El primer paso para gestionar las expectativas es identificarlas, lo que se puede hacer a través de un análisis de las partes interesadas. Esta es una forma sistemática de mapear quiénes son sus partes interesadas, qué quieren y cómo se relacionan con el programa. Hacer esto puede ayudarlo a identificar a las partes interesadas clave y sus roles, responsabilidades y expectativas; evaluar el nivel de influencia e interés de cada parte interesada; comprender las fuentes, los impulsores y los indicadores de las expectativas; identificar cualquier brecha, conflicto o riesgo relacionado con las expectativas; y comunicarse y comprometerse con las partes interesadas para validar y aclarar las expectativas. Existen diferentes herramientas y métodos que puede utilizar para realizar un análisis de las partes interesadas, como matrices de partes interesadas, redes de interés de energía, encuestas, entrevistas, grupos focales o talleres. Además, los documentos existentes como planes de programas, informes, contratos o acuerdos se pueden utilizar para extraer información sobre las expectativas.