Chapter Text
Draco estaba a punto de golpear a alguien justo ahora, específicamente a dos niños que no dejaban de decir ridiculeces justo a su lado.
—… Cuando llegamos, Malfoy ya estaba ahí, justo frente a la gata y el mensaje en la pared. —La voz molesta de Weasley amargo por completo el ya mal día de Draco, tuvo que hacer un esfuerzo abismal para no girar los ojos y mantenerse firme frente a sus profesores.
—Es correcto profesor, pero cuando llegamos Draco solo estaba ahí, no logramos ver que paso antes. —Hermione se esforzó en defenderlo mientras tomaba la palabra después de lanzarle una mirada que Draco categorizaría como asesina a Weasley.
Eso lo hubiera conmovido mucho más si el colera no estuviera subiendo por su cuerpo rápidamente, el año pasado esos dos lo habían acusado de robo y justo ahora, sin siquiera haber pasado una hora en el castillo lo volvían a acusar de tremenda atrocidad.
Siendo justos Draco también se culpó a si mismo por no recordar lo que pasaba en este año, vagando tranquilamente por los pasillos en donde por donde se paseaba una bestia capaz de convertirlo en una estatua viviente.
Para él había pasado más de una década desde su primer segundo año, es decir realmente los recuerdos de sus años en Hogwarts eran borrosos y teniendo en cuenta que el tema del heredero no tomo relevancia para el sino hasta que secuestraron a la hermana de Weasley, realmente no tenia porque haberse quedado tan gravado en su mente, el secuestro había durado menos de un día.
Aun así, a diferencia de esa primera vez, sabia que la criatura podía atacar tanto a hijos de muggles, como a sangre pura de igual manera y sin distinción.
Este había sido el peor primer día de su vida, estaba seguro de que mas de uno lo tacharía como el heredero de Slytherin solo por el espectáculo de estos dos idiotas.
Una vez Hermione termino de dar su explicación el mismo salió a defenderse, dudaba que alguno de los profesores realmente creyera en los desvaríos de dos niños impresionables, la lógica tenía que ganar.
—Yo acababa de salir de la oficina del director después de llegar, no es posible que hubiera llegado tan rápido al pasillo como para atrapar a la gata, petrificarla y luego escribir un anuncio con sangre para después lavarme las manos. —Repaso todo al detalle. —No es posible.
Tanto Snape como Dumbledore asintieron ante sus palabras, seguramente para ellos resultaba improbable su participación.
—¡Él lo hizo!¡No importa lo que diga, es culpable y quiero que pague por lo que le hizo a mi gata! —Grito desesperado Filch mientras señalaba a Draco.
—Si se me permite hablar, señor director —dijo Snape desde la penumbra —, El joven Malfoy, como ya lo ha mencionado, no habría tenido el tiempo para hacer esto, podría decirse que de verdad estuvo en el lugar equivocado en el momento menos oportuno. —dijo —Sin embargo, aquí tenemos una serie de circunstancias sospechosas: ¿por qué se encontraban Potter, Weasley y Granger en el corredor del piso superior? ¿Por qué no estaban en la fiesta de Halloween?
Cuando la mirada del trio dorado se poso directamente en su padrino Draco quiso estallar en carcajada y gritarles para restregarles en la cara que no se sentía bien ser acusado sin pruebas.
Los tres mencionados se pusieron a dar a la vez una explicación sobre la fiesta de cumpleaños de muerte a la que habían asistido.
—... había cientos de fantasmas que podrán testificar que estábamos allí. —Dijo Potter para defenderse de la acusación.
—Pero ¿por qué no se unieron a la fiesta después? —preguntó Snape nuevamente. Los ojos negros le brillaban a la luz de las velas—. ¿Por qué subieron al corredor? Weasley y Hermione miraron a Potter a la vez y esto sin querer también lo hizo mirar al de ojos verdes, ahora intrigado por la vacilación al responder.
—Porque..., porque... —dijo tropezando o mejor dicho incapaz de decir algo completo y pareciendo querer buscar una excusa, mil y un veces había visto su cara cuando quería encontrar una mentira lo suficientemente creíble. — Porque estábamos cansados y queríamos ir a la cama —dijo, y Draco fue incapaz de que una suave carcajada escapara de sus labios, atrayendo la atención hacia el nuevamente, la mirada de Potter lo atravesó llena de enojo, parecía que era la única forma en que podía mirarlo.
Es que estaba seguro de que ahora se comportaba mucho mejor con el trio dorado, pero parecía que las miradas de Potter hacia el eran más que en su vida pasada pero todas ellas solo contenían sentimientos negativos, era imposible lidiar con él.
—¿Sin cenar? —preguntó Severus, pasando por alto la carcajada de Draco. Una sonrisa de triunfo había aparecido en su rostro —. No sabía que los fantasmas dieran en sus fiestas comida buena para los vivos.
—No teníamos hambre —dijo Weasley con voz potente, una lástima que en ese preciso momento su estómago hubiera decidido rugir con fuerza.
Draco no diría que no tenía ganas de reírse y burlarse de los tres pobres niños que estaban buscando cualquier manera de defender su caso. Él sabía que ninguno de los tres era el heredero, pero era innegable que Potter no quería que los maestros se enteraran de algo, ¿que era tan importante como para decidir guardar silencio y hacerte ver aún más sospechoso?
La sonrisa de su padrino se hizo más grande y gatuna, casi le pareció demasiado si recordaba que era a niños a los que estaba acusando, pero bueno, aquí la palabra clave era “casi”. —Tengo la impresión, señor director, de que Potter no está siendo completamente sincero —dijo —. Podría ser una buena idea privarle de determinados privilegios hasta que decida contarnos toda la verdad. Personalmente, creo que debería ser apartado del equipo de quidditch de Gryffindor hasta que decida no mentir.
Los ojos de Draco se abrieron un poco por la sorpresa mientras giraba y veía a su padrino, eso en realidad no tenía que ver y parecía no ser el único en pensar de esa manera.
—Francamente, Severus —dijo la profesora McGonagall bruscamente—, no veo razón para que el muchacho deje de jugar al quidditch. Este gato no ha sido golpeado en la cabeza con el palo de una escoba. No tenemos ninguna prueba de que Potter haya hecho algo malo.
Draco había notado la mirada permanente de Dumbledore sobre Potter, analizando que podía estar ocultándole, y dado que el hombre era un Legeremante bastante prominente, a Draco no le sorprendería que supiera exactamente lo que ocultaba Potter sin que el niño notara algo extraño pasando en su cabeza.
—Es inocente hasta que se demuestre lo contrario, Severus —dijo con firmeza, por supuesto que Dumbledore ya sabía que Potter no había ocasionado esto.
Para su sorpresa, el directo luego lo miro a él, tan fijamente como lo había hecho con Potter hace unos segundos, la diferencia fue que Draco no tardo en levantar sus escudos y proteger su mente, notando como el suave deslizamiento en su mente se estrellaba contra sus defensas, no como un golpe fuerte o una explosión, fue como una caricia que luego desapareció al no poder ingresar.
Draco giro su cabeza para volver a mirar a su padrino, fingiendo no haber notado nada y queriendo escapar de la leve sorpresa en los ojos de Dumbledore, sorpresa que se oculto magistralmente y duro muy poco, mientras tanto Snape parecía furioso. Igual que Filch.
—¡Han petrificado a mi gata! —gritó. Tenía los ojos desorbitados—. ¡Exijo que se castigue a los culpables!
—Podremos curarla, Argus —dijo Dumbledore armándose de paciencia—. La profesora Sprout ha conseguido mandrágoras recientemente. En cuanto hayan crecido, haré una poción con la que podremos revivir a la Señora Norris.
—La haré yo —acometió Lockhart—. Creo que la he preparado unas cien veces, podría hacerla hasta dormido.
Solo hasta ese instante Draco descubrió al rubio profesor, tan ridículo y molesto como la primera vez, de nuevo llego la miseria, este sería un año de DCAO perdido porque este papanatas daba las clases, gracias a Salazar tendría los libros y enseñanzas de Beauxbatons para nivelarse porque de lo contrario desataría su enojo.
—Disculpe —dijo su padrino con frialdad—, pero creo que el profesor de Pociones de este colegio soy yo. —Argumento con enojo.
Hubo un silencio incómodo. —Pueden irse. —dijo Dumbledore a los cuatro, quedándose únicamente con los profesores y Filch.
Draco no tenía que escucharlo dos veces, fue el quien tomó la delantera para salir de la oficina y empezar a caminar por el pasillo a paso veloz, no quería tener una conversación con Weasley y Potter, Hermione tenía la mala suerte de pasársela con ellos así que, buscaría conversar con ella al día siguiente.
Para su desgracia la niña lo llamo aun cuando su voz reverberó por el pasillo. —¡Draco! —Mascullo en voz alta antes de alcanzarlo y sujetarlo del brazo, obligándolo a detenerse y a suspirar de cansancio, realmente solo quería ir a dormir ya que no se le había permitido ir a cenar.
—Hermione, creí que habías dicho que no era tu costumbre hacer este tipo de cosas. —Dijo sin poder evitar la sonrisa cuando se giro hacia ella y de inmediato lo rodeo con sus brazos en un abrazo cálido. Bueno, definitivamente ella no creía que el fuera el heredero de Slytherin, esta vez por supuesto que le devolvió el abrazo, aunque el momento rápidamente fue interrumpido por la voz molesta de un Harry que se había apresurado a alcanzar a su amiga.
—Hermione, aléjate de él —Exclamó Potter enojado al llegar a su lado y extender su mano para sostener el brazo de la niña y obligarla a separase. Para su mala suerte Draco estaba lo suficientemente enojado para de verdad dejarlo ver esta vez, aunque deshizo el abrazo no permitió que Potter arrastrara a la niña lejos de sí, así que la sujeto y la alejo del toque del niño.
La sorpresa brillo en los ojos verdes de Potter mientras Weasley por fin los alcanzaba.
Draco pondría un freno aquí directamente, no quería estar involucrado con esto dos. —Aclaremos algo Potter, que no me agrades no me convierte en el villano de las ridículas historias que tú y Weasley inventan en sus muy retorcidas cabezas. —Dijo con frialdad aun manteniendo a Hermione a su lado. —Hermione es mi amiga y puedo o no saludarla como se me pegue la gana. —Sus ojos se fijaron directamente en los del niño que los observaba tanto a el como a Hermione con enojo.
—Draco, eso no…
Oh, no necesitaba que Hermione quisiera defenderlos. —No, no, no, no los defiendas Hermione, lo único que falto hoy fue que gritaran de manera textual “Draco Malfoy petrifico a la gata de Filch, es un monstruos”, —Dramatizo un poco imitando de manera horrible la voz de los dos niños. —Si por ellos fuera, me estarían llevando a Azkaban. —Bueno, eso si era exagerar ya que no le harían eso por petrificar a un animal, pero el punto era claro.
Hermione se sorprendió un poco de ver esta faceta de Draco, en realidad lo había visto un poco frenético el año pasado cuando lo acusaron de robar la recordadora de Neville, pero ahora se sentía como un deja vu para ella.
—No iba a defenderlos, de verdad creo que fue increíblemente injusto. —Dijo la niña viendo a sus dos amigos. —Lo que quería decir es que lamento que esto ocurriera cuando acabas de llegar.
En secreto, Hermione esperaba que tanto Draco como Harry y Ron tuvieran la oportunidad de llevarse mejor y por un minuto creyó que al menos Harry quería lo mismo, pero menos de un día de Draco estar en Hogwarts de regreso y la situación del año pasado parecía volver en una ola grande y desagradable, tal vez estos tres no podrían congeniar nunca.
—Ja, ciertamente es muy fortuito que llegaras y justo esta noche ocurre una desgracia como esta. —Esta vez fue Weasley quien intervino mientras entrecerraba sus ojos hacia Draco.
¿Desgracia?, ¿qué petrificaran a un gato era una desgracias?
Draco giro los ojos, claramente eran niños. —Creí que habían aprendido de sus errores y prejuicios con su gran error el año pasado. —Dijo al recordar el incidente de la recordadora y luego el cómo se habían equivocado con Snape y Quirrell.
Los ojos de los tres niños mostraron sorpresa, Harry fue el primer el salir de la vergüenza y dar un paso hacia el frente para enfrentar a Draco directamente. —Tu estabas ahí y además la gata…
Draco negó con la cabeza e interrumpió. —Oh no, no, estaba en el lugar y momento equivocados al igual que ustedes, pero yo tengo la delicadeza de no acusarlos incluso si se que los tres ocultaron algo de los profesores. —Draco vio la certeza de Potter flaquear, los labios de Weasley se apretaron al igual que su manos y Hermione se quedo sin palabras en ese instante. —Solo alguien demasiado crédulo no notaria que no dijeron algo en la oficina.
Potter negó con la cabeza una vez salió de la sorpresa. —Eso no tiene nada que ver.
—¿No? Porque para mi si lo tiene, al menos yo no oculte nada, ustedes tres si y se atreven a culparme por algo así, es…
—Todo es muy fortuito Malfoy. —Contraataco Potter.
—Coincidencias, eso es todo.
Draco escucho el jadeo lleno de incredulidad que profirió Weasley.
Fue aquí cuando Draco, Harry y Ron intercambiaban miradas molestas que Hermione por fin decidió intervenir. —Paren por favor, ninguno de nosotros sabe nada en realidad, no podemos lanzarnos cumpas si en realidad no sabemos que paso.
Los tres guardaron silencio por unos segundos, negándose a que el otro venciera, sus miradas se intercambiaron llenas de enojo y desconfianza mutua, pero al final fue Draco quien dio un paso hacia atrás.
—Esta bien, por mi parte estaré satisfecho si estos dos prometen no entrometerse en mi camino de ahora en adelante, es más, si olvidan mi existencia prometo regresar la cortesía. —Lo ultimo lo dijo apretando los dientes por el enojo.
—Draco, ellos también son mis amigos. —Llamo su atención Hermione a lo que su boca respondió más rápido de lo que su cabeza procesaba la frase.
—Y eso es una tragedia. —Sus labios se movieron sin su consentimiento, pero se obligó a no sentirse mal o arrepentirse, le habían disgustado. —Hermione, lo he dicho ya, a mi parecer mereces compañías mas adecuadas.
Weasley no reacciono bien ante esto, ya que Draco pudo apreciar como Harry se apresuro a sujetarlo para que no avanzara más. —¿Adecuada como quién? ¿Mas serpientes tramposas como tú?
Draco sintió el veneno en las palabras de Weasley, pero se obligó a sonreír con suficiencia para no darle el gusto y en su lugar respondió. —Exactamente. —La seriedad y superioridad que podía reflejarse en su voz tal vez fue más de lo que Draco quería transmitir, pero no le importaba. —Pero bueno —Giro para mirar a Hermione. —Tú los elegiste así que no diré nada al respecto, pero regresando al tema principal, si son tus amigos Hermione eso no importa, no son los míos tú y yo nos veremos cuando se pueda, no te preocupes —Habían logrado ser amigos por correspondencia, porque no habría tiempo de al menos conversar de vez en cuando ahora que estaban en la misma escuela.
—De acuerdo —Acepto ella para terminar con esto, tendría que aceptar que las cosas no cambiarían entre los tres.
—Entonces… nos vemos mañana en pociones.
Draco asintió y se dio la vuelta para emprender su camino hacia las mazmorras donde cierto grupo de serpientes debían ser saludados y tal vez tranquilizados, su llegada a Hogwarts no había sido tan discreta como planeo en un inicio y parte de eso se debía a haber olvidado que este año realmente era uno extremadamente peligroso.
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Fue muy tarde cuando Draco se dio cuenta de que no tenia la contraseña para ingresar a la sala común, de hecho, seguro Severus no se lo dio pensando que vería a sus amigos antes de tener que regresar, claramente eso no ocurrió.
Sus paso se alentaron mientras pensaba, a todos los habían enviado a sus salas comunes y regresar a la oficina del directo no era algo que quisiera. Tal vez podría recordarla si se esforzaba, a menos que los cambios en este pasado hubieran hecho que Snape la cambiara.
Mientras sus pasos volvían al ritmo anterior, se esforzó en recordar todas las contraseñas que utilizo en su tiempo, alguna tendría que funcionar.
Una vez estuvo frente a la puerta, se acerco a la misma y susurro —Sangre limpia. —Esa fue la primera que llego a su mente y aunque en realidad no tenía ningún tipo de confianza con esta, se sorprendió cuando la puerta se abrió lentamente dándole la entrada a la sala común de Slytherin.
La sorpresa no evito que una sonrisa satisfecha se instalara en su rostro mientras avanzaba hacia el interior.
La vista que lo recibió fue lo suficientemente inquietante como para borrar la sonrisa que duro tan solo segundos.
Recuraba que la primera vez, después de que todos hubieran regresado de la escena del crimen contra la gata de Filch, muchos incluso hacían bromas contra los sangre sucia, Draco no tardo en ser una de las opciones para ser el heredero, pero todos bromeaban al respecto y se reían a costa del miedo de los estudiantes de otras casas.
Ahora cuando atravesó la puerta, lo que lo recibió no fue una casa llena de bromas y carcajadas, por el contrario, el ambiente estaba muchísimo mas frio de lo que hubiera esperado.
Cuando se atrevió a dar un paso hacia el interior, las conversaciones se detuvieron y las miradas lo siguieron de cerca, estaba muy seguro que la gran mayoría de los estudiantes aún no se habían ido a la cama solo con la esperanza de verlo llegar, la verdad, Draco se sintió minúsculo al ser el centro de las miradas, y no unas miradas agradables, eran del tipo desconfiado.
—¡Draco! —Las manos suaves pero imponentes de Pansy lo sujetaron desde el lado derecho y prácticamente lo arrastraron, Draco solo se dio cuenta de quien era una vez ya se encontraba camino hacia los sillones frente a la chimenea donde su grupos ya había reservado buena parte del lugar.
Una vez se sentó, Vince y Greg se acercaron y se sentaron justo a cada lado de él, Según las cartas que intercambio con Pansy, ellos les habían dicho que la pelea ya había superada y que volvieron a ser amigos, así que suponía que esta era la razón por la que se habían acercado tan rápidamente.
Se sentía un poco extraño, estar rodeado de Slytherins por todas partes y el aun usando el uniforme de Beauxbatons, pero la sonrisa suave y recatada de todos fue suficiente para que al menos supiera que tenia a algunas personas de este lado que no lo miraban como a un bicho raro.
—Woahh, Draco, te vez de verdad muy bien con el uniforme de Beauxbatons —Lo alago Pansy, mientras lo observaba con los ojos brillantes, ante este comentario los ojos de Blaise se giraron con fastidio mientras Theo dejaba salir una carcajada, aunque sin levantar la vista de un pequeño libro que Draco no alcanzó a ver de que trataba. —¿Qué?, es cierto, este uniforme tiene mas estilo que el nuestro y en general Draco se ve bien con todo.
Draco estuvo a punto de detener los halagos de Pansy hasta que escucho este ultimo y no tuvo mas remedio que dejarse llevar, de verdad se veía bien con todo, no era una exageración. En sus labios apareció una sonrisa coqueta y le guiño un ojo a Pansy, viendo como un suave sonrojo aparecía en sus mejillas. —Muy bien Parkinson, cuando quiera una relación te aseguro que estarás al principio de la lista. —Bueno jugar con estas bromas ahora no era un problema, lo había hecho muchas veces en su tiempo y luego ambos aceptaron que Draco no era alguien de chicas después del cuarto año, seguramente en este tiempo se repetiría el resultado, serian buenos amigos.
—¿Seguro que no estas reservando ese puesto para Granger? —Respondió la niña después de haber guardado unos segundo en silencio y de volver a su actitud acostumbrada.
Draco negó levemente. —Hermione aun no me felicita por mi apariencia así que, vas ganando Pansy. —Ante esto la joven de inmediato dejo escapar un jadeo de pura indignación, se estiro para tomar uno de los cojines del sofá y sin dudarlo dos veces se lo lanzo a la cara a Draco, quien esquivo el ataque y este cayo en la cara de Greg quien devoraba una rana de chocolate sin enterarse de nada y girando su rostro hacia Pansy preguntando con sus mirada llena de confusión ¿porque lo habían golpeado?
De inmediato estallaron las risas en el grupo mientras la incomodidad de su llegada desaparecía, al menos los tendría a ellos este año.
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La mañana siguiente Draco descubrió que su horario estaba junto con sus libros y que la primera clase era encantamientos con Ravenclaw una hora después del desayuno, como había dicho el profesor Snape la noche anterior, tendría que ir a la enfermería después del desayuno, pero bueno, tomaría las cosas una a la vez.
Madame Pomfrey fue muy amable o al menos, lo más amable que podía con su personalidad demandante y ágil, Theo se ofreció a acompañarlo, pero Draco se negó, en realidad quería que esto fuera lo mas silencioso posible y que todos sus amigos se enteraran de su dieta y rutina podría convertirse en un problema.
La mujer le había lanzado un hechizo de diagnóstico, resaltando que; aunque estaba un poco bajo de peso con respecto a su altura, en realidad se solucionaría con más ejercicio y buena alimentación, con respecto a la falta de sueño, eso si fue el tema que mas toco la bruja, no fue sorpresa ya que sus últimos días en Beauxbatons los paso angustiado en la noche. Respecto a eso Madame Pomfrey ordeno algo simple, sin magia involucrada y con métodos muggle una anotación especial de su abuelo que claramente no le fue transmitida a sus padres.
La buja hizo hincapié en que su dieta seria entregada a los elfos del castillo y que ellos se encargarían de que, en su plato, los alimentos fueran los adecuados y en porciones específicas.
Cuando salió de la enfermería, listo para su primera clase en su regreso a Hogwarts, no paso por alto la mirada de más de un estudiante.
En su tiempo, también algunos asumieron que el era el heredero de Slytherin, y si Draco tenia que ser completamente sincero, le encanto la idea de intimidar a los hijos de muggles con ser petrificados, pero luego eso comenzó a hacerse realidad y cuando al final un sangre pura fue atacado, todo el chiste de la situación se fue perdiendo poco a poco hasta que solo quedo temor.
Ahora mismo, la cantidad de personas que creían que el era el heredero, por supuesto que era mucho mayor, todos habían visto el escándalo de la noche anterior, actualmente era el sospechoso más factible, aunque sus amigos no hubieran querido sacar el tema a la superficie.
Cuando llegó al salón de encantamientos, la mayoría de sus compañeros ya se encontraban en sus puesto, busco uno y se sentó al lado de Theo y aunque empezó una charla con él, no fue ajeno a las miradas y a algunos susurros previos a que empezara la clase.
Esté definitivamente seria un año muy, pero muy largo.
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Para el almuerzo Draco ya había empezado a organizar su nueva rutina en Hogwarts debido a que ya tenia varios trabajos que adelantar y aunque definitivamente ya había visto gran parte de los temas que habían tomado sus compañeros, gracias a la educación de Beauxbatons, eso no lo eximia de los trabajos que los profesores tan amablemente le entregaron para adelantarse en clase, tendría que pasar al menos una semana fundido en libros para poder completarlos a tiempo, aunque sus maestros le habían dado un plazo razonable él no quería tener trabajos obstruyendo sus demás actividades.
Estaba tan inmerso en sus pensamientos que Blaise, quien estaba sentado a su lado derecho tuvo que llamar su nombre varias veces hasta que finalmente respondió al girarse a el con medio pure de papa en el cachete y la confusión en sus ojos. Blaise señalo con la cuchara al otro lado del gran comedor y Draco no tardo girara para mirara hacia el lugar que le señalo.
Sus ojos buscaron y encontró que las cosas del otro lado del gran comedor, en la mesa de Griffindor parecían algo agitadas con tres o mejor dicho cuatro personas. Weasley y Potter parecían bastante enojados o al menos eso se veía a la distancia mientras veían tanto a Hermione quien parecía ser la que más discutía y a un Neville Longbottom que asentía a cada palabra que decía la niña.
—¿Sobre que crees que estén discutiendo? —Pregunto Blaise, esta vez tomando una cucharada de su almuerzo.
Los ojos de Draco se entrecerraron. —Sea lo que sea debe ser importante porque no parece que sea una discusión pasajera. —Y no lo fue, durante prácticamente todo el almuerzo, las pocas veces que Draco se fijo en la mesa de Griffindor, la discusión seguía, una veces menos evidente que otras, pero claramente seguía.
Al finalizar el almuerzo el resto del día no fue más emocionante, tuvieron dos horas libres que Draco uso para adelantar algunos trabajos mientras sus compañeros repasaban, Después de esto tuvieron el resto de sus clases de la manera más normal posible.
Lo realmente importante o desconcertante en palabras de Draco ocurrió a la hora de la cena.
No había estado sentado ni dos minutos cuando Flint, se acercó a su lado de la mesa y llamo la atención de Draco al tocar su hombro.
—Es bueno verte de regreso Malfoy. —Menciono con una tono duro pero que no decía absolutamente nada del porque se había acercado a ellos. —Mi nombre es Marcus Flint, capitán del equipo de quidditch de Slytherin. —Draco asintió y pensó en que, para Flint eran prácticamente desconocidos no era como en su tiempo, cuando él le había rogado por ingresar al equipo.
Draco sabía que Blaise había hecho las pruebas para ser el buscador de Slytherin, pero no había quedado seleccionado debido a que uno de los mayores solicito el puesto y según Flint, era mas seguro confiarle el puesto a uno de ellos con mas experiencia, una excusa absurda si de jugar Quidditch se trataba, para la mejor muestra ahí estaba Potter un buscador bastante bueno y había empezado a jugar con su equipo desde el primer año.
Aun así, el acercamiento del Flint hacia él lo dejo desconcertado, en este pasado no tenia nada que ver con el mayor, es decir esta vez no le había rogado a su padre para que de alguna manera lo metiera al equipo, entonces ¿Por qué?
—Ehh, gracias supongo. —Respondió Draco sin saber muy bien como seguir la conversación que estaba planteando Flint.
El mayor por suerte no era muy hablador y cuando Draco lo conoció resaltó que Flint era de los que les gustaba ir al punto y en esta ocasión, no pareció ser la excepción. —Muy bien, entonces solo vine a avisarte que ahora estas en el equipo de Slytherin, por consiguiente, tendrás que comenzar a asistir a los entrenamientos a partir de este jueves. —Fue tan rápido e inesperado que en general ni Draco o sus amigos pudieron reaccionar incluso cuando la comida apareció frente a ellos. —Así que ni una sola excusa Malfoy.
No tenia excusas ni nada que decir porque esto era inaudito, es decir, Draco ni siquiera quería entrar al equipo, como era posible que lo eligieran si incluso llego después de las pruebas.
Draco solo reacciono cuando sintió una mano pesada que palmeo su hombro unas dos veces con fuerza. —Flint debe ser un error, yo no… —Pero ya era tarde, Flint se había dado la vuelta y Draco prácticamente se quedó hablando solo.
Cuando se giro de nuevo hacia la mesa para enfrentar a sus amigos, inmediatamente vio la confusión de todos, pero también se fijo en que el moreno, entrecerró sus ojos hacia él, aunque su expresión no aparentaba tener algo mal, las palabras se atoraron en la garganta de Draco y no pudo decir nada.
Pansy termino con el silencio casi sepulcral, aclarándose la garganta y extendiendo su manos hacia Draco para acercar su plato de comida. —Bueno, Draco, ¿no tienes algo que contarnos? —Y que mas quisiera el si no tener una explicación para lo que acababa de pasar.
El simplemente negó con la cabeza. —Estoy tan sorprendido como ustedes, de verdad no tengo idea de porque ahora de la nada estoy en el equipo, lo prometo. —Mas allá de responder a Pansy, realmente quería que Blaise lo creyera, él ni siquiera sabía que estaba pasando.
—¿Estás seguro? —Preguntó esta vez Theo, comenzando a servir la comida con lentitud en su plato, intercalando su mirada de Draco a Blaise, como si con cualquier movimiento rápido la tensión que acababa de instalarse en su mesa fuera a estallar y matarlos a todos.
Draco trago fuerte mientras asentía frenéticamente. —De verdad no tengo la más mínima idea…
—Bueno Draco lo importante aquí es que ahora estas en el equipo, deberíamos felicitarte en vez de preguntarnos por qué. —Interrumpió Blaise, su expresión ahora cambiada por completo y regresando a su elegante indiferencia acostumbrada.
—Blaise, yo no…
—¡Felicitaciones Draco! —De nuevo fue interrumpido, esta vez por unos entusiastas Vince y Greg que parecían haber llegado tarde a la conversación, aunque hubieran estado sentados justo frente a él en todo momento.
Draco gimió de frustración, cuando Blaise se puso a cenar enserio o mejor dicho a una velocidad muy inusual para su amigo.
Tal vez seria mejor averiguar que ocurría antes de intentar volver a hablar con Blaise y explicarse, porque ahora misma él también era una victima en lo que sea que esto significara.
Pansy acaricio su espalda con suavidad antes de incitarlo a comer la comida en su plato, la misma que ahora mismo no tenía ningún ánimo de comer pero que no tenía alternativa de saltarse.
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La cena fue por demás incomoda y una vez que Blaise termino de comer prácticamente se escapó, dejándolos a todos atrás. Theo lo miro con impotencia y Pansy simplemente se encogió de hombros.
—Blaise realmente quería el puesto y de hecho fue uno de los mejores en las pruebas. —Comento Theo, al parecer todos habían estado viendo las pruebas ese día. —Lo enojo mucho que lo dejaran fuera solo por su edad.
Pansy asintió. —Supongo que el hecho de que lo dejaran fuera por ser muy joven pero que a ti te aceptaran, lo ha enojado mucho. —Completo la niña.
El problema aquí seguía siendo que él no quería estar en el equipo de Quidditch, claramente Blaise tenia derecho a estar enojado, casi parecía como si le hubieran estado guardando el puesto a él, pero…
Fue con este ultimo pensamiento que a Draco se le congelo la sangre en el cuerpo.
No, no podía ser que sus padres, ellos no...
La expresión de Draco se arrugo mientras sus pensamientos corrían desenfrenados por su mente, de verdad necesitaba hablar con Flint.
Al salir de la cena Draco se apresuro a llegar a la sala común, obligando a sus amigos a correr para poder alcanzar a los estudiantes de sexto antes de que fueran a dormir.
En cuanto ingreso a la sala común, tuvo suerte, Flint parecía estarse despidiendo de sus amigos antes de dirigirse a las escaleras para llegar a los dormitorios, así que se acercó con rapidez y detuvo al adolescente en su camino.
—Flint, espera, espera. —Dijo en cuanto lo alcanzo y se interpuso en su caminos.
—¿Qué quieres Malfoy?
Draco tuvo que recuperar el aliento para poder continuar, obligándose a hablar rápidamente debido a que notaba la impaciencia del mayor. —Yo, quería preguntar… —Bueno, ahora parecía un tonto que ciertamente no podía completar una frase. —Es decir, yo no aplique para el equipo, ni siquiera estaba aquí cuando hicieron las pruebas, ¿Por qué ahora estoy incluido?
Flint lo miro fijamente por unos segundo antes de girar los ojos. —Bueno, parece que no lo sabes.
—¿Saber qué? —Pregunto totalmente perdido.
—Tu padre, él nos convenció de incluirte en el equipo a como diera lugar, así que, lo hicimos.
Eso por supuesto confirmaba una parte de las sospechas de Draco. —¿Como los convenció? y ¿desde cuándo? —Porque para no aceptar a nadie en las pruebas, probablemente su padre se había comunicado con Flint desde antes de que iniciaran las clases.
Flint no dudo en responder, algo que tenía el chico era que en definitiva no solía avergonzarse de sus actividades poco correctas, tanto el como Wood estaban obsesionados con el Quidditch y para ellos cualquier cosa era valida, Draco ya tenia una idea de lo que había usado para convencer al adolescente.
—Tu padre, muy generosamente nos regalo a todos un Nimbus 2001, con eso definitivamente destrozaremos a Griffindor sin importar si no se cuales son tus habilidades reales en el quidditch Malfoy. —Se jacto el chico. —Todas llegaron hoy, supongo que la tuya ya debe estar en tu cuarto, por eso estoy cumpliendo con mi palabra, entraste al equipo.
Draco se mordió los labios y apretó los puños, esto solo le iba a generar un retraso importante en su plan de adelanto de materias, no quería invertir su tiempo en Quidditch cuando tenía otras cosas de las cuales hacerse cargo, y de verdad, después de todos los años que malgasto detrás de una Snitch para competir con Potter, realmente no necesitaba más de eso.
Aun así, Draco se obligó a guardar la calma, no podía sorprenderse, en su tiempo Flint también lo había aceptado por esto y aunque según él, lo sorprendió al no ser tan malo, en realidad nunca le gano limpiamente a Potter, tal vez porque se distraía mucho intentando intimidar al niño o lucirse frente a él, aun así, en esta vida no quería nada de eso.
Es decir, la sola idea lo regresaba a la sala de las cosas ocultas en donde Potter lo había salvado, pero Vince no había logrado salir con vida, además llevaba literalmente años sin subirse a una escoba, sus habilidades estaban oxidadas.
—Esta bien, entiendo, entiendo. —Respondió al final mientras se obligaba a respirar y mirar al joven capitán. —Esta bien, hagamos esto, yo no quiero estar en el equipo, pero entiendo que la ventaja de las escobas es importante, quédense con las escobas y busquen a otra persona para el puesto de buscador en el equipo.
Eso era lo más razonable, y aunque fue una solución que Draco creyó irrechazable, Flint la rechazo de inmediato, negando con la cabeza. — Imposible, estoy seguro de que tu padre nos quitara las escobas si no te ve jugar, además me pidió decirte que asistirá a gran parte del primer partido para ver como lo estabas haciendo. —Flint se encogió de hombros. —Como vez Malfoy tendrás que estar en el equipo quieras o no, porque no perderé esas escobas por un niño malcriado. —El joven se inclinó para alcanzar la altura de Draco y con un dedo pincho su hombro al mismo tiempo que decía cada palabra. —¿Te queda claro?
Draco se hizo a un lado enojado para luego sacudir su hombro.
Su padre seguramente quería verificar o mejor dicho vigilar a su hijo, por eso vendría al juego, también lo había hecho en su tiempo, pero por razones completamente contrarias y ni siquiera había visto todo el juego esa vez, después de aquella primera ocasión no volvió a asistir a ninguno.
Eso por supuesto trajo una idea a su cabeza, una que bien podría ayudarlo y beneficiar también a Flint.
Aun con el seño fruncido miro al mayor. —Esta bien, entonces que te parece esto, bien, jugare el primer partido de esta temporada. —Era poético que fuera contra Griffindor, perfecto. —Estaré en todos los entrenamientos hasta ese partido y me esforzare, pero será todo, un solo partido y luego elige a alguien más. —Flint de inmediato quiso interrumpir, pero Draco continuo. —Te aseguro que mi padre solo vendrá una vez, no te preocupe por los demás partidos.
Flint cerro la boca y analizo al pequeño Malfoy que tenía frente a él.
Desde la perspectiva de Flint, como Draco ni siquiera había estado en Hogwarts durante su primer años, no tenia una forma de saber si era bueno o no y luego cuando llego se veía tan similar a su padre que realmente se sorprendía al estar teniendo esta conversación.
Con solo un intercambio de palabras podía asegurar que Draco Malfoy solo se parecía a su padre físicamente, porque ni el temperamento o su formas de actuar se parecían, es decir, algunas cosas eran muy típicas, y estaba seguro de que el niño podría copiar la mirada altiva de su padre o de superioridad, también el desagrado, y el enojo, pero otras cosas parecían increíblemente opuestas.
Con esto en mente, Flint se obligó a reflexionar en silencio durante unos segundos antes de responder. —Esta bien, un solo partido y mas te vale darlo todo por atrapar la snitch, Malfoy o este trato se cancela y le contare de esto a tu padre.
Draco asintió mientras entrecerraba los ojos, la amenaza estaba de más, aunque en realidad no quería que su padre comenzara a entrometerse en su vida escolar, si Flint le contaba que no había querido ingresar al equipo en definitiva comenzaría a hacer preguntas, según él a Draco le fascinaba el Quidditch, y no estaba equivocado, pero había sido el niño de doce años el que había querido ingresar al equipo, el Draco que era ahora, seguramente estaría feliz y emocionado con solo verlo, no dentro del campo.
—Muy bien, tenemos un trato. —Dijo Draco mientras extendía la mano en dirección a Flint.
El adolescente mayor asintió y estiro su manos para estrechar la de Draco y luego darse la vuelta.
Draco pareció sacarse un peso de encima en cuanto el chico se perdió en las escaleras de los dormitorios, había evadido una bala o, mejor dicho, algo así.
—Bueno, supongo que ahora no tendré que pensar como dividir mi tiempo entre Zabini y tú. —Draco salto en su lugar mientras daba un grito al aire y después se sujetaba de una de las paredes al costado de las escaleras, giro para encontrarse cara a cara con Theo, a quien no había visto llegar tras él.
—Por Merlín Theo, has algo de ruido para la próxima, casi se me sale el corazón. —Dijo Draco mientras sentía sus latidos volver a la normalidad.
Theo se rio con fuerza antes de pasar a su lado.
Draco tardo unos segundos, pero luego empezó a caminar en dirección a su dormitorio con Theo. —¿Espera dividir tu tiempo?, vamos, no es tan grave, Blaise seguramente lo hubiera entendido. —Dijo una vez lo alcanzo y llegaron a la puerta de su habitación.
Theo torció sus facciones y miro a Draco con algo de pena. —No lo viste cuando le dijeron que no Draco, realmente se sintió miserable por toda una semana.
Eso lo detuvo en su puesto incluso cuando Theo abrió la puerta e ingreso. ¿Enserio había sido tan malo?, es decir, en su tiempo a Draco le pareció que a Blaise no le importaba tanto el Quidditch, no podía haber generado un cambio tan grande.
Al verlo tan confundido Theo completo. —Cuando éramos más jóvenes siempre hablaste de ser el buscador estrella de Slytherin, una y otra vez lo decías y por eso Blaise no considero participar y pelear el puesto contra ti, pero cunado te fuiste… —La voz de Theo se volvió un tanto vacilante antes de continuar. —Pues el vio una oportunidad de jugar sin tener que pelear contigo por el puesto, además no le gustaba tanto antes, digamos que se decidió aún más después de que nos encontramos en tú casa en el verano y vio que ya no eras tan…
—Caprichoso. —Completo Draco al cerrar la puerta detrás de él.
Theo asintió mientras se quitaba la túnica y Draco lo seguía en su acción.
Eso en realidad fue una revelación, bueno, admitía que de niño era muy caprichoso, extremadamente caprichoso, pero no creyó que alguno de sus amigos se negara a hacer algo solo porque el lo deseaba con tanto fervor. Ese pensamiento y el conocimiento de que al menos en el caso de Blaise si había sido el caso, lo golpe fuerte.
—Yo… no creía que alguno de ustedes se privara de algo solo por mí, es decir…
De inmediato Theo se apresuro a negar con la cabeza rápidamente y a soltar una leve carcajada. —Draco, para tu tren de pensamiento desenfrenado antes de que te estrelles. —Blaise se contuvo porque no creía que a le gustara tanto comparado contigo, fue después que se dio cuenta, cuando ya te habías ido a Beauxbatons, ¿entiendes?
Eso le dio un respiro a Draco, bueno, entonces no había sido un amigo tan horrible como empezó a creer.
—Entonces, ¿no soy un pésimo amigo? —Pregunto Draco, deteniendo automáticamente los movimientos de Theo y luego generándole una carcajada enorme.
—¿Que?, no, no mas horrible de lo que somos todos en general. Por Salazar Draco, somos de Slytherin, vamos por lo que queremos sin importar que o como y esa es la verdad. —Concluyo Theo mientras caminaba hacia el baño aun entre carcajadas.
Draco tuvo que asentir, eran Slytherins después de todo.
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En la mañana siguiente Draco de verdad noto lo importante que era el puesto para Blaise y lo mucho que le había afectado la noticia porque ni siquiera se presentó a desayunar, Greg dijo que ni siquiera lo había escuchado salir de la habitación en la mañana y que solo sabía que no estaba ahí debido a que su cama estaba completamente hecha.
Aun así, Draco aprovecho para comentarles a todos lo que de verdad había ocurrido y lo que su padre había tramado sin su participación.
Luego de eso todos se dirigieron a clase, el único momento en el que Blaise se aparecía y luego al final de las clases volvía a esfumarse, Draco empezó a enfadarse, como podría explicarle toda la situación a su amigo si él tampoco se dignaba a enfrentarlo.
—Ya aparecerá Draco. —Dijo Pansy una vez terminaron la cena y se dirigieron a las mazmorras nuevamente, pero Draco no estaba dispuesto a esperar más, invadiría la privacidad de Zabini esta noche.
Una vez llegaron y Pansy se dirigió a los dormitorios de las chicas, Draco prácticamente secuestro a Greg y lo separo de Vince, necesitaba entrar a su habitación y su amigo con mucho gusto lo ayudo.
Una vez estuvieron frente a la puerta, Greg la abrió y justo detrás de él, Draco se aventuró a ingresar a la habitación.
Draco inmediatamente sonrió al ver a cierto moreno recostado en su cama viendo hacia le techo en lo que podía llamar una charla interna muy profunda.
—Al fin te encuentro Blaise. —De inmediato el chico abrió los ojos y Draco noto como apretó sus manos juntas sobre su estómago, aun así, Blaise no se movió. —Haces un muy buen trabajo escabulléndote.
Greg se alejó de la puerta para caminar hacia su cama y Draco, por el contrario, cerro la puerta de la habitación tras de sí.
—¿Qué quieres Draco? —Dijo el chico entre dientes, esta vez sin fingir o disimular que en realidad no quería verlo.
—Quiero explicarte lo que pasó.
—No quiero oírlo. Esta bien, tienes el puesto, felicitaciones por ti, ahora avancemos. —Corto rápidamente el niño sin la mínima intención de escuchar.
—Oh, ¿de verdad quieres avanzar y olvidarlo?, porque no me lo parece, te has escapado de mi todo el día. —Se quejo Draco de inmediato, si tan solo Blaise no hubiera corrido durante todo el día esto lo habrían solucionado desde el desayuno.
—Aja. Tengo mi propias formas de lidiar con esto Draco. —Respondió el volviendo a cerrar los ojos.
Draco tenía que darle ese punto a Blaise, simplemente dejo escapar un suspiro cansado. Los adolescentes eran increíblemente dramáticos, él lo había sido, no sabía si los impulsos lo obligarían a actuar de esa manera en algún momento, pero realmente sentía que la forma de procesar estos problemas a una edad adulta era completamente diferente.
Draco avanzo en la habitación hasta quedar al costado de la cama del moreno, la misma que daba a la ventana de la habitación.
—Es decir, tú acabas de llegar y automáticamente eres parte del equipo. —Eso detuvo a Draco en sus siguientes palabras.
—Blaise, no es como piensas. —Se excuso Draco.
—Entonces explícame, porque en este momento de verdad quiero maldecirte. —Si fuera por su tono de vos o por su forma de hablar y de actuar en presencia de Draco, eso nunca se le hubiera pasado por la mente.
Blaise no era alguien especialmente agresivo, de hecho, difícilmente lo vio en una pelea, pero eso no significara que no fuera capaz de pelearse si así lo veía necesario.
Aunque la mayoría de los Slytherins estaban más allá de los encuentros a golpes.
—Eso es lo que intentado hacer todo el día. —Dijo Draco mientras entrecerraba los ojos y se obligaba a guardar la calma, tenia que guardar la compostura. —Es decir, bueno ayer hable con Flint y el me conto que la única razón por la que me metió en el equipo se debía a que mi padre compro mi ingreso, le regalo a todo el equipo escobas Nimbus 2001.
De inmediato Blaise se sentó en la cama y observo directamente a Draco con los ojos abiertos. —¿Entonces eso es?, ¿eso es lo que querías explicarme? —Si era el caso, Blaise se veía incluso más enojado.
Draco negó. —No, eso no es todo, yo no quiero hacer parte del equipo y le sugerí a Flint quedarse con las escobas pero que yo no participaría, él se negó porque significaría quedarse sin una arma importante para vencer a Griffindor y quedarse con la copa, además de que mi padre asistirá al primer partido, no puedo decidir salirme, así como así.
Blaise lo observo por unos segundo y luego comento. —¿Entonces que?, aun así, te quedaras con el lugar porque tu padre así lo quiso.
—En realidad no, hice un trato con Flint para solo participar en este primer partido después de eso ellos podrán colocar a cualquiera en el puesto. Sera solo por un partido y es para engañar a mi padre, en realidad no estaré en el mucho más allá del partido contra Griffindor. —Explico Draco intentando aplacar el enojo de Blaise.
—Entonces, eso significa que…
—Significa que no seré el buscador de Slytherin por mucho mas tiempo, no te preocupes.
En ese instante a Draco se le hizo muy difícil descubrir que estaría pensando Blaise o como se tomaría la noticia, ¿seguiría enojado con el incluso con esta explicación? Draco se tomo la libertad de sentarse en la cama de su amigo.
—Bueno, me contaron que lo hiciste muy bien en las pruebas, tal vez seas tu a quien elijan después de retirarme. —Comento esperando que eso aflojara las palabras en la boca de Blaise y de cierta forma funciono.
—No fue la gran cosa. —Dijo el otro chico, aunque sin poder evitar que una sonrisa se extendiera por sus labios.
Draco sonrió con sinceridad hacia su amigo—Lamento que mi llegada haya estropeado tu momento.
Blaise no respondió inmediatamente, pero Draco noto como la tensión en su cuerpo se relajaba lentamente y luego su amigo al final simplemente dejo escapar un suspiro. —No, es… la verdad sobre reaccione un poco con esto. Es decir, la idea de obtener el puesto de buscador lo quiero desde el año pasado, comparado contigo es relativamente reciente y creo que en realidad tenias derecho a estar feliz si hubieras querido el puesto, no que tu amigo se enojara contigo.
Draco inmediatamente negó. —Bueno, dudo que hubieras reaccionado así si la forma de obtenerlo hubiera sido la correcta y no porque mi padre me compro el puesto.
Blaise lo pensó. —No. La verdad igual me enojaría, pero lo ocultaría mejor, te lo aseguro. —Su sonrisa se hizo mas natural con cada palabra y eso le confirmo a Draco que en realidad esto si había surtido efecto. —Pero Draco, Gracias.
Draco le sonrió con calidez.
—Entonces… ¿ya son amigos otra vez? —La voz de Greg los saco de ese pequeño momento, recordándoles que no estaban solos en la habitación y que el niño que ahora tenía un caramelo en la mano, también había escuchado absolutamente todo.
Draco asintió con una leve carcajada mientras se giraba hacia Greg. —Si, ya está todo bien.
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Y hubiera sido excelente que las cosas se mantuvieran de esa manera durante un tiempo, fue una verdadera perdida cuando al día siguiente, todo realmente se pusiera muy mal.
Draco recordaba que su primer entrenamiento con los Slytherins había sido planeado cuidadosamente por Flint para interrumpir la práctica de Griffindor, y esta ocasión no fue diferente, solo cuando Draco ya estaba cambiado con su nueva túnica de juego, con la Nimbus en la mano y de camino al campo de juego, al ver las túnicas en rojo y dorado que ya se encontraban en el cielo del campo.
—¡No puedo creerlo! —dijo Wood el capitán de Griffindor desde la distancia. — ¡He reservado el campo para hoy! —Grito desde su escoba antes de descender justo frente a ellos. Debido al enojo aterrizó más bruscamente y al desmontar se tambaleó un poco.
Luego todos los demás integrantes del equipo lo siguieron, incluyendo a Potter.
—Flint —gritó Wood al capitán hacia ellos, o específicamente hacia su contraparte de Slytherin quien iba a la cabeza de su equipo —, es nuestro turno de entrenamiento. ¡Así que pueden largarse!
Al verlos uno al lado del otro, Flint era en esencia más corpulento que Wood y con una expresión de astucia permanente en su rostro. —Hay bastante sitio para todos, Wood. Dijo su capitán.
Draco, desde el fondo vio como el resto de los integrantes de equipo de Griffindor se acercaban ante el nuevo tono demandante de su capital.
—¡Pero yo he reservado el campo! —Replico el chico. — ¡Lo he reservado!
—¡Ah! —dijo Flint—, Pero nosotros traemos una hoja firmada por el profesor Snape. «Yo, el profesor S. Snape, concedo permiso al equipo de Slytherin para entrenar hoy en el campo de quidditch debido a su necesidad de dar entrenamiento al nuevo buscador.»
La sorpresa brillo en el rostro del capitán de Griffindor —¿Tienes un buscador nuevo? —preguntó preocupado—. ¿Quién es?
Y Draco recordaba esta parte menos, intrigante o dramática, sus compañeros de equipo abrieron espacio en medio de ellos hasta que Draco estuvo en el foco de todas las miradas del equipo contrario, incluso la de Potter quien lo veía con bastante asombro.
Flint movió la cabeza indicándole que se acercara así que, por compromiso lo hizo. Mantuvo su frente en alto pero esta vez no se paseo triunfante frente a los de Griffindor, simplemente se presentó ante todos con un corto “Encantado, Draco Malfoy”, se presentó y eso fue todo.
¿No eres tú el hijo de Lucius Malfoy? —preguntó uno de los gemelos, cual, no lo sabía, distinguirlo siempre le fue imposible, lo miro con un poco de curiosidad y al mismo tiempo desconfianza, seguramente recordado la escena de la librería.
Draco ni siquiera tuvo oportunidad de responder ya que fue Flint que la final tomo la palabra. —Es curioso que menciones al padre de Malfoy —dijo Flint, mientras el resto del equipo sonreía cada vez más mientras que a Draco se le bajo todo a los pies, debería de haberle prohibido a Flint decir algo sobre las condenadas escobas, pero ya era tarde para callar al mayor. —Déjame enseñarte el generoso regalo que ha hecho al equipo de Slytherin.
A Draco le dieron una ganas inmensas de salir corriendo del campo mientras esquivaba la mirada inquisidora de Potter al fijarse en lo que los demás del equipo mostraron con tanto orgullo.
Presentaron sus escobas con mangos muy pulidos, completamente nuevos, y placas de oro que decían «Nimbus 2.001» brillaron ante las narices de los de Gryffindor al temprano sol de la mañana
Draco tuvo que hacer un gran esfuerzo para mantenerse erguido y enfrentar las miradas de todo el equipo de Griffindor. Los mismos que veían las escobas con ojos grandes y labios apretados.
—Es el último modelo. Salió el mes pasado. —Se jacto Flint con un ademán de desprecio, quitando una mota de polvo del extremo de la suya. — Creo que deja muy atrás la vieja serie 2000. En cuanto a las viejas Barredoras —Sonrió mirando desdeñosamente a los gemelos, cuyas expresiones se habían vuelo infinitamente más llenas de ira, ambos sujetando sendas Barredora 5 si la memoria de Draco no lo engañaba— Mejor para barrer el piso del desastre de casa en la que viven.
Por un momento, Draco estuvo seguro que de poder hacerlo, habría cortado la tensión casi mortal con unas tijeras.
Pero luego, Flint interrumpió su propio disfrute y victoria sobre los anonadados Griffindor para mirar hacia un lado de donde se escuchaban algunos sonidos suaves. ——Miren —dijo su capitán. —Invaden el campo.
Weasley y Hermione cruzaban el césped para enterarse de que estaba ocurriendo, si habían estado en el campo desde antes, Draco realmente no los sabia, suponía que sí.
—¿Qué ha ocurrido? —preguntó Weasley a Potter una vez estuvo a su lado. —¿Por qué no juegan? ¿Y qué está haciendo Malfoy aquí?
Los ojos de Draco se estrecharon por la molestia. —Estoy aquí porque resulta que ahora hago parte del equipo Weasley. —Respondió con rapidez mientras miraba directamente a la comadreja. —La verdadera pregunta es qué haces tu aquí.
Las mejillas de Weasley se tornaron de rosa y casi al instante Hermione intervino. —Draco, eso no fue agradable.
—Pero si él fue quien empezó. —Le respondió mientras señalaba a ambos idiotas, él ni siquiera había soltado ni un solo comentario contra los Griffindors, habi8a sido Flint.
—No, robaron nuestro día de entrenamiento en el campo y vinieron aquí para restregarnos las escobas que compraron tú puesto Malfoy, esa no es una actitud pasiva. —Resalto Wood con el enojo bullendo en su voz.
Draco podría haber gemido de frustración cuando el tema d las escobas volvió al frente de todo y los ojos tanto de Hermione como de Weasley las observaron directamente, por supuesto Flint no tardo en alardear de ellas nuevamente.
——Son buenas, ¿eh? —dijo Flint con sorna. —Pero quizás el equipo de Gryffindor pueda conseguir oro y comprar también escobas nuevas. Podríais subastar las Barredora 5. Cualquier museo pujaría por ellas.
Y bueno, por supuesto el resto del equipo se rio de la broma mientras Hermione observaba las escobas y luego a él.
—Draco… ¿eso es cierto? —Oh no, ese tono no. Hermione lo miro con cierto desconcierto y al mismo tiempo enojo al descubrirlo, por supuesto que a una Griffindor no le gustaría que alguien obtuviera las cosas sin merecerlas.
Draco se dispuso a caminar hacia ella, tal vez si la alejaba de todo este disparate podría explicarle mejor la situación y que entendiera, pero en cuanto dio el primer paso, la voz de otro de sus compañeros resalto por sobre todos, esta vez con puro enojo en la voz. —¿Se atreve una asquerosa sangre sucia a pedir explicaciones?
Al instante Draco supo que todo se había ido por el caño, Pudo ver en primer fila el como los labios de Hermione se apretaron y sus ojos se cristalizaron, aunque no dejaron caer ni una sola lágrimas, pero eso no fue lo peor Flint tuvo que ponerse rápidamente delante de todos para evitar que los gemelos saltaran en búsqueda de quien había dicho eso y saltaran sobre él.
Una de las integrantes del equipo de Griffindor grito “¡Cómo te atreves!”, y Weasley se metió la mano en la túnica, sacando su varita mágica y amenazó —¡Pagaran por esto! —Sin esperar un solo segundo y apuntando la varita hacia ellos, específicamente Flint quien se encontraba frente al equipo y recito lo que Draco sabia por experiencia previa, que era un maldición para vomitar babosas.
Casi había olvidado el pequeño detalle sobre la varita estropeada de Weasley hasta que sonó un estruendo en todo el estadio, y del extremo roto de la varita surgió un rayo de luz verde que, dándole en el estómago, lo derribó sobre el césped.
—¡Ron! ¡Ron! ¿Estás bien? —chilló Hermione corriendo hacia él, esquivando todo el problema que se había armado en segundos y evitando que Draco la alcanzara.
Weasley abrió la boca para decir algo, pero no salió ninguna palabra. Por el contrario, emitió un tremendo eructo y de la boca le salieron varias babosas que le cayeron en el regazo.
Una vista en verdad desagradable.
El resto de su equipo, ni cortos ni perezosos comenzaron a reírse de manera estridente mientras que el equipo de Griffindor corrió a socorrer a Weasley.
Draco solo escucho que llevarían a Weasley a la cabaña de Hagrid de la voz de Potter, pero para ese punto su mente no registro todo lo demás sino hasta que Flint lo golpeo en el hombro y le dijo que era hora de practicar.
Aun así, la inquietud de Draco no podía ser más grande.
Esto había pasado de manera muy similar en su primer vez aquí, aunque por supuesto, El había sido el primero en saltar para insultar a Hermione y no uno de sus compañeros-
El malestar se instaló en su pecho el resto del día, gracias a las mil preguntas que rondaron su mente y a su culpa interna por lo que paso con Hermione a raíz de eso.
En su primer año se dio cuenta de que una vez intervenía, los resultados podían ser solo dos, o los acontecimientos cambiaban en consecuencia o alguien mas tomaba su papel en el momento y todo ocurría de manera terriblemente similar.
No quería hacerse ideas, pero realmente quería entender.
En ocasiones tenía esa sensación constante de que bien podría hacer algo, que definitivamente sus decisiones tenían peso, pero al otro el universo mismo se encargaba de demostrarle lo contrario.
Al final del entrenamiento, claramente llamo la atención de Flint sobre el asunto, indicando que no quería que todo el mundo supiera sobre su padre y las escobas, no era algo para ´presumir y que seria mejor guardar sus comentarios sobre su amiga.
Flint lo observo con enojo por unos segundo y luego asintió mientras sus labios se torcían y se dio la vuelta.
Si esto llegaría a los oídos de su padre o no, probablemente dependería de su desempeño contra Griffindor, porque a ningún Slytherin le gustaba empatizar demasiado con los hijos de muggles ni con Griffindors, al menos no de los que eran o habían sido partidarios del señor oscuro.
Draco nunca vio a Flint o a su familia en las reuniones en su casa cuando el señor oscuro los convocaba, pero eso no aseguraba que el chico no hubiera participado en la guerra, el había perdido la pista de muchos de los estudiantes mayores una vez dejaron Hogwarts.
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A la hora de la cena, Draco intento interceptar a Hermione en los pasillo, pero lo evadió e incluso lo dejo a merced de Potter y Weasley sin intervenir cuando lo miraron como si fuera la peste.
Ante esto, Draco comenzó a sentir como le empezaba un dolor de cabeza.
Por Salazar, ¿ahora Hermione?