La tecnología y el hardware son tus aliados, no tus enemigos

Creo que a casi todo el mundo le ha traicionado alguna vez la tecnología, un programa que comienza a actualizarse en el último momento, un portátil que no se enciende, internet que no funciona o el micro que se acopla con un ruido insoportable. Aun así, la tecnología nos ayuda muchísimo cuando hablamos en público. Para que la tecnología sea tu aliada y no tu enemiga, me gustaría darte algunos consejos. El primero es que uses la tecnología necesaria y con la que te sientes cómoda o cómodo. Tu presentación no necesita ser una experiencia paranormal. Así que, por ejemplo, si te diriges a una audiencia pequeña en una sala de reducidas dimensiones y no necesitas un micrófono, no lo uses. Lo segundo es que siempre vayas con tiempo al lugar en el que vas a hablar para familiarizarte con la parte tecnológica. ¿Tendrás un micrófono de mano o te pondrán uno inalámbrico que te deja las manos libres? Habla con el técnico que se va a ocupar de que todo vaya bien y que se asegure de que…