Una vez que haya preparado a su equipo para el consenso, puede comenzar el proceso de facilitación, que generalmente implica cuatro etapas: explorar, proponer, evaluar y acordar. La etapa de exploración debe implicar recopilar y compartir información, perspectivas e ideas de todos los miembros del equipo. Puede utilizar técnicas como lluvia de ideas, encuestas, entrevistas o grupos focales para obtener información. Además, se pueden utilizar herramientas como el análisis FODA, los diagramas de afinidad o los mapas mentales para organizar y visualizar datos. El objetivo es crear un entendimiento común de la situación y las opciones disponibles. Para la etapa de propuesta, desea generar y presentar posibles soluciones o recomendaciones basadas en los aportes de la etapa anterior. Técnicas como la votación, la clasificación o la dotocracia pueden ayudar a reducir las opciones e identificar las más preferidas o factibles. Herramientas como listas de pros y contras, matrices de decisión o ponderación de criterios también se pueden utilizar para comparar y contrastar las opciones. El objetivo es crear una lista de alternativas viables que puedan satisfacer las necesidades e intereses del grupo. Durante la etapa de evaluación, desea probar y refinar las opciones preseleccionadas y abordar cualquier inquietud u objeción de los miembros del equipo. Técnicas como bucles de retroalimentación, pruebas piloto o análisis de escenarios pueden evaluar las fortalezas y debilidades de cada opción e identificar cualquier brecha o riesgo. Herramientas como diagramas de espina de pescado, análisis de causa raíz o análisis de campo de fuerza pueden ayudar a identificar y resolver cualquier causa de resistencia o desacuerdo. El objetivo es crear un borrador de consenso que pueda satisfacer los criterios y limitaciones de la decisión. Finalmente, para la etapa de acuerdo, desea finalizar y confirmar el borrador de consenso y asegurarse de que todos los miembros del equipo puedan aceptarlo y apoyarlo. Se deben utilizar técnicas como el registro, la reformulación o las preguntas de confirmación para verificar la comprensión y el acuerdo de cada participante. Además, se pueden utilizar herramientas como planes de acción, plazos o gráficos de rendición de cuentas para delinear los próximos pasos y responsabilidades para implementar la decisión. En última instancia, esto dará como resultado una declaración de consenso que puede documentar y comunicar tanto el resultado como el proceso.