal. En una única estancia disponemos de cama matrimonio, baño y cocina.

Bienvenidos a nuestro apartamento. Concha y yo hemos puesto toda la ilusión para que os encontréis a gusto. No es un apartamento al uso, recordad que estáis en el barrio judío de la ciudad. En la zona de cocina os hemos dejado para el desayuno. Siempre hemos pensado que despertar en el apartamento y disponer de todo lo necesario para empezar el día sin salir a la calle es fundamental. Por eso hacemos este esfuerzo para vosotros. Esperamos que estéis a gusto. Estaremos en contacto durante toda vuestra estancia para ofreceros información o sugerencias. No dudéis en preguntarnos cualquier cosa.

La palabra Alojería procede del árabe y se refiere al sitio donde se vendía la "Aloja", una bebida que era servida en los corrales de comedias en los siglos XVI y XVII.​ Estaba compuesta de agua, miel y especias (como canela o pimienta blanca) y era vendida por los "Alojeros", cuando había función. La historia de nuestra vivienda es muy singular. Está en la planta baja de un edificio en el Casco Histórico. En lo que antiguamente fue la Judería Bejarana. Todo el entramado de calles donde está el apartamento era el lugar de las viviendas de los Judíos antes del S XVI y posteriormente los conversos que se quedaron en esta ciudad. En algunos lugares aún perduran, en los dinteles de las puertas, las cruces cristianas de aquellos que quisieron seguir entre nosotros. Su fachada oeste presenta una de las características más importantes de la comarca. Está recubierta con teja árabe y se instalaba así para preservar esta fachada de la lluvia. Es una de las pocas que quedan en la ciudad. Aún así, seguro que encontrarás muchas en el casco histórico. El apartamento se encuentra a dos minutos de la Plaza Mayor de la ciudad. En ella encontrará el Palacio Ducal, edificio del siglo XVI construido por los Duques de Béjar, la iglesia de El Salvador y el Ayuntamiento. La Plaza, casi en totalidad porticada presenta edificaciones de diversos siglos, con las famosas galerías en los balcones que le dan un aspecto señorial. El palacio ducal tiene uno de los mejores museos interactivos de la ciudad, la Cámara Oscura. Desde ella podrás divisar en tiempo real la ciudad y los alrededores mientras te haces una idea del entorno. A escasos 200 metros de la Plaza Mayor está la iglesia de Santa María la Mayor y el museo judío, un verdadero referente de la cultura judía. Si sigues hacia el oeste, os encontraréis con la murallas. Existe un paseo elevado que os sorprenderá por sus alturas y por la vista de las fábricas textiles que aún siguen en pie y que tanto supuso para la ciudad de Béjar.