Del curso: Equidad ante todo: el camino hacia la inclusión y la pertenencia

Qué es la igualdad

antes de hablar de equidad, vamos a hablar de igualdad, un valor fundamental de los gobiernos democráticos del mundo. Por ejemplo, la Declaración de Independencia de los Estados Unidos declara que todos los hombres son iguales. Cuando se creó, se interpretaba que solo los hombres eran iguales, pero ahora ya sabemos que se refiere a todas las personas. Posteriormente, en el Acta de Derechos Civiles de 1964, se prohibió la discriminación por sexo, raza, país de origen y religión a la hora de contratar, ascender y despedir empleados. Más adelante, se incluyeron a las personas con discapacidad, y más recientemente, a la comunidad LGTBQAI. Estas leyes se crearon porque se reconocieron las desigualdades del pasado y se legisló la igualdad. Muchos otros países tienen leyes similares, como la Carta Canadiense de los Derechos y las Libertades, que menciona identidades específicas, como el país de origen, el color y la edad, entre otras. En Noruega, la ley regula varios grupos de identidad. Observa la lista. Aquí tienes solo algunos ejemplos. Y, por supuesto, existen muchos más países con leyes similares de protección de derechos. A partir de aquí, nos ponemos la igualdad como objetivo final. Queremos que se llegue a tratar a todas las personas por igual. Y muchos lo interpretan como tratar a todos de manera idéntica. Por ejemplo, que en el trabajo haya una política que estipule que todos tengan los mismos días libres, independientemente de sus circunstancias; que exija que los empleados trabajen siempre de manera presencial, en la oficina, no en remoto; o que no se permita hablar el idioma materno. Las normas se aplican a todos por igual. Por otro lado, la palabra «justicia» se relaciona con la igualdad, y no nos paramos a pensar que esté sesgada. Es cierto que todos luchamos por la justicia. Y cuando pensamos que algo no es justo, opinamos: «No es justo que la empresa tenga un grupo de apoyo para mujeres y no haya uno para hombres». En esta queja se considera que lo que se hace con un grupo también se tiene que hacer con el otro. Eso es igualdad: tratar a todos por igual. Y nos puede parecer justo. En la guía de reflexión, piensa y escribe ejemplos de políticas con el objetivo de tratar a todos por igual en nombre de la justicia. Pausa el video y resuelve el ejercicio en unos minutos. Ojalá pudiéramos analizar tus respuestas. Voy a darte algunos ejemplos que se me ocurrieron a mí. Exigir estudios universitarios para conceder una vacante laboral y perder de vista una experiencia personal que podría equivaler a esos estudios. Con una política así, te estarás perdiendo a grandes empleados. Un código de vestimenta que exige que los empleados lleven pantalones caqui y camisa metida por dentro. Muchas mujeres, sobre todo las mujeres negras, no se sienten cómodas con esta ropa, por el tamaño y la forma de su cuerpo. Y otro ejemplo que no es laboral, pero con el que me identifico personalmente. En 2021, la federación deportiva World Aquatics vetó un gorro de natación para cabello de personas negras, diseñado para las olimpiadas de Tokio. Y es que el gorro no respetaba la forma natural de la cabeza. Se daba por hecho que todas las cabezas son iguales. El gorro se había diseñado para el pelo rizado y grueso de los afroamericanos. Todas estas políticas se crean teniendo la igualdad en mente. Tiene sentido, ¿no? Pero después de años trabajando por la igualdad, seguimos teniendo muchas desigualdades en el trabajo. Por otro lado, la equidad reconoce que no somos todos iguales, que nuestras necesidades difieren debido a las prácticas y políticas excluyentes del pasado. De eso hablaremos ahora.

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