Una de las primeras decisiones que debes tomar es cómo desarrollarás tu aplicación. Puede elegir entre enfoques nativos, híbridos o basados en la web. Las aplicaciones nativas se escriben en el lenguaje y el marco específicos de cada plataforma, como Swift para iOS o Kotlin para Android. Ofrecen el mejor rendimiento, experiencia de usuario y acceso a funciones nativas, pero requieren más tiempo, recursos y habilidades para desarrollarse y mantenerse. Las aplicaciones híbridas se escriben en un lenguaje común, como HTML, CSS y JavaScript, y se ejecutan dentro de un contenedor nativo que les permite acceder a algunas características nativas. Ofrecen una forma más rápida y económica de crear aplicaciones multiplataforma, pero pueden tener un rendimiento, una experiencia de usuario y una disponibilidad de funciones más bajos. Las aplicaciones basadas en la web no son realmente aplicaciones, sino sitios web que están diseñados para verse y comportarse como aplicaciones. Se ejecutan en cualquier navegador y dispositivo, pero tienen el menor rendimiento, experiencia de usuario y acceso a funciones.