Al diseñar un sistema de control de retroalimentación, se debe tener en cuenta la complejidad y la dinámica del sistema, el tipo y la disponibilidad de los datos, y el rendimiento y la robustez deseados. El control proporcional-integral-derivado (PID) es un método simple pero ampliamente utilizado que ajusta la salida en función del error, el error acumulado y la tasa de cambio de error. El control basado en modelos es otro método que utiliza un modelo matemático para predecir y optimizar la salida en función de los estados y entradas actuales y futuros. Ejemplos de esto incluyen el control predictivo del modelo (MPC) y el control de retroalimentación de estado. El control adaptativo es un método que adapta los parámetros o la estructura del controlador para hacer frente a incertidumbres, perturbaciones o cambios en el sistema. Los ejemplos incluyen el control de autoajuste y el control de programación de ganancias. Por último, el control distribuido es un método que utiliza múltiples controladores para comunicarse y coordinarse entre sí para lograr un objetivo global. Algunos ejemplos son el control jerárquico y el control multiagente.