Ultima Reunión del BCE:
El BCE decide por unanimidad mantener constantes los tipos de interés y Lagarde, esforzándose por no dar ningún tipo de forward guidance explícito, reitera que las decisiones de tipos se irán tomando reunión a reunión, en función de la información disponible en cada momento (en concreto, en la rueda de prensa la Presidenta del BCE ha calificado la decisión de septiembre como "wide open").
Dicho lo anterior, creemos que si la inflación, los salarios y la actividad se comportan según lo que espera el BCE, veremos bajada de tipos en septiembre.
Esto se podría traducir en:
◾ La inflación doméstica (básicamente servicios) y el crecimiento salarial se mantienen elevados. Aún así, según la propia Lagarde, los datos recientes no han sido una sorpresa para el BCE.
◾ El BCE espera que la tasa interanual de inflación se mantenga en niveles parecidos a los de hoy el resto del año, para empezar a bajar de forma apreciable en 2025. Claramente, el BCE no va a necesitar ver caídas a corto plazo en la tasa interanual de inflación para bajar tipos en septiembre. Simplemente necesita que no produzcan sorpresas negativas significativas (en este mismo sentido, el hecho de que el BCE vea los riesgos a la actividad económica a la baja también apunta a que el BCE va a querer bajar en septiembre a poco que la inflación se comporte según lo previsto).
◾ Los indicadores adelantados de salarios apuntan ya a signos de moderación (los salarios están recuperando inflación pasada pero no están proyectando crecimientos especialmente fuertes cuando uno mira hacia 2025).
◾ Según la propia Lagarde, el BCE recibirá "mucha" nueva información de aquí a septiembre, algo que implícitamente prepara el contexto para una bajada de tipos ese mes salvo que se produzcan sorpresas relevantes.
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