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Bodas de rosas sangrientas.

Chapter 2: Amor después de la muerte.

Summary:

Suo y Sakura escapan de la mansión de Kiryū, sin embargo el bosque encantado intenta impedir que lleguen a la torre del reloj.

Notes:

¡Buenas! ¡Aquí está el segundo y último capítulo de esta historia! ¡Espero lo disfruten!

Este proyecto disfruté muchísimo hacerlo, tuve una lluvia de ideas e intenté absolutamente todo lo que llegó a mi mente, plasmarlo aquí y creo que el resultado fue maravilloso.

Sin más que decir...¡Feliz Halloween a todos!

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

 

La densa niebla cubría el bosque obstaculizando el paso y la visión. La gélida noche parecía más siniestra de lo que cualquier criatura inicialmente pudiese haber imaginado. Se escuchaba a lo lejos el ulular aterrador de los búhos y entre los arbustos se escondían criaturas misteriosas al acecho de algún caminante nocturno. Dos personas...o bueno, una persona y una muñeca viviente; corrían rápidamente entre los árboles escapando de la gran mansión que dejaban atrás olvidada...

Los sirvientes del joven Kiryū notaron de inmediato que la hermosa y más preciada posesión de su amo era robada por un muchacho extraño de cabellos de luz y sombra. Rápidamente sonaron las campanas y todos los guardias corrieron detrás del ladrón; con lanzas y espadas en sus manos.

Sakura asustado corría sin detenerse intentando huir de sus perseguidores, sabía perfectamente que si los atrapaban; a él lo matarían y a Suo lo convertirían nuevamente en un solitario prisionero.

Kiryū notó el alboroto y corrió hasta el salón dónde supuestamente debía estar su muñeca pero cuando llegó...no la encontró en ningún rincón de aquel lugar.

Se percató entonces de aquella rosa que le había regalado encima de la pequeña mesita que estaba cerca del armario. Tomó la flor en sus manos y mirándola fijamente pareció adornar su rostro una expresión de tristeza.

Caminó por todo el salón encontrando en el suelo lentejuelas del traje de Suo; también vio los tacones tirados en una esquina y pedazos del vestido que con tanto amor le había regalado...

Kiryū suspiró amargamente y tragó en seco la hiel que deja el desamor, ese sabor tan acibarado que es capaz de quemar el estómago como si fuese ácido...

Quería escuchar de la boca de Suo, palabras sinceras, una explicación a todo lo que estaba ocurrido y lo que ocurrió a sus espaldas...

Por eso no detuvo a sus guardias sino todo lo contrario; les ordenó que trajeran a Suo y al ladrón ante él pero que a ninguno de los dos les hicieran daño.

Él amaba tanto a Suo que jamás sería capaz de lastimarlo...aunque inevitablemente lo había hecho, aunque fuese inconscientemente.

Acercándose a su piano, Kiryū comenzó a tocar una dulce melodía, con la única intención de que Suo regresara a su lado...

____________

Sakura brincaba todas las raíces sobresalientes de los árboles con eficacia; sujetando de la mano fuertemente a Suo. Por mucho que avanzaran, los guardias no dejaban de aproximarse cada vez más. Parecía que conocían a la perfección el camino y que la niebla no significaba un obstáculo para ellos. 

Suo sabía que seguir corriendo era en vano. Debían despistarlos o al final la fatiga terminaría condenando a Sakura.

Completamente decidido el pelirrojo se detuvo en seco, Sakura enojado lo miró fijamente pero antes de que pudiera reclamarle algo; Suo adoptó una postura de pelea, similar a una grulla y esperó imperturbable la cercanía de sus perseguidores.

—¡Suo! ¿Qué haces? ¡Son demasiados! ¡Podrías romperte! —Gritó Sakura pero Suo sonriendo dulcemente, dirigió su atención al frente.

—Sakura-kun, desde que llegué a la mansión de Kiryū-kun he sido tratado con gentileza como si fuese tan frágil que un soplido del viento incluso podría romperme. Jajaja, en realidad soy muy fuerte pero...no me gusta presumir~ —Contestó altanero.

Sakura iba a añadir algo más pero cualquier palabra que en ese momento saliera de su garganta habría sido inútil así que optó por el silencio.

 Bueno, en realidad lo que sucedió fue que Suo lo silenció mostrando sus excepcionales habilidades de combate.

Uno de los guardias intentó agarrarlo por el brazo pero Suo de un rápido movimiento lo dejó tendido en el suelo. Sakura no alcanzó a ver lo que había sucedido; en el mismo instante en el que pestañeó, Suo se había librado no de uno, sino de dos enemigos.

¿Qué habilidades tan impresionantes eran aquellas? Sakura jamás en su vida había visto a alguien pelear así. Parecía más bien como si danzara con sus enemigos, una danza frenesí.

Suo se movía tan ligero como una pluma al viento o como pétalos de rosas, bellos pero cortantes...

Suo estaba dando clases de humildad a sus oponentes con una sonrisa en sus labios. 

Se estaba burlando de ellos mientras los dejaba humillados en el húmedo suelo. 

—"¡Tú! ¿Cómo es posible?" —Preguntó uno de los guardias con la espada temblando en su mano. 

—Oh, querido...¿Los humanos son tan débiles o ustedes son la excepción? Parecen más bien monos bailando en la palma de mi mano. Ah...ya sé, les falta "un poco de imaginación" ¿Tal vez? Uhhh quizás son muy inmaduros aún, permítanme ayudarlos a subir los peldaños en la escalera de la adultez. —Sarcástico hablaba mientras a todo aquel que se le acercaba lo dejaba de rodillas en el piso. 

Sakura se quedó boquiabierto ante la inesperada escena que estaba visualizando. Sintió el verdadero terror recorrer como un escalofrío su espalda y se prometió a sí mismo tener "cuidado" de Suo. 

Al parecer no solo sabía ser lindo y educado, a veces podía ser cruel sin perder la elegancia y despeinarse.

—Wow...oye Suo, si salimos de esto...pelea conmigo. —Sakura era el típico chico que le gustaba pelear con cualquiera para demostrar su fuerza.

—¿Contigo? Uhh ¡Definitivamente no Sakura-kun! ¡Eso sería muy molesto jaja! —El pelirrojo se negó sin pensarlo demasiado y Sakura ya estaba hirviendo de la rabia. 

¡Había destrozado por completo, sin consideración alguna, su actitud de "chico cool"! 

"Creo que esto es suficiente por ahora...aún nos persiguen más guardias pero tardarán un poco en llegar hasta nosotros y espero todos estos que ya derroté; al menos sirvan para algo y hagan que se tropiecen y caigan unos cuántos." 

Pensó el de borlas y de inmediato Sakura lo volvió a tomar de la mano y empezó a correr otra vez. El bicolor iba al frente para ser él quién sufriera de cualquier choque o caída y así evitar que Suo se rompiera. 

No olvidemos que Suo era una muñeca de porcelana.

—¡No te has vuelto a trabar! ¿Ya eres más humano? —Preguntó Sakura sin quitar la vista del camino.

—Ahora que lo pienso...tienes razón. —Suo contestó casi en un susurro y sonrió con dulzura mientras avanzaba entre los árboles.

No era un sueño lo que estaba viviendo, muchas veces Sakura se pellizcó con la intención de despertar pero no tuvo resultado alguno. Estaba atrapado en: El mundo de las cosas extrañas específicamente en Halloween, la tenebrosa noche del 31 de octubre de 1800. 

Quería regresar a su mundo pero con Suo a su lado, aunque no sabía si algo como eso era posible. Aún así no perdía la esperanza. Sakura tenía una convicción inquebrantable.

Él era fuerte y él creía que podía ser por una maldita vez en la vida "feliz."

______________

Después de correr un largo tiempo, Sakura se detuvo y miró a Suo asustado.

—Suo...¿No pasamos ya por aquí antes? —Preguntó tragando en seco.

Y sí, si habían pasado antes por ese mismo lugar en el que se encontraban ahora. Suo miró al suelo y ahí estaban los guardias que había derrotado unos minutos atrás.

¿Habían corrido en círculos acaso o el bosque maldito les estaba jugando una broma de mal gusto?

Sea como sea, habían regresado al mismo sitio...

—Sakura-kun, marquemos los árboles para no perdernos. —Sugirió inteligentemente el pelirrojo.

No se escuchaba a los guardias acercarse pero tampoco podían descartar el hecho de que eran perseguidos; quizás ellos también estaban perdidos en el bosque...

Sakura agarró la rama de un árbol y la partió en dos. La punta filosa la usó para marcar todos los árboles. Suo mientras tanto rasgaba un poco más su traje para andar más cómodo. Curiosamente a él no le gustaba la ropa corta pero era una necesidad, no quería retrasar a Sakura y que por su culpa terminaran siendo capturados.

Cuando el de ojos heterocromáticos se volteó para agarrar nuevamente la mano de Suo y correr sabrá Dios a dónde; se quedó estupefacto al verlo tan "descubierto" y estallando en llamas sus mejillas, se quitó la chaqueta que traía y se la colocó encima a Suo.

—Sakura-kun...

—¡No preguntes y solo corre! —Trató de disimular en vano su sonrojo y ante aquella tierna reacción, Suo solo pudo reír por lo bajo.

Afortunadamente el marcado de los árboles si había dado resultado puesto que no volvieron a desandar en círculos. Sin embargo ante ellos ahora había un inmenso laberinto cubierto de un rosal.

Debían atravesarlo para escapar del bosque y no les quedaba mucho tiempo...

—Súbete a mi espalda y no te quejes, recuerda que tú eres de porcelana y te puedes romper fácilmente. —Sakura se agachó y Suo se subió a su espalda colocando sus manos alrededor de su cuello para sujetarse con fuerza.

—No creo tener un cuerpo tan débil pero... tampoco quiero arriesgarme, es de sabios tomar precauciones. —Añadió.

Sakura con un chasquido de su lengua empezó a escalar el laberinto. Millones de espinas se clavaban en su cuerpo pero él no se quejó en ningún momento de dolor. Seguía subiendo obstinadamente, solo quería regresar a su mundo con Suo como un humano de carne y hueso y haría todo lo necesario para conseguirlo.

Una de las espinas parecía estar hechizada y moviéndose por su cuenta, creció como el aguijón de una avispa y se clavó en una de las piernas de Suo.

El bosque seguía haciendo de las suyas para arruinarle a ambos la existencia...

Como Suo era una muñeca en ningún momento sintió dolor, ni siquiera sé percató de que aquella espina quebró una de sus piernas...

Había muchas cosas que el pelirrojo aún debía aprender si quería ser humano y una de esas cosas era "sentir dolor."

—Ya llegamos casi a la cima...—Sakura sudaba y cada vez que colocaba las palmas de sus manos sobre las enredaderas para escalar; más de las espinas que podía contar se clavababan en su piel.

Era una idea inteligente la de subir el laberinto, si hubiesen optado por bordearlo o atravesarlo; muy probablemente los guardias o los terrores que se ocultan en el bosque los habrían encontrado con facilidad.

Cuando Sakura llegó a lo más alto, cambió de posición a Suo para poder de un brinco bajar.

El bicolor no le tenía miedo a las alturas, él era un gato salvaje así que cargando en brazos a Suo saltó y cayó...¡Parado!

—¡Wow! ¡Sakura-kun estoy impresionado! ¿En realidad eres un humano? Pareces un gato...—Suo con su dedo índice pinchó el cachete de Sakura y este último de la impresión y la vergüenza casi lo deja caer al suelo.

—¡Idiota! ¡No hagas eso! —Gritó y lo bajó lentamente.

Mientras el bicolor miraba en todas las direcciones para decidir hacia donde se encaminarían a continuación; Suo se percató de que su pierna estaba quebrada...

De golpe se puso nervioso y empezó a trabarse. Sus articulaciones superiores se movían solas y su ojo daba vueltas sin detenerse.

Eso hasta el momento, en ninguna ocasión le había sucedido así que no sabía cómo reaccionar. 

Sakura se quedó de piedra, estaba asustado pero lo que más le preocupaba en ese momento era la condición del pelirrojo... 

Suo no quería romperse, no quería volverse polvo. No ahora que había conocido a Sakura, no ahora que se había enamorado de él pero...¿Qué podía hacer? Nada, solamente dar un "espantoso espectáculo" de su terrible realidad...

Su cabeza giró 359° y cuando pensó que perdería la poca humanidad que había logrado cultivar en su interior...Sakura lo abrazó disipando todos sus pensamientos negativos.

— Ya...ya...calma, ¿qué ocurre? —Preguntó Sakura angustiado.

—No sé cómo sucedió pero....tengo una de mis piernas quebradas Sakura-kun...—Se separó un poco y le mostró la pierna.

La espina ya no estaba allí pero las grietas sí y se veían horribles en su delicada pierna de porcelana. Sakura estaba consciente del peligro que representaba eso pero intentó no perder la calma o sería peor para Suo. 

Se agachó y rasgando un pedazo más del vestido ató la pierna del contrario para evitar que se siguiera quebrando más.

—A este paso te quedas desnudo jaja...no te preocupes Suo, si logramos salir de este jodido bosque y regresamos a mi mundo; tú pierna estará en perfecto estado. Además con este soporte estoy seguro de que no se romperá más. —No tenía seguridad de nada de lo que estaba diciendo pero si tenía la esperanza de que todo saliera bien y lograran huir de ese maldito lugar.

—Ujum...¿Podemos descansar un poco? Me gustaría ahora que aún puedo...pasar más tiempo contigo...ya sabes...

¿Por qué sonaban esas palabras como si Suo supiera que tarde o temprano no podría seguir al lado de Sakura?

El bicolor asintió con el semblante triste y se dejó caer al suelo. Suo se acercó lentamente y empezó a quitarle una por una las espinas que se habían clavado en las manos del contrario. Sakura se quejó un poco de dolor pero no apartó sus manos en ningún momento. El dolor de su piel herida no podría nunca compararse con el verdadero dolor que sentía en su corazón de tan solo imaginar a Suo rompiéndose por completo...

Uno no necesita a veces conocer a alguien por demasiado tiempo para enamorarse; el amor es relativo y cada persona lo siente diferente. Sakura se enamoró de Suo a primera vista, a primera risa; aunque no lo sabía, él ignoraba muchas cosas a su alrededor...

Sakura vio en Suo a alguien totalmente diferente a él y a la vez demasiado similar...

Mientras el de borlas amarillas se encargaba de sus manos lastimadas, Sakura le contó un poco de su historia, de su origen...

Le relató cada aspecto de su vida, aquellos felices como el hecho de haber conocido a los chicos de Boofurin y a todas las personas de Makochi pero también le contó los momentos tristes; cuando lo llamaban "aberración" por sus ojos heterocromáticos, por su cabello bicolor, por no tener padres, por ser violento o simplemente por existir...

A Sakura le gustaba Suo porque a pesar de ser supuestamente una muñeca sin emociones; era más humano que muchas de las personas que había tenido la desgracia de conocer.

 A Sakura le gustaba Suo no solo por ser bello, le gustaba porque se esforzaba por comprender sentimientos que no poseía hasta el punto de ser capaz de sentirlos...

Y más que nada, amaba sus defectos, su ojo inexistente, su corazón inexistente y la calidez inexistente de su cuerpo...

Sakura amaba todo lo abstracto de Suo... porque: Lo esencial es invisible a los ojos.

—Ya veo, ¿sabes? Para mí Sakura-kun es hermoso, un chico muy lindo —Dijo Suo cuando Sakura terminó de contar su historia.

Ahora Suo lo amaba mucho más...porque no era el típico chico que solamente se fija en las apariencias.

—¡Cállate! Y...¡Oye, no tengas miedo, todo estará bien! ¡Te lo dice Sakura Haruka! ¡Cree en mis palabras! —Gritó sonriendo.

El de borlas se quedó pensando unos minutos en silencio y alegremente le devolvió la sonrisa.

—¡Ujum! Sakura-kun, mi nombre me lo puso Kiryū-kun, dijo que mi cabello y mi ojo le recordaban al color "Suo" pero, ¿por qué tú tienes dos nombres al igual que Kiryū-kun? —Preguntó ladeando la cabeza.

—Porque los humanos tenemos un apellido y un nombre...en mi caso, "Haruka" me lo pusieron en el orfanato ya que de mi familia no tengo recuerdo alguno...—Sakura agarró por el brazo a Suo y lo acercó a su pecho.

—Se lo que es un orfanato, leí sobre eso en alguna parte. Yo tampoco tengo famila, pero tengo un nombre, soy Suo o eso dicen los demás... ¿Sakura-kun que significa tú nombre?

"Ahora que lo pienso, él se llama Suo pero...¿Solo eso? Bueno, cuando regresemos a mi mundo le daré un nombre."

—Sakura significa cerezo y Haruka distante...aquí siempre es de noche así que, ¿jamás has visto los cerezos cierto? —Habló Sakura mientras dirigía su mirada al cielo. 

Tenía razón en sus palabras, en: El mundo de las cosas extrañas siempre era de noche y el cambio de estaciones no ocurría así que Suo jamás había visto los cerezos.

A penas había despertado hace unos pocos días y desde entonces permaneció hasta ese momento, encerrado en aquel gran salón solitario...

Suo abrazó a Sakura y negó con la cabeza.

—Te llevaré a ver los cerezos en primavera, para que siempre te acuerdes de mí—Decidido comentó Sakura antes de que el rubor se apoderara de sus mejillas al darse cuenta lo cursi que sonaron sus palabras.

__________

El paisaje cambió de repente, ahora ambos se encontraban abrazados en el epicentro de un viejo cementerio. En definitiva, el bosque estaba embrujado y quería ofrecerles las vistas más aterradoras en: La noche de brujas.

 A lo lejos se podía apreciar un valle sin fin, no tenía límite aparente y a ambos tan solo les quedaba una opción: Caminar hacía él abismo...

Sakura levantó el rostro de Suo por el mentón y besó sus labios, restándole importancia a todo lo que sucedía a su alrededor. Podía caerse el mundo en ese instante y él seguiría feliz.

Suo esta vez sintió como en un beso se le escapaba el aliento. Su corazón, el que no creía tener dentro de su pecho, comenzó a latir con fuerza.

Las muñecas también tienen corazón..

Fue un momento mágico y lleno de luz entre aquella tenue oscuridad. Sakura estaba sonrojado pero aún así, la vergüenza no consiguió que se apartara del contrario y por mucho que el bosque se esforzara en arruinar la escena, jamás lo logró...

Ellos estaban tranquilos pero sus corazones latían al mismo ritmo acelerado.

Un verdadero desastre de amor.

—Sakura-kun...creo que te...—Antes de que pudiera terminar de hablar, Sakura le puso el dedo índice en los labios para silenciar sus palabras.

—Esto me corresponde a mí...te amo Suo —Y antes de que colapsara por completo por culpa de sus bochornosas acciones; Sakura le confesó de una manera simple, muy al estilo suyo, sus sentimientos a Suo.

El de borlas sonrió al escucharlo y acarició su cabello blanco y negro con cariño. Sakura se sorprendió ante aquel gesto, sus manos se sentían cálidas. El reloj que colgaba de la gran torre aún no marcaba las [12:00 AM] pero Suo ya se estaba convirtiendo lentamente en un humano. Aunque su cuerpo seguía siendo de porcelana, sus sentidos se habían agudizado lo suficiente como para notarse el cambio. 

"Entonces...hay esperanza, si salimos de aquí serás humano." 

Pensó el bicolor mientras embobado miraba el ojo de Suo...

____________

El paisaje volvió a cambiar antes de que tomaran la decisión de caminar otra vez. Ahora estaban sentados encima de un bote que flotaba por las siniestras aguas de un lago. Rodeado de rosas acuáticas y bajo la luz de una Luna de sangre, ambos navegan a la deriva...

Sakura no quería mirar el fondo, tenía miedo que el famoso: Mounstro del lago Ness que había escuchado en un viejo programa de televisión; emergiera de la superficie de repente y los atacara.

Suo en cambio mantenía la calma ante la desconcertante situación y observaba un poco emocionado las rosas que adornaban el tétrico lugar.

—No sé que pasará de ahora en adelante con nosotros dos...este lugar intenta por todos los medios que nunca escapemos, así que...—Dijo Sakura con seriedad y convicción en sus palabras. Agarró entonces una de las rosas que crecían cerca del bote y se la colocó a Suo en el cabello.

Era una rosa tan roja como la sangre...

—¿Una rosa para mí? ¿Es acaso una propuesta de matrimonio Sakura-kun? Jeje, ya estoy casado con Kiryū-kun —Bromeó Suo.

—¡Cállate y acéptala solamente! ¡Además nunca estuviste casado realmente con ese tonto! ¡Tú no aceptaste! —Gritó el bicolor y casi se caen del bote. —¡Ahhh casi nos caemos!

—¡Jajaja! ¡Ciertamente no estuve de acuerdo en ese matrimonio pero...si hablamos de Sakura-kun, aceptaría sin ningún problema! —Suo no medía sus palabras y Sakura casi sufre un infarto al corazón por su culpa.

—¡Considera esto como quieras ju! —El bicolor apartó la vista un poco enojado intentando disimular que sus mejillas se habían puesto tan o más rojas que la Luna.

Suo solamente asintió con una pequeña risita.

La segunda boda de rosas sangrientas ocurrió bajo la luz rojiza de la Luna; en un lago cubierto por hermosas y peligrosas rosas y con un par de corazones genuinamente enamorados latiendo como uno solo.

_____________

Después de pensarlo demasiado Suo sugirió que debían lanzarse al agua ¿Por qué pensó algo como eso? Simple...

Nada es lo que parece jamás y el agua tan solo era un reflejo de ellos mismos. La profundidad era un engaño de las criaturas del bosque y el rugido que se escuchaba de un supuesto mounstro aterrador en lo profundo también. El pelirrojo había lanzado una roca que encontró cerca del bote al agua y escuchó como tocaba fondo así que dedujo rápidamente que todo aquello que veían no era otra cosa sino una ilusión...

Tomados de la mano los dos se lanzaron al agua sin miedo, bueno, Sakura si tenía miedo.

Llegaron aparentemente a un lugar calmado y sin ningún peligro alrededor. Claro, a excepción de los guardias que desgraciadamente después de dar vueltas en el bosque; por fin lograron encontrarlos.

—"¡Allí están! ¡Atrápenlos!" —Bufó uno de los guardias. Eran alrededor de cinco los que habían llegado ya que muchos se perdieron en el camino.

—De estos me encargo yo...no quiero que intervengas. — Demandó Sakura y se abalanzó rápidamente a luchar contra todos sus enemigos.

Suo se apartó y siguió con la mirada todos los movimientos del contrario. Ahora él era el espectador.

El bicolor con gran flexibilidad y agilidad esquivaba todos los ataques de sus adversarios. Las lanzas y las espadas no lo hacían retroceder, él no tenía miedo a ser cortado. Lanzaba puñetazos a diestra y siniestra y lograba conectar unos cuántos ya sea con la mandíbula, el rostro o el pecho de los guardias. En un abrir y cerrar de ojos ya había derrotado a tres de ellos, solo le faltan dos más. 

Uno se le perdió de vista pero tampoco podía distraerse sosteniendo una pelea con el que parecía más fuerte de todos así que momentáneamente le restó importancia al desaparecido.

El guardia logró rasguñarlo con la punta de su espada pero Sakura como si fuese un gato; retrocedió con una voltereta hacia atrás y tomando distancia se preparó para correr a gran velocidad nuevamente al frente. Aquella acción dio resultado y de una patada giratoria en pleno salto mandó a volar unos cuántos metros a su rival.

—Se lo merecen... ¡Oye Suo! ¿Dónde está el que fal...—No pudo terminar de hablar puesto que en el mismo momento en el que se giró observó como Suo había sido atravesado por la lanza del guardia que anteriormente había desaparecido.

Volviendo a atrás...

El momento exacto en el que el guardia se alejó de la escena, se colocó detrás de Suo e intentó llevárselo por todos los medios de regreso al castillo. Le cubrió la boca con su mano pero el pelirrojo lo mordió y se soltó de su agarre. El guardia no quería lastimarlo pero sin darse cuenta, por miedo y por reflejo, lo atravesó con su lanza por la espalda.

—Sakura-kun no te preocupes...esto...no es nada jeje... —Mencionó Suo con la voz apagada.

—"¡Es imposible! ¡Me matarán!" —Gritaba nervioso el guardia.

Tenía razón, las órdenes de Kiryū habían sido precisas, no podían lastimar a Suo y a Sakura pero estúpidamente había cometido un gravísimo error...

Suo mostró una expresión de desdén en su rostro y dándole un golpe con su codo en el rostro lo desmayó por completo y él mismo se sacó la lanza que lo atravesaba.

Su cuerpo se estaba quebrando pero aún así no estaba roto por completo y eso era lo verdaderamente importante.

—Suo...—Sakura corrió hasta dónde el contrario estaba y lo cargó en sus brazos. 

Ahora Suo no podía caminar más o terminaría echo pedazos.

Polvo.

—Tranquilo, ya faltan unos minutos para las [12:00 AM]...y mira...veo el reloj, vayamos en esa dirección y esperemos a que termine esta pesadilla de Halloween...—Dijo casi en un susurro y se agarró con fuerza al pecho del contrario.

Sakura asintió y mordiéndose los labios corrió sin importarle absolutamente nada hasta el gran reloj de la torre.

Comenzó a llover, parecía que el cielo estaba llorando por culpa de un amor imposible.

"Sakura-kun...estoy seguro de que no podré seguir a tú lado por más tiempo. No llegaremos antes de que suenen las campanadas del reloj. Me estoy rompiendo...estoy agrietado por completo y pronto me reduciré a polvo. Antes de desaparecer para siempre, me gustaría decirte lo que siento por ti.."

Pensaba Suo mientras miraba como pequeñas lágrimas caían de los ojos de Sakura. Él no podía hacer o decir nada para que el contrario dejara de llorar. Suo sabía que no le quedaba mucho tiempo y debía usarlo sabiamente. No quería desaparecer sin antes decirle a Sakura cuánto lo amaba..

Una triste sonrisa adornó sus labios y aferrándose con más fuerza al pecho de Sakura suspiró....

"Ah...escucho perfectamente mi cuerpo quebrarse...creo que tengo abierto el pecho en este momento...seguramente es espantoso."

Pensamientos y más pensamientos inundaron su cabeza hasta que se decidió de una vez por todas a romper ese silencio tan incómodo que los rodeaba.

—Sakura-kun...te amo, ¿sabes? Te amo mucho. Me gusta todo de ti, tus mejillas sonrojadas cada vez que dices o haces algo romántico. Tú forma de ser...de expresarte. Tu estilo de pelea tan impresionante, hey, te admiro y pienso realmente que nadie puede vencerte. Amo cada aspecto de ti que me has dejado conocer en este poco tiempo... porque siento como si te conociera de toda la vida jeje...—Suo hablaba mientras Sakura seguía corriendo tan rápido como alcanzaban sus piernas para llegar a la torre del reloj.

Suo se había enamorado de Sakura porque con él aprendió a ser humano, porque gracias a Sakura, Suo pudo reír por primera vez. Porque le enseñó a ser auténtico. Suo lo admiraba, lo respetaba y lo amaba por ser quién era.

Si Suo tuviese que resumir el porqué se había enamorado de Sakura simplemente diría algo como...

"Me enamoré de Sakura-kun por ser Sakura-kun." 

—Idiota no es momento de...— Sakura se detuvo y rápidamente miró entre sus brazos. 

Se escuchó un "clack" y en pedazos se quebró completamente Suo.

El bicolor se arrodilló en el piso, totalmente agitado; intentando de una u otra forma unir los pedazos hasta traer a Suo devuelta pero no tuvo resultado alguno...

Tan solo la cabeza estaba casi intacta...

—Sakura-kun...ya no tengo cuerpo. Por favor déjame atrás y sigue corriendo, debes volver a tú mundo. —Con su último esfuerzo dijo el pelirrojo.

—¡No quiero volver! ¡No voy a volver! —Gritaba desesperado mientras lloraba.

Esa era su decisión, Sakura no quería regresar a su mundo, no sin Suo a su lado. El reloj marcó las [12:00 AM] y de la cabeza del bicolor empezó a brotar sangre. 

Cayó al suelo ipso facto desángrandose...

Los dos iban a desaparecer juntos allí mismo al parecer y ya no había nada, absolutamente nada que pudiera cambiar su destino.

—Sakura-kun es un idiota jeje...elegiste morir...que idiota eres. —La cabeza de Suo se quebraba cada vez que hablaba un poco más.

—Es...preferible esto. Nadie se acordará de mí en poco tiempo. Oye Suo...antes de morir, te pondré un nombre... —Sakura arrastró su mano hasta rozar con sus dedos los labios de Suo.

—¿Cuál es mi nombre? —Preguntó.

—Hayato, te llamarás Hayato que significa "volar." SI reencarnamos...te aseguro que me enamoraré nuevamente de ti. —Dijo con su último aliento.

Su mano cayó desmayada al piso. Sakura cerró los ojos y las últimas palabras que escuchó de Suo fueron "Yo también me volveré a enamorar de ti." 

La cabeza de Suo se quebró completamente y cayó la rosa al piso...

___________

Al poco tiempo un segundo grupo de guardias se unió a la búsqueda de la muñeca y terminaron por encontrar el cadáver de ambos tirado en el piso, floreciendo de las lágrimas de Sakura un árbol extraño...

Flores que jamás había visto nadie ya que en: El mundo de las cosas extrañas no existían. Eran flores delicadas de color rosado y con una fragancia muy dulce.

Los guardias al ver el extraño suceso regresaron a la mansión a informarle a Kiryū lo sucedido. El pelirrosa dejó de tocar el piano y decidió ver por sí mismo lo que había sucedido.

Cuando llegó al lugar dónde sus hombres habían encontrado a su muñeca destrozada. Se dejó caer al suelo y recogió cada pedazo de la porcelana rota. Los echó en una pequeña caja de madera y lo colocó en el tronco del árbol que florecía a su lado.

Kiryū tomó los pendientes de borlas de Suo y el parche y se los llevó consigo, suspirando amargamente porque jamás su amor fue correspondido...

Ni siquiera en la muerte.

—Suo-chan...espero en otra vida nos volvamos a conocer. 

Y desde entonces en: El mundo de las cosas extrañas a ese árbol se le comenzó a llamar "Sakura" y se dice que siempre a las [12:00 AM] se escucha el tintineo de unas borlas meciéndose contra el viento, encima de sus ramas...

________

—¡Sakura-san! ¡Umemiya-san! Sakura-san está...

—Muerto.

En el mundo real Sakura Haruka murió un 31 de octubre desangrado por una herida en la cabeza.

___________

¿Creen ustedes acaso en la reencarnación? 

Dicen que el verdadero amor siempre termina reencontrándose otra vez...

___________

—Tu debes ser Sakura-kun...¡Mi nombre es Leonardo Di Caprio!

Un chico esbelto, de cabellos rojizos y borlas amarillas mencionó mientras se acercaba al extraño muchacho de cabellos bicolor que había irrumpido en el salón de clases proclamando que sería el número uno de Boofurin.

—¿Eres extranjero? I' m....esto...

Y estúpidamente el bicolor terminó creyéndole aquella broma.

—¿No eres Suo-san? —Preguntó con dudas Nirei, el experto en recopilar información de los demás.

—¡Ujum! Eso dicen los demás...por cierto tengo un demonio chino sellado debajo del parche —Comentó con total seguridad en sus palabras.

—¡Ni una mierda! —Gritó Sakura con intenciones de golpearlo.

__________

___________

No importa cuántos universos existan, siempre Suo y Sakura están destinados a encontrarse y amarse. 

Porque su amor va más allá de la muerte.

Fin.

 

Notes:

Primeramente añadiré el significado de las rosas "Sangre de Cristo" que se mencionan en la historia.

Las rosas "Sangre de Cristo" simbolizan el amor y significan el sacrificio supremo, reflejando la sangre de Cristo. Utilicé estas rosas no solo porque su color es muy compatible con la paleta de colores de Suo; sino también porque Sakura hizo un sacrificio de amor por él y siento que ahí, cobró sentido su significado.

En cuanto a las "Sakuras" simbolizan la vida y la muerte, la belleza y la violencia. Por eso decidí poner que un árbol de Sakura brotara de sus lágrimas y creciera en el lugar dónde Sakura Haruka falleció junto a Suo, haciendo alusión al debate constante entre la vida y la muerte de la historia.

Me gusta mucho el lenguaje de las flores y Suo hizo uso de él en el manga así que debía colocarlo en mi fanfic.

Con referencia a los nombres de Sakura y Suo respectivamente y sus significados, Suo no solo representa un color, también puede traducirse su nombre con el significado de "resurrección" indicando que después de la muerte; en algún otro mundo, muy probablemente ellos se volverían a encontrar e indudablemente se terminarían enamorando otra vez.

¡Espero les haya gustado! ¡Déjenme saber en los comentarios!