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Crono

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Cronos armado con la hoz contra su padre. (Aubin-Louis Millin, Galerie mythologique, 1811.)

En la mitología griega, Crono [1]​ o Cronos[2]​ (en antiguo y moderno, Κρόνος [Krónos]; en latín, Cronus)[3][4]​ era el principal (y en algunos mitos el más joven) de la primera generación de titanes, descendientes divinos de Gea (la tierra) y Urano, (el cielo). C Urano y gobernó durante la mitológica edad dorada, hasta que fue derrocado por su propio hijo Zeus y enel Tártaro[5]​ o enviado a gobernar el paraíso de los Campos Elíseos.[6]Cornuto dice que Crono es el principio de la completa ejecución de todo (esto es, el paso del tiempo que a todos alcanza) y por eso es el más temible de entre sus hermanos.[7]

Se le solía representar con una hoz o guadaña, que usó como arma para castrar y destronar a su padre, Urano. En Atenas, el duodécimo día del mes ático de Hecatombeón se celebraba una fiesta llamada Cronia en honor a Crono para celebrar la cosecha, sugiriendo que, como resultado de su relación con la virtuosa edad dorada, seguía presidiendo como patrón de la cosecha. Crono también fue identificado en la antigüedad clásica con el dios romano Saturno.

Nombre y mitología comparada

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H. J. Rose señaló que los intentos de dar a Kronos una etimología griega habían fracasado.[8]

Michael Janda ofrece una etimología auténticamente indoeuropea de ‘el cortador’, a partir de la raíz *(s)ker-, ‘cortar’ (griego κείρω), motivado por la acción característica de Crono de «cortar el cielo» (o los genitales del Urano antropomórfico). El reflejo indoiraní de la raíz es kar, que generalmente significa ‘hacer’, ‘crear’ (de aquí karma), pero Janda argumenta que el significado, original de ‘cortar’ en un sentido cosmogónico sigue preservándose en algunos versos del Rig-veda sobre el heroico ‘corte’ de Indra, que como el de Crono resultó en creación:

RV 10.104.10 ārdayad vṛtram akṛṇod ulokaṃ
RV 6.47.4 varṣmāṇaṃ divo akṛṇod
‘golpeó a Vritra fatalmente, cortando [> creando] un camino despejado’
‘cortó [> creó] la majestuosidad del cielo’

Esto puede apuntar a un mitema protoindoeuropeo reconstruido como *(s)kert wersmn diwos, ‘mediante un corte creó la majestuosidad del cielo’.[9]​ El mito de Crono castrando a Urano tiene paralelos con la Canción de Kumarbi, en el que Anu (los cielos) es castrado por Kumarbi, también semejante al egipcio Horus (Orús) que perdió un ojo luchando con otro demonio al que castró. En la Canción de Ullikummi, Teshub usa la «hoz con la que el cielo y la tierra fueron separados una vez» para derrotar al monstruo Ullikummi,[10]​ y establece la «castración» de los cielos con una hoz como parte de un mito de creación, en origen un corte creando una abertura o brecha entre el cielo (imaginado como una bóveda de piedra) y la tierra que permitió el comienzo del tiempo y la historia humana.[11]

Crono ha sido refundido con el nombre de Chronos (Χρόνος), la personificación del tiempo en la antigüedad clásica.[12]​ En el Renacimiento, la combinación de Crono y Chronos dio origen a «Padre Tiempo» que blande una guadaña para cosechar.

Cronos, y sus equivalentes romano: Saturno; hebreo: Moloch; egipcio Quevvam, Remfam, tendrían la imagen de 'amo del tiempo', por percibir los antiguos que podía moverse arriba y abajo en el tiempo, interviniendo en los asuntos de los hombres. Los griegos le llamaban "Kairós', 'Tiempo favorable', cuando pensaban tener a Cronos de su parte.

Una teoría debatida en el siglo XIX, y que a veces sigue ofreciéndose algo apologéticamente,[13]​ sostiene que Kronos está relacionado con el ‘astado’, asumiendo una derivación semítica desde la raíz trilítera Q-R-N.[14]​ La objeción de Andrew Lang acerca de que Crono nunca fue representado con cuernos en el arte helénico,[15]​ fue respondida por Robert Brown,[16]​ que argumentó que en el uso semítico, al igual que en la Biblia hebrea, qeren significaba ‘poder’. Cuando los escritores griegos se encontraron con la deidad levantina El, tradujeron su nombre como Kronos.[17]

En la mitología griega

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La castración de Urano, fresco de Giorgio Vasari y Cristofano Gherardi (c. 1560, Sala di Cosimo I, Palazzo Vecchio, Florencia).

En el antiguo mito registrado por Hesíodo en su Teogonía, Crono guardaba un intenso rencor a Urano. Este se había ganado la enemistad de Gea, madre de Crono y los demás Titanes, debido a que después de haberlos engendrado, los retenía en el seno de su madre y no permitía que vieran la luz. Gea creó una gran hoz de pedernal y reunió a Crono y sus hermanos para convencerlos de que matasen a Urano. Solo Crono estuvo dispuesto a cumplir su voluntad, así que Gea le dio la hoz y le hizo tender una emboscada. Cuando Urano se encontró con Gea, Crono lo atacó con la hoz y lo castró. De la sangre (o, según algunas pocas fuentes, del semen) que salpicó en la Tierra surgieron los Gigantes, las Erinias y las Melias. Crono arrojó al mar la hoz (de la que se decía que estaba bajo la isla de Corfú[18]​) y los genitales amputados de Urano. A su alrededor surgió del miembro una espuma de la que emergió Afrodita.[19]​ Por esto, Urano juró venganza y llamó a sus hijos titanes (según Hesíodo ‘los que abusan’, la fuente del nombre «Titán», pero esta etimología está discutida) por exceder sus límites y osar cometer tal acto.

En una versión alternativa de este mito, un Crono más benévolo derrocó al malvado Titán serpiente Ofión. Al hacerlo liberó al mundo de su esclavitud y por un tiempo gobernó justamente.

Tras derrotar a Urano, Crono volvió a encerrar en el Tártaro a los Hecatónquiros y los Cíclopes, a quienes temía, y los dejó bajo la custodia de la monstruosa carcelera Campe. Subió al trono junto a su hermana Rea como reyes de los titanes. Esta época del reinado de Crono se denominó la edad dorada, pues la gente de entonces no necesitaba leyes ni reglas: todos hacían lo correcto y no existía la inmoralidad.

Crono supo de Gea que estaba destinado a ser derrocado por uno de sus propios hijos, como él había derrotado a su padre. Por ello, aunque fue padre con Rea de los dioses Deméter, Hera, Hades, Hestia y Poseidón, se los tragaba tan pronto como nacían. Cuando iba a nacer su sexto hijo, Zeus, Rea pidió a Gea que pensara un plan para salvarlos y que así finalmente Crono tuviese el justo castigo a sus actos contra su padre y sus propios hijos. Rea dio a luz en secreto a Zeus en la isla de Creta y entregó a Crono una piedra envuelta en pañales, también conocida como Ónfalos, que este tragó enseguida sin desconfiar creyendo que era su hijo.

Rea mantuvo oculto a Zeus en una cueva del monte Ida en Creta. Según algunas versiones de la historia, Zeus fue criado por una cabra llamada Amaltea, mientras una compañía de Curetes o Coribantes, bailarines armados, gritaban y daban palmadas para hacer ruido y que así Crono no oyese los llantos del niño. En otras versiones Amaltea no era una cabra sino una ninfa, y colgó la cuna de Zeus en un árbol, de forma que quedara suspendido entre la tierra, el mar y el cielo (sobre los que gobernaba su padre, Crono). Incluso en otras versiones, Zeus era criado por su abuela Gea; por una ninfa llamada Cinosura, a quien en agradecimiento Zeus subió entre las estrellas tras su muerte; o por Melisa, hija de Meliseo, rey de Creta que junto a sus hermanas Ida y Amaltea escondieron al pequeño Zeus en una caverna del monte Ida, en la Isla de Creta y lo alimentaron con miel y la leche de Amaltea.

Cuando creció, Zeus usó un veneno que le dio Gea para obligar a Crono a regurgitar el contenido de su estómago en orden inverso: primero la piedra, que se la dejó a Pitón bajo las cañadas del Parnaso como señal a los hombres mortales, y después al resto de sus hermanos. En algunas versiones, Metis le daba a Crono un emético para obligarle a vomitar los niños, y en otras Zeus abría el estómago de Crono. Tras liberar a sus hermanos, Zeus liberó del Tártaro a los Hecatónquiros y los Cíclopes, quienes forjaron para él sus rayos, el tridente para Poseidón y el casco de invisibilidad para Hades. En una gran guerra llamada la Titanomaquia, Zeus y sus hermanos y hermanas derrocaron con la ayuda de los Hecatónquiros y los Cíclopes a Crono y a los otros Titanes. Tras esto, muchos de ellos fueron encerrados en el Tártaro, si bien otros no (como Rea, Metis, Epimeteo, Menecio, Hécate, Océano y Prometeo entre otros cuantos). Gea engendró al monstruo Tifón para vengar a los encarcelados Titanes, pero Zeus terminaría venciéndolo.

Los relatos sobre el destino de Crono tras la Titanomaquia difieren. En la tradición homérica y hesiódica, fue encarcelado con los demás Titanes en el Tártaro.[20]​ Una interpolación en Trabajos y días[21]​ indica que Crono fue luego liberado por voluntad de Zeus, y que desde entonces fue rey de las islas de los Bienaventurados.[22]Píndaro muestra la influencia de esta versión en algunos versos.[23]

«A los otros el padre Zeus Crónida determinó concederles vida y residencia lejos de los hombres, hacia los confines de la tierra. Éstos viven con un corazón exento de dolores en las Islas de los Afortunados, junto al Océano de profundas corrientes, héroes felices a los que el campo fértilles produce frutos que germinan tres a veces al año, dulces como la miel, [lejos de los inmortales; entre ellos reina Cronos]».[22]

En una versión libia relatada por Diodoro Sículo (siglo I a. C.), se dice que Crono o Saturno, hijo de Urano y Titea —que, según esta versión, inicialmente era mortal y posteriormente fue divinizada con el nombre de Gea—, reinó sobre Italia, Sicilia y el norte de África. Diodoro cita como evidencia los picos de Sicilia que su época eran llamados Cronia. Crono, junto a los Titanes, luchó y terminó derrotando a su hermano Júpiter, que reinaba en Creta, y a su cuñado Amón, que reinaba en Nisa, una isla del río Tritón, en algún lugar de África. Crono tomó a su hermana Rea de Amón para que fuera su propia esposa. A su vez, Crono fue derrotado por Baco o Dioniso, el hijo de Amón, quien designó al hijo de Crono y Rea, Júpiter Olimpo, gobernante de Egipto. Baco y Júpiter Olimpo unieron entonces sus fuerzas para derrotar a los Titanes que quedaban en Creta, y a la muerte de Baco, Júpiter Olimpo heredó todos los reinos, convirtiéndose en señor del mundo.[24]

«Crono, al ser el mayor de ellos, fue el rey, e hizo que los hombres que estaban bajo su mandato pasaran de un estado salvaje a una vida civilizada, por lo que alcanzó un gran reconocimiento y visitó muchos lugares de la tierra habitada. Enseñó a todos los hombres la justicia y la sencillez de espíritu; y por esta razón la tradición ha transmitido a las generaciones posteriores la creencia de que los hombres del tiempo de Crono fueron de un carácter excelente, completamente ajenos al mal y felices. Crono reinó principalmente en las regiones occidentales, donde fue venerado con los más grandes honores».[25]

Crono es nombrado en los Oráculos sibilinos, particularmente en el libro III, donde Crono, Titán y Jápeto, los tres hijos de Urano y Gea, reciben cada uno un tercio de la Tierra, y Crono es nombrado rey de todos. Tras la muerte de Urano, los hijos de Titán intentaron destruir a la descendencia masculina de Crono y Rea tan pronto como nacían, pero en Dódona Rea dio a luz en secreto a sus hijos Zeus, Poseidón y Hades, enviándolos a Frigia para ser criados al cuidado de tres cretenses. Tras saber esto, sesenta hombres de Titán encarcelaron a Crono y Rea, provocando que sus hijos declarasen y libraran la primera de todas las guerras contra ellos. Esta versión no menciona nada de la muerte de Urano a manos de Crono o del intento de matar a sus hijos.

Consortes y descendencia

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Consorte Descendencia
Evónime «Grono de mente retorcida tomó en matrimonio a la joven Evónime; de él nació la áurea Afrodita de hermosos cabellos, y las Moiras inmortales y las Erinias de variopintos dones».[26]
Fílira Quirón.[27]Dólope (si es que no se trata de un epíteto de Quirón).[28]Afros y Bitos, los ictiocentauros; al menos Afros es citado explícitamente como hijo de Crono y Fílira.[29]
Noche Las erinias se dicen hijas de Crono y la Noche porque sus castigos vienen siempre sin ser vistos.[30]
Rea Los Crónidas o Cronidas: (por orden de nacimiento) «Hestia, Deméter, Hera de áureas sandalias, el poderoso Hades que reside bajo la tierra con implacable corazón, el resonante Conmovedor de la tierra [Poseidón] y el prudente Zeus, padre de dioses y hombres, por cuyo trueno tiembla la anchurosa tierra».[31]
s/o Los coribantes,[32]Pan,[33]Pluto (la madre de Tántalo)[34]​ y el Nilo.[35]​ También Pico (en la mitología romana).[36]

El Crono fenicio

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Cuando los helenos se encontraron con los fenicios y luego con los hebreos, identificaron al El semítico, mediante interpretatio graeca, con Crono. La asociación fue registrada ca. 100 d. C. por Filón de Biblos en su historia fenicia, como cuenta Eusebio en su Praeparatio evangelica.[37]​ La versión de Filón, atribuida por Eusebio al semilegendario historiador fenicio anterior a la Guerra de Troya Sanjuniatón, señala que Crono fue originalmente un gobernante cananeo que fundó Biblos y fue posteriormente deificado. Esta versión da como nombre alternativo Elus o Ilus, y afirma que en 32.º año de su reinado, emasculó, asesinó y deificó a su padre Epigeo o Autoctón «a quien más tarde llamaron Urano». También afirma que tras la invención de los barcos, Crono, visitando el «mundo inhabitable», legó el Ática a su propia hija Atenea y Egipto a Tot, el hijo de Misor e inventor de la escritura.[38]Jean Marquès-Rivière, en su libro 'Talismanes, amuletos y pantáculos', iguala al Saturno romano, al que Georges Brassens dedicó una canción, 'Nombre hermoso el de Saturno, pero es un dios, cuidao con él', al Moloch hebreo.

Del Crono fenicio, en unión a Astarté, nacieron siete hijas innominadas, llamadas Titánides o Artémides; y también nacieron Potos y Eros. De la misma manera con Dione, o Baaltis en Fenicia, nacieron varias hijas innominadas. Y los equivalente de Crono y Rea engendraron hasta siete hijos innominados. [38]​ Crono, como rey de Biblos, engendró a Atenea y Perséfone.[39]

En la mitología romana y la cultura posterior

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Saturno devorando a un hijo, por Francisco de Goya (1819–1823).

Mientras los griegos consideraban a Crono una fuerza cruel y tempestuosa de caos y desorden, creyendo que los dioses olímpicos habían traído una época de paz y orden al arrebatar el poder a los groseros y maliciosos Titanes, los romanos adoptaron una visión más positiva e inocua de esta deidad, al refundirla con su dios indígena Saturno. Consecuentemente, mientras los griegos consideraban a Crono una mera etapa intermedia entre Urano y Zeus, fue un aspecto mucho más importante de la mitología y religión romanas: la Saturnalia fue una fiesta celebrada en su honor, y existió al menos un templo a él dedicado ya en la antigua monarquía romana.

Su asociación con la edad dorada terminó haciendo que se convirtiera en el dios del «tiempo humano», es decir, los calendarios, las estaciones y las cosechas (aunque no debe ser confundido con Chronos, la personificación sin relación alguna del tiempo en general, como sucedió con frecuencia entre los investigadores alejandrinos y durante el Renacimiento). Como resultado de la importancia de Crono para los griegos, su variante romana, Saturno, ha tenido una gran influencia en la cultura occidental. El séptimo día de la semana judeocristiana se llamaba en latín Dies Saturni (‘Día de Saturno’), en lo que supone la fuente del nombre de este día en idiomas como el inglés (Saturday). En astronomía, el planeta Saturno recibe su nombre del dios romano, siendo el más externo de los objetos celestes visibles sin ayuda.

En ocasiones, se emplea la idea de Cronos para hacer referencia a la forma en la que ciertas condiciones impiden el desarrollo de algo. Es pues una metáfora que compara el impedimento de iniciar un proyecto con la manera en la que Cronos devoraba a sus hijos.

Véase también

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Notas

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  1. Término como Crono:
  2. Término como Cronos:
  3. SENDER, Ramón J. (1980). Cronus y la señora con rabo. Destino. p. 108. ISBN 9788423310739. Consultado el 27 de marzo de 2012. 
    • Cronus y la señora con rabo se publicó por primera vez en 1974.
  4. Algunos autores, como Andrew Lang, lo llaman habitualmente Cronos, una forma que no es griega ni latina, como Robert Brown señaló en Semitic Influence in Hellenic Mythology (1898) pp. 112–13.
  5. Según la Ilíada de Homero y la Teogonía de Hesíodo.
  6. Según las Odas de Píndaro.
  7. Cornuto: Repaso de las tradiciones teológicas de los griegos, 30. Cornuto establece una relación etimológica entre Krônos y el verbo kraínein, «realizar», «ejecutar», noción que aquí retoma apotelésmata, «resultados de la acción de ejecutar». Además, en la frase late la identificación entre Krónos y el tiempo (chrónos), esto es, el tiempo que todo lo ejecuta.
  8. ROSE, H. J. (1928). A Handbook of Greek Mythology. p. 43. 
    • A Handbook of Greek Mythology (Manual de la mitología griega).
  9. JANDA, Michael (2010). Die Musik nach dem Chaos. Innsbruck: Innsbrucker Beiträge zur Kulturwissenschaft. pp. 54-56. ISBN 9783851242270. 
    • Michael Janda (n. 1964): lingüista e indoeuropeísta alemán.
  10. GRAF, Fritz; MARIER, Thomas (1996). Greek mythology: an introduction. p. 88. ISBN 9780801853951. 
    • Fritz Graf (n. 1944): filólogo clásico suizo.
    • Greek mythology: an introduction (Griechische Mythologie: Eine Einführung).
  11. Janda (2010), pp. 54 y passim.
  12. LIDDELL, H. G.; SCOTT, R.; JONES, H. S. «Κρόνος». A Greek-English Lexicon. 
  13. «Nos gustaría considerar si la raíz semítica q r n podría estar relacionada con el nombre Kronos», sugiere A. P. Bos, tan tarde como en 1989, en Cosmic and Meta-cosmic Theology in Aristotle's Lost Dialogues (1989) p. 11 nota 26.
  14. Como por ejemplo en H. Lewy (Die semitischen Fremdwörter in Griechischen, 1895, pág. 216) y Robert Brown (The Great Dionysiak Myth, 1877, ii.127). «Kronos significa ‘el astado’», afirmó previamente el reverendo Alexander Hislop en The Two Babylons; or, The papal worship proved to be the worship of Nimrod and his wife, 2.ª ed. (1862) pág. 46, con la nota: «De krn, un cuerno. El epíteto Carneo aplicado a Apolo no es más que una forma diferente de la misma palabra. En los Himnos órficos, se llama a Apolo ‘el dios con dos cuernos’.
    • Heinrich Lewy (1863 - 1928): filólogo clásico alemán de origen judío, nacido en Polonia.
    • Die semitischen Fremdwörter in Griechischen (Los barbarismos semíticos del griego).
  15. LANG, A. (1897). Modern Mythology. p. 35. 
  16. BROWN, R. (1898). Semitic Influence in Hellenic Mythology. p. 112 y ss. 
    • Título completo: Semitic Influence in Hellenic Mythology: With Special Reference to the Recent Mythological Works of the Rt. Hon. Prof. F. Max Müller and Mr. Andrew Lang (El influjo semita en los mitos helénicos; con atención especial a las recientes publicaciones del Muy Honorable F. Max Müller y del Sr. Andrew Lang).
  17. «Philôn, que por supuesto consideraba a Kronos una divinidad helénica, en lo que de hecho se convirtió, siempre traduce el nombre del dios semítico Îl o Êl (‘el Poderoso’) como ‘Kronos’, uso en el que tenemos un persistente indicio del auténtico significado del nombre.» Brown (1898) pág. 116.
  18. APOLONIO DE RODAS: Argonáuticas IV,984.
  19. HESÍODO: Teogonía 188 y ss.
  20. Ilíada xiv.274, xv.225; Teogonía 850 y sig.
  21. HESÍODO: Trabajos y días 169b–e o 173a–e, según las ediciones.
  22. a b Esta variante mítica es, al menos, posterior a Hesíodo.
  23. PÍNDARO: Olímpicas ii.70 y ss.
  24. DIODORO SÍCULO: Biblioteca histórica III.
  25. Diodoro Sículo, V 66, 4
  26. Teogonía de Epiménides; Tzetzes sobre Licofrón, Alejandra 406 (Scheer); escolio a Sófocles, Edipo en Colono 42
  27. Eumelo: Titanomaquia fr. 6; Apolodoro 1.8; Apolonio de Rodas 2.1231; Higino: Fabulae 13, Ovidio: Las metamorfosis 6.126 y 7.352; Virgilio: Geórgicas 3.92 y 3.549; Plinio: Historia natural 7.197
  28. Higino: prefacio de las Fábulas, 14. Probablemente Dólope era un epíteto de Quirón e Higinio creó por error un nuevo personaje, pues sólo este autor lo cita. Esteban de Bizancio (s. v. dolopes) habla de un Dólope como un héroe epónimo de los dólopes, pueblo de Tesalia.
  29. Enciclopedia Suda voz "Aphroi"
  30. Tzetzes: sobre Licofrón, § 406
  31. Homero: Ilíada XV 187, Hesíodo: Teogonía 453, Apolodoro I 1, 5, Diodoro Sículo V 68.1
  32. Estrabón: Geografía X 3, 19
  33. Escolio a Eurípides, Reso 36
  34. Escolio sobre Píndaro, Olímpica III, 41.
  35. PÍNDARO: Odas: Píticas, IV, 90.
  36. Ovidio: Las metamorfosis XIV 320; Virgilio: Eneida VII 48
  37. WALCOT, P. (mayo de 1965). «Five or Seven Recesses?». The Classical Quarterly 15 (1): 79.  (La cita aparece como Philo Fr. 2.)
    • Five or Seven Recesses? (¿Cinco receptáculos o siete?): el artículo trata sobre otro de M. L. West que fue publicado en la misma revista en 1963 - C.Q. N.S. xiii (1963), 1578ff. - y en el que se examinaban varias tradiciones, ajenas al mundo heleno, que iluminaban la interpretación de Ferécides.
  38. a b EUSEBIO DE CESAREA: Praeparatio Evangelica (Εὐαγγελικὴ προπαρασκευή / Euangelikē proparaskeuē) i.10.
  39. Sanjuniatón, teología de los fenicios, citado por Eusebio de Cesarea, Preparatio Evangelica

Enlaces externos

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