Allí se controlaba la venta de carbón de madera para casi toda La Habana. Para donde quiera que uno mirara, veía carbón de yana. Menos mal que él no tenía tanto olor, si no hubiera sido el colmo. El carbón venía en goletas de Bahía Honda y de la Ciénaga de Zapata, donde se daba la yana esa, que se parece mucho al mangle de río.Miguel Barnet. Gallego. Página 88. Editorial: Editorial Verbum. 20 jul 2016. ISBN: 9788490743423.
Propio de, relativo o perteneciente a un pueblo amerindio hoy extinto, que habitaba el norte de California, formando pequeños grupos transhumantes de cazadores-recolectores; durante la fiebre del oro del siglo XIX fueron desplazados o muertos por los buscadores de oro.