Culto a la personalidad de López Obrador

Figurillas inspiradas en López Obrador popularmente conocidas como "amlitos".

El culto a la personalidad de López Obrador es el conjunto de imágenes, consignas, figuras y discursos centrados en la adoración y adulación excesiva hacia la figura de Andrés Manuel López Obrador, presidente de México y líder fundador del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

Como en otros casos de culto a la personalidad, se basa en la continua sobredimensión de su carisma y cualidades a fin de que todos los miembros de la sociedad asuman su papel de líder y ejemplo moral.

Origen

Tras años de actividad política en el Partido de la Revolución Democrática, López Obrador fue destacando como una de las principales figuras de la izquierda mexicana hasta llegar a superar la popularidad del propio Cuauhtémoc Cárdenas. Tras cinco años como Jefe de Gobierno de Ciudad de México y dos postulaciones a la presidencia de la república, Obrador se convirtió en la principal figura de la oposición de izquierda, fundando su propio partido en 2014, Morena, con el que se postularía por tercera ocasión a las elecciones presidenciales de 2018 alcanzado una contundente victoria sobre sus adversarios.

Ya desde su primera postulación a la presidencia de la república en 2006, opositores y críticos de López Obrador como Enrique Krauze acusaban al candidato de promover un discurso "mesiánico" y "populista" para promover su propia figura^[1].

Como opositor y presidente López Obrador se presentó a sí mismo como abanderado de la regeneración moral de la política mexicana y promotor de la "Cuarta Transformación" del país, equiparando su movimiento a los de la Independencia de México, Leyes de Reforma y Revolución mexicana^[2]. Una vez en el poder, como cuando fue alcalde de Ciudad de México Obrador promovió una serie de programas sociales como becas a estudiantes y pensiones a adultos mayores, así como una sobreexposición ante la prensa nacional a través de conferencias matutinas diarias ("mañaneras") que le ayudaron a consolidar su popularidad entre la población mexicana.

Ante una oposición debilitada y una izquierda plegada a la figura presidencial debido a su elevada popularidad, gran parte de la clase política nacional ligada a Morena y partidos afines comenzó a emular su discurso y a presentarse como partidarios de Obrador a fin de ganar votos.

Características

El culto a la personalidad de López Obrador se caracteriza por la promoción constante de su figura como la de un líder moral y renovador de la vida pública nacional así como por el uso sistemático de recursos públicos para promover y defender su imagen.

De acuerdo con el periodista José Gil Olmos, autor del libro "El pastor de masas", la popularidad de López Obrador se asemeja a un culto religioso popular que explota la desconfianza en la política tradicional y el uso continuo de referencias cristiano-redentoras:

“Andrés Manuel vino a llenar un vacío muy fuerte en la sociedad mexicana que es esta crisis estructural donde hay una desconfianza en instituciones, políticos, personajes, no vemos héroes, y comenzamos a ver que en este vacío llega Andrés Manuel López Obrador con un mensaje que está salpicado por más de 30 años de cuestiones religiosas”^[3]

Como candidato y presidente, López Obrador construyó una narrativa triunfalista y reformadora en la que él y sus partidarios se presentan como impulsores de una misión histórica: moralizar al pueblo y la clase política para poner fin a la corrupción. A través de su conferencias diarias y mensajes en redes sociales, Obrador acostumbra a dar lecciones de honestidad a la gente y sus rivales políticos, así como presumir su humildad y amor a las personas pobres.

De este modo, Morena construyó una ideología política basada en la promoción de los valores presidenciales, resumidos en la sentencia obradorista de "no mentir, no robar y no traicionar al pueblo". A lo largo de su sexenio presidencial, múltiples frases de Obrador comenzaron a ser promocionadas como consignas electorales y principios de gobierno.

Entre sus seguidores, el culto a la figura presidencial se manifestó en consignas y vítores centrados en engrandecer su figura y liderazgo, las cuales inmediatamente empezaron a ser replicadas por múltiples funcionarios de gobierno afines al morenismo. Igualmente entre seguidores y militantes de Morena se popularizaron múltiples "souvenirs" y peluches inspirados en la figura de Obrador conocidos como "amlitos".^[4]

A pesar de que la propia Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos prohíbe explícitamente en su artículo 134 la promoción personalizada de servicios públicos y programas sociales, secretarías de gobierno y funcionarios públicos han promocionado abiertamente la figura de Obrador. Asimismo, además de su conferencia matutina, en la televisión pública se volvieron comunes múltiples programas dedicados a defender la figura y dichos de López Obrador y su proyecto de gobierno.

Gobiernos locales como el de Salomón Jara en Oaxaca incluso han llegado a declarar al presidente Obrador como héroe de la patria y colocado exposiciones, murales y mantas gigantes en su honor.^[5]