"Con sólo 18 años, Olivia Rodrigo ya sabe que la adolescencia no perdona a nadie. Que no hay forma de librarse del desamor, la humillación y el peso abrumador de lo que sentimos y pensamos. Son cosas que nunca nos abandonan y, por suerte, también están en el origen de muchas de las grandes canciones pop. “Crecí escuchando country”, dice a Apple Music la cantautora californiana, que además es una de las protagonistas de High School Musical: El musical: La serie. “Creo que [la música] es tan impactante y emotiva por lo específica que es y por su capacidad para dibujar escenarios. Una canción es mucho más especial cuando puedes visualizarla e imaginarla hasta casi oler y saborear lo que la persona que la escribió estaba viviendo en ese momento”. Escuchar el primer álbum de Rodrigo nos permite saber, con una profundidad que casi resulta incómoda, lo que la artista estaba viviendo cuando lo escribió a los 17 años. Anclado por “drivers license”, una desgarradora balada que ya sonaba a canción del año cuando fue lanzada en enero de 2021, SOUR combina lo personal y lo universal con efectos a menudo devastadores. Los detalles autobiográficos se asoman con increíble franqueza en canciones que evocan el pop milenial de Taylor Swift (“favorite crime”), el rock alternativo de los 90 de Elastica (“brutal”) o a Alanis Morissette (“good 4 u”). Es un álbum con aire de clásico instantáneo que bien podría llegar a convertirse en el Jagged Little Pill de la generación Z. “Mis sentimientos eran muy intensos”, recuerda. “Elegí SOUR como título del álbum porque fue un periodo realmente agrio de mi vida. Me sentía muy triste, insegura y enojada. Todas las cosas que sentía entonces siguen siendo muy reales para mí, pero ya no es algo tan extremo. Me siento bien mirando hacia atrás, cuando veo lo que sentía y me doy cuenta de que estoy mejor y todo salió bien”. Algo mayor y mucho más sabia, Rodrigo nos cuenta lo que aprendió volcándolo todo en uno de los mejores álbumes debut de los últimos tiempos. Deja volar tu mente “Tomé una clase de psicología en la escuela secundaria en la que me explicaron que somos más creativos cuando estamos haciendo pequeñas tareas, porque la mitad de nuestro cerebro está ocupada en algo y la otra mitad queda libre. Esa debe ser la razón por la que se me ocurren buenas ideas cuando estoy manejando. Escribí la primera estrofa y parte del coro de ‘enough for you’ dando una vuelta por mi barrio. La idea de ‘good 4 u’ se me ocurrió en la ducha. Creo que encontrar tiempo para salir del estudio y vivir tu vida es igual de productivo, e incluso más, que sentarte con la guitarra tratando de escribir canciones. Durante la grabación de SOUR, pasé casi un mes en el estudio, 13 horas diarias, seis o siete días a la semana. Recuerdo que me sentía creativamente agotada y las canciones que me salían no eran muy buenas. Me parece una prueba evidente de lo productivo que puede llegar a ser el descanso. Cuando pasas todo el día en el estudio escuchando tu propia música, no hay mucho sobre lo que puedas escribir”. Confía en tu instinto “Antes de conocer a Dan Nigro, mi colaborador, productor y coautor de muchos temas, escribía canciones en mi habitación, completamente sola. Aprender a trabajar con otras personas, defender mis propias ideas y estar abierta a las de los demás fue todo un proceso. A veces, te tomas un poco de tiempo en desarrollar la confianza necesaria para seguir tu instinto y descubrir que eso es precisamente lo que te convierte en una artista especial. Hubo una época en la que me costaba escribir canciones optimistas, pero estaba convencida de que tenía que escribir sobre la felicidad o el amor si quería algo que la gente pudiera bailar. Y aunque ‘brutal’ es una de mis canciones favoritas de SOUR, casi no aparece en el disco. Las personas me decían que si la ponía al principio podría haber gente que dejara de escucharlo tan pronto como le dieran play. A mí me parece una introducción perfecta al mundo de SOUR”. No tiene que ser perfecto “Escribí este álbum a los 17 años. Cuando haces un disco a esa edad tienes esa sensación de ‘Dios mío, esto no es lo mejor que puedo hacer. Podría ser mejor’. Por eso fue muy importante darme cuenta de que el álbum es una parte de mi vida y no tiene por qué ser el mejor trabajo que voy a hacer. Puedo crecer y quizás el próximo sea mejor. Me gusta la idea de que la gente se embarque en ese viaje y sigan a una artista a medida que refina sus canciones. No tiene por qué ser todo perfecto. Esto es lo mejor que pude hacer con 17 años. Es suficiente y eso es genial”. Ama lo que haces “Descubrí que me gustaba mucho más escribir canciones que grabarlas, y ese amor por la composición ha seguido ahí en todo momento. Aprendí a cultivarlo en lugar de obsesionarme con llegar al top 40. Sinceramente, cuando salió ‘drivers license’, me preocupaba que pasara justo lo contrario y que acabara escribiendo todas mis canciones con la idea de que entraran en las listas. La verdad es que me encanta escribir canciones y estoy feliz de poder hacerlo”. Encuentra a tu gente “Creo que el objetivo de las personas que te dicen sí a todo es darte seguridad. Sin embargo, por alguna razón, estar rodeada de personas que piensan que todo lo que hago es genial me hace sentir insegura. Siento que todo está mal y que me están mintiendo sin parar. Por eso es increíble tener a alguien en quien realmente confío en el estudio. Ese es Dan. Puede decirme que una canción es genial y que la grabemos, pero también puedo mostrarle un tema que me encanta y él puede decirme que no es mi mejor canción. Hay algo muy empoderador en rodearte de gente que se preocupa lo suficiente por ti como para decirte que puedes hacerlo mejor. Ser compositora es algo extraño, porque siento que he escrito temas en los que he contado muchas cosas, he revelado secretos que ni siquiera le cuento a la gente con las que estoy todo el tiempo. Me pone en una posición muy vulnerable. Pero, de nuevo, han sido esas personas que me rodean, que me quieren y que se preocupan por mí las que me han dado la confianza necesaria para hacerlo y mostrarme cómo soy realmente”. Realmente nunca se sabe “Para mí, ‘drivers license’ nunca fue una de esas canciones que piensas que será un éxito. Es sólo un pedazo de mi corazón, una canción muy triste. Fue genial ver cómo la autenticidad y la vulnerabilidad pueden conectarse de verdad con la gente, que es algo que todo el mundo dice, pero que nunca sabes en realidad. Muchas personas adultas se me acercan y me dicen que están felizmente casadas y tienen familia, pero que esa canción les recordó una ruptura de cuando estaban en la secundaria. Me encanta llegar no solamente a quienes están pasando por lo mismo que yo, sino también transportarlos a una época en la que vivieron algo parecido. Es surrealista, el sueño de cualquiera que escriba canciones”."