De papaya y el sufijo -azo.
Cuando se agachó a recoger un trozo de caña que había sobre el pasto, Cisneros aprovechó el papayazo y lo agarró con su enorme mandíbula por el cuello.César Herrera. Isolina. Página 74. Editorial: Universidad Eafit. 2003. ISBN: 9789588173375.