Work Text:
Una reunión con amigos no le haría nada mal.
¿Qué podría pasar?
Definitivamente nada.
Hace meses que no se involucra con nadie…
Con nadie que conociera…
Hasta el día anterior, claro.
Taehyung bajó del taxi pagando la enorme tarifa que el chofer le había indicado por su, definitivamente corto, viaje.
Lo bueno de salir a tomar a la casa de alguien es que siempre hay alcohol y no debes comprar por ti mismo lo que sea que vayas a tomar, de todos modos Seokjin es increíblemente rico así que en caso de que sus amigos se terminen el alcohol, el mayor irá a la cava; que ¿quien tiene una cava en su casa? así es, solo la gente rica; y sacará aquellas botellas añejadas tan ricas que no deberían mezclarse con algo más pero estarán tan ebrios que no les importará y le agregarán algún refresco barato y soju.
Igual no piensa tomar.
La última vez no le salió bien.
¿Quién toma hasta quedar desmayado dos días seguidos? Debería considerar conseguirse nuevos amigos, son unos ebrios los que tiene.
Caminó a paso apresurado por el viento frío, estaban a inicios de septiembre y ya podía sentir sus huesos doliendo en diciembre si es que el clima seguía de esa manera.
Maldito frío.
Si lo pensaba bien, todo era culpa del frío.
En cuanto llegó a la puerta tocó el timbre esperando a que la abrieran y rezando para que lo hicieran rápido sino quedaría como maldito mamut congelado.
Para su suerte, la puerta fue abierta dándole entrada, lo hizo e inmediatamente sintió el alivio de lo que es tener aire acondicionado en casa.
-Joven Taehyung, llega temprano.- Dijo aquel hombre mayor mientras le ayudaba a quitarse el abrigo.
-Hola Sonho, no tenía nada que hacer solo en casa así que decidí llegar antes. ¿No está nadie?
-Solo el joven Seokjin.- respondió mientras colgaba su abrigo en el perchero que se encontraba al lado.
-Iré con él, gracias.- Se alejó del hombre evitando seguir conversando con él. Taehyung no era una persona que mintiera y una mentira tan insignificante como la que había hecho ya le hacía sentir un remordimiento en pequeño corazón.
La razón por la que no quería quedarse solo en casa no era aquella que dijo, no quería hacerlo porque cada rincón del lugar le recordaba la noche anterior y que la persona con la que hizo lo que hizo, tal vez no tardaría en llegar, después de todo, también vivía ahí.
Recorrió los pasillos ya conocidos hasta la cocina donde sabía que estaría su amigo preparando bebidas y bocadillos.
Rápidamente lo localizó y sus mejillas se alzaron al verlo vaciar una botella completa de vodka dentro de una jarra.
-No entiendo por que debemos tomar para celebrar el cumpleaños de alguien, me parece algo totalmente estúpido.- Dijo mientras se sentaba en uno de los bancos de la isla.
Seokjin volteó a verlo asombrado por el hecho de que estuviera ahí, como había dicho Sonho, era temprano.
-De qué hablas, fuiste tú quien dijo, y cito, “Es necesario brindar en exceso para celebrar por alguien que queremos en exceso”.
Mierda, suena a algo que perfectamente podría decir.
Resopló. -Bueno, de seguro estaba ebrio cuando lo dije.
-No lo estabas cariño.- Respondió mientras regresaba a su importante labor y mezclaba con un cucharón lo que sea que hubiera en la enorme jarra. -Estábamos en un café y Hobi hizo que lo repitieras para grabarlo.
Maldito Hoseok, su necesidad de registrar todo, y maldito Seokjin con su memoria de elefante.
Siguió los movimientos de su amigo por la cocina.
-De todos modos, no se por que celebramos dos días, cumplen en el mismo mes, pudimos solo haberlo hecho ayer.
Seokjin resopló. -Nuevamente te cito “nacieron en días diferentes así que deberíamos festejarles en días diferentes”, lo dices en el mismo video. Y antes de que te quejes, sólo podemos este fin de semana, los siguientes estaremos estudiando para los exámenes.
Repite, maldito Seokjin y su memoria de elefante.
Pero tenía razón, no podía arriesgarse a sacar alguna mala calificación, su beca corría riesgo. Respecto al video, realmente no recuerda si dijo todo eso pero no discutiría con Seokjin, por alguna razón le daba el mismo miedo que discutir con su madre.
Dos de sus amigos cumplían en septiembre y el día anterior habían festejado por uno de ellos, ese día tocaba por el otro.
-No tienen que hacerme caso en todo.- Giró los ojos.
Se estiró para tomar una papa de las que el mayor había servido en una bandeja, pero entonces, el maldito instinto del otro le indicó que algo iba mal y se giró para darle un manotazo y evitar que lo hiciera.
-Son para al rato, deja ahí.
-Nadie se dará cuenta si tomo una papa.
-Yo lo haré.
Volvió a girar los ojos.
-Por cierto Tae…
-¿Hmm?- A penas respondió.
-¿Por qué llegaste tan temprano?, pensé que vendrían tu y- Fue interrumpido antes de terminar su cuestionamiento.
-Porque te extrañaba, y no te atrevas a mencionar su nombre. De hecho no vendrá.
Seokjin le dirigió una mirada de mamá interrogando a su hijo. -Nos vimos ayer, busca otra excusa, ¿Por qué no vendría?
Taehyung apartó la mirada. -No se, porque lo atropelló un auto, se cayó de las escaleras, se quedó congelado por el frió, ¿a quién le importa?- Resopló mientras jugaba con el cierre de su bolso de dormir.
Escuchó los pasos de su amigo. Mierda.
-Taehyung…- Le llamó pero este siguió sin verlo. -Veme a los ojos.
Como si el castaño tuviera un poder hizo que su mirada subiera hasta conectar con la suya.
Tenía una ceja levantada y sus manos apoyadas en su cintura mientras sacaba una cadera. Si, definitivamente tenía las mismas vibras que su madre.
-¿Qué hiciste?- Preguntó lentamente.
Volvió a resoplar mientras se señalaba demostrandose ofendido. -No hice nada, no actúes como mamá conmigo.
Jin asintió lentamente mientras arrastraba el banco frente a él y se dejaba caer sobre él. -Bien, juguemos algo, se que te gustan los juegos. El juego del hipotéticamente.- Le sonrió, una sonrisa tan malditamente sarcástica.
Conocía ese juego, el mayor siempre lo usaba cuando quería sacarle información a alguno de sus amigos.
No había remedio, tendría que hacerlo.
-Hipotéticamente…- Inició con voz baja. -eres pobre.
-¿Tan pobre como tú o menos pobre?
Claro que usaría la oportunidad para burlarse de él y presumir de su dinero.
Giró los ojos. -Pobre como yo. Tienes una beca y rentas un departamento con otro chico porque es para lo que te alcanza, tu y ese chico se hacen muy amigos junto de otros cinco…
-Taehyung, sé tu historia de vida, ve al punto.
-Recuerda que todo esto es hipotético. Ayer tomaron demasiado y cuando todos tus amigos se fueron, se quedaron ustedes solos en su departamento, tu dijiste que te morías de frío, ante eso, él te abrazó… Y los dos estaban muy ebrios y en serio hacía frío, lo investigué y probablemente será el día más frío del mes, apenas es septiembre, no quiero imaginarme en…- Se calló un momento al ver la mirada cansada de su amigo, bajó sus ojos a su bolso nuevamente. -Como sea, estaban hasta el culo, se estaban congelando y sus labios estaban muy juntos así que, por alguna extraña razón, se besaron.
Escuchó que algo se caía así que volvió a alzar su mirada atrapando a su amigo con la mano vacía y un vaso rodando por la mesa. Su boca estaba abierta y parecía que sus ojos saltarían en cualquier momento.
-No me jodas, besaste a Jungkook.- Dijo mientras llevaba sus manos a su boca.
-Te dije que no dijeras su nombre.- Respondió mientras levantaba el vaso y jugaba con él. -Y yo no lo besé, los dos nos besamos.- Corrigió rápidamente, seguro estaba rojo en ese momento y ni siquiera había una gota de alcohol en su organismo.
Al menos no de ese día.
-Bueno, no es para tanto, solo se besaron, ¿Verdad?
Detuvo sus movimientos mientras sentía como sus mejillas y orejas se calentaban aún más si eso era posible.
-Mierda, ¿Hubo más?, platícame niño, ¿Qué pasó?.- Justo cuando iba a contestar, el mayor volvió a hablar. -Déjame adivinar, le diste una mamada.
Taehyung negó.
-El te dio una mamada.
Volvió a negar.
-¿Los dos se dieron una mamada?
-¡Jin!- Gritó.
-¡¿Qué?!- Respondió también gritando.
Giró su cabeza de derecha a izquierda asegurándose de que nadie más estuviera en la cocina.
-Cogimos.
Seokjin suspiró mientras relajaba su expresión. -Sabía que te gustaba pero no tanto como para tener sueños húmedos con él.
Bien, tal vez tenía un maldito flechazo con Jeon Jungkook, pero quien no, el chico era guapo.
Demasiado para su propio bien.
-No fue un sueño húmedo. Lo recuerdo todo, y aunque no lo hiciera, desperté en su cama, los dos estábamos desnudos, había condones usados y yo tenía un jodido dolor en el culo, ¿te basta con eso o quieres fotos?
-¿Tienes?
-¡No!, ¿Por qué tendría fotos?
-¡No lo sé, tú lo dijiste!
Taehyung le mostró el dedo medio de sus dos manos.
-¿Qué pasó después?
Giró los ojos recordando. -Me metí a bañar y cuando salí ya se había ido, recogí la casa, comí, me arreglé y él nunca llegó.- Su tono de voz sonó un poco bajo. -Pero era lo mejor, no podría verlo.
Su amigo le dirigió una pequeña sonrisa reconfortante mientras se levantaba y lo abrazaba.
-Todo estará bien cariño.
-No estoy triste Jin, solo…
Si era honesto ni siquiera sabía cómo se sentía.
-Está bien, para tu suerte se quedarán a dormir hoy así que no tienes que estar solo con él hasta mañana. Ahora levanta tu lindo trasero cogido y ayúdame a terminar todo.
-¡Jin!- Gritó ante el comentario descarado de su amigo e hizo todo lo que le indicaba en la cocina.
Todos habían llegado.
Todos menos el susodicho.
Sus amigos hablaban alegremente entre ellos mientras él le lanzaba algunas miradas preocupadas al pasillo que dirigía a la puerta, comenzó a morderse las uñas.
-Creí que no querías que viniera.- Dijo Jin en tono burlón a su lado.
-Es verdad pero ahora me preocupa, la ley de atracción en muy fuerte, que tal si le pasó algo de lo que dije.
-Tae relájate. -Le sacudió el cabello. -Si algo como eso hubiera pasado ya habríamos recibido una llamada del hospital.
-Tienes razón.- Murmuró tratando de convencerse a sí mismo.
Entonces se escuchó como la puerta se abría y el sonido de una risa que él conocía perfectamente cada vez se hacía más fuerte.
-¿Por qué la música está tan baja?- Dijo lentamente Jungkook mientras se abría paso a la sala de estar antes de dejarse caer justo al lado de Taehyung, quien se puso rojo inmediatamente. Sus movimientos eran lentos al igual que sus palabras, probablemente ya estaría ebrio. Vestía todo de negro como siempre, usaba lentes negros que cubrían sus ojos y una paleta colgaba de sus labios.
-Parece que iniciaste sin nosotros.- Dijo Yoongi quitando su cigarro de sus labios.
-Lo siento. Traje esto para que me perdonen. -Lanzó una pequeña bolsa con cierta hierba verde al centro de la mesa.
-Estás perdonado.- Dijo Hoseok mientras inspeccionaba el contenido de la bolsa.
Después de eso empezaron a llenar vasos con la bebida que había preparado Jin y tomaron cervezas del frigobar.
El cuerpo de Taehyung se encontraba totalmente tenso, sentir el calor de Jungkook a su lado, sus muslos tocando a la vez que sus brazos, saber que es el quien esta ahí, saber que fue con el con quien se acostó el día anterior y recordar con todo lujo de detalles todo lo que hicieron, simplemente lo mandaba a otro planeta.
¿Qué se suponía que debía hacer?
No sabía si debía actuar como si nada hubiera pasado, preguntarle sobre por qué se había ido o simplemente besarlo porque, nuevamente, el chico era guapo, y ahora que probó sus labios, y otras cosas, la noche anterior, quiere hacerlo todos los días y cada segundo que pudiera.
Se ruborizó ante sus pensamientos y se estiró para tomar un vaso de la mesa, después se levantó a llenarlo de la bebida misteriosa que probablemente ocasionaría que se embriagara esa noche, tal vez si tomaría, pero solo un poco, cuando iba a sentarse nuevamente, evitando ver a Jungkook, escuchó su voz llamándolo.
-Taehyungie.- Dijo tan suave como siempre pero sin soltar la paleta en su boca. -Pasame una cerveza, por favor.
Se quedó quieto un segundo sin saber muy bien qué hacer, dirigió su mirada a Seokjin en busca de ayuda y él señaló el frigobar con su barbilla.
-Cla-claro- Fue por la bebida y regresó al sillón, se dejó caer antes de dársela.
-Gracias- Pronunció alargando la segunda “a”, después retiró la paleta de su boca para dejarla caer dentro del vaso de Taehyung haciendo que le salpicara en la cara y soltara un quejido y llamara la atención de los demás.
¿Qué mierda?, el no se merecía que el idiota de Jungkook se comportara con el así a pesar de lo que hubiera pasado.
Por primera vez en la noche lo volteó a ver, directamente a sus ojos, los cuales seguían cubiertos por los lentes de sol. Probablemente ni siquiera estuviera ebrio, sino marihuano, lo conoce, si estuviera ebrio no usaría esos lentes ni se comportaría de esa manera.
-Eso fue jodidamente grosero Jungkook.- Dijo con un tono seco de voz.
En respuesta, el pelinegro le dirigió una sonrisa que se notaba totalmente falsa, le sacudió el cabello y se levantó para cambiarse de lugar y sentarse al lado de Namjoon abrazándolo.
Ahora todo el ambiente se sentía tenso.
Si bien a Taehyung no se le da bien la confrontación, al menos sobrio, no era de los que se dejaba hacer, cuando estuvo a punto de decir algo, Namjoon se lo impidió.
-¿Qué tal si iniciamos con un juego? solo para relajarnos.
…
Bueno, el juego, que claramente incluía alcohol, sirvió para su cometido.
La tensión anterior había sido olvidada por todos en ese momento, estaban sentados todos en círculo en el suelo olvidándose por completo de la existencia del sillón, jugaban verdad o shot.
Jimin preparaba la próxima ronda de shots derramando parte del líquido en la mesa ya que ni siquiera él se encontraba bien.
-¿Quién seguía?- Preguntó una vez que terminó de servir los pequeños vasos.
Jungkook alzó la mano indicando a todos que pensaran en que preguntarle. Probablemente ya solo estaba ebrio.
-Tengo una.- Dijo Hoseok con voz animada. -¿Quién fue la última persona a la que besaste?
La pregunta hizo que el alcohol en el sistema de Taehyung bajará un poco.
Todos esperaron la respuesta en silencio, incluso Taehyung, quien tenía sus ojos pegados a las acciones del pelinegro, hasta que todos comenzaron a quejarse al ver como se estiraba para tomar el shot.
El rubio dejó salir todo el aire que estaba reteniendo en sus pulmones y una pequeña sonrisa de salvación se reflejó en su rostro.
Hasta que el tatuado detuvo su mano justo en frente de su boca, luego regresó el vaso a su lugar.
-Lo diré.- Los demás volvieron a emocionarse ante eso, menos Taehyung quien abrió los ojos de sobre manera, Jungkook percibió eso y su rostro se mostró serio mientras lo veía fijamente, Taehyung estaba seguro de que lo estaba viendo detrás de aquellas capas oscuras que cubrían sus ojos. -La última persona a la que besé fue Taehyung.
Silencio nuevamente.
-Y fue ayer.
¿Por qué sus amigos, quienes eran ruidosos, siempre reaccionaban quedándose callados?
Entonces se escuchó la risa escandalosamente falsa de Seokjin.
-Bueno, está bien, es decir, casi todos aquí nos hemos besado. Ellos incluso son novios ¿verdad?- Dijo señalando al final a Yoongi y Jimin quienes estaban tomados de la mano.
Todos comenzaron a reír y a asentir siguiendo el ejemplo del mayor del grupo, menos Jungkook y él.
-De hecho, no solo nos besamos- Comenzó Jungkook nuevamente aún sin apartar su mirada.
-Jungkook.- Advirtió Taehyung con voz severa.
Él sonrió.
Le dio una maldita sonrisa con todo y dientes.
-Cogimos. Cogimos cuando todos se fueron del departamento.- Después se levantó tomando un cigarro de la cajetilla en la mesa y salió al jardín trasero, Yoongi se levantó poco después y fue a donde mismo.
Bien, Taehyung tenía suficiente, suficiente del comportamiento de Jungkook y suficiente de los ojos de sus amigos sobre él.
-Tae…- Escuchó a Hoseok decir.
Se levantó sin devolverle la mirada a ninguno. -Voy al baño.
Camino, no supo cómo, al baño que se encontraba en la planta baja e inmediatamente se deslizó por la pared hasta caer suavemente al suelo, llevó sus manos arrastrandolas desde su cuello hasta su cabello, lo tomó entre sus dedos y lo jaló escondiendo su cabeza entre sus rodillas.
-Maldito seas Jungkook.- Murmuró.
Mismas palabras que había susurrado en el oído del otro cuando le besaba el cuello.
Y es increíble como la literatura integra el lenguaje, como es que la misma frase puede significar cosas totalmente diferentes dependiendo del contexto; porque como es que la noche anterior, cuando estaba “maldiciendo” al chico que tenía sobre él, realmente daba gracias a Dios por haberlos llevado a ese momento y darle esos labios; mientras que en ese momento, intentaba que Lucifer escuchara sus plegarias y maldijera al chico por humillarlo de tal manera y darse el lujo de irse sin haber escuchado la respuesta que tenía para él.
Porque es tan decepcionante que la persona más cercana a tí sea capaz de hacer algo que sabe perfectamente que puede causarte daño, así como es tan satisfactorio que haga algo que sabe que llenará tu alma y le entregarás una parte que jamás habían visto de tí.
Las preguntas invadieron su cabeza.
¿Por qué tuvo que conocer a Jeon Jungkook?
¿Por qué tuvo que compartir casa con Jeon Jungkook?
¿Por qué tuvo que enamorarse de Jeon Jungkook y dejarlo que tocara esa parte en su corazón llena de telarañas?
¿Por qué no pudo simplemente decirle que le gustaba cuando supo que así era?
¿Por qué no pudo alejarse cuando supo que lo de ellos no sería posible?
¿Por qué dijo que sí cuando Jungkook le preguntó si estaba seguro?
¿Por qué no lo despertó y besó por la mañana?
¿Por qué no lo hicieron antes si parecía ser que ambos lo deseaban con todo lo que existe dentro de ellos?
¿Por qué…?
Tocaron la puerta interrumpiendo su sobrepasar.
-No entres.- Pronunció al mismo tiempo que la puerta se abría y Jin entraba mientras Jimin se quedaba en el umbral. -Te dije que no entraras.- Dijo irritado.
-Demasiado tarde, es mi casa y entro a donde yo quiera.- Se sentó en el retrete, no sin antes asegurarse de que la tapa estuviera abajo.
-No quiero escucharlos, váyanse.
-No nos iremos porque te conocemos.- Comenzó a acariciar aquella mata de cabello rubio, después hizo que alzara su rostro y lo viera. -No dejaré que tu pequeña cabeza te carcoma en un momento como este, Jungkook se portó como una mierda y probablemente sea porque está igual de afectado que tu en este momento, Joonie está a punto de llorar porque no quiere que se peleen y Hobi está tan jodidamente confundido que ahora mismo tiene un ataque de risa.
Como si quisieran comprobarlo, se escuchó su risa por toda la casa.
-Yoongi está hablando con Kook así que lo hará recapacitar.- Agregó Jimin poco después con una mirada preocupada.
-Puedes ir a dormir si te haría sentir mejor pero sal, al menos para que Nam deje de sentirse mal por algo que no hizo él, sabes que se pone muy sensible cuando toma.
¿Quería eso?
No.
Realmente quería salir y seguir festejando con sus amigos, no era momento de pensar en el ayer sino en el presente, pronto tendrían sus exámenes y no podrían verse tan seguido, tampoco quedaba tan lejos el término de carrera de Jin, Nam y Yoongi, después de eso también sería difícil encontrarse nuevamente.
Asintió. -Está bien, quiero estar ahí.- Los vio a los dos mientras sonreía. -Junto a ustedes.
-¡Eso es!- Dijo Jimin alegre con su decisión. -Además me molestó lo que hizo Jungkook, no deberías dejarte, deberías salir ahí y demostrarle que no te afecta lo que sea que diga o haga.
Jin rió falsamente otra vez. -No ayudes, Jimin.
-Lo siento.- Murmuró el otro en respuesta.
Taehyung se puso de pie y arregló su cabello frente al espejo.
-Está bien, eso me da una idea.
Salieron del baño llegando a la sala al mismo tiempo que Yoongi regresaba del patio trasero abrazando por los hombros a un Jungkook cabizbajo, lo había regañado.
Todos se quedaron quietos, los lloriqueos de Namjoon y las risas de Hoseok se detuvieron.
Entonces Taehyung tomó coraje y se acercó al pelinegro que aún usaba lentes de sol.
-Hablemos mañana, quiero seguir divirtiéndome hoy y seguramente tú también, así que cualquier cosa que pase entre nosotros, olvidemoslo por ahora y hablamos mañana, ¿Bien?- Extendió su mano frente a él mientras le dirigía una sonrisa tranquilizadora al chico.
Asintió y estrechó su mano.
Eso sirvió un poco, al menos resolvería el problema momentáneamente.
-¿Jugamos otra cosa?- Preguntó Jimin mientras regresaban a sus lugares en el suelo y todos asintieron de acuerdo.
-Juguemos a las escondidas- Sugirió Nam.
-En parejas- Completó Hoseok y todos volvieron a estar de acuerdo.
Se decidió que Namjoon los encontraría por ser el cumpleañero, la pareja que encontrara primero pagarían la próxima vez que salieran a tomar y Taehyung rogaba porque esa persona fuera Seokjin.
Tres de ellos debían dejar sus llaves en una bolsa y las otras tres personas sacarían una de ellas sin ver, las llaves dentro eran las de Hoseok, Jimin y él.
El primero en elegir fue Yoongi, quien casualmente sacó las llaves de su novio, Jimin con una sonrisa orgullosa en su rostro caminó hacia él.
-Esto está comprado.- Alegó Hoseok.
Yoongi rió mientras pasaba su mano por la cintura de su novio. -No sé, pero yo que tú- su mirada se dirigió a Namjoon. -no nos buscaba, podrías salir perdiendo.
Todos rieron escandalosamente ante la insinuación, menos Namjoon quien tenía una mueca en su rostro.
Seokjin fue el siguiente en sacar la llave y a pesar de que Tae quería que él perdiera, en ese momento solo esperaba que la suerte estuviera de su lado y les tocara ser pareja.
Aunque bueno, la suerte nunca está de lado de Taehyung.
El mayor sacó la llave de Hoseok y comenzaron a celebrar hasta que se hicieron conscientes de lo que eso significaba, todas las miradas se dirigieron a donde estaban Jungkook y Taehyung.
-Podemos cambiar las parejas.- Sugirió Seokjin y antes de que alguien pudiera apoyarlo en la decisión Jungkook habló.
-Por mí estamos bien así.- Sacó la llave que quedaba en la bolsa, aquella llave que él tenía igual y de la que colgaba un llavero que tenían a juego ellos dos.
Bueno, si para Jungkook así estaba bien, para Taehyung así estaba súper mega bien.
-Quedémonos así.- Respondió ante los ojos interrogantes de sus amigos.
Con eso, Namjoon se dirigió a la cocina donde pondría un temporizador dándoles tiempo para esconderse, todos sus amigos comenzaron a moverse a diferentes lados de la casa con sus respectivas parejas mientras Jungkook y Taehyung se quedaban ahí estáticos.
Taehyung carraspeó llamando la atención del tatuado. -Vamos, se que odias perder y sabes que no tengo dinero para pagar algo como eso.
Caminaron a la puerta que los dirigía a la cava de vinos en la casa, no tuvieron que decir ni una palabra porque ambos ya sabían donde era que se escondían siempre. Ellos fueron los únicos que no se quejaron por la jugada tramposa de Jimin y Yoongi, eso solo porque ellos la aplicaban cada que jugaban, conocen el llavero del otro ya que son a juego, siempre van al mismo lugar a esconderse y nunca los encuentran.
Cuando llegaron al lugar ni siquiera prendieron las luces, Jungkook usó la linterna de su celular para alumbrar un poco, el lugar era algo grande ya que era la cava con bar y mesas de billar o poker, pero ellos habían descubierto algo ahí oculto.
Hasta donde ellos sabían, ni siquiera Seokjin sabía de este lugar oculto, aunque seguro que sus padres sí.
Taehyung movió algunos barriles vacíos que eran pura decoración y abrió la pequeña puerta que se encontraba detrás, entró a gatas y se sentó con la espalda chocando con la pared, después entró Jungkook, recorrió los barriles nuevamente tapando la entrada y cerró la puerta, podía volver a abrirse solo con un empujón así que no tendrían problemas para salir.
La primera vez que la vieron, Jungkook no quiso entrar porque había visto la película de Coraline, pero tiempo después descubrieron que simplemente era un escondite en el lugar, realmente no les interesaba la razón de que eso existiera, solo lo usaban para esconderse en esas ocasiones.
Dentro era espacioso, fácilmente cabrían unas cinco personas sin problemas y ellos habían metido una linterna en algún momento que no recuerdan, estaba en el mismo lugar donde la habían dejado por lo que sabían que en no habían usado el lugar.
El pelinegro se sentó a su lado y prendió la linterna aluzando al techo, solo para que no estuvieran totalmente a oscuras.
Decir que olvidarían su problema en ese momento era algo, hacerlo… era una cosa completamente diferente.
Taehyung estaba rígido, sentía que Jungkook se había sentado muy pegado a él, cualquier día no tendría problema, todo lo contrario, se acurrucaría en sus piernas mientras el otro le acariciaría el cabello y hablarían de cualquier tema.
El juego duraba media hora como mínimo, daban quince minutos para esconderse bien y mínimo quince para encontrar, al menos que el buscador pidiera más tiempo y los demás estuvieran de acuerdo.
Escuchó un carraspeo a su lado. -¿Y si lo hacemos ahora?
¿Qué?
¿Hacerlo?
Taehyung abrió sus ojos de sobremanera volteando a ver al chico a su lado.
Lo único que lograba Jungkook era confundirlo más. En ese momento se sentía como en una serie de misterio donde el protagonista está a punto de encontrar al asesino pero entonces encuentra a su único sospechoso muerto.
Literalmente la razón por la que se encontraban tan tensos era porque lo habían hecho ¿y ahora quería hacerlo otra vez?
¡Jeon Jungkook quien te entiende!
-¿Ahora?- Preguntó Taehyung cautelosamente.
Jungkook comenzó a asentir hasta que se detuvo; a pesar de la poca luz, Taehyung vió como su amigo se ponía completamente rojo.
-¡Ey!- Gritó mientras le golpeaba el hombro. -¡No hablaba de hacer eso, sino de resolver nuestro asunto pendiente!
Maldito sea Kim Taehyung y su mente calenturienta.
Fue su turno de ponerse completamente rojo.
El pelinegro soltó un resoplido. -Tenemos bastante tiempo, sabes que no nos atrapará, pensé que podríamos… hablar.
-Hmm, está bien.- Respondió pero regresó su mirada a la pared de enfrente negándose a ver a Jungkook a los ojos.
En realidad no quería hablar del tema en ese momento pero negarse solo haría que todo fuera más incómodo.
-Escucha,- Inició el tatuado. -está de más decir que los dos estábamos demasiado ebrios, pero…
Se calló un momento llamando la atención del rubio y haciendo que girara su cabeza para verlo.
Fue la primera vez en toda la noche en que veía los ojos brillantes de Jungkook, se había quitado los lentes y lo veía fijamente, también era la primera vez que veía como su mirada dudaba tanto, pasándose por todo su rostro, casi analizandolo, atento a la reacción que pudiera tener.
-¿Pero…?- Preguntó Taehyung intrigado.
Jungkook regresó su mirada a la pared de enfrente evitando los ojos del rubio. -No quiero incomodarte más…
-No lo harás, dilo.- Era un tanto falso aquello, era posible que se incomodara pero ya estaban teniendo la plática y sería mejor que saliera todo si es que querían solucionarlo.
-Bueno, es que creo que no se dió de la manera correcta pero… Pero quiero que sepas que lo haría de nuevo…- Regresó su mirada a la del rubio.
¿Qué…?
¿Qué intentaba hacer Jungkook? Ya lo había dañado bastante cuando se fue del departamento y cómo lo trató. No le permitiría jugar con sus sentimientos de esa manera.
Taehyung se levantó apretando los puños.
-Vete a la mierda.- Murmuró.
Sin embargo, por el lugar cerrado, Jungkook escuchó.
-¿Cómo?
Taehyung dió la vuelta encarandolo, el pelinegro también se había levantado. -Que te vayas a la mierda Jungkook.- El tatuado confundido intentó tomarlo de las manos pero él lo evitó dando un paso atrás y tirando la linterna. -No me toques imbécil. No puedes acostarte conmigo, irte a la mañana siguiente, tratarme como la mierda en cuanto nos volvemos a ver y después decirme que lo volverías a hacer…- Se quedó callado un momento. -¿Qué soy para ti como para que creas que puedes jugar conmigo de esa manera?
Jungkook boqueó unas cuantas veces antes de bajar la cabeza mordiéndose el labio.
-A la mierda el juego.- Pronunció Taehyung antes de darse la cuenta y agacharse para abrir la compuerta.
Justo cuando estaba a punto de empujar la puerta escuchó algo detrás de él que lo dejó helado.
-Me gustas… Taehyung, en verdad me gustas. Creo que me malinterpretaste, lo que quería decir era que no me arrepiento y lo volvería hacer… estando cien por ciento sobrio.
El rubio alejó sus manos de la puerta y se levantó viéndolo a la cara.
Buscó algún indicio que le dijera que todo era mentira, que lo que le había dicho era para que cayera rendido en sus fuertes brazos. Pero no lo logró, su rostro solo mostraba valentía y lo que Taehyung deducía que era amor, amor hacía él.
Se acercó quedando a escasos centímetros de la cara del otro.
Ninguno se movió por unos segundos.
-No tienes que responderme, solo quería que supieras la verdad.
Analizó nuevamente el rostro del pelinegro, esta vez sus ojos bajando a su cuello para ver su nuez de Adan bajar y subir por haber tragado saliva, imitó su acción. Su mirada subió a su labios quedándose por un momento en el lunar bajo estos, Jungkook lamió sus labios, Taehyung volvió a imitarlo. Finalmente lo vio a sus ojos, vio esas estrellas que siempre había querido analizar más de cerca y pudo jurar, que por un momento, sus propios ojos brillaron de la misma manera.
Subió una de sus manos a la cara de Jungkook, sostuvo su mejilla antes de lentamente acercarlo a su propio rostro, sus labios estando a un centímetro de hacer contacto, los ojos de Jungkook cerrados esperando que él diera el paso que faltaba.
Así que lo hizo, junto sus labios comenzando con un suave y lento baile, nada comparado al desorden que habían hecho la noche anterior, en la que había hilos enredados que los hacían tambalearse continuamente, no, en esta ocasión estaban coordinados, no había choques accidentales sino roces provocados, ambos entendiendo el ritmo del otro y respetando la velocidad de sus pasos sin pisotearse.
Las manos de Jungkook viajaron a su cintura acercandolos más, sus propios brazos lo envolvieron por el cuello mientras acariciaba su cabello.
El pelinegro comenzó a caminar hasta que la espalda de Taehyung chocó con la pared.
-Tu también.- Jadeó entre besos.
-¿Qué?- Jungkook se alejó, sus labios erán más rosas de lo normal, su respiración irregular; acariciaba su cintura a la espera de una respuesta.
Taehyung tragó saliva. -Tu también me gustas.
Percibió como los ojos de Jungkook destellaban y una sonrisa se escapaba por la comisura de sus labios.
Volvió a besarlo, esta vez con un ritmo más rápido pero sin descoordinar sus movimientos.
Hasta que Taehyung se dió cuenta. Lo alejó. -Espera, si te gusto, ¿por qué te fuiste?- Preguntó con miedo.
-Cuando te levantaste me desperté, escuché que entraste al baño…comenzaste a maldecir y pensé que tu no lo habías querido, así que me fui. Pero entonces llegué aquí y después de hablar con Yoongi, o más bien, después de que Yoongi me regañara, quise arriesgarme. Lo siento, enserio lo siento mucho, pero en ese momento solo pude pensar que tu no sentías lo mismo que yo y entré en pánico.
La había cagado.
Taehyung no se había sentido mal por haberse acostado con Jungkook, era el hecho de haberlo hecho ebrio.
-Lo siento Kook…
El pelinegro negó con una sonrisa. -Ya todo está aclarado, está bien, tranquilo. Y perdón por haberte tratado como una mierda, no sabía como reaccionar.
-Me lo merecía.
Sus miradas se quedaron fijas una en la otra, comenzaron a reír por la estupidez de ambos, estaban a punto de volver a conectar sus labios cuando el teléfono de Jungkook comenzó a sonar.
Fue por él contestando la llamada.
-¿Bueno?... Está bien, ya vamos.- Colgó y regresó con Taehyung. -Terminó el juego, atraparon a Jimin y Yoongi.
Salieron de su escondite y, tomados de la mano, entraron a la cocina.
Las miradas de sus amigos estaban pegadas a sus manos, eso hizo sonrojar a Taehyung, pudo ver como Seokjin suspiraba aliviado.
-Así que arreglaron sus asuntos como veo.- Dijo Yoongi con una sonrisa divertida en su rostro.
Ambos asintieron sonriendo.
-Perfecto, ahora no solo debo tener miedo de encontrar a Yoongi y Jimin cogiendo, a ustedes dos también.- Comentó Namjoon molesto.
Todos rieron.
Ahora todo estaba bien.
La reunión con sus amigos terminó bien.
Pasaron muchas cosas.
Muchas.
Hace meses que no se involucraba con nadie…
Con nadie que le gustara…
Hasta el día anterior, claro.