Del curso: Etiqueta empresarial: Teléfono, email y mensajes

La forma y el lenguaje en los mensajes

Del curso: Etiqueta empresarial: Teléfono, email y mensajes

La forma y el lenguaje en los mensajes

El lenguaje propio de estas herramientas es rápido y directo. A menudo, cuando las usamos para temas personales tendemos a acortar las palabras, usar acrónimos y ser bastante informales, pero esto no se puede aplicar de la misma manera en el ámbito profesional. Está claro que un mensaje por estos canales no es lo mismo que una carta formal. No tendría sentido empezar el mensaje diciendo: "Estimado Don Antonio García: Me pongo en contacto con usted, etc. Porque si la relación con esta persona obliga a dirigirnos así a ella, entonces no es el canal adecuado. Es difícil encontrar el justo equilibrio, porque también es cierto que, aunque nos una la relación profesional, puede haber cordialidad incluso cierta confianza. Pero pensemos cómo nos dirigimos a esta persona por otros canales e intentemos adaptar la forma de hacerlo. Para empezar, el inicio de la conversación debe ser con un saludo, y si no estamos seguros de que nos tenga entre sus contactos debemos decirle quiénes somos. En segundo lugar, debemos ser breves. No es el lugar adecuado para largas explicaciones. Para eso mejor una llamada telefónica o un "email". Si utilizamos este canal debe ser justificado, porque necesitamos una respuesta corta o comunicar algo de manera rápida, inmediata y breve. Por supuesto, la educación sigue siendo imperativa. Las cosas se piden "por favor" y se agradecen. Que sea un mensaje breve no quiere decir que se pueda dar órdenes o ser descortés. Las faltas de ortografía están totalmente prohibidas, en esto hay que tener cuidado con los correctores automáticos que pueden cambiar las palabras y dar pie a malentendidos. Y no olvides puntuar correctamente, una frase o, peor, un párrafo sin puntos ni comas o mal colocados puede hacer que sea ininteligible. También las abreviaturas deben evitarse, al igual que en los "emails", excepto cuando realmente sean de uso universal. En resumen, el lenguaje que usas y la forma que empleas para expresarte deben ser los adecuados teniendo en cuenta la persona a la que te diriges y la razón por la que lo haces, es decir, por trabajo. Si sigues estas indicaciones, no solo te entenderán mejor tus interlocutores sino que transmitirás una imagen profesional de ti mismo.

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