La toná[1]​ es uno de los palos matrices del flamenco.[2]

Su origen se sitúa en los romances castellanos, adaptados por los gitanos bajo-andaluces como propios y denominados corríos. Etimológicamente, «toná» deriva de «tonada», en el sentido de «acento musical». Su desarrollo hasta convertirse en un cante gitano tiene lugar durante el siglo XVIII; algunos autores cuentan que, hacia comienzos del XIX, existían unas 33 clases diferentes de toná, atribuidas a gitanos de Jerez o de Sevilla, aunque muchas de ellas no han llegado hasta nosotros ni han podido ser identificadas.[3][4]

Todas las tonás que se conocen hoy en día responden a una misma línea melódica, diferenciándose exclusivamente por las letras. Los textos históricos recogen varios tipos de tonás personales: las del Tío Luis el de la Juliana (llamadas liviana, grande, del Cristo y de los pajaritos), las de Blas Barea, Alonso Pantoja y hasta doce cantaores más. Sin embargo, hoy en día solamente se utilizan la toná grande, la toná chica y la del Cristo, que ha sobrevivido gracias a que Antonio Chacón la aglutinó en un tercio de su saeta y fue recuperada por Perico el del Lunar.[5][6][7]

En todo caso, se trata de un palo poco cultivado por los cantaores modernos.

De la toná provienen, directamente, la saeta y palos como el martinete, la debla y, en general, los cantes sin acompañamiento (a palo seco), puede que también las primeras seguiriyas y tal vez las livianas, puesto que existió una toná-liviana con hasta cuatro variantes.[8]

Notas y referencias

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  1. Véase la definición de tonada en el DRAE.
  2. El originario de otra serie de palos posteriores.
  3. ANDRADE DE SILVA, Tomás: Sobre los orígenes de 33 cantes, en Antología del Cante Flamenco, libreto, Hispavox S.A., Madrid, 1958, pág. 87.
  4. RÍOS RUIZ, Manuel: Introducción al cante flamenco, Ed. Istmo, Madrid, 1972, Dep. Leg. M-6.269-1972, pág. 68.
  5. ANDRADE DE SILVA, Tomás: op. cit., pág 88.
  6. Definición de «tercio» en el sitio del DRAE; véase la acepción 18ª.
  7. En el mundo del flamenco, se llama tercio a cada una de las letras y también a cada uno de los versos melódicos de algunos cantes.
  8. FERNÁNDEZ CABRERO, Jose Antonio: Los cantes autóctonos de Sevilla, en I Circuito Andaluz de Cantes Autóctonos, Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, Cádiz, Dep. Leg. CA-411-1997, pág. 276.

Enlaces externos

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