Comunicación efectiva

Para desarrollar y establecer relaciones interpersonales será fundamental que desarrollemos ciertas habilidades que nos permitirán lograr las condiciones necesarias para lograr esas relaciones. Si prestamos atención, si escuchamos al otro, si realmente intentamos tratar de comprenderlo y de que nos comprenda, seguramente podremos desarrollar relaciones efectivas. Para lograr esa comprensión, lo primero que tendremos que desarrollar es una buena comunicación. Tenemos que ser buenos comunicadores para poder tener buenas relaciones. Comunicarse es asegurarse de que el otro recibió el mensaje que teníamos para transmitir y que lo comprendió tal cual necesitábamos que lo comprendiera. Para esto debemos trabajar en qué es lo que yo quiero decir y qué es lo que los otros interpretan. Y para eso hace falta tiempo y preguntar y repreguntar reiteradas veces. En general, el otro siempre interpreta de una manera diferente lo que queremos decir, aunque no podamos creerlo. He hecho múltiples veces el siguiente ejercicio: si yo le pregunto a una persona qué significa la palabra'gato', ninguna de ellas responderá de manera igual, todas darán una respuesta diferente, porque para cada una de ellas, 'gato'significa algo diferente por las historias que han vivido previamente relacionadas con esa palabra. Algunas dirán: "el animal que más amo", "suave", "no me gustan los gatos", "amor incondicional", "animal felino", y así podría recordar cientos de definiciones recibidas. Todos interpretan la palabra'gato'desde su propia historia personal. Y si una simple palabra como'gato'es interpretada de diferentes maneras, imaginen la interpretación diferente que pueden hacer las personas sobre frases o conceptualizaciones más complejas. Pero más allá de las palabras, y siguiendo a Goleman, a diferencia de la mente racional, las emociones se comunican de manera no verbal. De hecho, cuando las palabras de una persona no coinciden con el mensaje que nos transmite su tono de voz, sus gestos u otros canales de comunicación no verbal, la realidad emocional no debe buscarse tanto en el contenido de las palabras como en la forma en que nos está transmitiendo el mensaje. Una regla general utilizada en las investigaciones sobre la comunicación afirma que más del 90 % de los mensajes emocionales es de naturaleza no verbal: la inflexión de la voz, la brusquedad de un gesto, y que este tipo de mensajes suele captarse de manera inconsciente sin que el interlocutor repare, por cierto, en la naturaleza de lo que está comunicando y se limite tan solo a registrarlo y responder implícitamente. Aclara tus intenciones, transmite tu objetivo, asegúrate de haber entendido lo que el otro te quería decir, asegúrate de que te hayan entendido, pero también lee la comunicación no verbal de tus interlocutores. En el ejercicio del gato, algunas personas, al nombrar a su gato, se las nota totalmente alegres, otras ponen cara de amor total, otras cara de asco, otras de duda, de incertidumbre, algunas lloran; todas, reacciones relacionadas con lo que están realmente pensando y sintiendo acerca de la palabra'gato'. Por eso es fundamental también mirar qué reacción emocional provoca en las personas esa palabra o tantas otras. Ahora puedes hacer, entonces, el ejercicio del gato con tu equipo para entender sus diferentes visiones, experiencias, sentimientos y emociones. Puedes anotar en una columna la definición que da cada persona y en otra columna las emociones que puedes leer de su comunicación no verbal. ¡Manos a la obra!