Indicaciones generales sobre las videoconferencias

Las videoconferencias hace tiempo eran caras, complicadas de mantener, con una calidad discutible muchas veces y solo al alcance de empresas de cierto tamaño. Sin embargo, la oferta de estos servicios se ha extendido y se han popularizado. Ya no solo hablamos por videoconferencia por trabajo, también por temas personales muy a menudo. En la actualidad, tenemos múltiples plataformas que nos permiten hablar gratuitamente con personas del otro lado del mundo con un solo clic. La ventaja fundamental es que además de la voz, como cualquier llamada telefónica, podemos vernos y compartir "online" nuestra pantalla o los documentos que deseemos y, por supuesto, hablar con varias personas a la vez. El valor añadido de verse la cara, de humanizar la conversación es enorme. El lenguaje corporal nos aporta mucho, no solo le quita frialdad a la conversación sino que además nos facilita saber mejor qué quiere transmitirnos la otra persona. Esto es muy valioso en el ámbito personal para ver a nuestros seres queridos que viven lejos, por ejemplo, pero, en el profesional, el hecho de poner cara a personas con las que a veces colaboramos a diario es muy útil. Pero si además pertenecemos a distintas culturas o nos comunicamos en un idioma que no es el materno, el ver los gestos y la articulación del otro favorece el entendimiento. Pero la distancia puede hacer que nos relajeemos en diversos aspectos y olvidemos algunas normas protocolarias profesionales que son importantes, sobre todo, si, por ejemplo, atendemos la videoconferencia desde nuestra propia casa o en un lugar que no es el habitual de trabajo. Por otro lado, cuando en la videoconferencia participan más de dos personas debemos ser cuidadosos respetando el turno de palabra y no interrumpiendo, para que la comunicación sea posible. Vamos a ver algunos consejos para mantener la corrección profesional y lograr una comunicación efectiva también cuando tiene lugar una videoconferencia.