Chano Urueta

director de cine mexicano

Santiago Eduardo Urueta Sierra Rodríguez (Mineral de Cusihuiriachi, Chihuahua, México, 24 de febrero de 1895-Ciudad de México, 23 de marzo de 1979),[1]​ más conocido como Chano Urueta, fue un director cinematográfico, actor y escritor que destacó desde la primera mitad de la década de 1930 como uno de los más dotados adaptadores de grandes obras de la literatura universal.

Chano Urueta
Información personal
Nombre de nacimiento Santiago Eduardo Urueta Sierra Rodriguez
Nacimiento 24 de febrero de 1895
Mineral de Cusihuiriachi, Chihuahua (México)
Fallecimiento 23 de marzo de 1979 (84 años)
Ciudad de México (México)
Causa de muerte Paro cardio respiratorio
Residencia Ciudad de México
Nacionalidad mexicana
Ciudadanía mexicana
Religión Católico
Familia
Padres Jesús Urueta, Tarcila Sierra
Cónyuge Edelmira Orta Rodríguez
Hijos Marco Antonio, Luisa Lucia, Ileana Urueta Orta.
Información profesional
Ocupación Director, escritor y actor de la época de Oro del cine mexicano
Años activo 1928-1979
Empresa Televisión Independiente de México
Televisa chano films
Empleador cineasta, guionista y actor
Sucesor Marco Urueta
Partido político Partido Revolucionario Institucional
Sitio web
Distinciones Medalla Filmoteca 1989

Escribió los guiones de: El escándalo, basada en la novela de Pedro Antonio de Alarcón; Clemencia, en la novela de Ignacio Manuel Altamirano; Hombres del mar, en la pieza de teatro de Margarita Urueta; Los de abajo, en la novela homónima de Mariano Azuela; El conde de Montecristo, en la novela homónima de Alejandro Dumas, y El Corsario Negro, en la obra de ese título de Emilio Salgari.

Primeros años

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Hijo del diplomático y célebre tribuno Jesús Urueta y de Tarcila Sierra. Estuvo casado con Edelmira Orta Rodríguez y tuvo por hijos a Marco Antonio, Luisa Lucia, e Ileana Urueta Orta.

Carrera

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Chano inició su carrera cinematográfica en Hollywood con la realización de la película silente El destino (1929), que dejó inconclusa y en la que actuaron Emilio "El Indio" Fernández y Mona Rico quien, según se cuenta, fue la responsable de que se interrumpiera la filmación porque huyó con el actor John Barrymore. Vino posteriormente el cortometraje sonorizado Gitanos (1930), producido por la Warner Brothers, donde también participó "El Indio" Fernández.

De regreso a México, se incorporó al cine nacional, después de que según él mismo, recibió dos fuertes influencias: del director soviético Serguéi Eisenstein y del político mexicano José Vasconcelos.

Prolífico realizador, su filmografía incluye 117 películas, entre las que destacan: Jalisco nunca pierde (1937), Los hombres del mar (1938), Los de abajo (1939), La noche de los mayas (1939), El signo de la muerte (1939) (en la cual se ve una de las primeras actuaciones protagónicas del entonces aún joven Mario Moreno Cantinflas, y para la cual el argumento y la adaptación fueron creados por Salvador Novo), El conde de Montecristo (1942), La bestia magnífica (1952), cinta que inició el género cinematográfico de la lucha libre, que llegaría a ser muy exitoso.

A partir del largometraje El monstruo resucitado (1953) interpretado por la actriz checa Miroslava, Urueta se convirtió en uno de los más destacados directores de los años dorados del cine de terror mexicano, el cual gana más admiradores cada año. A Urueta se deben varias obras muy apreciadas por los admiradores de dicho género, como La bruja (1954) con la hermosa Lilia del Valle; en 1962 El espejo de la bruja, en la que reunió a Isabela Corona y Rosita Arenas, populares actrices de dos generaciones, y la delirante El barón del terror, y al año siguiente, La cabeza viviente. A Urueta se debe también el lanzamiento del héroe de lucha libre Blue Demon en su primera aparición fílmica, Blue Demon: El Demonio Azul, en 1965.

El cineasta también participó en varias películas como actor, entre ellas: Chanoc, dirigida por Rogelio A. González (1966), donde interpretó al viejo Tsekub, y La choca (1973), de "El Indio" Fernández, donde hizo el papel del abuelo. Urueta también intervino en producciones internacionales, como los clásicos norteamericanos de Sam Peckinpah, La pandilla salvaje (1969) y Quiero la cabeza de Alfredo García (1974).

Como escritor, trabajó: con Roberto Rodríguez, en Viva mi desgracia (1943); con Miguel M. Delgado, en El puente del castigo (1945) y en Asesinos en la noche (1956); con Roberto Gavaldón en El socio (1945), con Rolando Aguilar en Una aventura en la noche (1947) y con René Cardona en El increíble profesor Zovek (1971).

Filmografía

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Como director

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Como guionista y adaptador

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Como actor

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Como productor

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Referencias

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  1. «México no olvida a Chano Urueta, creador del "cine de luchadores"». Noticine. 26 de febrero de 2018. Consultado el 12 de marzo de 2023. 

Enlaces externos

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