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Tales of the Grotesque and Arabesque

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Tales of the Grotesque and Arabesque
de Edgar Allan Poe

Página principal del volumen I
Género cuentos de Terror y sátira
Subgénero Literatura de terror y sátira Ver y modificar los datos en Wikidata
Idioma Inglés
Texto original Tales of the Grotesque and Arabesque en Wikisource
Editorial Lea & Blanchard
País Estados Unidos
Fecha de publicación 1840

Tales of the Grotesque and Arabesque (Cuentos de lo grotesco y arabesco) es una colección de cuentos de Edgar Allan Poe que vio la luz en 1840. Los cuentos recogidos en esta colección ya se habían publicado con anterioridad en diferentes periódicos.

Publicación

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Fue publicado por la firma de Filadelfia Lea & Blanchard y lanzado en dos volúmenes. El editor estaba dispuesto a imprimir la antología basado en el reciente éxito del cuento de Poe La caída de la Casa Usher. Aun así, Lea & Blanchard no le pagaría ninguna regalía; sólo le dieron 20 copias gratis como pago.[1]​ Poe había buscado que Washington Irving respaldara el libro, y le escribió diciendo: «Si se me permitiera añadir aunque sea una palabra o dos de su parte... mi fortuna estaría hecha[2][3]

En su prefacio, Poe escribió una, hoy en día famosa, frase en la que se defendía a sí mismo de la crítica que clamaba que sus cuentos eran parte del "alemanismo". Escribió: «Si en alguna de mis producciones el miedo ha sido la tesis, mantengo que el terror no es de Alemania, sino del alma[4]

Le dedicó la colección al coronel William Drayton, al que Poe había conocido mientras estuvo asignado en Charleston (Carolina del Sur) y con el que mantuvo correspondencia cuando Drayton se mudó a Filadelfia.[5]​ Drayton fue un antiguo miembro del congreso que se convirtió en juez y que podría haber subsidiado la publicación.[1]

Reacciones de la crítica

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Las críticas contemporáneas eran variadas. Una crítica anónima en el Boston Notion sugirió que la obra de Poe correspondía más a lectores del futuro; las personas de aquel tiempo lo considerarían «por debajo del nivel de basura de diarios... salvaje, sin sentido, sin propósito... sin nada de elevada extravagancia o humor fino.»[6]​ Por otro lado, el Alexander's Weekly Messenger remarcó que las historias eran la «juguetona efusión de un poderoso y notable intelecto.»[7]​ Asimismo, el New York Mirror halagó la capacidad intelectual del autor, sus vívidas descripciones y su opulenta imaginación. A pesar de estas críticas positivas, la edición no se vendió muy bien. Cuando Poe pidió un segundo lanzamiento en 1841 que contaría con la inclusión de ocho cuentos adicionales, el editor declinó la oferta.[8]

"Grotesco" y "arabesco"

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Cuando se anunció la publicación en el Burton's Gentleman's Magazine, su descripción de una línea decía que su título «indicaba muy bien el carácter [de sus historias].»[9][10]​ Ha habido cierto debate sobre el significado de los términos "grotesco" y "arabesco". Poe probablemente vio los términos usados en el ensayo de Walter Scott On the Supernatural in Fictitious Composition (De lo sobrenatural en la composición ficticia)[11]​ Ambos se refieren a un tipo de arte islámico utilizado para decorar paredes, especialmente en las mezquitas, y se los conoce por su naturaleza compleja. En este sentido el diccionario francés Le Furetière, del siglo XVII, indica que se llama Grotescos, Moriscos y Arabescos a las pinturas y ornamentos donde no hay figura humana. Poe había usado el término "arabesco" correctamente en su ensayo La filosofía de los muebles.[11]​ Poe podría haber usado estos términos como subdivisiones del arte gótico o la arquitectura gótica en un intento de establecer subdivisiones similares en la novela gótica. Por ejemplo, las historias "grotescas" eran aquellas en las que el personaje se volvía una caricatura o una sátira, como en El hombre que se gastó. Las "arabescas" se centraban más en un solo aspecto del personaje, a menudo en el psicológico, como en La caída de la Casa Usher.[12]​ Aun así, es difícil definir con precisión las intenciones de Poe respecto a los términos, y es incluso más difícil subdividir sus cuentos en una categoría u otra.[11]

Contenido

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  • Vol. I
  • Vol. II

Véase también

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Referencias

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Bibliografía

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Notas

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  1. a b Meyers, 113
  2. En el inglés original: «If I could be permitted to add even a word or two from yourself... my fortune would be made
  3. Neimeyer, Mark. "Poe and Popular Culture," recogido en The Cambridge Companion to Edgar Allan Poe. Cambridge University Press, 2002. p. 207. ISBN 0-521-79727-6
  4. En el inglés original: «If in many of my productions terror has been the thesis, I maintain that terror is not of Germany but of the soul.»
  5. Quinn, Arthur Hobson (1998). Edgar Allan Poe: A Critical Biography (Edición rústica edición). Baltimore: Johns Hopkins University Press. pp. 129. ISBN 0-8018-5730-9. 
  6. En el inglés original: «below the average of newspaper trash... wild, unmeaning, pointless, aimless... without anything of elevated fancy or fine humor.»
  7. En el inglés original: «playful effusion of a remarkable and powerful intellect.»
  8. Meyers, 113-4
  9. En el inglés original: «pretty well indicates their [stories'] character.»
  10. Burton's Gentleman's Magazine, enero de 1840. p. 58
  11. a b c Levin, Harry. "Notes from Underground" recogido en Twentieth Century Interpretations of Poe's Tales, William L. Howarth, editor. Englewood Cliffs, NJ: Prentice-Hall Inc, 1971. p. 24-25
  12. Hoffman, Daniel (1998). Poe Poe Poe Poe Poe Poe Poe. Baton Rouge: Louisiana State University Press. pp. 203-6. ISBN 0-8071-2321-8. 
  13. a b Cortázar, vol. I, pág. 894
  14. a b c Cortázar, vol. I, pág. 912
  15. Cortázar, vol. I, pág. 884
  16. a b c Cortázar, vol. I, pág. 908
  17. Cortázar, vol. I, pág. 896
  18. a b Cortázar, vol. I, pág. 911
  19. Cortázar, vol. I, pág. 885
  20. a b Cortázar, vol. I, pág. 893
  21. Cortázar, vol. I, pág. 909
  22. Cortázar, vol. I, pág. 895
  23. Cortázar, vol. I, pág. 907
  24. a b Sova, 200
  25. Sova, 90
  26. Sova, 219
  27. Cortázar, vol. I, pág. 900
  28. Cortázar, vol. I, pág. 903
  29. Sova, 165
  30. a b c Cortázar, vol. I, pág. 910
  31. Cortázar, vol. I, pág. 892
  32. Silverman, 93
  33. Cortázar, vol. I, pág. 899