Qué significa liderar mediante historias

Con estos descubrimientos recientes sobre la aparente racionalidad del ser humano y su predilección por las historias, ha aparecido la moda del "storytelling" aplicado a todo. Todo es "storytelling": que si el diseño es "storytelling", que si la enseñanza es "storytelling" y que el liderazgo es el arte del "storytelling" y... Bueno, hace poco escuché a alguien criticando vehementemente esa afirmación y me encontré a mí mismo asintiendo. Tanto "storytelling" por todos lados indica que es una moda, y afirmar que se puede liderar solo contando historias es cuando menos una memez. El liderazgo auténtico es una cuestión de ética, de carisma y de oportunidad, de saber hacer, de tener herramientas... Es una cuestión de que un grupo de personas decida ofrecerte el regalo de seguirte sin coacciones, libremente, y que de la misma manera, si quieren, puedan dejar de seguirte. Ese liderazgo no se construye con historias, se construye con hechos. Y en este contexto, las historias, o mejor dicho las narrativas que se construyan a tu alrededor formarán parte de vuestro acervo cultural como organización, parte de lo que os hace únicos, y será lo que desarrolle el sentimiento de pertenencia a ese grupo a cuyo liderazgo contribuyes de modo significativo tú mismo. Los líderes no tienen por qué ser "storytellers" y los "storytellers" líderes. Para los "storytellers", el arte de contar historias es su vida, es parte de lo que son. Los buenos "storytellers" dan un paso atrás y reflexionan, definen la metanarrativa, la articulan y la hacen realidad. Escriben o filman o cuentan día tras día, noche tras noche. Tenemos, ante todo, que mostrar respeto por quienes construyen y cuentan historias como un arte y dejar de lado nociones vacías provenientes de la última moda en la gestión de empresas. ¿Sabes quiénes verdaderamente lideran con historias? Los cineastas, los novelistas, las filósofas, los autores de teatro... El liderazgo mediante historias requiere de mucho más que simplemente ser capaz de narrar las cosas que han acontecido recientemente de un modo más o menos oportuno. Para la mayoría de mortales que ni somos novelistas ni filósofos ni cineastas, el arte de liderar con historias no está a nuestro alcance. Y entendámonos, lo que quiero decir es que no se lidera solo con las historias, se lidera usando las historias como un complemento a otras cosas como los datos, los números, los aprendizajes o las intuiciones. Pero sobre todo se lidera haciendo. Para ser un verdadero líder, lo que has de ser es un modelo de comportamiento y que te comportes tú mismo como quieres que se comporten los demás. "Obras son amores y no buenas razones". Expresiones como "No me cuentes historias", "Déjate de cuentos" o "Eres un cuentista" nos muestran que palabra y obra han de ir de la mano. El liderazgo mediante historias no va de tratar de persuadir mediante el engaño, no debe ir de convencer sutilmente al modo en el que los sofistas trataban de hacerlo, cabreando de manera infinita tanto a Heráclito como a Platón. En este curso, liderar mediante historias significa que nos apoyamos en las historias para contribuir a sustentar un liderazgo basado en las acciones y los hechos. Entendemos las historias como un vehículo que sirve para transmitir una dirección clara y unos valores sobre los que apoyarse para tomar decisiones. Historias que sirvan para inspirar, sí, pero que no pueden ser excusas vacías, no deben ser palabras bonitas sin fondo. Si vas a utilizar historias, que sea porque crees en ellas, porque te ayudan a explicar qué quieres conseguir, cómo quieres hacerlo y por qué quieres alcanzarlo. No lo hagas porque se haya puesto de moda, porque, de lo contrario, la historia que contarás será la historia del ridículo. Las historias son solo una herramienta más en tu caja de herramientas de líder y lo son simplemente porque las historias son el vehículo que la humanidad ha estado utilizando desde que se inventó el lenguaje para comunicar conocimiento, valores y tradiciones. Así que si las vas a utilizar, sí que has de saber cuándo y cómo. Y sí, es verdad, existe un cierto paralelismo entre los binomios liderazgo-seguidores y narrador-audiencia, pero es solo eso, un paralelismo, no una identificación. El líder hace y el narrador lo cuenta.