Atención y distracción

En la economía de la atención no hay nada más provechoso que mantenernos distraídos. Las aplicaciones de mayor éxito lo son precisamente porque nos mantienen enganchados y reclamando nuestra atención durante más tiempo. Atacan directamente nuestra capacidad de autocontrol "hackeando" nuestros sesgos cognitivos. El autocontrol es nuestra manera de protegernos ante esos peligros. La tecnología de hoy está diseñada milimétricamente para que generemos hábitos, usos y costumbres que nos lleven una y otra vez a colocar nuestra atención en sus pantallas, porque a mayor atención sostenida durante más tiempo, más posibilidad de publicidad. Es ahí de donde sale el beneficio que infla los mercados tecnológicos de hoy en día. Y lo que debería convertirse en extensiones de nuestros cerebros para el bien y el desarrollo, para hacernos más independientes, para estar más en posesión de nuestra propia fuerza de voluntad y de nuestra felicidad, de nuestra serenidad se han convertido en gigantes que nos…