Cómo desarrollar procesos ágiles y flexibles

Las procesos son para muchas empresas el alma mater de la organización, leyendas y costumbres escritas que responden a la forma de hacer las cosas en ese negocio. Además, son el justificante de la respuesta prohibida en la estrategia ágil: "Esto siempre lo hacemos así". Los procesos se han convertido en una herramienta capaz de simplificarnos nuestra rutina y de hacernos más ágiles en las operaciones de la empresa. Aún así, en muchos casos han acabado causando el efecto inmediatamente contrario: la ralentización y menor agilidad en las operaciones de esa empresa. La estrategia ágil no es contraria a los procesos, sino que simplemente requiere de procesos simples, muy estructurados y que no contienen fases sin valor. Cuando diseñamos un proceso en cualquier área y para cualquier tarea en la empresa, debemos tener estos tres criterios en mente: procesos simples, procesos estructurados y claros, obviar las fases del proceso que no añaden valor. Lo mismo se va a aplicar a los controles…