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Océano (mitología)

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Océano, a la derecha, con cola escamada, en la Gigantomaquia del Altar de Pérgamo.

En la Antigüedad clásica, Océano (en griego antiguo Ώκεανός Ōkeanós u Ωγενος Ōgenos, literalmente 'océano';[1]​ en latín Oceanus u Ogenus) se refería al océano mundial, que los griegos y romanos pensaban que era un enorme río que circundaba el mundo. Más precisamente, era la corriente de agua marina del ecuador en la que flotaba la ecúmene (οἰκουμένη oikoumene).[2]Cornuto, jugando con la etimología se su nombre, dice que Océano es una suerte de personificación de la rapidez y el rápido fluir de las cosas.[3]

El río Océano

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Cuando Crono se apoderó del Olimpo, Océano, inferior a este, ocupó la parte inferior de la Tierra. Tal etiología explica que para los antiguos griegos el Océano no era un mar sino un gran río que circundaba los límites últimos del mundo.[4]​ Aunque puede ser tratado en calidad de personificación, como en el Prometeo encadenado de Esquilo[5]​ lo cierto es que la mayoría de las veces se lo menciona en calidad del río. Hesíodo, por ejemplo, lo menciona varias veces como «río perfecto» (τελήεντος ποταμοῖο)[6]​ y Homero habla sobre las «corrientes del Océano» (ποταμοῖο λίπεν ῥόον Ὠκεανοῖο).[7]​ Tanto Homero como Hesíodo dicen del Océano «que refluye en sí mismo» (ἀψορρόου),[8]​ pues como gran corriente de agua que rodea al mundo vuelve a fluir hacia sí mismo. Hesíodo lo llama «de profundas corrientes» (βαθυδίνης)[9]​ y Homero «de profunda corriente» (βαθυρρόου).[10]​ Homero se refiere «al confín del Océano profundo».[11]​ De la misma manera que se creía que ocupaba el contorno exterior de la tierra era representado «el gran poderío del río Océano a lo largo del borde más extremo del sólido escudo».[12]​ El río Océano discurre por los extremos de la tierra, cerca del Tártaro, donde «nacen las raíces de la tierra y del mar estéril»[13]​ y también «los campos Elíseos, al fin de las tierras».[14]​ Mora en los confines de la tierra junto a su esposa Tetis.[15]

Etimología

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La etimología de Océano sigue siendo desconocida. El uso por parte de Ferécides de la forma Ogeno (Ὠγενός, Ōgenós) respalda la hipótesis que el nombre griego es un préstamo,[16]​ sin embargo, según West, no se ha encontrado ningún modelo extranjero "muy convincente".[17]​ Varios estudiosos han sugerido una derivación semítica,[18]​ se ha discutido una posible relación con la raíz ʕ-w-g "estar torcido" [19]​, mientras que otros han optado posibles conexiones indoeuropeas.[20][21]

En los mitos

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En la mitología griega este océano mundial era personificado como un Titán, hijo de Urano y Gea. En los mosaicos helenísticos y romanos (por ejemplo en Océano y Tetis, de Zeugma, siglo III)[22]​ se representa con frecuencia a este Titán con el torso y brazos de un hombre musculoso con barba larga y cuernos (a menudo con pinzas de cangrejo), y con la parte inferior del cuerpo de una serpiente (compárese con Tifón). En fragmentos de una vasija arcaica fechada sobre 580 a. C.,[23]​ entre los dioses que acuden a la boda de Peleo y la ninfa marina Tetis aparece un Océano con cola de pez, llevando un pez en una mano y una serpiente en la otra, dones de recompensa y profecía. En los mosaicos romanos, como el de Bardo, puede aparecer llevando un timón y meciendo un barco.

Algunos estudiosos creen que originalmente Océano representaba a todos los cuerpos de agua salada, incluyendo el mar Mediterráneo y el océano Atlántico, las dos mayores masas acuáticas conocidas por los antiguos griegos. Sin embargo, a medida que la geografía se hizo más precisa, Océano pasó a representar las aguas más desconocidas y extrañas del Atlántico (también llamado «Mar Océano»), mientras el recién llegado de una nueva generación, Poseidón, gobernaba el Mediterráneo.

En cuanto a la consorte de Océano, según la tradición hesiódica se desposó con su hermana Tetis, y de su unión nacieron las tres mil Oceánides (o ninfas del mar) y todos los Oceánidas, los ríos del mundo.[24]​ La tradición homérica imaginaba a Océano como un primordial y padre común. Así Hera menciona dos veces en la Ilíada su pretendido viaje «a los confines de la fértil tierra para ver a Océano, padre de los dioses, y a la madre Tetis, los cuales me recibieron de manos de Rea y me criaron y educaron en su palacio».[25]Platón intenta conciliar ambas versiones, y alega, acaso filosóficamente, que «Océano y Tetis fueron hijos de Gea y Urano, de ellos nacieron Forcis, Crono, Rea y todos los de su generación».[26]​ En una versión tardía se nos dice, en un texto bastante corrupto, que la esposa de Océano era Hermíone, quien le dio a Zeus a las tres Gracias (confundiendo a Tetis con Eurínome). También habla de Europa como la esposa de Océano y madre, de nuevo por Zeus, de Dodoneo;[27]​ tanto Hermíone (Eurínome) como Europa son citadas como hijas de Océano en las fuentes clásicas. Andrón de Halicarnaso dice que tuvo dos consortes: Ponfólige — un hápax y para West una invención ad hoc — y Parténope.[28][29]​ En otras fuentes se dice que el río Océano fue padre de los lagos: «las limnai [‘lagos’], hijas líquidas de Océano».[30]​ También de las nubes: «nubes siempre vivas, partamos del padre Océano de profundo resonar hacia las cumbres de los elevados montes».[31]

A menudo se dice que Océano no participó en las grandes teomaquias. Apolodoro dice que todos los titanes Uránidas, exhortados por Gea, se rebelaron contra Urano pero que Océano se abstuvo de la lucha.[32]​ Las Rapsodias dicen que el propio Océano se quedó en su palacio, irritado contra sus hermanos y su madre, tras decidirir no enfrentarse a Urano.[33]​ En la Teogonía se nos dice que «marchó entonces la primera la inmortal Éstige al Olimpo en compañía de sus hijos, por solicitud hacia su padre»; habiendo solicitado Océano a su hija que se pusiera de parte de Zeus nos da pistas de que Océano al menos no era simpatizante del bando de los titanes.[34]​ En la Ilíada se nos dice que Océano teme los rayos de Zeus.[35]​ En la Ilíada también se dice que Hera quedó al cuidado de Océano y Tetis cuando Zeus luchaba contra Crono.[36]​ Durante el encadenamiento de Prometeo Océano se presentó ante él, apiadándose de su situación, y le sugirió que depusiese su cólera, buscase la liberación de su tormento y aceptase que ahora había un rey nuevo.[37]

En la Ilíada, la rica iconografía del escudo de Aquiles que había creado Hefesto quedaba encerrada, como se creía que lo estaba el propio mundo, por Océano:

Estatua de Océano procedente de Éfeso, siglo II (Museo Arqueológico de Estambul).
Entonces, corriendo alrededor del borde del escudo, tres veces,
dibujó toda la fuerza de la corriente del Océano.

Cuando Odiseo y Néstor caminaban juntos por «la orilla del estruendoso mar, dirigían muchos ruegos al dios que abraza la tierra y la sacude» era a Océano y no a Poseidón a quien destinaban sus pensamientos.

Invocado de pasada por los poetas y concebido como el padre de los ríos y arroyos, y por tanto progenitor de las deidades asociadas, Océano aparece una sola vez en los mitos, como un representante del mundo arcaico que Heracles constantemente amenazaba y superaba.[38]​ Heracles obligó a Helios a prestarle su copa dorada para cruzar la gran extensión del Océano en su viaje a las Hespérides. Cuando Océano sacudió la copa, Heracles lo amenazó con asaetearlo y Océano tranquilizó las olas.[39]​ El viaje de Heracles en la copa solar por el Océano fue un tema predilecto de los pintores de cerámica ática.

Descendencia de Océano

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Consorte Descendencia y referencias
Doris En un texto corrupto se nos dice que las Nereidas nacieron de Océano y Doris, aunque también se dice en la misma fuente que son hijas de Nereo, y que este es un nombre (metonimia) para el mar.[40]
Éter* Ampelio dice que la segunda Venus (Afrodita), nacida de la espuma, nació de la unión entre Éter y Océano.[41]​ Probablemente el autor se refiera a Hémera o Etra.
Europa Clemente dice que Europa fue una de las esposas de Océano pero no menciona descendencia; en su lugar fue Zeus quien tuvo unión con ella y he aquí que nació Dodoneo, epónimo de Dodona (cf. Dodona).[27]
Gea La náyade Creúsa,[42]Triptólemo,[43]​ el dios fluvial Aqueloo,[44]​ las Sirenas,[45]​ las Moiras[46]​ y las Harpías (en este caso identificándose con las Hespérides, en cuanto a que guardan las manzanas de oro).[47]
Hermíone Clemente dice que Hermíone [Eurínome] fue una de las esposas de Océano pero no menciona descendencia; en su lugar fue Zeus quien tuvo unión con ella y he aquí que nacieron las Gracias: Talia, Eufrósine y Aglaya.[27]
Nais Con Nais, Naide o una náyade (dependiendo del traductor que se haga a cargo) Océano fue padre de Aqueloo, el príncipe de los ríos.[48]
Parténope Europa y Tracia, quienes dieron sus nombres a las partes de la ecúmene.[28]
Ponfólige Libia y Asia, quienes dieron sus nombres a las partes de la ecúmene.[28]
Tetis
Teya Teya o Tía, ora hija de Memnón, ora hija del propio Océano; sea como fuere ella alumbró a los dos cercopes.[56][57]
s/o
  • (a) Sin unión conocida Océano fue padre de Caanto (el único hijo que no es un dios fluvial) y su hermana Melia.[58]
  • (b) También se dice progenitor de las néfelas (ninfas de las nubes)[31]​ y las limnas o limnades (ninfas de los lagos).[30]
  • (c) Una tal Titanis o Titánide, hija de Océano, fue la madre de Atenea en su unión con Palante; esta Atenea es la que impíamente masacró a su padre y está vestida con la piel paterna, como si fuera un vellón.[59]

En la cosmografía

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Estatua del titán Océano en la Fontana de Trevi (Roma).

Océano aparece tanto en la cosmografía helénica como en la mitología. Los cartógrafos siguieron representando la corriente ecuatorial circundante de forma similar a como había aparecido en el escudo de Aquiles.

Aunque Heródoto era escéptico sobre la existencia física de Océano, rechazaba que el deshielo fuera la causa del desbordamiento anual del río Nilo. Según su traductor e intérprete Livio Stecchini, Heródoto dejó sin resolver la cuestión de un Nilo ecuatorial, ya que la geografía del África subsahariana le era desconocida.

Apolonio de Rodas llama al bajo Danubio el Keras Okeanoio (‘Golfo’ o ‘Cuerno de Océano’) en sus Argonáuticas.[60]

En la Ora maritima del galio latino del siglo IV Avieno se aplica Accion (‘Océano’) a los grandes lagos.[61]

Tanto Homero[62]​ como Hesíodo[63]​ aluden al Okeanos Potamos, el ‘río océano’.

Hecateo de Abdera escribe que el Océano de los hiperbóreos no es el ártico ni el occidental, sino el mar situado al norte del antiguo mundo griego, llamado «el más admirable de todos los mares» por Heródoto,[64]​ el «inmenso mar» por Pomponio Mela[65]​ y por Dionisio Periegeta,[66]​ y cuyo nombres es Mare majus en los mapas medievales.

Al final del Okeanos Potamos estaba la isla sagrada de Alba (Leuke, Pytho Nisi o Isla de las Serpientes), consagrada al pelasgo (y luego también griego) Apolo, que saluda al sol naciente del este. Hecateo de Abdera alude a la isla de Apolo desde la región de los hiperbóreos, en el Océano. Fue en Leuke, en una versión de su leyenda, donde el héroe Aquiles fue enterrado en un túmulo (hasta la actualidad, una de las desembocaduras del Danubio se llama Quilia).

Véase también

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  • Océano, el primer nombre que tuvo el Nilo.

Notas

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  1. Liddell, H. G.; Scott, R. (1940). «Ὠκεανός». A Greek-English Lexicon. 
  2. Véase Livio Stecchini, Ancient Cosmology, un ensayo que especula con la posibilidad de Océano como contrapartida ecuatorial al Nilo (inglés) (Internet Archive).
  3. Cornuto: Repaso de las tradiciones teológicas de los griegos, 30. «Océano es aquel según el cual las cosas se cumplen con rapidez; más aún, a éste también se le llama «de plácida corriente» porque su flujo refleja algo tranquilo y moroso, como el movimiento del Sol, y «de profundos remolinos» (bathydímës), pues sus remolinos se producen en las profundidades (bathéôs dineísthai
  4. Proclo, sobre el Timeo de Platón III 186, 7
  5. Esquilo: Prometeo encadenado, 285
  6. Hesíodo: Teogonía 242 y 959
  7. Homero: Ilíada XII,1
  8. Teogonía 767; Ilíada XVIII,399; Odisea XX,65
  9. Teogonía 133
  10. Ilíada VII, 422
  11. Odisea XI,13
  12. Ilíada XVIII,607–608
  13. Teogonía, 729
  14. Odisea IV, 564
  15. Ilíada, XIV,200
  16. Fowler 2013, p. 11; West 1997, p. 146; Ferécides de Siros, Vorsokr. 7 B 2.
  17. West 1997, p. 146.
  18. Fowler 2013, p. 11; West 1997, pp. 146–147.
  19. Joaquín Sanmartín, Glossary of Old Syrian [GlOS] Preprint 7: ʔ - x(ḫ). Updated March 2016, p. 240
  20. Fowler 2013, p. 11 n. 34; Beekes, Etymological Dictionary of Greek s.v.
  21. Janda, pp. 57 ff.
  22. VV.AA. (2010). Mitología clásica e iconografía cristiana. R. Areces. ISBN 978-84-8004-942-9. 
  23. Museo Británico 1971.11-1.1.
  24. a b c d e f Hesíodo: Teogonía vv. 337-345
  25. a b Homero, Ilíada xiv.200 y 244.
  26. a b Platón: Timeo 40 d-e
  27. a b c Pseudoclementinas: Reconocimientos X, 21
  28. a b c Andrón de Halicarnaso, fr. 7 (Robert Fowler = FGrH 10 F 7)
  29. Robert L. Fowler, Early Greek Mythography. Volumen 2; 1, 3, 2 Oxford University Press. 2013.
  30. a b Nono: Las dionisíacas VI 352
  31. a b Aristófanes: Las nubes 264
  32. Apolodoro I 1,4
  33. Proclo: sobre el Timeo de Platón III 185, 28
  34. Hesíodo: Teogonía 337–398
  35. Ilíada XXI 195-199
  36. Homero, Ilíada 14.200–204
  37. Esquilo: Prometeo encadenado 332–333
  38. La Suda identifica a Océano y Tetis como padres de los dos Cercopes, a quienes también derrotó Heracles.
  39. Ateneo: Banquete de los eruditos XI, 39
  40. Tzetzes, sobre Licofrón § 162
  41. Lucio Ampelio: Liber memorialis § 9
  42. Píndaro: Píticas IX
  43. Ferécides, citado por Apolodoro: Biblioteca mitológica I 32
  44. Alceo fr. 450
  45. Epiménides, fr. 8, suppl = Fowler, p. 13
  46. Atenágoras, 15; Licofrón, 144
  47. Filodemo, De la Piedad, pág. 18 Gomperz
  48. Pseudo-Plutarco: Sobre los ríos, 22
  49. Apolodoro: Biblioteca mitológica III 12, 6
  50. Higino: prefacio de las Fábulas 6
  51. Nono: Las dionisíacas XXIII 236
  52. Pseudo-Apolodoro II 1, 1
  53. a b c d e f g h i Hesíodo: Teogonía 346-362
  54. Higino: Fábulas 138
  55. Ovidio: Fastos V 79
  56. Suda, voz «Cercopes»
  57. Tzetzes: sobre Licofrón, 91
  58. Pausanias: Descripción de Grecia IX 10-15
  59. Clemente de Alejandría: Protréptico § 2.20
  60. Apolonio de Rodas, Argonáuticas iv.282.
  61. Ptolomeo (1883). Cl. Ptolemaei Geographia. Graece et lat. edidit Car. Müllerus. París: Fr. Didot. p. 235. OCLC 493490503. 
  62. Homero, Odisea xii.1.
  63. Hesíodo, Teogonía v.242.959.
  64. Heródoto iv.85.
  65. Pomponio Mela i.19.
  66. Dionisio Periegeta, Descripción de la tierra v.165.

Enlaces externos

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