A continuación, te explicamos cómo puedes defenderte a ti mismo y a tus ideas con tu jefe.

Prepararse, prepararse, prepararse es la primera, la segunda y la tercera opción, para hablar con el jefe y con lo que sea que queramos hacer en la vida. Más que defenderte a ti mismo y a tus ideas me gusta pensar en vender una idea, al final del día es lo que hacemos, queremos que nos compren lo que ofrecemos, planes, ideas, productos, servicios. Conocer lo que quiere tu jefe será un paso muy importante, lo que necesita y qué solución le voy a aportar con mi idea o propuesta. Previo tendrás que ponerte en su lugar y validar esa idea, tú la comprarías, hacerse esa pregunta es muy importante. Recuerda: Si tú no te compras a ti mismo el resto no lo hará. 1- Conoce a lo que el otro necesit, escucha 2- Cómo le ayudas Los primeros pasos.

Expresar confianza tiene que ver con ese proceso de validación previo que hacemos de lo que vamos a ofrecer. En este punto es cuando nos conocemos a nosotros mismos, nuestras fortalezas y aspectos de mejora, con lo cual, con humildad y confianza en lo que hago es lo que te permitirá tener esa mente abierta a la escucha y el feedback de tu jefe. Una vez presentada la propuesta estar atento a lo que plantea al otro desde la empatía. No supongas, no des por sentado, si tienes dudas o crees que no se te ha entendido o quizás se ha malinterpretado lo que propones, pregunta. Preguntas abiertas: - que facilitan la comunicación - promueven el diálogo - facilitan el intercambio de opiniones y puntos de vista. Asegúrate que hay sintonía. -

Para gustos los colores, dicen por ahí. Que tu propuesta no sea aprobada o aceptada, no quiere decir que no sea correcta, no podemos gustar a todos y por supuesto, nuestras ideas tampoco. Tener esa capacidad de aceptación te pone en un muy buen lugar para demostrar esa adaptabilidad y flexibilidad tan necesaria en los entornos actuales. Todo cambia, nosotros cambiamos todo el tiempo, con lo cual mi propuesta en este momento puede no ser la más acertada aunque con ciertos cambios se puede adaptar a lo que necesita tu empresa. Mente abierta, curiosidad para escuchar y aprender de los otros, humor, son algunos facilitadores que te ayudarán en un futuro a poder implantar tus propuestas con éxito. Recuerda: Es un trabajo, no eres tú.