No existirían los FPS como tal sin el todoglorioso DOOM. Sí, hemos tenido puntos de inflexión en el género tales como Medal of Honor en PSX, Call of Duty: Modern Warfare o Battlefield 3. Pero antes de estos estaba Counter-Strike, digno sucesor del siempre magnífico Half-Life, y antes los Wolfenstein y Quake, pero entre ellos se erigió en 1993 el DOOM original que fue quien lo cambió todo. Y no es nada loco decir que 23 años este DOOM de 2016 se erige como un digno reboot de la franquicia.

Empezamos desnudos y maniatados, el famoso pretor Doomslayer se encuentra en una instalación de la UAC en Marte que ha sido invadidas por demonios, los cuales han llegado a Marte a través de un portal desde el infierno llamado "El Pozo", gracias a una misteriosa piedra rúnica que fue encontrada por la división de investigación de Olivia Pierce, quien se obsesiona con el poder del averno y abre la brecha entre los dos mundos. Nuestra misión es sencilla: destruir, machacar, pisotear, descuartizar, decapitar, destrozar, cortar, rajar, partir, aplastar, bombardear, disparar y matar a cualquier variopinto demonio que se nos cruce en nuestro camino. Ah sí, y cerrar el portal, con la ayuda del director de la UAC Samuel Hayden y una IA denominada VEGA.

Habiendo jugado los remake de Wolfenstein y el Quake original remasterizado, este DOOM de 2016 es claramente una mezcla de ambos, combinando lo mejor de cada uno: las ventajas, el gore y las mejoras del Wolfenstein y los escenarios siniestros, los monstruos macabros y el surtido de armas del Quake. Una auténtica pasada de historia, que además alcanza niveles épicos con el basto heavy metal que suena cuando los demonios invaden el área.

El multijugador por desgracia está muerto, y aparte contaba con una característica muy chula que era un creador de mapas llamado SnapMap. Ahora también estando fuera el DOOM ETERNAL, lo único por lo que merece la pena es por su historia, que de seguro, junto con las mecánicas y lo relativamente corto de su duración, será una experiencia súper entretenida tanto para amantes del género como aquellos que no estén tan familiarizados con los FPS.