Work Text:
Me desperté de otro sueño miserable como usualmente me sucede. Miro encima de mí a mi techo ya no tan vacío desde que comencé de nuevo con mis fabulosas teorías sobre mis poderes y los de N y V.
La verdad es que prefiero días comunes a estar a punto de morir por culpa de Solver, ser controlada por él, o verlos morir. Me alegra decir que el Solver se fue a la mierda.
Me levanté de la cama con mis piernas gelatinosas. Hoy es fin de semana así que no hay escuela a la que mi padre me obligue a ir, aunque debo admitir que últimamente la escuela no es tan terrible desde que Thad y yo somos amigos (y desde que asesine a la mitad de los que me molestaban...). Y Lizzy yo no es tan insoportable desde que es amiga de V, me alegro de ambas hayan encontrado alguien con liberar sus hormonas de angustia...
El lugar donde V y N se desmayaron llamaba la atención por su ausencia. Suspiré, los recuerdos de aquel día que se sentía como si fuese ayer dolían.
Salí de mi cuarto a prepararme algo de comer. Vi a papá en el sillón viendo la TV, le dije un "Hey" y me respondió con unos buenos días. Simplemente fui a la cocina y me hice un cereal de baterías y gasolina. Estuve de camino a mi habitación cuando el timbre de la puerta sonó, pero no le di importancia porque papá se levantó a abrir.
La voz ruidosa que vino de la puerta me hizo detenerme en seco en mi camino.
—¡Hola Sr. Portero! Vengo a ver a Uzi ¿Está en casa? —N saludó a papá con su mano, con su típica voz animada. Me volteé y vi que N me miraba desde la puerta—. ¡Hola Uzi! ¿Dormiste bien? —Note como me miro de arriba a abajo.
Oh…
Pensé un segundo.
ESTOY EN PIJAMA.
—¿¡N!? —Grite ocultando mi cuerpo detrás del bol de cereal y fallando en el proceso, hace tiempo no me sentía tan avergonzada. tengo puestos unos shorts y una camisa vieja, y todo mi cabello está despeinado. ¡No puedo creer que él me haya visto así! Mi vida se acabó definitivamente... ¡Seguro piensa que me veo horrible y jamás me querrá volver a ver! ¡Y moriré sola!
Fue turno de papá de hablar:
—Mmm... Murder drone? ¿Cómo entraste al búnker? —lo miro con sus manos en la cadera, autoritario.
—¡Eso no es importante! —N abofeteo al aire sin mucha importancia, siempre sonriendo de esa forma tan linda...
CONCÉNTRATE.
—N... ¿Qué haces aquí? —Pregunté un poco tímida acercándome un poco más, ya aceptando que nunca podría borrar la horrible imagen de mi acabando de despertar de su mente.
Él se quedó en silencio por un momento, pude ver cómo se ponía nervioso ya que agarró su nuca y miro a otro lado, pero luego de él salió algo que me dejó sin palabras:
—Sr. Portero... ¿Puedo llevarme a Uzi a una cita de amigos definitivamente no romántica donde obviamente no planeo confesarle mis sentimientos ni besarla porque solo somos amigos...? —pregunto con una nueva confianza en él.
Sentí mi mandíbula caer al suelo.
¨Esto solo podría suceder en mi imaginación... Obviamente papá nunca aceptaría algo así.¨ Pensé.
—¡Por supuesto, no veo por qué no! ¡Solo tráela a casa viva y no hagan cosas raras! ¡Confío en ti, muchacho! —exclamo con tranquilidad, apretando el alto hombro de N con orgullo.
Ambos me miraron. N saltando de emoción como un niño pequeño.
—¿¡QUE MIERDA!?
—————————————————
Lo único bueno es que pude arreglarme y vestirme antes de que N me agarrara de la mano y me sacara de casa luego de despedirse de papá.
Sin aviso previo, él separa nuestras manos y sostiene mis piernas y espalda, y al siguiente segundo me encuentro siendo cargada entre sus brazos.
La forma suave en que sostenía mi cuerpo me puso de los nervios... En el buen sentido. Ni siquiera puedo mirarlo a los ojos porque sé que en mi visor va a verme sudorosa y muy sonrojada, y no le daré el lujo. Sin mencionar lo cerca que estarían nuestros visores. Lo hizo con tanta confianza que me confundió, e hizo a mi núcleo sobrecalentarse levemente. ¡Este dron gigante estaba haciendo que mi RAM trabajará hasta mi límite! ¿¡Que rayos está haciendo!?
—¡N! ¿¡Que mierda estás haciendo!? —Lo golpee varias veces en el pecho y rostro para hacerlo entrar en razón—. ¡Bájame de tus sucias manos ahora mismo o te matare!
Mis golpes no lo inmutaron demasiado, de hecho ¡Él seguía con una linda-¡No linda…! …sonrisa en su tonta cara!
—Pero Uzi…. ¡No tienes que caminar cuando estás conmigo! ¡Y… me gusta que estemos así…! —dijo lo último con un rastro de timidez en su voz.
¡Malditas mariposas estúpidas de adolescente hormonal! ¡Váyanse de mi estómago! ¡Son estúpidas! ¡Deja de usar ese tono conmigo, N!
—Puedo caminar sola. No debes hacerlo. —Me cruce de brazos molesta, me parece humillante que estemos así.
—Y tú no debías sacrificarte por mí y dejarte consumir por el planeta.
Cuando escuche sus palabras, algo dentro de mi dolió. Sentí como sus palabras cambiaron todo el ambiente de ambos, mi sistema no pudo encontrar palabras para responder. Mis ojos quedaron vacíos cuando escuché el dolor en su voz y pude mirar sus ojos tan vacíos como los míos, y sus cejas caídas con tristeza.
Mis manos agarraban el cuello su chaqueta en busca de estabilidad, solo una respuesta vino a mi mente:
—Lo haría mil y un veces más por ti, además, flotar eternamente por el espacio no es tan malo. —Terminé, agregando lo último para que no sonara tan horrible.
Pensé, ya que no me atreví a decirlo.
Vi su ceño fruncirse ante mis palabras.
—Uzi….
—Está bien… está bien, lo siento. —Abofetee al aire en busca de calmarlo, poniendo los ojos en blanco.
Después de eso note como quedo en silencio por unos segundos, en realidad tenia curiosidad de saber en qué estaba pensando. Pero poco después vi su expresión cambiar a una más suave.
—Entonces, ¿Dejaras que te disfrute esta noche? Creo que me lo debes por el susto. —Arqueo una ceja, mirándome expectante, su cara me recordó mucho al meme de un emoji.
Gruñí, al saber que no tenía escapatoria.
—Está bien… pasémosla bien. Y cuando salgamos de aquí no quiero que me vuelvas a tocar.
Él me miro sonriendo con sus ojos (que tomaron esta forma ^^) y luego dijo:
—No prometo nada.
———————————————————
N me cargó por todo el bunker bajo las miradas de todo el que pasaba, nunca quise tanto que la tierra me tragara hasta hoy. Sin embargo, él parece estar en su día más feliz. Abrí las puertas con la llave de papá y el viento helado del planeta chocó contra nosotros, cuando salimos se cerraron tras nuestro.
Finalmente, él me puso en suelo nevado y suspire de alivio, mi núcleo no podría soportar estar mucho más tiempo tan cerca de él.
—Solo para aclarar ¿Esta es una cita, no? —Sentí mi visor calentarse en un sonrojo, que oculté mirando a otro lado tras mi cabello. Necesitaba saber que era lo que él quería hacer hoy, por mi propio bien.
—¡Si! Bueno… con intenciones de… bueno, creo que ya sabes que quiero decir… —Quise reír por el sonrojo inmenso que había en su rostro, y por como rascaba su cabeza apenado.
—Entonces le mentiste a mi papa? —pregunté con picardía. Decidí molestarlo un poco.
—¡Tú no puedes decir nada al respecto!
—¡Iba a felicitarte! ¡Fue tu primera mentira a un adulto para hacer algo rebelde! ¡Mereces una recompensa! —golpee su brazo.
Luego de que se sobara, lo vi agarrar su cabeza con pánico. Preocupado por lo que acababa de hacer.
—¡Lo siento! Yo quería-…. No sabía cómo pedírtelo. —Luego, él junto sus dedos índices con timidez.
Así que de mi salió esa pequeña risa contenida:
—Vaya, al menos sé que no soy la única que es un desastre en esto del amor.
Dio un paso hacia mi recomponiéndose, para mirarme de frente, a la vez que sus manos se juntaban.
—Así podemos descubrir todo esto, juntos. ¿No es increíble? —preguntó, con una expresión corporal que parecía querer saltar de felicidad.
Eso… fue realmente tierno. La verdad es que ninguno de los dos tiene experiencia en el amor y estoy segura se nota a mares. Sé perfectamente sobre los sentimientos de N y también sé que también siento lo mismo que él. Y a pesar de eso, odio no tener la valentía para abordarlos como una adulta, ya que me avergüenzan mucho las cosas románticas y estar junto a él me hace sentir como si mi RAM estuviese colapsando.
Pero… escuchar sus palabras… sobre como sabe nuestra inexperiencia, y tiene la voluntad de aprender sobre esto juntos, incluso si hacemos algo tonto… me calentó el corazón de una forma agradable pero dolorosa.
Un dolor…. Un miedo.
Miedo de que todo esto desaparezca, de que nuestro tiempo juntos en algún momento terminará. Como si fuera una cuenta atrás.
Tengo miedo de perderlo.
Aprovechando lo cerca que estaba, sentí mi mano moverse hacia la de él, tomándola sin pensarlo mucho ya que se sentía como su lugar seguro.
Sabiendo bien que él me miraba, subí para corresponderle:
—Estoy feliz de tenerte, N. No quiero que mi tiempo contigo acabe jamás.
Sus ojos mirándome fijamente, casi como si estuviese hipnotizado por mis luces, ya no se sentían atemorizantes, ahora sentía como ya no quería dejar de mirar a esos dos soles en su visor que me hacían sentir como en mi verdadero hogar, que me calentaban alejando al frío y desolado espacio a mi alrededor, como cada vez que pienso en él.
Comprendí perfectamente que pude haberlo dejado sin palabras, nunca lo juzgaría:
—¿Puedo decirte algo un poco loco? —pregunté con diversión, mordiéndome un dedo.
Esa frase lo hizo sacudir su cabeza, pera alejar sus pensamientos que lo incapacitan y responderme:
—Amo las cosas locas. —dijo más animado inclinando su cabeza con curiosidad.
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—¡Te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, Uzi! —Él la hacía girar por los aires entre sonidos de felicidad y júbilo, poniéndola en alto como lo que significa para él. Hasta terminar abrazándola fuerte entre sus brazos.
Haciéndola reír por su tierno y amoroso actuar, ella sin mucho aliento pudo responder:
—¡Te amo, N! —después de haber volado juntos por los aires, era lo que su corazón necesitaba expulsar, y lo que estuvo conteniendo por tanto tiempo. Correspondió abrazándolo por su cuello y con sus piernas, en el fondo disfrutando realmente estar en sus brazos a pesar de su fuerza reconfortante y curativa.
Habían aterrizado en la cima del edificio que habían decorado con luces colgantes para embellecerlo, del cual se podía apreciar perfectamente los satélites que orbitaban a su alrededor.
Se miraban felices, la puso en el suelo sin separarse completamente de ella, aun con sus manos en su cintura y las de ella en su pecho. Lagrimas moradas comenzaron a acumularse y caer en su visor, mientras sus labios sonrientes temblaban mientras veía la dulce imagen del dron al que ama frente a ella, tan hermoso y resplandeciente desde el segundo uno en que comenzó a amarlo.
Están juntos.
Al verla llorar algo dentro de él se volvió sensible, comprendiendo mucho bien como ella se sentía, ya que sabía que ambos estaban en la misma página. Él la guio hasta unas sillas se colores y los sentó a ambos uno al lado del otro. N no esperó para tomar su rostro con cuidado y secar con su dedo las lágrimas del visor táctil de Uzi. Ella lo miraba hipnotizada, como si fuese lo único, lo más preciado en su mundo.
Sus lágrimas no lo preocuparon, ya que sabía la razón de su razón de ser.
Tal vez lo que la hizo sentir peor fue la forma tan dulce en que él la miraba, haciéndola sentir amada como nunca nadie lo ha hecho, con un amor tan puro que se sentía como de un cuento de hadas.
N la ama, y ella lo ama. Y ambos lo saben.
Ambos tenían tanto que decir, tanto que soltar.
—N, yo… Estoy feliz de estar aquí contigo. —Ella se ocultó en el cuello de él, se aferraba a su abrigo, como si tuviera miedo de que si lo soltaba desapareciera.
El dron de desmontaje acaricio su cabello morado, hundiendo su rostro en él, y su otra mano rodeando su espalda. Ambos necesitados del contacto del otro.
—Uzi, siempre estaré contigo. —El pasamontañas de ella cayo de su cabeza debido a sus caricias—. Siempre buscaremos la forma de resolver todo juntos ¿recuerdas?
La dron morado asintió aun en su escondite en su cuello.
—Sé que somos mejores amigos, pero te amo tanto que duele… —Uzi susurro directamente en la entrada de audio de N. Más lagrimas salían de ella, de todos los sentimientos a los que no estaba acostumbrada a dejar salir y que ahora no quería parar de ser expresados para él—. Eres el mundo para mí, N, y haría lo que sea por ti. Necesitaba decírtelo.
Verla liberar todo aquello lo lastimó, odiaba saber lo mucho que ella se reprimía por el mal ejemplo que él le dio, del cual se sentía en parte culpable. Antes de ella, nadie le había dedicado palabras amables ni afectivas, y escuchar a la chica que ama, que tampoco está acostumbrada a oír palabras así, significaba todo para él.
—Gracias, Uzi… pero yo no puedo soportar que hagas lo que sea por mí. —Él el abrazo un poco más fuerte, frunciendo el ceño, pero sin malicia en su voz—. Yo tampoco podría vivir sin ti, porque lo eres todo para mí, y te buscaré a donde sea que vayas, lo prometo. —Tomó con cuidado el rostro de su pareja, para que pudieran finalmente mirarse y hacer un necesario contacto visual.
Tenían una conversación que solo ellos entendían.
Ella le dio una pequeña sonrisa, en el fondo sabía que él seguía enojado con ella, pero que la perdonaba, ya que también sabía que él hubiese hecho lo mismo en su lugar. Él continuo:
—Podemos ser mejores amigos… y también ser algo más. —Rayas amarillas volvieron a su pantalla, con una sonrisa nerviosa—. Me gustaría que lo fuésemos…
—¿Ser… novios? Oh… —Ella también se sonrojo, su voz paso a un tono tímido y sus ojos se encogieron—. Me encantaría… N.
Por dentro estaba gritando de la emoción. ¡Era su primer novio! El chico era suyo finalmente.
—Así que… ¿Es oficial? —Su mano su a su nuca con nervios.
—Si… súper oficial. —Ella dijo tratando de sonar cool, pero quiso morir por el cringe que le dio su propia frase.
Pero para él su simple actuar ya era lo más dulce que existía, y ahora a su pecho saltar de felicidad.
—Te amo, Uzi.
Aquello la tomo desprevenida, a pesar de que ya lo habían dicho anteriormente aún no se acostumbraba a escuchar esas dos palabras tan intimas venir a ella.
También había olvidado lo cerca que estaban el uno del otro, y como sus rostros estaban a centímetros de distancia. La forma en que él le sonreía con la mirada, junto a su hermoso rostro la dejaron sin aliento y un corazón rogando por ayuda. Dejando a su mirada vagar entre sus ojos dorados y sus labios, sin poder disimular mucho más su deseo por él.
Los satélites brillaban iluminando cuerpos, pero el destello que provocaba en el cabello, pantalla y labios de Uzi lo hipnotizaron, estaba seguro de que la miraba de la forma más tonta posible, pero la belleza de ella lo cautivaba y buscaba hacerlo desmayar. Él de verdad quería hacer esto con ella.
Sus dos manos volvieron lentamente al rostro de ella, y las de ella viajaron hasta su pecho. Sus ojos no se separaban, solo brevemente para mirar un poco más abajo. A medida que se acercaban sus ojos se fueron cerrando, hasta que ya no hubo distancia alguna y los labios los amantes se juntaron.
Sintieron aquello que los humanos describían como mariposas en el estómago, como si finalmente un gran peso abandonara sus hombros, donde ya podían descansar cómodamente junto al otro y dejarse caer en sus cálidos brazos.
No podían sentirse más felices.
———————————————————
—Puedes besar a la novia... —Nuestro oficiante declaró.
Agarre a N de cuello de su hermoso traje, que lo hacía ver tan guapo que hacía que mis piernas se sintieran débiles, y lo besé. Sentí como ambos sonreímos en medio del beso. Escuché como todo se llenó de aplausos y sonidos felices. Cuando nos separamos lo mire a los ojos y solo puedo decir que su tierna mirada cada día me enamora más, y mi corazón sabe que no hay un límite del amor que siento por él. Me siento... Feliz. La euforia me rodea hasta sentir como empiezan a caer lágrimas por mi visor.
Estoy con N, y lo amo. Y él me ama. Todo es perfecto.
Giramos a ver al público y veo a todos aquí.
A papá, a mamá a su lado, con sus brazos entrelazados mientras aplaudían y me veían con felicidad; entre los drones estaban Thad, a su lado Lizzy, y al lado de ella está V... Nunca se lo dije, pero ella es muy hermosa, y a pesar de todo, una buena amiga.
También pude ver a Rebecca, Darren y Braiden, que, aunque siempre me molestaron, me alegraba verlos ahi una vez más, ver la cabeza de Braiden en llamas siempre me saca una sonrisa.
Vuelvo mi mirada hacia él... ¡ESPOSO! ¡N ES MI ESPOSO! y de repente él me carga entre sus brazos, y ahí sé que, a su lado, no habrá ningún otro lugar donde me sienta más segura. Que me cargase me hizo sentir un poco avergonzada, las muestras de amor son algo nuevo para mí.
Mi vestido me gusta mucho, es exactamente como imagine en mis sueños de niña, cuando mi sueño era encontrar el amor en un príncipe encantador que fuese capaz de acabar con los "murder drones" que nos amenazaban y sacarme a explorar el planeta. Supongo que al darme cuenta de cómo en realidad era todo a mi alrededor mientras crecía, y que ese príncipe nunca llegaría, decidí acabar con ellos por mí misma, pero no termino como esperaba. Que irónico es todo.
Me llevo a nuestra recepción, dónde pude bailar con él, todo se sentía tan perfecto que casi era irreal. Nuestra danza era fluida y sincronizada. De verdad necesito ver las fotos ahora mismo. Nunca quise casarme hasta que lo conocí a él.
En su rostro había un pequeño pero adorable sonrojo amarillo, verlo tan guapo hizo que mis propias mejillas se calentarán, estoy segura tengo una sonrisa tonta. Pero el tonto solo rio... Cuando lo hace así no puedo enojarme con él.
N mira detrás de mí y se separa de mí, ahí está papá. Me entregó a él y nos da algo de espacio.
Papá viste un esmoquin con moño, jamás lo había visto usar uno. Él me mira sonriente, veo como una lagrima baja por su visor cuando dice:
—Uzi, estás preciosa…
—Papá… —Rayas de un sonrojo de vergüenza aparecieron donde estarían mis mejillas. Comenzamos a bailar.
—Uzi, ver todo lo que has crecido, en lo que te convertiste, y lo que has hecho… —Había un gran dolor en su voz, su cejas caídas y ojos vacíos no me miraban—. Y yo no solo no estuve, sino que también te falle… —Ahora él lloraba por una razón diferente.
Verlo así, hizo que algo en mi pecho doliera, mucho.
Si, estar toda mi adolescencia sin su presencia y apoyo apestó mucho, saber que prefirió a cualquiera antes que, a mí, al dejarme morir también. Pero si todo tuvo que pasar para traerme a este momento de mi vida, considero que valió la pena.
—Sé que todo lo que hice fue imperdonable, y que quieres que desaparezca de tu vida y lo entenderé si así lo quieres, pero… —trago, con dificultad para hablar—. Eres mi hija, y te amo. Quiero hacer las cosas mejor esta vez, si me permites…
Ese breve momento donde hicimos contacto visual, pudo ver todo el arrepentimiento de años caer sobre esas dos luces. Mi mente me llevo a esos recuerdos de mi niñez, donde éramos los tres y estábamos completos y él jugaba conmigo nos divertíamos tanto.
Quiero volver a esos tiempos, donde puedo estar con él, y él es mi papá.
Él no se esperó que lo abrazara fuerte.
—Te extraño, papá. —Me aferre a la tela de la espalda de su esmoquin.
—También te extraño, Uzi. Si pudiera volver en el tiempo y arreglar todo…
—Lo sé. Quiero que todo sea como antes ¿Podemos intentarlo?
—Lo haremos, mi heroína…
Cayo una lagrima de mis ojos. Una de felicidad.
Disfrute tener este momento con él, me gustó bailar con él.
De repente, siento que alguien me jala de la parte trasera de mi vestido alejándome de papá, toma mi mano y me hace girar, la música de vals cambio sin aviso previo a un... ¿Tango? Ese dron me hace casi caer mientras me sostiene de mi espalda, enfoco y mi visión para mirar al culpable...
V tenía un brazo alrededor de mi cintura, y un segundo después me puso de nuevo de pie, del susto que me lleve ella aprovecho para tomar mi mano y extenderla hacia nuestro lado, y su mano seguía en mi cintura. Quedando en la posición para bailar este género. Ella vestía un vestido rojo hasta el suelo estilo sirena, con una abertura en la pierna hasta su gran muslo. Comenzamos a bailar.
—Te ves... Menos horrible que de costumbre. —Ella dijo indiferente. Mientras dábamos pasos.
—¿Nadie te ha dicho sobre no venir de rojo a una boda? —La mire con él ceño fruncido—. Que significa como ¿ser la amante...?
—¿Del novio...? Nah. De la novia... Tal vez. Pero que nadie se entere —dijo con un tono travieso y pensativo falso.
Puse los ojos en blanco mientras una sonrisa apareció en mi rostro. Es algo que definitivamente haría V.
—Más te vale mantener tus manos sucias alejadas de mí. —Solo bromeé, sé cómo es ella.
—Oh por favor, sé que te parezco... —La interrumpí.
—No te atrevas a terminar esa frase. —En mi cara apareció un sonrojo enorme, en cualquier otro momento la golpearía en la cara, pero ahora mismo simplemente no podía—. Hasta un humano sería más sexy que tú.
—Puff, decir eso es como morderte con tu propia cola.
—¿Disculpa?
Ella me hizo girar y luego nuestros cuerpos quedaron juntos de nuevo.
—Considero que nos parecemos mucho, ya sabes, ambas nos sacrificamos. —Escuchar aquello hizo que sintieron como todo mi aceite se congelaba, mi cuerpo se tensaba y mis ojos se ahuecaron.
—V… ¿Por qué lo hiciste? —No quería hablar de esto, no quería recordar lo débil que me sentí cuando la vi desaparecer entre las puertas del ascensor, no quería recordar lo débil que fui. Si tan solo hubiese sido más fuerte, pude haberla ayudado.
Aun recordaba esas últimas palabras que ella le dedico, dándole una confianza que tanto valía para la de cabello plateado, y de la cual ahora la morada no se sentía merecedora
—Yo… no lo sé. —Vi sus cejas caídas, sus ojos también se ahuecaron y tenía una expresión consternada—. Quería ayudarlos a ambos y que lograsen salir de ahí con vida, aunque fuese sin mí.
Escucharla se sentía como una apuñala en su corazón. Ya que eso mismo fue lo que quise hacer por N.
—Supongo que… te entiendo. —Nuestro baile se suavizó, ya no era tan intenso como al inicio—. Pero… ¡Si lo vuelves a hacer te juro que te mataré!
—Ya sé que me amas, morada.
—Jodete… Espera, te sacrificaste por mí, eso significa que tú me amas, ¿no?
—¡Me sacrifique por el equipo! Más por N que por ti, que quede claro. —Ella gruñó con enojo, mostrando sus afilados colmillos.
—Gracias, V. —dije sin pensarlo mucho, con sinceridad.
Algo que ella cambio, su expresión se relajó y sentí sus brazos rodearme con un calor diferente.
—Gracias a ti, Uzi.
————————————————————
Una noche inolvidable.
Cuando la fiesta termino y ya casi no quedaba nadie nos fuimos. A este punto empiezo a creer que N ama cargarme en sus brazos porque no encuentro otra explicación para que siempre lo haga, supongo que mi peso no debe ser un problema para él, ya que estoy segura que él poder cargar unas diez toneladas... Yo también disfruto estar en sus brazos, así que abrazo su cuello.
Él nos llevaba a nuestro nuevo hogar juntos, un departamento dentro del búnker que conseguimos para hacer nuestra nueva vida, cerca de a quienes valoramos. Estaba muy emocionada porque finalmente iniciaríamos una vida como casados, y la verdad cualquier cosa junto a N es genial. Cuando entramos vimos el lindo decorado con la que la habíamos amueblado, la considero un hogar bastante acogedor un tranquilo para toda la locura que ha sido nuestras vidas, pero siento que en realidad no le prestamos tanta atención, ya que nuestras mentes estaban en otro lugar.
¿¡Estoy temblando!? ¿Él se habrá dado cuenta? Siento mi cara caliente. Cuando subí a mirarlo veo que él en su rostro tiene un pequeño sonrojo y sus ojos me miraban con un cálido cariño que hizo a mi núcleo dejar de funcionar con un breve momento.
Él comenzó a caminar hacia nuestra habitación que compartiríamos hasta que decidamos mudarnos (o hasta que el mundo explote), ayude abriendo la puerta. N dio unos pequeños pasos hacia la cama:
Realmente, mi yo con un estomago doliendo de nervios, no me espere que él me arrojaría por los aires hasta caer en la cama, grite del susto hasta que caí en el suave algodón. Lo escuche comenzar a reírse de mi con su preciosa risa, que me la termino contagiando.
Con una sonrisa traviesa en mi rostro grite:
—Pequeño parasito! —Agarre la almohada más cercana y se la arroje con fuerza, y solté una risa malvada.
Pero él la atrapo y subió a la cama para comenzar a golpearme con ella, ahora era él quien soltaba una risa maniática, yo agarre la otra y así comenzamos una pelea.
Risas y carcajeos salieron de nosotros mientras jugábamos sin parar, rompiendo todos los nervios y el hielo entre nosotros. Esto era una experiencia que jamás creí sentir, era hermoso, tener este nivel de confianza con alguien se sentía como algo de cuentos de hadas.
Cubrí la cara de N con la almohada con fuerza, pero él se libró haciéndome cosquillas, haciendo que lo soltase y comenzara a retorcerme, ahora él era quien estaba sobre mí y yo no paraba de reír.
De repente, él se detiene y me abraza, teniendo cuidado de no poner todo su peso sobre mí. Yo poco a poco dejo de reír y correspondo; sus abrazos son los más reconfortante que hay, son curativos, son mi medicina para cualquier problema. Estar en sus brazos es lo mejor.
Nos separamos levemente, con nuestros rostros a pocos centímetros de distancia uno del otro. Sus ojos me miraban con algo muy profundo, buscaba llegar a mi alma con éxito, y abrazarla con su cálido y cariñoso amor. Me miraba hipnotizado, como si no pudiese parar de verme… ni quisiese hacerlo, ese brillo en sus luces… era como si estuviese pidiendo permiso para ver dentro de mí, pero sin perder esa amabilidad que lo caracteriza.
Aquello hizo que… sintiera un cosquilleo en mi núcleo... que me hacía querer rogarle que me tocara.
Él apartó el mechón de cabello que cubrió mi rostro, y vi como sus ojos eran un vaivén entre mis ojos y mis labios.
Así que lo besé. Con delicadeza.
Ni siquiera yo sé cómo me estoy controlando, solo sé que hay algo que falta entre nosotros.
—N… —Lo llamé, apenada.
—¿Uzi…? —Ay, mierda, su tono de voz me hizo algo terrible. Malditas hormonas. Aprete mis piernas.
—N… hay un problema… —miré a en otra dirección ya que sentía que no podía mirarlo a los ojos con lo que estaba apunto de decir—. Yo… soy virgen, así que… ya sabes…
Sentí su mano acariciar mi cadera reconfortantemente, y con su tono dulce y comprensivo me respondió:
—Ese no es un problema, Uzi. Iremos con paciencia, a nuestro propio ritmo ¿De acuerdo? —Su confianza me transmitió verdadera calma, sus palabras me tranquilizaron—. Antes de comenzar, ¿Podrías decirme que cosas te gustarían, y cuales no?
Eso me avergonzó un poco, pero entendía la importancia de hablar al respeto, sin embargo, sé que él no me juzgaría ni me miraría mal por nada, a este punto, diablos, le confiaría mi vida. Debi esperarme que él se preocuparía tanto por mi consentimiento, en esto también seria dulce, sentí que podría llorar de felicidad. Por un momento quise mostrar en mi pantalla ¨nuncanadiesehabíapreocupadotantopormi.jpg¨ pero hasta yo sé que eso arruinaría el momento.
¡Concéntrate, Uzi!
Así que saqué valor de donde no tenia y, con un gran rubor bajo mis ojos, hablé. Le hable sobre que me gustaría intentar con él esta vez, y me preguntó de vuelta algunas cosas para intentar y le respondí con mi opinión; luego vino mi turno de preguntarle que podía hacerle y me respondió con tranquilidad y serenidad.
Toda esta charla también ayudó a subir las ansias y aumentar la temperatura entre ambos, lo cual fue bienvenido. Estuve a punto de atraerlo para besarlo cuando sentí una espina en la parte posterior de mi cabeza.
—Espera, lo que dijiste antes… quiero decir, lo que no dijiste… ¿No eres virgen como yo? —Pregunte con una ceja alzada con curiosidad, en realidad no lo decía para juzgar.
Vi sus ojos quedar huecos y lo vi mirar hacia otro lado con una sonrisa nerviosa, se llevó una mano hasta su nuca.
¿Qué demonios?
—Emmm, veras… Uzi. En realidad, no tengo idea. —Pude notar en su tono que estaba avergonzado, lo supe por su tartamudeo, y una gota bajando por su visor—. Sé que te gustaría saberlo, pero recuerda que no soy real. —La mano de su nuca viajo hasta acunar mi rostro.
No esperé un segundo más y jalé su cabeza hacia mí para empezar a fundirnos en ese beso que de verdad necesitaba, alejar cualquier pensamiento que no tuviese lugar en esta especial noche. Un beso tan deseoso que se sentía como de otro mundo, tan caliente y tan obsceno de la clase que nunca creí que alguien me daría. Él empezó a tocarme, y ahí ambos caíamos en el calor del otro.
Fue tan maravilloso como me lo imaginé, más de lo que pude jamás imaginar, fue tan romántico y especial como es N, él fue tan paciente y comprensivo conmigo, lo hizo lento hasta que ambos fuimos al mismo ritmo, en cada segundo podía sentir su amor rodearme abrumadoramente, actuamos torpes como se esperaba, exploramos experiencias desconocidas juntos, y si pudiese definirlo diría que fue perfecto como es él.
Y si quieres saber que paso después…
¡De luna de miel fuimos a la Tierra a matar humanos e hicimos una montaña con sus cadáveres!
¡N se veía súper sexy con esa X en su pantalla despedazando a esos sucios humanos! Y como cereza en el pastel… ¡Lo hicimos en la cima de la montaña!
Ok… fue solo una broma, solo olvídenlo… ¡¿OK?!
En realidad, fuimos al planeta de los perros y N la paso como si estuviese en el cielo, siento mi corazón moverse de alegría al verlo tan feliz, él merece ser feliz, merece vivir y tener lindas experiencias después de todo lo que ha pasado
No le dije que ambos estamos llenos de radiación, y que acercarnos a los perros no sería buena idea, no quería arruinar su sonrisa cuando era lamido y arrojado al suelo por ellos... ¡Pero lo que importa es que N está feliz! ¡La verdad es que dormir abrazados por ellos fue muy tierno!
Luego volvimos a casa, y nos encontramos con una linda vida hogareña que nunca creí que disfrutaría tanto. La compañía de N es hermosa y cálida. Tener un compañero de vida, que es también tu mejor amigo es de lo más divertido.
Todo entre nosotros iba bien hasta que...
—¡N! —grite con enojo su nombre en mayúsculas mientras entre a la casa, y lo encontré frente a un atril mientras pintaba en la sala de nuestra casa (si, él se queda en casa como el excelente esposo que es mientras yo voy a trabajar, como debe ser).
El me miró con ojos brillantes al verme llegar:
—¡Uzi! ¿Cómo estuvo tu di...? —el papel que puse en su cara lo interrumpió.
El me miró con una gota de sudor en su pantalla, y luego miro al papel que cayó en sus manos.
—¿Uzi... ¿Qué es esto? —pregunto preocupado, casi me sentí mal por él.
—¡Me embarazaste, idiota! —Golpee hacia abajo con los puños apretados, con marca de enojo en mi sien.
En ese exacto algo en sus ojos cambio, él empezó a mirarme con ojos
Hubo un silencio en la habitación.
En ese exacto algo en sus ojos cambio, él empezó a mirarme con ojos huecos de sorpresa, vi su cuerpo tensarse a la vez que miraba el papel en sus manos.
—Uzi... ¿Es enserio...? —Su tono de voz era incrédulo.
Me crucé de brazos frunciendo mis labios y asentí, mirando a un lado.
Y sin esperarlo, fui levantada fácilmente por dos brazos que me hicieron girar por los aires, y fui bañada por sonidos de alegría y festejos del robot genocida que tengo por esposo.
—UZIIII!!! —Él comenzó a besar todo mi rostro, mientras seguía abrazándome en el aire.
—¡No, N, basta! —Yo lo alejé con mis brazos, mis palabras debieron alertarlo ya que vi sus ojos ahuecarse y su gran sonrisa caer con casi algo parecido al horror—. No… estamos celebrando esto. —Lo dije con un tono más bajo, sentí que pronto podría comenzar a llorar. No pude evitar sentirme culpable por el cambio que provoqué en él.
—Uzi… ¿Qué pasa?
—Esto no es algo bueno… —Toqué mi estómago mientras miré con suelo, una lagrimas bajo por mi visor.
—¿Cómo podría no ser algo bueno tener un bebe juntos? Si será el fruto de nuestro amor. —Me tomo de mis hombros mientras se agacho para quedar a mi altura, mirándome a mis ojos buscando una respuesta, cuando lo miré, pude ver lo desesperado que estaba por encontrarla.
—Va a nacer con mi ma****ion… será un fenómeno al igual que yo… —No pude contenerme más y comencé a llorar, él inmediatamente volvió a abrazarme y terminé sollozando en su hombro.
—Oh, Uzi, ahora lo entiendo todo. —Él acaricio mi cabello para calmarme, lo cual me ayudo mucho—. Entiendo por qué piensas que esto es algo malo, pero… ¿Y si lo miramos de otro lado? Nuestro bebé te tendrá a ti… a nosotros, y le enseñaremos a controlar el Solver desde el inicio, y evitaremos que pase por un sobrecalentamiento porque siempre estaremos ahí.
Sentí mi núcleo latir con fuerza, todas mis extremidades se debilitaron al escuchar su dulce y compresiva voz buscar una solución a mis inquietudes. Él hablaba de una forma tan paternal que me conmovió.
Él será un gran padre. Lo sé.
—N.. Gracias. Solo es que… el solver solía doler mucho en sus inicios, y yo no quisiera que nuestro hijo tuviese que pasar eso. En el momento en el que supe que esto lo tuve por mi mamá, decidí que nunca tendría hijos.
—Tú lo amas tanto que no quieres que sufra lo mismo que tú, mi flor morada, eso es hermoso. —Quito un mecho de mi cabello con su dedo para verme mejor, sus ojos son mi lugar seguro—. Y lo entiendo. Si no quieres tenerlo, también lo entenderé y te apoyaré…
Lo interrumpió.
—¡No! No…, Si quiero tenerlo, tú lo quieres… —Agarre la parte algodonada de su chaqueta.
N estaba tan feliz en el instante en el que supo que tendríamos un bebé. Eso solo me comprueba lo mucho que esperaba y quiere esto, y yo… no puedo arrebatárselo.
—¡Uzi! Yo nunca podría obligarte a tener un bebé que no quieres. —El parecía consternado, y casi enojado.
—Creo que… he cambiado de opinión. —Toque mi labio, a la vez que un sonrojo apareció en mi visor—. Tal vez, tener a nuestro bebé no sea tan malo.
Uno de los ojos de N paso a ser un signo de interrogación. Así que tuve que preguntar:
—Oye, N… Aquí… —Señalé discretamente hacia el suelo—. ¿Yo puedo hacer lo que yo quiera?
—¿Eh..? Bueno, claro, Uzi.
—¡Genial! ¡Entonces nuestro bebé no deberá sufrir por el Solver! ¡Evitare que eso pase! —Apreté mis puños y los eleve al aire con una sonrisa triunfadora, comencé a reír con entusiasmo, el cual el contagie a N, ya que exclamó:
—¡SIIII! — y comenzó darme vueltas por el aire de nuevo, volvíamos a festejar.
Lo besé, abrazando su cuello.
Estaremos bien, podremos con esto, al igual que como pudimos con todo.
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Un ambiente de calma, con un calor suave abrigaba sus corazones, un tierno tarareo de una canción de cuna viajaba por el viaje. Ojos agotados, pero con la mayor de las dichas brillando en estos.
El drone abrazaba a su esposa, respirando el olor de su cabello morado, mientras miraba con amor a los dos amores de su vida. La drone sostenía a una pequeña capsula de una red neuronal no entrenada en sus brazos, la hija de ambos. Su lento y maternal canto la hizo cerrar sus ojos hasta caer dormida. Ambos tenían sonrisas serenas, disfrutando del presente, del estar juntos, del amor que irradiaba el otro.
—Ojalá cuando crezca… se parezca a ti. —comentó la de pelo morado, con un sonrojo en su visor—. Porque tú eres lindo… y todo eso.
—Sus ojos morados creo que indican lo contrario. —Soltó una pequeña risa el más alto.
—Ahg… —Ella estuvo a punto de decirle ¨jodete¨, pero simplemente su mente le dijo que será algo fuera de lugar. Era abrumante sentirse así de enamorada por alguien, era algo nuevo para ella, y le gustaba mucho. Ella subió su mirada para verlo a los ojos—. Bueno… solo espero que tenga una gran parte de ti, tal vez tu cabello, y tu personalidad, tu alegría y tu carisma, que son lo que más… amo de ti.
¨Aún no sé de donde saque la valentía para decir eso.¨ Pensó ella, queriendo agarrar su cabello con pánico. Para ella expresar lo que siente su corazón realmente siempre fue difícil, pero con N siempre era tan fácil.
—Uzi… —Los ojos amarillos se encogieron, soltando algunas lágrimas contentas, él planto un beso en su flequillo morado.
En ese momento, la pequeña capsula comenzó a llorar.
Uzi realmente se encontró perdida en los dulces ojos de su amor hasta que el llanto subió a un alto volumen que la comenzó a atormentar.
Ella bajo su mirada con una mezcla preocupación y cariño, y pregunto con una voz tonta:
—¿Qué le pasa a esta pequeña y linda pasti…
Pero lo que vio hizo que su núcleo se hundiera.
Todo su aceite cayo con fuerza hacia sus piernas en frio.
El rostro de su bebé era una mancha oscura en su visor.
—No… nonononono… —Comenzó a hiperventilarse y a balbucear esas dos letras repetidamente. Sentía que lagrimas no tardarían en bajar por sus ojos.
—¿¡Uzi!? ¿¡Que pasa, por que estas así!? ¡Debes respirar! —Él la sostuvo por sus hombros por su espalda.
Ella giro su cuerpo, dándole la espalda al dron.
—¡E-Está pasando de nuevo! —Abrazo con fuerza a su bebé, aferrándose a ella como si fuese a desaparecer—. ¡Su cara está desapareciendo! ¡No puedo ver sus ojos! —Lagrimas no paraban de caer por su rostro.
En ese instante, N entendió todo.
Su voz se suavizo y sus hombros se destensaron.
—Uzi… ¿Crees que puedas mirarme un momento?
—No… no puedo, s-si te miro, sabré que tampoco puedo ver tus ojos… —Aspiró con dificultad—. Y t-tus ojos son lo único que puede calmarme. Por favor, no me hagas esto. —Suplicó con clemencia, algo que nunca había sentido antes por nadie.
Hubo un momento de silencio, hasta que él encontró palabras para responder:
—Lo siento, ya debería saber que eso no te gusta. —Él jugo con sus manos, al no tener donde esconderse por la culpa creciente que sentía—. Es difícil verte por pasar por esto cada vez, pero no quiero imaginarme como deber ser estar en tu lugar, Uzi…
De ella salió un sollozo fuerte, las palabras de su amor rompió algo dentro de ella.
—Por favor, no quiero que esto vuelva a acabar. No podre soportarlo una vez más. Esto duele mucho.
Uzi sabía que al imaginar todo esto, lo único que hacía era hacerse más daño a sí misma. Pero… estar sola ahí afuera es mucho peor.
—No hay algo que más me duela que mentirte, lamento no poder hacerlo una vez más como las anteriores. —Él mantenía su distancia tal como ella lo pidió—. Pero…prometo estar aquí para la próxima vez que me necesites, como… siempre. —Lo último fue dicho con ese entusiasmo que tanto lo caracteriza, pero esta vez, sonaba falso.
Ella apretó con fuerza sus ojos, y giro su cuerpo para terminar ambas en los brazos de él, sin subir para mirarlo.
—Sálvame…
—Sé que estoy ahí afuera buscando la manera de salvarte, mi Uzi.
—¡Ni… ni siquiera sé si estas vivo! —Otro grito ahogado salió de ella, aferrándose al su abrigo—. Tal vez no sobreviviste a la explosión del planeta… y todo lo que hice fue en vano… ¡NO LOGRE SALVARTE!
—… Tienes razón, no lo sabemos. Pero…
El tomo entre sus manos el rostro de la morada, y noto como apretaba sus ojos para no tener que verlo, pero aun así él continuo:
—Donde sea que esté, debes saber que mi corazón te pertenece. Amo a esta valiente dron que dio su vida por mí, y que me siento honrado de que me ame de vuelta. El N de ahí afuera lo sabe…
Uzi abrió sus ojos.
El rostro de N era una mancha oscura irreconocible.
—Por favor, no pierdas la esperanza, ya que yo no parare de buscarte, así me tome décadas.
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El frio calcinante volvió a envolverla una vez más.
Sus ojos se abrieron lentamente, con aceptación y agotamiento, una sensación de la que ya estaba acostumbrada a vivir cada día. Ya era parte de su normalidad vivir la soledad del espacio en el que orbitaba. Con la imagen del brillante fuego en su planeta natal del cual ella fue culpable y no pudo salvar.
¿Por qué seguía esperando? Tal vez ninguno de sus conocidos seguían vivos.
Tampoco se sentía digna de volver a verlos en el supuesto más allá. Ella les falló.
Había pasado un mes en su sistema.
Si alguien estuviese cerca para preguntarle, ella diría que a quien más teme volver a ver es a los dos peliplateados que la acompañaron en su viaje.
V sacrifico su vida, con sus ultimas palabras expresándole su plena confianza. Y le falló.
N confió en ella cada segundo. Y también le falló.
Tal vez, este era su castigo, después de todo, hizo mucho daño a muchos drones.
Siempre eran sueños parecidos, o a veces ni siquiera eran sueños, sino su propia imaginación buscando volver a ese lindo lugar donde es feliz. Su mente era feliz imaginando esa tranquila vida que no pudo tener al lado de N. Había pasado mucho tiempo preguntándose si era correcto o no sus pensamientos, en especial los vergonzosos donde ambos hacían… cosas, pero su mente egoísta solo quiso seguir sintiéndose bien y huir de su continua soledad, así que solo pudo disculparse con la memoria de N y continuar.
Al principio lloraba cada vez que despertaba o su imaginación llegaba a su final, pero luego se volvió tan habitual que ya estaba acostumbrada así que las lágrimas no salían.
Ella de verdad quiso creer que N la amaba tanto como ella lo ama. Después de todo, él le confeso sus sentimientos… o algo así, así que debe gustarle, aunque sea un poco. Muere por preguntarle más al respecto, y jura que si vuelve a verlo le pedirá una confirmación sobre el estado de la relación de ambos… y le dará un beso...
Aunque duda que eso llegue a pasar.
Así que acepta seguir despierta por ellos. Hasta que sus metales se oxiden y su aceite se seque.
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—¡Ríndete Murder drone! ¡Estás acorralada! —Exclamo el drone de ojos verdes
—¡Prepárate para volar en pedazos! —Exclamó la rubia con una sonrisa confiada.
Los dos apuntaban a la drone de coletas con los dos cañones construidos por Khan.
J los miró con un símbolo de enojo en su visor. Sin bajar su brazo con un cañón propio.
—¿Y ustedes qué? ¿Acaso no aprecian sus vidas? ¿O son tan tontos como la cosa morada?
—¡No te atrevas a insultar a mi hija! —le gritó Khan, Señalándola con un tubo de metal que encontró para defenderse—. ¡Ella invento las armas con las que acabaremos contigo!
—Una vez más… —Agregó Thad con confianza.
J de verdad quería ignorar la advertencia en su visor cada vez que se enfocaba en ese cañón.
—Ustedes, cafeteras, son ridículos…
Los tres escucharon el arma del brazo de J cargarse, hasta que un segundo después, un proyectil vino directo a ellos.
Los dos más jóvenes se apartaron del camino y cayeron al suelo, escuchando una gran explosión detrás de ellos.
Khan, que estaba más lejos, inmediatamente le lanzo a la de cabello plateado aquel tuvo, que le golpeo justo en su cabeza, haciéndola retroceder.
Thad aprovecho ese instante para disparar el cañón sus brazos.
El rayo verde de salió lo hizo retroceder unos cuantos metros al expandirse por el espacio frente a él. Pero logro su objetivo.
Cuando todo el humo y la luz se disipo vio lo que había logrado: Una pierna y media de J habían sido calcinadas. Haciéndola caer al suelo con dolor.
—¡Niña, tu turno! —Khan le aviso.
Ella asintió. Y se levantó del suelo y procedió a apuntar de nuevo a la drone en el piso.
En medio de todo su dolor, la de coletas pudo visualizar a la otra preparándose para acabar con ella. Así que saco sus alas, alzando el vuelo para evitar ser alcanzada.
Lizzy no disparó al ver que perdió el objetivo. Pero siguió el camino de J en el aire.
—¡Estoy cansada de ustedes! ¡Esto termina aquí! —Y la de cabello plateado saco de sus dos brazos metralletas.
Sin embargo, un sonido del aire siendo cortado la interrumpió, que hizo sus ojos ahuecarse a la vez que volteo a mirar a esa dirección, reconociendo muy bien quienes eran lo único con su misma capacidad para volar.
Ahí estaba él.
Con sus alas extendidas, mucho más arriba en el aire.
N.
—Tú… —J gruñó con rabia en el momento en que hicieron contacto visual.
Su visión mejorada le permitió notar como él poseía una gran equis en su visor, al igual que unos puños apretados.
Ella pudo escuchar a uno de los drones en el suelo exclamar:
—¡Miren, N está aquí! —Con una voz tan alegre que le dio ganas de vomitar.
Sus piernas volvieron a creer, así que puso una mano en su cadera, mirándolo con ira.
Él había permanecido quieto, con esa equis mirándola fijamente.
Hasta que él finalmente habló:
—Tú… la ayudaste. ¡La ayudaste a llevarse… A UZI!
J no tuvo oportunidad para parpadear ni para cambiar su mano a su espada, cuando en menos de un segundo su cuerpo desde su cuello comenzó a ser arrastrado por toda la nieve del suelo.
No solo dolía sentir todo su metal abollarse y quemarse, al igual que su ropa rasgarse, sino que una mano apretaba su cuello impidiéndole escapar.
Ella con un gruñido, saco su espada e intento ir a la cabeza del drone. Pero la mano libre con espada de éste cocho contra la suya.
Esto lo vio obligado a parar de arrastrarla y quedarse en un mismo sitio. J necesitó usar su otra mano para combatir la fuerza del drone, que tenía la ventana de estar sobre ella.
Decir que ella se encontraba en shock era poco, ese lastre que su equipo tenia ahora la miraba con puro odio, en busca de empujar su propia espada contra su cuello con una fuerza sobrenatural.
J no creía poder aguantar mucho más, sus ojos se ahuecaron con horror.
N presiono más, y eso todo lo necesario para que la cabeza de J se separara de su cuerpo.
El aceite salpico en su rostro.
—Me ayudaras a recuperar a Uzi, J. Quieras o no.
Con su espada, corto la cola de la drone sin cabeza y comenzó a atar su cuerpo con ella.
Mientras lo hacia los tres drones corrieron hacia él, ya que la pelea lo había alejado un poco del lugar inicial.
Thad llego primero y pregunto angustiado:
—¿¡Estás bien, N!?
N no respondió, solo siguió en su trabajo. El siguiente en llegar fue Khan, que preguntó desesperado:
—¡¿Dónde está Uzi?! ¿Ella está bien?
Una vez ató el nudo final, y ante la mención de la drone morada. La equis en su visor desapareció dándole paso a sus ojos cansados.
El silencio de N preocupó a Thad, quien era el que lo conocía mejor de los tres, un drone simpático que siempre hablaba ahora no tenía palabras que decir, y sin mencionar lo que le estaba haciendo a la murder drone de coletas.
—Uzi… —dijo en voz baja—. Ella debe estar bien, debe estarlo, o no sabré que hacer.
—¿A qué te refieres? ¿Dónde está ella? —Él padre le rogaba por una respuesta.
N se puso de pie.
—Pronto lo averiguaremos. —Mirando el cuerpo de J.
Lizzy había llegado caminando, un poco más rejalada, con una mano su teléfono y otra el arma cargada. Cuando llego a la escena, tomó una selfie con el cuerpo amarrado de J y la envio.
N se acercó y le quito su teléfono.
—Lo necesito.
Ella lo miró con el ceño fruncido y saco otro de su busto.
Thad vio como la cabeza de J se regeneraba y sus ojos se vaciaron.
—Oye, N… ella está a punto de despertar…
N no presto mucha atención, estaba ocupado videollamándose a sí mismo con el teléfono.
Unos segundos después, J abrió sus ojos y jadeo asustada.
—¿¡Qué demonios fue eso, idio…
N golpeo su cara con su puño, callándola en el proceso y rompiendo su visor en cristales.
Los tres drones se sobresaltaron en shock.
N incrusto el teléfono en su cabeza, asegurándose que nada pudiese sacarlo de ahí.
Luego, tomo una de las coletas de J y comenzó a arrastrarla por la nieve, alejándose sin decir una palabra más. Emprendió vuelo hacia en el aire, hasta desaparece de la vista de los tres.
——————————————
—Imbécil, idiota, bueno para nada… ¡Sueltame! —decía ella con odio en cada una de sus palabras.
—Solo espera un poco más, J. —Él ordeno con cansancio.
N volaba hasta la catedral subterránea, el mismo lugar donde Cyn se había llevado a Uzi, pero esta vez entró desde el techo. Con ese agujero enorme justo debajo de ambos.
—¿¡Donde estamos!? —Ella no podía ver.
Sin decirle una palabra más, N soltó a J.
Ella cayo en el agujero sin fondo entre gritos.
Él esperó, lo que parecieron casi dos horas de caída, viendo lo que sería la visión de J atraves del teléfono.
Uzi estaba en el espacio. Saco la llave de su bolsillo y la miro, y ahí lo entendió todo.
Voló a la superficie lo más rápido que pudo con un objetivo claro: la nave.
Estuvo a punto de abrir la puerta de la nave cuando la voz de Thad en el suelo lo llamó.
—¡N! ¿Qué sucede?
Cuando él volteo a verlos, pudieron notar tristeza en su mirada.
—Iré a buscar a Uzi… al espacio. —Y entró a la nave.
Pero dejo la puerta abierta.
Los dos worker drones hombres se miraron y subieron a la nave con dificultad.
Apenas N entro, varias cosas de la nave eran familiares, pero, aun así, no tenía idea de cómo pilotarla, pero sabía que en su código debía estar la habilidad de pilotar. Tal vez algún manual o guía lo ayude a despertar eso en él…
No encontró nada, debió suponer que Cyn no se lo dejaría fácil. Puso sus manos en su cabeza con estrés. El recuerdo de Uzi haciendo ese mismo gesto solo le recordó que debía rescatarla lo más pronto posible.
—¿¡Como Uzi terminó en el espacio!? ¡Ella es solo una niña! ¡Y ahora está sola en el espacio! —Khan comenzó a gritar desde su pecho, exigiendo explicaciones—. ¡Creí que tenía a dos murder drones cuidándola!
—¡LO INTENTE! ¡De verdad...! Lo intente... —Él primero grito entre lágrimas, y lo último salió de él en forma de susurro.
Su grito sobresaltó a los dos drones. Que no esperaban verlo explotar y al borde del colapso.
—Pero... no tuve la destreza para lograr protegerla... Y ella simplemente... Cometió el error de salvarme... —Paso su mano por su visor—. Ahora, no puedo quedarme sentado a llorar por ella, no cuando sé que está ahí atrapada y necesita ayuda. No importa cuánto tiempo me tomé, la encontrare.
N guardo para sí mismo.
La mirada de los dos worker drones se suavizo al notar su preocupación, al mayor quiso decir algo, pero en ese momento la drone rubia entró a la nave.
—Oye, tortolo —Llamó a N—. No te atrevas a despegar está nave, V sigue viva y viene en camino y nos matará a todos si nos vamos sin ella.
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Dejarles el trabajo completo a sus sueños a veces no era buena idea, ya que sobre estos no tenía control alguno, y terminaban traicionándola con terribles pesadillas con finales devastadores. Por eso su propia imaginación era más de su agrado, ahí podía moldear sus historias a su gusto, y darles los sucesos que ella quiera.
La vez en que se dio cuenta que lo prefería así fue en su primera semana en el espacio, donde tuvo un sueño terrible donde el solver la volvía a controlar y la hizo matar a tres de sus capsulas mientras N presenciaba, y luego lo forzó a darle más de su código para crear más capsulas y comérselas.
Cuando despertó temblando con un visor lleno de lágrimas se dio cuenta que prefería estar despierta y usar su imaginación, ahí nunca haría algo así.
Al principio todo iba bien en su imaginación, obviando que terminaba sintiéndose culpable y llorando al ver como a partir de un punto no podía imaginar nada más. Pero en esta última semana, ya no tiene tanto control como le gustaría, ya que al final, los rostros de a quienes ama terminan volviéndose una mancha negra en su visión.
No sabe que significan, pero siente miedo.
Uzi no sabe cuento más tiempo pueda soportar así, cuando ya ni siquiera estar en su imaginación se siente bien.
Así que de dedica a mirar que rocas nuevas hay a su alrededor, y las hace chocar unas con otras con el solver, sino fuera por su reloj interno habría perdido la noción del tiempo, aunque poder ver cómo pasa cada segundo es un estímulo que le gustaría no tener.
O a veces miraba al horizonte, había logrado ver algunos asteroides dirigiéndose al planeta que por suerte ninguno la golpeo, o incluso algunas estrellas fugases que pasaban a la lejanía.
En realidad, no sabía la diferencia entre ambos, tal vez eran lo mismo.
Oh, justo hay una pasando a lo lejos.
Recordaba que cuando era pequeña, su mamá había pirateado una película animada para niños, donde los humanos decían que a las estrellas fugases se les podían pedir deseos, y siempre se cumplirían.
Le parece una estupidez, algo de cuento de hadas.
¿Pero… le haría daño?
Ella desearía que todos sigan vivos.
La estrella era brillante y dejaba una gran estela en su pasar. Parecía estar orbitando al igual que ella, una preocupación llego a ella cuando se dio cuenta que cada vez se hacía más grande, así que venía en su dirección.
Sus ojos se ahuecaron, pensó en usar el solver para evitar el impacto, pero dudaba que funcionara con algo viniendo a casi la velocidad de la luz.
Su núcleo latió con fuerza con preocupación, no quería ser golpeada, pero aun había posibilidades de que no estuviera con su línea de impacto, pero igualmente el miedo estaba ahí.
Con cada segundo que pasaba se hacía más grande. Y Uzi solo podía mirarla, esperando lo que sea que el destino le tuviese preparado. Sin embargo, ella se dio cuenta de algo raro mientras más la veía.
Esa no era una roca en llamas, era una nave espacial.
Y estaba reduciendo velocidad.
Pero no lo suficientemente rápido.
En segundos impactaría contra ella, así que Uzi se preparó y se dio la vuelta para que su visor no se rompiera.
Un fuerte dolor se estrelló contra su espalda, mientras la nave seguía frenando, haciéndola soltar un grito que ni siquiera ella pudo escuchar. La nave estaba tan caliente que estaba segura quemo parte de su ropa y su cabello.
¡¿Quién era el terrible piloto de esta nave?!
Algo jalo su brazo, lo único que pudo ver fue un conocido tubo de ácido antes de que su cuerpo fuese arrastrado, hasta caer en una superficie, donde la gravedad y los sonidos finalmente cayeron sobre ella, y el frio calcinante ya no la abrasaba.
¿Qué acababa de pasar?
Seguía en el suelo cuando comenzó a escuchar voces llamando su nombre, una voz advirtiendo algo, y una mano ayudándola a levantarse.
Ahí fue cuando vio a tantas caras conocidas rodeándola que fue abrumante: vio el rostro de su papá que soltaba lagrimas felices viéndola, a Thad viéndola con una sonrisa enorme; a V y a Lizzy un poco más apartadas, comprobando su estado y luego con una pequeña sonrisa tranquila le alejaron de nuevo; por último, miro a su lado en el suelo, a quien sostenía su mano, y ahí estaba él.
N, mirándola mientras lagrimas bajaban por su visor.
—Uzi ¿Estas bien? —pregunto con voz ronca, teniéndola cerca de él, sosteniendo su mano y otra en su hombro.
La morada puso su mano en el pecho de él, sus ojos se vaciaron cuando noto como su núcleo palpitaba rápido. Y ahí ella le preguntó.
—¿Esto es real, N? —lo miraba a centímetro de su rostro, con ojos suplicantes.
—Ehh.. bueno, si, si es real Uzi. ¿Pero si estás bien…?
Ella solo necesito escuchar el si antes de arrojarse en los brazos de N, rodeándolo por su cuello como si pensara que lo perdería, ese abrazo que tanto necesitó por fin era suyo. El peli plateado rodeo su espalda casi instintivamente, con fuerza, sintiendo ese enorme peso que llevaba cargando durante el último mes, ese miedo de nunca encontrarla por fin desaparecía a favor de la calma que le provocaba tenerla cerca. La constante angustia de no saber de ella lo mataba cada segundo. Pero eso finalizaba ahí.
Uzi se separó del abrazo:
—¡¿Por qué tardaste tanto en encontrarme!? ¡Eso fue una tortura psicológica! —Gritó, apretando la parte acolchada del chaleco del de ojos amarillos.
N la miró enojado:
—¡¿Cómo pudiste hacer algo tan estúpido como sacrificarte!? ¡¿Acaso estás loca?! —Él le reclamó entre gritos, mientras agarro ambos lados de la cabeza de la morada.
Ambos se besaron, bruscamente y enojados.
—¡Eres un tonto! —Exclamó ella al separarse.
—¡Y tú hiciste una tontería! ¡¿Acaso no te das cuenta de que te amo y no puedo perderte?! —Él agarro su propia cabeza con frustración y locura.
—¡Y por eso lo hice! ¡Te amo y no podía dejar que Cyn te tragara! —Chocó su visor contra el de él múltiples veces intentando que lo entendiera.
Una voz nueva hizo presencia:
—¡Uzi Portero!
Los ojos de ambos se encogieron hasta pasar a ser simples puntos, sacándolos de la burbuja en la que estaban, giraron lentamente hacia la dirección de la voz.
Encima de un Khan desmayado, estaba un núcleo andante con pasamontañas negro, mirándolos severamente.
—¡Usted, señorita y yo tenemos mucho de qué hablar sobre ese murder drone y tú! —Ella los señaló a ambos con gravedad—. Pero por ahora, me alegra ver que estas bien, pequeña… —Lo último salió de ella con un tono suave y maternal.
Los dos drones abrazados volvieron a mirarse, con sus rostros a centímetros de distancia. Uzi se separó repentinamente, con un gran sonrojo en su visor, y abofeteo las manos de N que quedaron en el aire, para luego levantarse del suelo en el que estuvieron.
N quedo paralizado en el suelo, mirando el lugar donde estuvo ella, procesando lo que acababa de pasar.
—Tú… eres mamá ¿Cierto? —Ella pregunto, extendiendo una mano hacia el corazón andante. La cual acepto la invitación, subiéndose sobre ésta.
—Je Je, la misma, estuve buscándote por el espacio cuando nuestro deficiente piloto me atropelló también.
Uzi quiso darse una palmada en la frente, volteo a mirarlo solo para ver que seguía en el suelo en la misma posición, pero en su visor había una advertencia por sobrecalentamiento, solo pudo suspirar.
—¿Qué pasó con Cyn?
—Sigue en el planeta, debe estar consumiéndolo en este mismo instante, y devorará todo si no volvemos para detenerla —respondió su madre—. ¡Deben destruir su corazón!
—No debemos perder más tiempo, hay que volver ahora mismo. —Uzi declaró, giró para ayudar a un N tambaleante y mareado a ponerse de pie y comenzar a guiarlo hacia la silla de piloto.
Pero su madre preocupada volvió a preguntar:
—Mi niña, no respondiste antes, ¿Te sientes bien?
La drone tardo un momento en responder, pero la respuesta no tardó en llegar a ella.
—Ahora estoy más que perfecta, mamá. —Le dedico una sonrisa sincera y tranquilizadora—. Pero ahora… ¡Es hora de papearnos a Cyn! ¡Todos a sus asientos!
V y Lizzy pusieron los ojos en blanco, pero hicieron lo que pidió, Thad se sentó al lado de ellas y Nori puso con su solver el cuerpo de Khan en uno de los asientos. Y Uzi obviamente se sentó al lado de N como su copiloto.
N, ya más recuperado y centrándose en la misión, comenzó a presionar botones que Uzi no entendía, así que simplemente lo admiró realizar esa tarea. Él sintiéndose observado, bajo su mirada para verla, y ella se sonrojo fuertemente en menos de un parpadeo.
El de ojos amarillos le sonrió con felicidad y cariño, admirando la belleza de la morada.
—Mmm… N. —Uzi susurro lo más bajo que pudo para que nadie escuchara, aun con el gran sonrojo en su visor.
—¿Si, Uzi?
—Hay algo que debo decirte, y me sentiré culpable si lo sigo guardando para mi… —Seguia susurrando, mirando hacia otro lado.
El drone la miró preocupado.
—Puedes decirme lo que sea que te preocupe, sé que sabes que puedes confiar en mi… —Susurró, en un tono suave para calmarla.
—…. ¿Tienes lápiz y papel?
—Oh, si… seguro. —Reviso debajo de la consola de mando y se los paso a su amada.
N vio como Uzi escribía algo y lo tapaba para que no pudiese ver.
Una vez terminó, lo dobló y se lo entrego, diciendo:
—Más te vale que te lo comas luego de leerlo, nadie más puede encontrarlo. —Su sonrojo había perdurado durante todo ese tiempo. Se cruzó de brazos, mirando a otro lado.
—¿Ook…?
N abrió el papel y comenzó a leer.
Una vez que terminó, procesó, y releyó para comprobar que había leído correctamente y no era un truco de su mente. Fue turno de que un sonrojo furioso apareciera en su visor.
¨Nos imagine a ambos conectándonos en la cama, y sé que no merezco el perdón¨
Se comió el papel, tal como pidió ella.
—Solo… dime una cosa ¿Lo hice bien, verdad?
Uzi gruñó con voz baja, avergonzada:
—Sí, N. Lo hiciste bien.
—Fiuf. —Limpio una gota de sudor de su frente.
Se tranquiliza al saber que ella lo tiene en alta estima.
Volvió a su tarea de piloto y los llevo a todos de nuevo al planeta.