Tu miembro del equipo domina las discusiones. ¿Cómo puede asegurarse de que se escuchen las voces de todos?

1 Establecer reglas básicas

Establecer reglas básicas claras al comienzo de una discusión es clave para manejar las voces dominantes. Puede fomentar la participación equitativa estableciendo límites de tiempo para las contribuciones individuales y dejando en claro que no se permiten interrupciones. Las reglas básicas deben ser acordadas por todos los miembros, creando un entendimiento compartido de que la discusión es un esfuerzo colectivo en el que las aportaciones de todos se valoran por igual. Este enfoque no solo reduce el dominio de un miembro, sino que también empodera a las personas más calladas para hablar.

2 Usar preguntas directas

Cuando alguien domina la conversación, a menudo es porque a los demás no se les da la oportunidad de contribuir. Al hacer preguntas directas a miembros específicos del equipo, puede dirigir suavemente la discusión y asegurarse de que todos tengan la oportunidad de ser escuchados. Esta técnica es especialmente útil para involucrar a los miembros más silenciosos del equipo que pueden tener información valiosa pero necesitan un empujón para compartirla. Las preguntas directas también sirven para romper cualquier monopolización de la discusión y redistribuir el tiempo de uso de la palabra de manera más uniforme.

3 Implementar la toma de turnos

La toma de turnos es un enfoque estructurado que puede ser particularmente efectivo en el manejo de personalidades dominantes en las discusiones de equipo. Al crear un orden de habla, ya sea en un formato de turno o mediante el uso de un bastón parlante u otro objeto para indicar a quién le toca hablar, se asegura de que cada persona tenga la misma oportunidad de contribuir sin interrupción. Este método puede evitar que una persona monopolice la conversación y ayudar a crear un entorno de discusión más inclusivo y democrático.

4 Reflexionar y redirigir

La escucha activa y la reflexión son habilidades cruciales para un facilitador que trata con un miembro dominante del equipo. Al resumir lo que ha dicho el hablante dominante y luego redirigir la conversación a los demás, puede reconocer su contribución mientras deja espacio para perspectivas adicionales. Esta técnica ayuda a equilibrar la discusión, mostrando al individuo dominante que sus puntos han sido escuchados y valorados, pero que ahora es el momento de que los demás agreguen sus pensamientos.

5 Potencie la automoderación

Animar al equipo a moderarse puede ser una forma empoderadora de manejar a un miembro dominante. Al fomentar un entorno en el que los miembros del equipo se sientan cómodos hablando cuando sienten que alguien está dominando, se crea una dinámica de grupo autorregulada. Esto no solo ayuda a manejar la situación actual, sino que también promueve cambios de comportamiento a largo plazo que pueden conducir a discusiones más equilibradas en el futuro.

6 Utilizar grupos de trabajo

En situaciones en las que el dominio de un miembro es particularmente desafiante, dividir el grupo más grande en grupos de ruptura más pequeños puede ser una estrategia efectiva. Los grupos más pequeños naturalmente fomentan una mayor participación de todos y pueden diluir el impacto de una voz dominante. Después de las discusiones en estos subgrupos, cada grupo puede compartir sus hallazgos con el equipo más grande, asegurándose de que se escuchen una variedad de perspectivas y que ninguna voz pueda dominar la conversación.

7 Esto es lo que hay que tener en cuenta

Este es un espacio para compartir ejemplos, historias o ideas que no encajan en ninguna de las secciones anteriores. ¿Qué más te gustaría añadir?