¿DEMOLER O RECUPERAR?
En estos tiempos donde hay tanta tecnología en las empresas de comercialización de químicos para la construcción, se dice que la rehabilitación, reparación y recuperación de estructuras antiguas es factible. Para ello, se toma en cuenta el valor personal y en otros casos, el valor histórico; además generalmente también se opina que se debe aprovechar lo que ya existe.
Teniendo en consideración estos parámetros previos, es preferible reparar las estructuras existentes, que construir otras nuevas, llegando así a tener ventajas de ahorro de energía, el aprovechamiento de recursos existentes, y por supuesto reducir al mínimo los casos de demolición.
En otras palabras, rehabilitar sería más sostenible que construir una nueva estructura.
Se puede decir que hay estructuras que llevan muchos años expuestas a la agresividad del tiempo, y están propensa a tener daños que pueden ser irreversibles, como es la exposición a sulfatos o corrosión, lo que puede llegar a suponer un peligro para las personas que las habitan y al entorno donde se ubican.
Desde este enfoque, algunas estructuras se encuentran deterioradas por el tiempo, ya que no cumplen con la normatividad vigente para construir (RNE) y se encuentran sometidas a distintos tipos de fenómenos naturales como sismos, lluvias, ambiente marino, etc. Es por ello, que los ingenieros deben estar capacitados para poder enfrentar estos casos y así no repetir los daños ya ocurridos en estructuras que pasaron por fenómenos naturales.
Hablando económicamente, los precios serán determinantes en la toma de la decisión de reparar o demoler y construir una nueva estructura. Estos precios se basan en los materiales; por ejemplo: las fibras de carbono, morteros de reparación, anclajes químicos, adhesivos epóxicos, etc.
Aquí será necesario estimar los precios que tendría la estructura reparada versus una nueva con su respectivo diseño de acuerdo a las necesidades; así se podrá determinar los beneficios que recibirán. De esta manera será posible obtener el porcentaje de rentabilidad del proyecto y llegar a una conclusión sobre la factibilidad de reparar o demoler para construir una nueva estructura.