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Troilo

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Aquiles aguarda emboscado a Troilo. Detalle de una copa laconia de figuras negras. Ca. 550-540 a. C., Museo del Louvre).
Troilo y Crésida en los jardines de Pándaro, por Valentine Walter Bromley.

Troilo (en griego antiguo Τρωίλος Troilos, en latín Troilus) es un personaje legendario que aparece en los relatos de la Guerra de Troya al menos desde la época homérica. En la mitología clásica es un joven príncipe troyano, hijo de Príamo (o en algunas fuentes de Apolo) y Hécuba. Su destino fue ligado por una profecía al de la ciudad, por lo que Aquiles le tendió una emboscada y lo mató. Dares Frigio lo describe como «corpulento, muy hermoso, valiente para su edad, fuerte y ambicioso de la virtud».[1]

En las versiones medievales y renacentistas de la leyenda, Troilo es el menor de los cinco hijos legítimos de Príamo con Hécuba, lo suficientemente mayor como para ser uno de los principales jefes de los troyanos en la batalla. En un añadido popular a su historia originario del siglo XII, Troilo se enamoraba de Crésida, cuyo padre había desertado del bando griego. Crésida le prometía su amor, pero cuando es enviada por su padre a un intercambio de rehenes, sus sentimientos cambian pronto hacia el héroe griego Diomedes. Tanto Chaucer como Shakespeare se encuentran entre los autores que escribieron obras sobre este tema.

Tras el siglo XVII, Troilo perdió importancia como personaje literario. Sin embargo, ha reaparecido en versiones de la guerra de Troya escritas en los siglos XX y XXI.

La historia de Troilo en la Antigüedad

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Aunque es solo un episodio de un relato que abarca varias décadas, la muerte de Troilo tiene un papel estructural dentro del ciclo troyano de ocho poemas de la época arcaica griega que juntos narran la leyenda de la guerra de Troya. El destino de Troilo presagia las subsiguientes muertes de su asesino, Aquiles, su sobrino Astianacte y su hermana Políxena.[2]​ La importancia simbólica adicional del personaje queda en evidencia con el análisis lingüístico de su nombre griego, «Troilo», que puede interpretarse como una elisión de los nombres «Tros» e «Ilo» (que fueron los legendarios fundadores de Troya), como un hipocorístico (‘pequeño Tros’), o incluso como procedente de «Troië» (‘Troya’) y del verbo «lyö» (‘destruir’). Sea cual sea la auténtica etimología, los antiguos griegos habrían visto estas múltiples posibilidades como acentuadoras del vínculo profético entre los destinos de Troilo y de la ciudad en la que vivió.[3]

No se conserva ninguna fuente antigua que recoja la historia completa de Troilo tal como existió en los periodos arcaico y clásico de la antigua Grecia. La mayoría de las fuentes literarias prehelénicas que aluden al personaje y todas las que incluían un relato detallado se han perdido o sobreviven solo en fragmentos o resúmenes. Las fuentes escritas posteriores se contradicen a menudo entre sí y no siempre coinciden con la forma que los investigadores modernos creen que el mito habría tenido en tiempos anteriores.

Troilo y Políxena huyen de la emboscada de Aquiles. Kílix ática de figuras negras, c. 570-565 a. C., Museo del Louvre (CA 6113). Adviértase que hay dos caballos muy juntos, como resulta evidente al examinar las patas.

La historia de las circunstancias de la muerte de Troilo fue sin embargo un tema popular entre los antiguos pintores de cerámica y otros artistas plásticos de los periodos arcaicos y clásico.[4]​ Las dos principales referencias académicas al respecto[5]​ han analizado tanto las fuentes literarias como las pictóricas para lograr comprender la historia de Troilo y las variantes que existieron en la época antigua.

El mito estándar: Troilo asesinado

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Troilo era un muchacho o efebo, hijo de Hécuba, reina de Troya. Debido a su excepcional belleza se creía que era hijo de Apolo en lugar del marido de Hécuba, Príamo, si bien este lo trataba con cariño.

Las profecías ataban el destino de Troilo al de la propia Troya. Así, poco después de iniciada la guerra, Aquiles fue animado por Atenea a cazar al muchacho. El joven príncipe solía montar a caballo, así que Aquiles emboscó a Troilo y a su hermana Políxena en una fuente cerca del templo de Apolo en Timbra, una región justo a las afueras de Troya. Aquiles quedó asombrado por la belleza de los dos jóvenes troyanos, quienes huyeron. Fue Troilo a quien Aquiles el de los pies veloces[6]​ logró atrapar, bajándole de su caballo por el pelo.

De alguna forma Troilo logró escapar de Aquiles y huyó al interior del templo. Pero el guerrero lo siguió hasta allí, matándole con su espada y mutilando el cuerpo antes de que pudiese llegar ayuda alguna. El dolor de los troyanos por la muerte de Troilo fue enorme. Más tarde Apolo se vengaría del asesino.

Fuentes literarias apoyando el mito estándar

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Homero y los textos perdidos de los periodos arcaico y clásico

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La referencia literaria más antigua conservada referente a Troilo aparece en la Ilíada de Homero. Mientras Príamo reprende a sus hijos supervivientes les compara desfavorablemente con los que han muerto, incluyendo a hippiocharmên[7]​ Troilo.[8]

Se cree que el nombre de Troilo no fue inventado por Homero y que ya existía una versión anterior de su historia.[2]​ Su muerte era descrita en la Cipria, una parte del ciclo troyano hoy perdida que cubría los sucesos anteriores a la guerra de Troya y la primera parte de ésta. Sí se conserva un antiguo resumen de su contenido atribuido a Eutiquio Proclo, que en el fragmento 1 menciona que Aquiles mató a Troilo, sin dar más detalles.[9]

Los antiguos dramaturgos Frínico y Sófocles escribieron sendas obras tituladas Troilos, atribuyéndose además al cómico Estratis la autoría de una parodia. De los considerados nueve poetas líricos de los periodos arcaico y clásico, Estesícoro pudo haber aludido a la historia de Troilo en su Iliupersis, y también se supone que Íbico escribió con detalle sobre el personaje. Todo lo que se conserva de estos textos son pequeños fragmentos o resúmenes y referencias de otros autores.[10]​ Esto significa que carecemos de los extensos relatos que narraban la historia de Troilo completa tal como existieron en la época prehelénica.

La Alejandra

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El primer texto conservado que contiene más que una breve mención a Troilo es un poema helenístico del siglo III a. C.: la Alejandra de Licofrón, un poema formado por los crípticos desvaríos proféticos de Casandra:[3]

¡Oh!, yo, para tu bien criada flor, también, yo gimo, oh cachorro de león, dulce amado de tu familia, que golpeaste con fiero hechizo de rayos al fiero dragón y atrapaste por un breve momento sin amor en un lazo infalible a quien era golpeado, sin ser herido por tu víctima: perderás tu cabeza y mancharás la tumba de tu padre con tu sangre.[11]

Este pasaje es explicado en el escolio del escritor bizantino Juan Tzetzes como una referencia a Troilo buscando evitar el asalto sexual de Aquiles para lo que busca refugio en el templo de su padre Apolo. Cuando rehúsa salir, Aquiles entra y le mata sobre el altar.[12]​ Así pues, Troilo es joven, popular y hermoso, tiene ascendencia divina y fue decapitado por rechazar a su amante griego (Aquiles) y, para Homero, tiene relación con los caballos. La referencia a él como un «cachorro de león» indica la pérdida de un gran potencial.

Otras fuentes

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No existe otro pasaje extenso sobre Troilo anterior a la época de Augusto, cuando surgieron otras versiones de la historia del personaje. Las fuentes conservadas compatibles con el mito estándar son las siguientes:

  • Ascendencia. Apolodoro enumera a Troilo como último de los hijos de Príamo y Hécuba, un detalle adoptado en la tradición posterior, pero añade entonces que se decía que fue engendrado por Apolo.[13]
  • Juventud. Un antiguo diccionario revela que Sófocles llamó a Troilo andropais, es decir, un muchacho a punto de convertirse en hombre.[14]Horacio enfatiza la juventud de Troilo llamándole inpubes (‘sin pelo’, es decir, prepúber o, figuradamente, no lo suficientemente mayor como para llevar armas).[15]Dión Crisóstomo ridiculiza a Aquiles en su discurso troyano, quejándose de que todo lo que el supuesto héroe había logrado antes de Homero fue la captura de Troilo, que era un niño.[16]
  • Profecías. El Primer Mitógrafo Vaticano menciona una profecía según la cual Troya no sería derrotada si Troilo llegaba a la edad de veinte años.[17]Plauto cuenta que la muerte de Troilo es una de las tres condiciones que debían darse antes de que Troya pudiera ser derrotada.[18]
  • Belleza. Íbico, tratado de alabar a su mecenas, le compara con Troilo, el más hermoso de los griegos y los troyanos.[19]​ Dión Crisóstomo también habla de Troilo como epítome de un tipo específico de belleza.[20]
  • Objeto de amor pederasta. Un fragmento de Frínico alusivo a Troilo habla de «la luz del amor brillando en sus mejillas coloradas».[21]Servio, en su escolio del pasaje de Virgilio discutido más abajo, dice que Aquiles atrae a Troilo hacia él con un regalo de palomas (un gallo, según los escudos del siglo VII a. C. hallados en Olimpia). Troilo muere entonces en el abrazo del griego. Robert Graves[22]​ interpreta esto como evidencia del vigor de Aquiles al hacer el amor, mientras Timothy Gantz[23]​ considera que el «cómo o por qué» de la versión Servio no está claro.[24]​ Clemente dice que Troilo fue amado por Apolo.[25]
  • Lugar de la muerte. Un comentarista sobre Íbico dice que Troilo fue asesinado por Aquiles en la región de Timbra a las afueras de Troya.[26]​ Otro fragmento de Sófocles señala que Troilo estaba yendo a una fuente con un compañero para buscar agua o abrevar a sus caballos.[27]​ Apolodoro dice que Aquiles preparó una emboscada a Troilo dentro del templo de Apolo Timbreo.[28][29]
  • Mutilación. Un último fragmento de Sófocles[30]​ señala que Troilo no sólo fue decapitado, sino que su cadáver fue además mutilado con un método conocido como mascalismo, que incluía la amputación de las extremidades para atarlas bajo las axilas, de forma que se evitara que el fantasma de la víctima asesinada volviese para perseguir a su asesino.[3]
  • Luto. El dolor de los troyanos y especialmente de su familia por la muerte de Troilo parece haber sido epitomizado como luto por la muerte de un niño en la civilización clásica. Horacio,[31]Calímaco[32]​ y Cicerón[33]​ aluden a él de esta forma.

Arte antiguo y fuentes gráficas

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Aquiles presto a perseguir a Troilo y Políxena. Kílix ática de figuras negras, c. 570-565 a. C., Museo del Louvre (CA 6113). El otro lado de este vaso mostrando la huida de los troyanos se muestra más arriba.

En el arte griego antiguo presente en piezas cerámicas y otros restos aparecen con frecuencia tres escenas relacionadas con Troilo.

En la emboscada, Troilo y Políxena se acercan a una fuente en la que Aquiles los está esperando. Esta escena era lo suficientemente popular en la antigüedad como para existir una parodia de c. 400 a. C. mostrando a un rechoncho Troilo guiando una mula hacia la fuente.[34]​ En la mayoría de las representaciones serias de la escena Troilo monta un caballo, normalmente con otro junto a él. Suele ser retratado, aunque no siempre, como un joven imberbe. A menudo aparece desnudo, llevando el resto de las veces una túnica. Aquiles siempre está armado y lleva armadura. Ocasionalmente,[35]​ Troilo o Políxena están ausentes, indicando cómo la emboscada está relacionada con cada una de sus historias. En la versión más antigua definitivamente identificada de esta historia (una vasija corintia c. 580 a. C.) también está presente Príamo, lo que resulta poco usual.[34]​ Es más común que aparezca un pájaro posado sobre la fuente, normalmente un cuervo, símbolo de Apolo y sus poderes proféticos. En algunas versiones[36]​ Troilo tiene un perro corriendo junto a él. En una vasija etrusca aparecen palomas volando de Aquiles a Troilo, lo que sugiere el regalo amoroso mencionado por Servio.[3]​ Puede decirse que el retrato más famoso de la emboscada es el presente en la Tumba de los Toros etrusca.

La versión identificada más antigua de la persecución o caza está fechada en el tercer cuarto del siglo VII a. C.[34]​ La siguiente cronológicamente es la famosa[37]​ versión del Vaso François, obra de Clitias. El número de personajes mostrado en las escenas de cerámica cambia según el espacio disponible y la forma de la vasija.[38]​ El Vaso François está decorado con varias escenas en franjas largas, lo que significa que el friso de Troilo está muy poblado. En el centro aparece Troilo huyendo, montando un caballo y con las riendas de otro en la mano. Bajo él aparece la vasija que Políxena (parcialmente perdida), que le lleva delantera, ha dejado caer. Aquiles está perdido en gran parte pero se ve claramente que lleva armadura. Aparecen corriendo hacia Troya, a donde Antenor gesticula hacia Príamo. Héctor y Polites, los hermanos de Troilo, emergen de las murallas de la ciudad con la esperanza de salvarle. Detrás de Aquiles aparecen varias deidades: Atenea, Tetis (su madre), Hermes y Apolo (llegando). Dos troyanos también están presentes, haciendo gestos la mujer para llamar la atención de un joven que llena su copa. Como las deidades aparecen solo en las versiones pictóricas de la escena, su papel es objeto de varias interpretaciones. El profesor y experto en Troilo Piero Boitani ve a Atenea exhortando a Aquiles, y a Tetis preocupada por la llegada de Apolo que, como protector de Troilo, representa una futura amenaza para su hijo, sin indicar nada sobre lo que Hermes puede estar diciéndole.[3]​ El historiador Thomas H. Carpenter ve a Hermes como un observador neutral, a Atenea y Tetis exhortando a Aquiles y la llegada de Apolo como la indicación del artista sobre el futuro papel del dios en la muerte del héroe.[34]

Aquiles persiguiendo a Troilo. Hidria ática de figuras negras, c. 510 a. C., Staatliche Antikensammlungen (Inv. 1722).

Los elementos estándar de la escena de la persecución son Troilo, Aquiles, Políxena, los dos caballos y la vasija caída. Sobre un trípode, un ánfora y una copa, Aquiles ya tiene a Troilo sujeto por el pelo.[26]​ Una famosa vasija conservada en el Museo Británico, que dio al Pintor de Troilo el nombre con el que se conoce en la actualidad, muestra a dos troyanos mirando atrás asustados, mientras el hermoso joven azota a su caballo. El agua derramándose de la vasija rota bajo él simboliza la sangre de Troilo a punto de ser derramada.[38]

La iconografía de las ocho patas y cascos de los caballos puede usarse para identificar a Troilo en la cerámica donde su nombre no aparece, como por ejemplo en una vasija corintia donde se le muestra disparando a sus perseguidores, y en una pacífica escena de una crátera calcídica en la que las parejas de Paris y Helena, y Héctor y Andrómaca están etiquetadas, pero el joven montando un par de caballos no.[34]

En su investigación de la historia de Troilo a lo largo del tiempo, Boitani considera importante que dos vasijas de épocas diferentes relacionen las muertes de Troilo y Príamo mostrándolas en las dos caras del mismo jarro, como si fuesen el comienzo y el final de la historia de la caída de Troya.[3]

Una interpretación posterior del sur de Italia de la historia se muestra en dos vasijas: una en la que Troilo aparece con un solo caballo intentando defenderse de una lanza que le han arrojado,[39]​ y otra en la que Aquiles está derribando el caballo del joven.[40]

Aquiles a punto a decapitar a Troilo en el altar. Kylix de figuras blancas firmada por Eufronio (actualmente en Perugia). Adviértase el uso de los tamaños de los personajes para enfatizar la brutalidad del asesinato.[41]

Las representaciones más antiguas conocidas de la muerte o asesinato de Troilo son bandas de escudos de finales del siglo VII y principios del VI a. C. hallados en Olimpia. En ellas aparece un guerrero con una espada dispuesto a apuñalar a un joven desnudo en un altar. En una, Troilo se aferra a un árbol, que Boitani toma por el laurel consagrado a Apolo. En la última de las bandas de escudos un gallo, a menudo un regalo amoroso, aparece bajo Troilo resistiéndose. Una crátera contemporánea de este último muestra a Aquiles en el altar sujetando al desnudo Troilo cabeza abajo mientras Héctor, Eneas y un desconocido troyano llamado Deitinos llegan con la esperanza de salvar al joven. En algunas representaciones Troilo está suplicando piedad. En un ánfora, Aquiles lleva al combativo Troilo sobre su hombro mientras va al altar.[26]

Algunas piezas cerámicas muestran a Aquiles, tras haber matado a Troilo, usando la cabeza cortada de este como arma cuando Héctor llega demasiado tarde para salvarle, apareciendo en algunas Atenea, ocasionalmente con Hermes.[42]

A veces se intercambian detalles de las muy parecidas muertes de Troilo y Astianacte.[34][43]​ La edad de la víctima es con frecuencia indicativa de qué historia se relata, pero es común incluso para Astianacte aparecer mucho más pequeño que su asesino. Otros factores decisivos pueden ser la presencia de Príamo (lo que sugiere la muerte de Astianacte), la de Atenea (típico de la muerte de Troilo) y el que la escena se ubique fuera de las murallas de Troya (de nuevo, Troilo).

Algunas piezas de cerámica posteriores muestran otras versiones de la muerte de Troilo. En una famosa copa de figuras rojas obra de Oltos Troilo aparece arrodillado, en el proceso de empuñar su espada cuando Aquiles ya le ha arrojado su lanza, mientras Eneas lucha para salvarlo. Troilo lleva un casco, pero lo tiene levantado para revelar su hermoso rostro.[34]

Una variante del mito: Troilo, el abrumado muchacho soldado

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Esta imagen de Oltos sugiere una versión diferente de la muerte de Troilo que también era común en la época antigua. En ella aparece derrotado en la batalla, y casi siempre se le sigue mostrando como un joven.

Virgilio

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Esta versión de la historia aparece en la Eneida de Virgilio, en un pasaje que describe una serie de pinturas que decoran la pared de un templo de Juno.[44]​ La pintura inmediatamente siguiente a esta de Troilo muestra la muerte de Reso. No es una coincidencia que las dos historias estén relacionadas con profecías conectadas a la caída de Troya.[3]​ Otras pinturas de la serie muestran igualmente asuntos calamitosos.

En una descripción diseñada para enfatizar el pathos[3]​ Troilo es un infelix puer (‘niño infeliz’) que se encuentra con Aquiles en un combate «desigual». Los caballos de Troilo huyen mientras él, sujetando aún las riendas, cuelga del carro, de forma que su cabeza y cabellos van dejando un rastro, al tiempo que la lanza dibuja trazos en el polvo. (El Mitógrafo Vaticano[45]​ explica esto con mayor detalle, explicando que el cuerpo de Troilo es arrastrado directamente hacia las murallas de Troya.)

En su comentario sobre la Eneida, Servio considera esta historia como una divergencia deliberada de la versión «verdadera», censurada para hacerla más adecuada para un poema épico. La interpreta como una presentación de Troilo superado en una lucha directa. Gantz, sin embargo, argumenta que esto puede seguir siendo una elaboración de la historia de la emboscada.[26]​ Para él, Troilo no porta armas porque salió sin esperar un combate.

Un problema aquí es la ambigüedad de la palabra congressus (‘encuentro’), que a menudo alude a enfrentarse en combate pero puede también usarse para encuentros pacíficos. Una ambigüedad parecida aparece en Séneca, cuando Casandra se lamenta de que Troilo encontrase a Aquiles demasiado pronto.[46]

El 19º epitafio de Ausonio,[47]​ narrado por el propio Troilo, sigue a Virgilio. Fue arrastrado por sus caballos desbocados tras haber caído en un combate desigual con Aquiles. Incluye la misma ambigüedad de congressus. Una referencia a Héctor sugiere que su muerte sucede más tarde que en el relato tradicional, algo que Boitani cree que también sucede en Virgilio.

Otros escritores

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Quinto de Esmirna, en un pasaje cuya atmósfera describe Boitani como triste y elegíaca, retiene lo que para este son los dos temas principales de la historia antigua: que Troilo estaba condenado por el Destino y que su fracaso en continuar su linaje simboliza la caída de Troya.[3]​ En este caso no hay duda de que Troilo entró en batalla a sabiendas. En las Posthoméricas la armadura de Troilo es uno de los regalos funerarios tras la muerte del propio Aquiles. Quinto enfatiza repetidamente la juventud de Troilo: es imberbe, virgen de novia, infantil, hermoso, el más divino de todos los hijos de Hécuba. Pero fue llevado por el Destino a la guerra sin conocer el miedo y derribado por la lanza de Aquiles igual que una flor o espiga que no ha dado semillas es segada por el jardinero.[48]

En el Diario de la guerra de Troya de Dictis Cretense Troilo vuelve a ser un guerrero derrotado, pero esta vez capturado junto con su hermano Licaón. Aquiles ordena vengativamente que sean degollados en público, debido a su enfado porque Príamo haya fracasado en las negociaciones sobre el matrimonio de Políxena. El relato de Dictis está libre de dioses y profecías pero conserva la pérdida de Troilo como algo muy doloroso:

Los troyanos lanzaron un grito de pena y, lamentándose ruidosamente, lloraron el que Troilo hubiese hallado una muerte tan penosa, pues recordaban cuán joven era, quien en sus primeros años de adulto era el favorito de la gente, su querido, no sólo por su modestia y honestidad, sino más especialmente por su belleza.[49]

La historia de Troilo en las épocas medieval y renacentista

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En las fuentes consideradas hasta ahora, la única función narrativa de Troilo es su muerte.[3]​ Hay dos desviaciones principales del mito clásico en las que la historia de Troilo se desarrolló durante los periodos medieval y renacentista hasta el momento en que el personaje deja de ser un personaje literario importante con la obra neoclásica de Dryden. Primero, se convierte en un importante y activo protagonista en la búsqueda de la propia guerra de Troya. Segundo, se convierte en un amante heterosexual activo, en lugar de la víctima de la pederastia de Aquiles. Al final de esta época el rasgo que define al personaje es su historia de amor fracasado con Crésida.

Para los primeros escritores medievales, las dos fuentes más influyentes sobre la guerra de Troya fueron los relatos supuestamente presenciales de Dares Frigio y Dictis Cretense, conservados ambos en sus versiones latinas. En la Europa occidental se favorecía al bando troyano, y por tanto se prefería a Dares sobre Dictis.[50][51]​ Aunque el relato de Dictis sitúa su muerte más tarde, confirma la visión antigua de considerarlo un guerrero menor si es que llegaba a serlo. La Historia de la caída de Troya de Dares presenta al personaje como un héroe que participa en sucesos posteriores a la historia tradicional de su muerte.

Autores medievales como Alberto de Estade y José Iscano siguieron reelaborando la leyenda de la guerra de Troya en latín en una versión basada en el relato de Dares, permaneciendo Troilo como uno de los guerreros más importantes del bando troyano. Sin embargo, fueron Benoît de Sainte-Maure en su romance francés en verso y Guido delle Colonne en su historia en prosa latina quienes definirían la historia de Troilo en el periodo medieval posterior, incluyendo su concepción como amante. Los detalles de sus relatos de la guerra fueron copiados, por ejemplo, en los Libros de Troya de Laud y Lydgate, y en el Recueil des histoires de Troie de Raoul Lefèvre, que gracias a la traducción de Caxton impresa en 1474 se convertiría en la versión más famosa de la historia de Troya en la Inglaterra renacentista, influyendo a Shakespeare entre otros. Mientras tanto, la historia de Troilo el amante sería retomada independientemente por Boccaccio, Chaucer y otros que también influirían en Shakespeare.

Troilo como segundo Héctor, baluarte de Troya

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Como se acaba de señalar, la concepción de Troilo como un importante guerrero fue transmitida a la época medieval gracias a las obras de Dares Frigio. Sin embargo, algunos autores afirman que la tradición de Troilo como gran guerrero puede ser anterior. El pasaje de la Ilíada descrito más arriba es interpretado por Boitani[3]​ como indicio de que Príamo ponía a Troilo al mismo nivel de sus mejores hijos guerreros. Su descripción en ese pasaje como hippiocharmên es traducida por algunos estudiosos como ‘guerrero auriga’ más que como alguien a quien le gustan los caballos.[52]​ Puede que muchas de las fuentes literarias perdidas o fragmentarias le incluyesen como tal héroe, aunque sólo se conserva una vasija antigua que le retrate como un guerrero cayendo en batalla.[3]

Dares Frigio

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En Dares Frigio Troilo es el más joven de los hijos de Príamo, belicoso cuando se sugieren treguas o la paz, e igual a Héctor en bravura, «grande y el más bello... bravo y fuerte para su edad, y deseoso de gloria.»[53]​ Mata a muchos griegos, hiere a Aquiles y Menelao, aniquila a los mirmidones más de una vez antes de que su caballo caiga y le atrape dando a Aquiles la oportunidad de acabar con él. Memnón rescata su cuerpo, algo que no sucede en muchas versiones posteriores de la historia. Su muerte acaece cerca del final de la guerra y no al principio. Troilo sobrevive pues a Héctor y le sucede como gran jefe de los troyanos en la batalla. Así, es en respuesta a la muerte de Troilo que Hécuba trama el asesinato de Aquiles.

A medida que en la tradición del Troilo guerrero avanza en el tiempo, las armas y formas del combate cambian. Ya en Dares es un guerrero a caballo, no en carro o a pie, algo anacrónico al relato épico.[26]​ En versiones posteriores será un caballero con la armadura apropiada a la época del relato que lucha contra otros caballeros y duques. Su conducta esperada, incluyendo sus amores, estará de acuerdo a la tradición cortesana y otros valores de la época.

Descripción de Troilo en los textos medievales

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Los textos medievales siguen la estructura del relato de Dares al describirle con sus padres y sus cuatro hermanos: Héctor, Paris, Deífobo y Héleno.

La descripción de Benoît de Sainte-Maure en su Poema de Troya (demasiado larga para citarla aquí) influyó sobre las posteriores. Benoît entra en detalles del personaje y su expresión facial obviados por otros escritores. Cuenta que Troilo era «el más bello de los jóvenes de Troya» con:

hermoso cabello, muy encantador y naturalmente reluciente, ojos brillantes y llenos de alegría... No era insolente ni altivo, alegre y feliz y amoroso. Bueno era cuando amaba, y bueno cuando no.[51]

José Iscano, en su De bello troiano, describe el personaje así:

Troilo despliega espaciosamente sus erguidos miembros; gigante por su carácter, niño por su edad, y no cede ante nadie en osadía para las obras de valor; un atractivo fulgor marca, en combinación con la fuerza, su rostro luminoso.[54]

La Historia Destructionis Troiae de Guido delle Colonne dice:

El quinto y último se llamaba Troilo, un joven tan valiente como era posible en la guerra, sobre cuyo valor hay muchos relatos que la presente historia no omite más tarde.[55]

El muchacho que en los textos antiguos no estaba a la altura de Aquiles se ha convertido ahora en un joven caballero, un digno oponente de los griegos.

Caballero y jefe guerrero

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En la tradición medieval y renacentista, Troilo es uno de los partidarios de la guerra contra los griegos en el consejo de Príamo. En varios textos, por ejemplo El libro de Troya de Laud, dice que aquellos que discrepan con él son más adecuados para sacerdotes. Guido, y los escritores que le siguen, hacen que Héctor, sabiendo cuán testarudo puede ser su hermano, aconseje a Troilo no ser imprudente antes de la primera batalla.

En los textos medievales, Troilo es un bravo caballero durante toda la guerra, como en Dares, donde tras la muerte de Héctor pasa a ocupar el lugar de principal guerrero del bando troyano. De hecho, es llamado «un segundo Héctor» por Chaucer y Lydgate. Estos dos poetas siguen a Boccaccio al narrar que Troilo mató a un millar de griegos.

Para José Iscano, Troilo es más grande que Alejandro, Héctor, Tideo, Belona e incluso Marte, y mata a siete griegos con un solo golpe de su porra. Evita golpear las piernas de sus oponentes porque eso menospreciaría su victoria. Solo lucha con caballeros y nobles, desdeñando enfrentarse con guerreros comunes.

Alberto de Stade veía a Troilo tan importante que es el personaje que titula su versión de la Guerra de Troya. Es «la muralla de su tierra natal, la protección de Troya, la guía del ejército...»[56]

La lista de jefes griegos a los que Troilo hiere se amplía en las diversas reelaboraciones del relato, desde los dos en Dares, para incluir a Agamenón, Diomedes y Menelao. Guido, al mantener su promesa del prólogo de narrar todas las valerosas hazañas de Troilo, describe muchos incidentes al respecto. Troilo suele vencer pero es capturado en una de las primeras batallas por Menesteo antes de que sus amigos le rescaten. Este incidente se repite en los imitadores de Guido, como Lefèvre y los Libros de Troya de Laud y Lydgate.

Muerte

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En la mayoría de las versiones medievales, Aquiles se aparta de la guerra porque va a casarse con Políxena. Finalmente, mueren tantos de sus seguidores que decide volver a la batalla, lo que lleva a la muerte de Troilo y, así, a que Hécuba, Políxena y Paris tramen el asesinato de Aquiles.

Alberto de Stade y José Iscano siguen a Dares haciendo que Aquiles decapite a Troilo cuando este intenta levantarse después de que su caballo haya caído. En Guido y los autores a los que influyó, Aquiles busca específicamente a Troilo para vengar un enfrentamiento previo en el que este le había herido. Por esto ordena a los mirmidones que le busquen, rodeándole y evitando que acudan a rescatarle.

En El libro de Troya de Laud, esto se debe a que Aquiles estuvo a punto de matar a Troilo en un enfrentamiento previo pero los troyanos le rescataron. Aquiles quiere asegurarse de que esto no suceda de nuevo. Este segundo combate se libra como un duelo directo entre los dos, siendo la victoria para Aquiles, el guerrero más grande.

Pero para Guido, Lefèvre y Lydgate las cosas son diferentes. Aquiles espera hasta que sus hombres han matado al caballo de Troilo y le han despojado de su armadura. Solo entonces Aquiles le ataca y le decapita.

En un eco de la Ilíada, Aquiles arrastra el cadáver tras su caballo. Así se refuerza la comparación con el Héctor homérico y al mismo tiempo se recuerdan aspectos del destino del Troilo clásico.

Troilo enamorado

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El último aspecto del personaje de Troilo que falta por desarrollar en la tradición se ha convertido en aquel por el que es más conocido. Tanto el Troilo y Creseida de Chaucer como el Troilo y Crésida de Shakespeare se centran en Troilo como amante. Este tema fue introducido por primera vez por Benoît de Sainte-Maure en el Poema de Troya y desarrollado por Guido delle Colonne. El Filostrato de Boccaccio es el primer libro en tomar la historia de amor como tema principal. Henryson y Dryden son otros autores que le dedicaron obras.

La historia de Troilo y Crésida

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Una escena de Troilo y Crésida, por Angelica Kauffmann.

Troilo solía burlarse de la estupidez de los asuntos amorosos de otros jóvenes. Pero un día ve a Crésida en el Templo de Atenea y se enamora locamente de ella. Crésida es una joven viuda hija de Calcante que ha desertado del campamento griego.

Avergonzado de haberse convertido exactamente en la clase de persona de la que solía reírse, mantiene su amor en secreto. Pero suspira por Crésida y se vuelve retraído. Finalmente su amigo Pándaro le persuade para que revele su amor. Pándaro se ofrece a hacer de correveidile, incluso a pesar de ser pariente de Crésida y tener que guardar su reputación. Crésida corresponde al amor de Troilo y durante un tiempo los dos están felizmente unidos.

Pero entonces Calcante convence a Agamenón para que le devuelva a Crésida como parte de un intercambio de prisioneros, a cambio de Antenor. Los dos amantes quedan angustiados e incluso piensan en fugarse. El intercambio se lleva a cabo. A pesar de la intención inicial de Crésida de permanecer fiel a Troilo, el guerrero griego Diomedes se gana su corazón. Troilo lo averigua y busca vengarse de Diomedes y los griegos, muriendo en batalla. Igual que Crésida traicionó a Troilo, Antenor traicionaría más tarde a Troya.

Benoît y Guido

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En el Poema de Troya de Benoît, la hija de Calcante a la que ama Troilo es Briseida. Esto se menciona por primera vez cuando el intercambio de rehenes ya se ha acordado:

Aunque estuvieran felices o gozosos, Troilo sufría aflicción y pena. Era por la hija de Calcante, a la que amaba profundamente. Le había entregado todo su corazón; tan poderosamente estaba poseído por su amor que sólo pensaba en ella. Ella se le había entregado, en cuerpo y alma. La mayoría de los hombres lo sabían.

Para Guido, el amor de Troilo y Diomedes se llamaba también Briseida. Su historia es más moralista y menos conmovedora, eliminando la complejidad psicológica de la de Benoît.[57]

Troilo, sin embargo, tras tener conocimiento de la intención de su padre de seguir adelante y liberar a Briseida devolviéndola a los griegos, se vio abrumado y completamente invadido por un gran dolor, y casi totalmente consumido por las lágrimas, los suspiros angustiados y los lamentos, pues la quería con el mayor fervor del amor juvenil y se había dejado conducir por el excesivo ardor del amor en el intenso deseo de la brillante pasión. No había nadie entre sus seres queridos que pudiese consolarle.

Briseida queda igualmente afectada. Troilo va a sus habitaciones y pasan la noche juntos, intentando confortarse el uno al otro. Troilo forma parte de la escolta para entregarla al día siguiente. Cuando ya está con los griegos, Diomedes queda inmediatamente prendado de su belleza. Aunque no es hostil, Briseida no puede aceptarle como amante. Mientras, Calcante le dice que acepte para sí misma que los dioses han decretado la caída de Troya y que está más segura con los griegos.

Pronto tiene lugar una batalla y Diomedes descabalga a Troilo. Los griegos envían su caballo como regalo a Briseida con la explicación de que había pertenecido a su antiguo amor. En Benoît Briseida se queja a Diomedes de que busque cortejarla humillando a Troilo, pero en Guido todo lo que permanece de su largo discurso es que «no puedo seguir odiando a quien me ama con tal pureza de corazón».[58]

Diomedes pronto se gana su corazón. En Benoît lo logra mostrándole su amor, dándole Briseida su guante como prenda. Troilo le busca en la batalla y le derrota completamente. Salva la vida de Diomedes solo para que pueda llevarle un mensaje del desprecio de Troilo. En Guido, el cambio de parecer de Briseida sucede después de que Troilo hiera gravemente a Diomedes. Briseida le cuida y decide entonces tomarle como amante, debido a que no sabe si volverá a encontrarse con Troilo de nuevo.

En los relatos medievales posteriores de la guerra, el episodio de Troilo y Briseida/Crésida es reconocido y a menudo dado como razón para que Diomedes y Troilo se busquen uno al otro en la batalla. Pero la historia de amor también se convierte en una que se narra independientemente.

Boccaccio

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La primera obra importante en tomar la historia del amor fallido de Troilo como tema central fue el Filostrato de Boccaccio.[59]​ El título significa ‘el que ha caído enamorado’.[60]​ Hay un objetivo manifiesto en el texto. En el proemio el propio Boccaccio es Filostrato y señala a su propio amor que le ha rechazado.[61]

Boccaccio presenta varias de las características de la historia que habrían de ser tomadas por Chaucer. La más obvia es que el amor de Troilo se llama ahora Criseida o Crésida.[62]​ Troilo es caracterizado como un hombre joven que expresa todos sus estados de ánimos vehementemente. Lloroso cuando su amor fracasa, generoso cuando triunfa.

Boccaccio completa la historia anterior al intercambio de rehenes como sigue. Troilo se burla de las miradas despechadas de otros hombres que confían en las mujeres antes de caer él mismo enamorado cuando ve a Crésida, entonces una joven viuda, en el Paladio, el templo de Atenea. Troilo mantiene su amor en secreto y se vuelve desgraciado por él. Pándaro, el mejor amigo de Troilo y primo de Crésida en esta versión de la historia, hace de intermediario tras convencer a Troilo de que le explique su angustia. De acuerdo con las convenciones del amor cortés, el amor de Troilo permanece en secreto salvo para Pándaro, hasta que finalmente Casandra adivina la razón de su angustia.[63]

Después de que se acuerde el intercambio de rehenes, Troilo sugiere fugarse, pero Crésida razona que él no debe abandonar y que ella debe proteger su honor. A cambio, le promete encontrarse con él en diez días. No intervienen caballos ni tramas en el conocimiento de Troilo de que Crésida ha cambiado de amor. En su lugar, un sueño le indica lo que ha sucedido, y entonces la verdad se ve confirmada cuando un broche —originalmente un regalo de Troilo a Crésida— aparece prendido en las ropas de Diomedes. Mientras tanto, Crésida ha fingido en su correspondencia que sigue amando a Troilo. Después de que se confirme su traición, Troilo se convierte en un guerrero aún más fiero.

Chaucer y sus seguidores

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Casi un tercio del texto del Troilo y Crésida de Geoffrey Chaucer está adaptado del mucho más breve Filostrato[49]​ dejando hueco para una relato mucho más detallado y caracterizado. El poema de Chaucer refleja una visión del mundo más humorística que el de Boccaccio. (Chaucer no tenía un amor herido propio que mostrar y por tanto se permite un distanciamiento irónico de los hechos.)

La Crésida de Chaucer es dominada por Diomedes mediante la manipulación de su miedo. Pándaro es ahora el tío de Crésida, más conocedor del mundo y activo en lo que sucede, por lo que Troilo es menos activo.[64]​ Una diferencia en la caracterización de Troilo es que no es misógino al principio. En lugar de burlarse de los amantes por dar su confianza a las mujeres, se burla de ellos por cómo el amor les afecta.[65]

Poco ha cambiado en cuanto a trama de la estructura de Boccaccio. Los hechos solo son más detallados, con Pándaro, por ejemplo, implicando a Deífobo durante sus maniobras para lograr unir a Troilo y Crésida. Se hace referencia no sólo al broche de Boccaccio sino al guante, al caballo capturado y a las batallas de los dos amantes de los relatos anteriores. Una escena que añade Chaucer y que influyó sobre Shakespeare es cuando Pándaro señala a Crésida las virtudes de Troilo sobre las de Héctor y entonces los dos son testigos del regreso de Troilo de la batalla con mucho daño en su casco. En la palinodia Troilo mira hacia abajo riendo desde el cielo, finalmente consciente de lo insignificante de las emociones mundanas.

Las narraciones en inglés de la Guerra de Troya tendieron a ignorar los añadidos de Boccaccio y Chaucer, aunque alguna puede reconocer a este último, como Caxton. Lydgate es una excepción.[66]​ En su relato aparecen elementos de Chaucer como Pándaro, si bien el marco general de la historia aún sigue a Guido. La firmeza de Troilo contrasta con la inconstancia de Crésida. En el relato de la propia guerra, la valentía de Troilo en batalla aumenta cuando advierte que Diomedes se ha ganado el corazón de Crésida.[67]

En otros autores el auténtico Troilo, la falsa Crésida y el complaciente Pándaro se convierten finalmente en tipos ideales a los que aludir, como en Shakespeare.[50]​ En el poema de Henryson El testamento de Creseida la protagonista es abandonada por Diomedes y luego enferma de lepra, volviéndose irreconocible para Troilo. Este se apiada de la leprosa en la que se ha convertido y se muestra generoso con ella porque le recuerda al ídolo que guarda en su mente, pero sigue siendo un virtuoso caballero pagano que no logra alcanzar la redención. A pesar de ello, siguiendo a Henryson Troilo se considera una representación de la generosidad.[50]

Shakespeare y Dryden

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William Shakespeare, Troilo y Crésida: edición en cuarto de 1609.

Otra aproximación a la historia de amor de Troilo en los siglos siguientes a Chaucer es tratarle como un tonto,[50]​ algo que Shakespeare hace en las alusiones a él en otras obras anteriores a Troilo y Crésida. En la «obra de tesis» de Shakespeare hay elementos de Troilo el tonto. Pero esto puede explicarse porque se le presenta como un joven casi imberbe.[68]​ Muestra una mezcla de idealismo sobre los amantes eternamente fieles y de realismo, condenando el «vicio de la piedad» de Héctor.[69]​ También muestra una mezcla de constancia (en el amor y apoyando la continuación de la guerra) e inconsistencia (cambiando de opinión dos veces en la primera escena sobre si entrar en batalla o no).

Shakespeare escribió en una época en la que las tradiciones del amor cortés estaban muertas. Su tratamiento del tema del amor de Troilo es mucho más cínico que el de Chaucer, y el personaje de Pándaro es grotesco. Las fuentes de Shakespeare incluyen a Chaucer, Lydgate, Caxton y Homero, pero hay también creaciones propias.[70]​ Al final de la obra, rotas sus ilusiones de amor y muerto Héctor, Troilo puede mostrar señales de madurez al rechazar a Pándaro y hablar de venganza por su hermano más que por un corazón roto y un caballo robado.[71]

La acción aparece comprimida y truncada, empezando a la mitad de la historia, con Pándaro ya trabajando para Troilo y señalando sus virtudes a Crésida sobre los otros caballeros que ven regresando de la batalla. La pareja pasa junta solo una noche antes de que se realice el intercambio de rehenes. Intercambian un guante y una manga como prendas de amor, pero la siguiente noche Ulises lleva a Troilo a la tienda de Calcante. Allí es testigo de cómo Diomedes logra seducir a Crésida tras quitarle la manga de Troilo. El joven troyano lucha contra lo que sus ojos y oídos le dicen, deseando no creerlo. Al día siguiente Troilo y Diomedes se enfrentan dos veces, llevándose este el caballo de Troilo para Crésida y vengándose luego el primero. En la batalla definitiva no es Troilo sino Héctor a quien los mirmidones rodean y ayudan a asesinar, siendo su cuerpo el arrastrado tras el caballo de Aquiles. Troilo conserva su vida.

Unos setenta años tras la primera representación del Troilo de Shakespeare, John Dryden lo reelaboró, según su punto de vista reforzando el personaje de Troilo y de hecho la obra completa al retirar muchas de las ambigüedades.[72]​ Troilo discute brevemente con Héctor sobre la entrega de Crésida, quien permanece fiel. Su escena con Diodemes que presencia Troilo es su intento «por mentir a los mentirosos».[73]​ Se arroja a los pies de sus belicosos amantes para proteger a Troilo y se suicida para demostrar su lealtad. Incapaz de dejar con vida a Troilo en este momento, como Shakespeare hizo, Dryden recupera la muerte del protagonista a manos de Aquiles y sus mirmidones pero solo después de que Troilo haya matado a Diomedes.

Versiones modernas

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Después de las obras de Shakespeare y Dryden, Troilo es casi invisible en la literatura hasta el siglo XX, siendo retratado el amor en formas muy diferentes a las de la historia de Troilo y Crésida.[3]

Aparte de las reelaboraciones de la historia de amor, como en la ópera de William Walton Troilo y Crésida, Troilo se ha convertido en un personaje prescindible de la historia de la guerra de Troya. Lindsay Clarke y Phillip Parotti, por ejemplo, lo omiten completamente. En la película Troya no aparece, pero su muerte en las versiones primitivas del mito es repetida por Aquiles al asesinar a los sacerdotes en el Templo de Apolo. Hilary Bailey incluye a Troilo en Casandra, princesa de Troya, pero conserva poco de las versiones clásicas y medievales salvo la lucha con Diomedes.

Boitani interpreta la repetidamente alterada conclusión de la historia de amor, desde la palinodia de Chaucer al intento de Dryden de atar todos los cabos que Shakespeare dejó deliberadamente sueltos, y siguiendo con las versiones modernas como la de la ópera de Walton, como una lucha constante de los autores por encontrar una resolución satisfactoria del triángulo amoroso. Una dificultad principal es que en el relato tradicional Diomedes sobrevive a la guerra y Troilo muere a manos de Aquiles, que es ajeno al triángulo amoroso.

Boitani ve las guerras mundiales y el compromiso del siglo XX «por recuperar todas las clases de mitos antiguos»[74]​ como impulsos del renovado interés por Troilo como ser humano destruido por sucesos fuera de su control. También señala la reaparición de Troilo como andropais. Boitani discute estos asuntos en un capítulo titulado «Eros y Tánatos», ‘amor y muerte’, siendo lo segundo bien una tragedia en sí mismo o un símbolo épico de la propia destrucción de Troya. Para él, estos dos son los elementos fundamentales conservados del mito de Troilo con el que los autores deben jugar, habiendo sido bloqueado el desarrollo del personaje a una escala heroica por el tratamiento que de él hizo Shakespeare y por la aparición de otros personajes como Hamlet y Werther.

Referencias

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  1. Dares Frigio, XII
  2. a b Burgess, J. S. (2001). The Tradition of the Trojan War in Homer and the Epic Cycle. Baltimore: Johns Hopkins University Press. ISBN 0-8018-6652-9. 
  3. a b c d e f g h i j k l m Boitani (1989).
  4. En el sitio web del Archivo Beazley se detallan 108 objetos de cerámica ática sólo de los siglos VI a IV a. C. conteniendo imágenes de Troilo.
  5. La sección «Troilo y Licaón» de Gantz (1883), pp. 597-603, y el capítulo «Antigüedad y más allá: La muerte de Troilo» de Boitani (1989), pp. 1-19.
  6. Este epíteto homérico es seleccionado para este contexto en March (1999).
  7. La interpretación de esta palabra es controvertida, como se explica en «Troilo como segundo Héctor, baluarte de Troya». Para el propósito de la versión del mito dada en esta sección, se considerará que tiene el significado de ‘amante de los caballos’.
  8. Homero, Ilíada xxiv.257.
  9. «Homerica: The Cypria (fragmentos), traducción de Hugh G. Evelyn-White». Sacred-Texts (en inglés). Consultado el 26 de junio de 2007. 
  10. Se discute sobre estos textos en Boitani (1989) o Gantz (1989).
  11. Licofrón, Alejandra 307-313.
  12. Los comentarios de Tzetzes no son fácilmente accesibles, pero se referencian o discuten en Gantz (1993), Graves (1955) y Boitani (1989).
  13. Apolodoro, Biblioteca mitológica iii.12.5.
  14. Pasaje disponible en la edición de Loeb de los fragmentos de Sófocles.
  15. Horacio, Odas xx.9.13-16.
  16. Dión Crisóstomo, Discursos xi.91. Este discurso es un intento por demostrar que Troya nunca cayó.
  17. Mitógrafo Vaticano i.120.
  18. Plauto, Las dos báquides 953-954.
  19. Íbico, Polícrates l.41-45.
  20. Dión Crisóstomo, Discurso XXI: Sobre la belleza.
  21. Frínico 3 fr. 13 Sn.
  22. Graves (1955).
  23. Gantz (1993) p. 602.
  24. El texto original latino de Servio puede consultarse en el Perseus Project.
  25. Clemente de Alejandría: Homilías V, 15
  26. a b c d e Gantz (1993).
  27. Sófocles, fragmento 621.
  28. Apolodoro, Epítome a la Biblioteca iii.32 Archivado el 23 de diciembre de 2007 en Wayback Machine..
  29. Gantz (1993) se esfuerza en dar sentido a lo que considera un material contradictorio, especulando con que la emboscada en la fuente y el sacrificio en el templo sean dos versiones diferentes de la historia o, alternativamente, con que Aquiles llevase a Troilo al templo para sacrificarlo como insulto a Apolo.
  30. Sófocles, fragmento 623.
  31. Horacio, Odas ii.ix.13-16.
  32. Calímaco, fragmento 363, citado por Cicerón en la siguiente referencia.
  33. Cicerón, Disputaciones tusculanas i.39.93.
  34. a b c d e f g Carpenter (1991).
  35. Como en esta vasija.
  36. Por ejemplo, esta.
  37. March (1999).
  38. a b Woodford (1993).
  39. «Crátera campana, griega, sur de Italia, Época Clásica Tardía (sobre 380-370 a. C.)». Museum of Fine Arts, Boston (en inglés). Archivado desde el original el 5 de enero de 2007. Consultado el 27 de junio de 2007. 
  40. «Hidria: Aquiles y Troilo (sur de Italia, 350-325 a. C.)». The State Hermitage Museum (en inglés). Archivado desde el original el 29 de junio de 2012. Consultado el 27 de junio de 2007. 
  41. March (1999) habla de un «violento contraste entre el enorme guerrero atacante y el pequeño muchacho indefenso».
  42. «Side A: Achilles and Hektor fighting over body of Troilos». Perseus Project (en inglés). Consultado el 28 de junio de 2007.  Vasija del siglo VI a. C. decorada con una imagen de Aquiles luchando con Héctor sobre el altar. El cuerpo de Troilo aparece desplomado y su cabeza volando por aire o clavada en el extremo de la lanza de Aquiles. Atenea y Hermes contemplan la escena, apareciendo Eneas y Deitinos tras Héctor.
  43. «Main panel: scene at center, Athena with shield». Perseus Project (en inglés). Consultado el 28 de junio de 2007.  Ejemplo de vasija decorada en la no está claro qué muerte se representa.
  44. Virgilio, Eneida i.474-478.
  45. Mitógrafo Vaticano i.210.
  46. Séneca, Agamenón 748.
  47. Ausonio, Epitaphia 19.
  48. Quinto de Esmirna, Posthoméricas iv.418-435.
  49. a b Frazer, R. M. (1966). The Trojan war: The Chronicles of Dictys of Crete and Dares the Phrygian. Bloomington: Indiana University Press. p. 93. 
  50. a b c d Benson (1980).
  51. a b Gordon (1934).
  52. Carpenter, March y Gantz (y quizá Woodford) interpretan la palabra como ‘amante de los caballos’; Boitani (citanto a Pope) y los diccionarios disponibles en el Perseus Project la traducen como ‘guerrero auriga’.
  53. Dares Frigio, De excidio Trojae Historia 12.
  54. José Iscano (1988). La Ilíada de Dares Frigio. Editorial Coloquio. iv.61-64. 
  55. Guido delle Colonne, Historia Destructionis Troiae v.63-66.
  56. Alberto de Stade, Troilo 329-330.
  57. Roberto Antonelli en Boitani (1989).
  58. Traducción de E. M. Meek, xx.90-91.
  59. El texto italiano original puede descargarse de letturelibere.net Archivado el 13 de abril de 2007 en Wayback Machine..
  60. Natali en Boitani (1989) señala que esta etimología es incorrecta.
  61. Parece haber cierto debate entre los académicos sobre quién fue esta mujer. Nevill Coghill, en su introducción de 1971 a la traducción de Penguin del Troilo y Crésida de Chaucer, sugiere a Maria d'Aquino; Natali rechaza esta idea y propone que era alguien llamada Giovanna.
  62. Según Frazer, esto posiblemente sea influencia de un cambio parecido en la Fiorita de Armannino de Bolonia.
  63. Coghill (1971) discutiendo sobre Lewis (1936).
  64. Discutido por Barry Windeatt en Boitani (1989).
  65. Coghill (1971).
  66. C. D. Benson en Boitani (1989).
  67. A. Torti en Boitani (1989).
  68. R. A. Foakes en su introducción a la nueva edición de Penguin de 1987 de Troilo y Crésida. Troilo es casi imberbe pues se bromea sobre que tiene cincuenta y un pelos en su mejilla, uno blanco (para Príamo) y el resto para los hijos de éste (uno bifurcado por Paris). Acto I Escena 2ª.
  69. Shakespeare, Troilo y Crésida v.iii.37, discutido por A. Lombardo en Boitani (1989).
  70. Palmer (1982).
  71. Rufini en Boitani (1989) discute y rechaza la afirmación de Tilyard de que Troilo madura; Palmer (1982) es equívoco, diciendo que es el único personaje que podría haber cambiado en el transcurso de la obra.
  72. M. E. Novak en el vol. 13 de la edición de University of California Press de las obras de Dryden, Rufini (1989).
  73. Dryden, J. Troilo y Crésida iv.ii.314.
  74. Boitani (1989), p. 289.

Bibliografía

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  • Benson, C. D. (1980). The History of Troy in Middle English Literature: Guido Delle Colonne's Historia Destructionis Troiae in Medieval England. Cambridge: D. S. Brewer. ISBN 0-8476-6289-6.  Un estudio examinando la influencia de Guido sobre los autores que escribieron acerca de Troya hasta Lydgate y Henryson. Se discute ampliamente sobre Troilo.
  • Boitani, P. (ed.) (1989). The European Tragedy of Troilus. Oxford: Clarendon Press. ISBN 0-19-812970-X.  Fue el primer libro completo en examinar el desarrollo de Troilo a lo largo del tiempo. Los capítulos exteriores están escritos por Boitani y revisan la historia de Troilo como personaje desde la antigüedad hasta la época moderna. Los capítulos centrales, recogiendo la historia en las épocas medievales y renacentista, son de otros autores, examinando varios a Chaucer y Shakespeare.
  • Carpenter, T. H. (1991). Art and Myth in Ancient Greece: A Handbook. Londres: Thames & Hudson. ISBN 0500203622 |isbn= incorrecto (ayuda).  Contiene cuatro páginas de texto y dieciséis ilustraciones sobre Troilo en el arte antiguo.
  • Gantz, T. (1993). Early Greek Myth: A Guide to Literary and Artistic Sources. Baltimore: Johns Hopkins University Press. ISBN 0-8018-5362-1.  Un libro de referencia común sobre los mitos griegos. Tiene seis páginas más notas sobre Troilo en el 2º tomo de la edición en dos volúmenes.
  • Gordon, R. K. (ed. y tr.) (1934). The story of Troilus: as told by Benoît de Sainte-Maure, Giovanni Boccacio (translated into English prose), Geoffrey Chaucer and Robert Henryson. Londres: Dent. LCCN 35003695.  Existen múltiples reimpresiones de varias editoriales. Contiene un resumen traducido del Poema de Troya, una traducción completa de Filostrato y los textos sin modernizar de Troilo y Crésida y El testamento de Creseida.
  • Graves, R. (1955). Greek Myths. Scranton, Pennsylvania: George Braziller. ISBN 0-8076-0054-7.  Otro libro de referencia común disponible en muchas ediciones. Se discute sobre Troilo en el 2º tomo de la edición en dos volúmenes.
  • Lewis, C. S. (1936). The allegory of love: a study in medieval tradition. Londres: Clarendon Press. LCCN 36034602.  Una obra influyente sobre la literatura del amor cortesano, incluyendo el Troilus de Chaucer.
  • Lombardi, C. (2005). Troilo e Criseida nella letteratura occidentale. Roma: Storia e Letteratura. ISBN 88-8498-273-1. 
  • March, J. R. (1999). Dictionary of Classical Mythology. Londres: Cassell. ISBN 0-304-34626-8. 
  • Woodford, S. (1993). The Trojan War in Ancient Art. Nueva York: Cornell University Press. ISBN 0-8014-2949-8.  Contiene cuatro páginas ilustradas sobre Troilo en el arte antiguo.

Enlaces externos

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