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La Obsesión

Summary:

John debe lidiar con una acosadora a la par que ve a Stiles ser follado por su mejor amigo.

Work Text:

Ya cuando John estaba a punto de decidir terminar aquello escuchó la alarma en su celular. Y no era cualquier alarma, sino la de las cámaras instaladas en su casa. Específicamente de las cámaras secretas que John había instalado personalmente en la habitación de su hijo.

 

Cuidadosamente tomó su teléfono y abrió la aplicación para ver las imágenes que las cámaras estaban captando.

 

Eran Scott y Stiles... aparentemente discutiendo por algo.

 

- Stiles! ¿por qué no puedo? 

 

- Porque estás casado Scotty!!! 

 

- Si pero esto... esto no es real, entonces no estaría haciendo nada malo. Encima tu eres mi mejor amigo, no puedo creer que no me puedas dejar probarlo.

 

- Justamente por eso Scott, porque eres mi hermano, y creo que no sería bueno hacerle esto a Alli.

 

John no pudo dejar de soltar una sonrisa ante tal comentario, mientras procedía a despejar el rostro dormido de la esposa del mejor amigo.

 

Habían ya pasado unas cinco o seis semanas de aquella noche en la mansión donde John terminó siendo el objeto de la despedida de soltera de la nueva señora McCall y organizado por su mejor amiga, y orquestado por Peter Hale con otros fines que no le salieron como se esperaba

 

John había intentado cortar esos encuentros con la chica en varias ocasiones pero la misma había adquirido un hábito obsesivo de tenerlos solo con el fin de ser follada por la enorme verga del Sheriff. 

 

     

 

Realmente ni siquiera habían transcurridos dos días luego de su casamiento con Scott, cuando la cazadora empezó a enviarle mensajes calientes, incluyendo fotos o videos de ella desnuda enseñando sus partes íntimas con dildos y con frases como " deseo tenerlo adentro otra vez" o "necesito que me arruines".  Incluso durante los días que estaban de luna de miel la zorrita no descansaba en acosarlo.

 

Sus encuentros con Lydia comenzaron prácticamente a los 10 días después de aquel primer encuentro, y aunque con ella también se iniciaron del mismo modo, recibiendo mensajes invitándolo a repetir el encuentro, los de la pelirroja no eran menos acosadores. Y es por ello que había decido alquilar un departamento en una de las zonas más alejadas de la ciudad, un barrio prácticamente marginal, y en un edificio con muy pocos inquilinos que prácticamente evitaban cruzarse. De esta manera no tendrían problemas en sus encuentros.

 

    

 

Incluso llegaron a follar en el día de la boda de Scott y Allison, dentro de la limusina que llevaría a la pareja a la iglesia siendo el Sheriff el conductor del mismo.

 

   

 

John la folló con ganas, que no pudo aguantarse el orgullo que sentía cuando veía como su leche corría finamente por sus piernas desde debajo de su vestido, ahí parada a lado de la novia y frente a todos.

 

Y no es que al Sheriff no le gustase esos tipos de encuentros. Y tampoco era que John estuviera necesitado para meter su verga en cualquier orificio. Esa materia lo tenía bien cubierto gracias a Liam y Stiles. Pero para John nunca estaba de más follar otros orificios solo por el placer de oirlos gemir cuando su enorme polla les está practicamente desgarrando las paredes de sus ardientes canales porque no lo pueden recibir completamente.

 

Por lo que escucharles gemir y llorar a estas dos zorras  por esa mezcla de placer y dolor mientras empujaba hasta el máximo su verga dura, al Sheriff le excitaba demasiado. En especial esos gritos que casi las dejan inconscientes cuando su polla tocaba prácticamente la entrada de su útero mismo, haciendo que ellas se corran de manera incontrolable empapando todo lo que haya a su alrededor.

 

Pero a Allison ya le faltaba un poco de control, de lo contrario su apetito sexual le hacía cometer actos desquiciados.

 

Como aquella ocasión que a pocos días de llegar de su luna de miel, la nueva señora llamó de manera anónima a la estación de policías solicitando ayuda, pero indicó que sólo el Sheriff Stilinski debía de acudir al sitio.

 

 

Y tal fue la sorpresa del Sheriff cuando fue abordado prácticamente por la chica de manera repentina. 

 

 

Al comienzo el Sheriff opuso resistencia, pero la rabia que le generó el comportamiento irresponsable de la joven, lo llevaron a darle lo que tanto necesitaba la chica. La folló de manera salvaje para así poder él descargar toda su ira generada.

 

   

 

Poco después John se enteró que el establecimiento pertenecía a la familia Martin, y ante el temor de que por represalia el Sheriff deje sus encuentros, la pelirroja le juró que ella no sabía nada. Que le había prestado a su amiga pensando que quería relajarse después del stress de su casamiento y luna de miel.

 

O como la semana pasada, cuando a la media noche recibió una llamada de Parrish indicándole que había robado una de las patrulleras y que por el gps pudo verificar que estaba cerca de su residencia. Por lo que John salió a buscarla y la encontró estacionada en una de las calles desiertas a lado de su casa. Y luego de recriminarle por el delito que cometió, la terminó follando sobre el capó.

 

 

Y como el caso de hoy, que tuvo que escoltarla de la estación porque de lo contrario la habría tenido que arrestar por comportamiento indecente.

 

Sin que nadie se de cuenta, Allison se había escabullido dentro de su oficina, y cuando el Sheriff entró y se ubicó en su sillón, la muy zorra salió de su escondite de espaldas al Sheriff y haciendo girar su sillón, saltó sobre su regazo y mientras que una mano alzaba su pequeña falda con la otra intentaba abrirle el pantalón para liberar su verga y montarla con su ardiente coño.

 

En cualquier otra ocasión para John eso hubiese sido excitante. No era la primera vez que lo haría sobre su escritorio ahí en su oficina. Las marcas que Liam y Stiles sobre la madera, son testigos de esos encuentros. O cuando uno de los dos se escondía debajo del escritorio con el solo propósito de chuparle la polla. O bien jugar competencia de quien le hace correr más pronto - John o Parrish - cuando se escondían debajo de sus escritorios.

 

Pero con la señora McCall decidió que ya era suficiente, por lo que la tuvo que detener a la fuerza y quitarla de su oficina, para luego conducirla hasta su departamento privado para tener una conversación seria.

 

De camino al departamento en el ascensor, Allison le había comentado que no puede parar de pensar desde aquella vez que él la folló como nunca le habían hecho, y necesita que le destrocen tanto el coño como el culito. Sabía que lo que estaba haciendo estaba mal, que le estaba causando daño a su marido traicionandolo así, pero el ardor que sentía por dentro era muy fuerte.

 

 

Viendo como la chica era bastante sincera y reconocía su problema, John la tomó entre su brazos mientras la joven lloraba desahogándose. Pero aparentemente todo era otro ardid más de la zorra, ya que apenas el Sheriff le rodeó con sus brazos, sintió como las ágiles manos de la mujer le desabrochaban el pantalón del uniforme para luego arrodillarse en el suelo y chuparle la polla.

 

Pero de todo eso habían pasado unas tres o cuatro horas. Y en todo ese tiempo el Sheriff no paró en darle lo que su hambriento coño estaba precisando. 

 

       

 

La folló con gusto en todos los orificios haciéndole gritar como la puta en celo que era.

 

 

Ahora la zorrita estaba desnuda durmiendo recostada entre las piernas del Sheriff, con una mano sosteniéndole su enorme verga y con la cabeza de su miembro enterrada en su boca como si de un chupete se tratase. La mujer se había quedado dormida luego de chupar toda la leche con la que John le había llenado la boca.

 

Y además, John había decidido llamar a las dos personas que podrían ayudar a que la chica consiguiera lo que quería. Boyd y Peter.

 

Desde su posición en la cama John vio que a la mujer no le era incómodo en lo más mínimo estar recostada sobre las sábanas que ya estaban totalmente mojadas por los fluidos tanto de ella como de los interminables orgasmos que los tres hombres habían depositado dentro de ella y que ahora estaban abandonando esas cavidades.

Peter y Boyd la habían follado tan salvajemente y con gusto, que los llantos y gritos de placer que ambos le sacaron con cada embestida, la dejaron totalmente arruinada, que le aseguraron que sus agujeros no volverían a ser lo mismo por lo menos en un par de semanas. Incluso lavarse esas partes íntimas le sería un infierno. La chica obtuvo finalmente lo que quiso, ser usada como una muñeca de trapo.

 

Pero la voz del marido de la infiel que estaba recostada entre sus piernas le hizo volver a las imágenes que aparecían en su celular

 

- Peter? PETER STILES ?!!! 

 

- Si, Peter - le respondió su hijo al moreno algo avergonzado - pero no podía decirle que no...

 

- Stiles, entiendo que el Sheriff, Derek y Parrish hayan tenido el privilegio de probarte, por... no sé ... esa relación extraña que tienen... Pero Stiles dejaste que Peter pruebe tu coño y yo no que soy tu mejor amigo! - lloriqueó Scott

 

- Esta bien Scott! - Stiles le respondió sonando algo frustrado y avergonzado - Pero que conste que no me hago responsable de que nuestra amistad termine.... porque ... 

 

- Stiles solo será por única vez, lo aseguro ... además, vamos a ver si qué tan bien eres si fueras realmente una mujer - le respondió el moreno con esa típica sonrisa de niño luego de conseguir el juguete que más deseaba.

 

John vio como Scott acariciaba el cuerpo de su hijo y le decía lo suave que se sentían.  Vio cómo su hijo le ayudaba a quitarse los pantalones. 

 

 

Y sin más preámbulo, Scott se posicionó entre las piernas de Stiles para probar de ese coño mágico, que John conocía perfectamente el sabor y que ahora le daban ganas de ser él quien esté entre las piernas del chico, mientras sentía como su verga se iba endureciendo en la boca de la chica.

 

     

 

- Stiles...esto es una delicia....

 

John escuchó al moreno decirle a su hijo y como ambos gemían de placer. En especial cuando Scott empezó a llevar su mano entre las entrepiernas de su hijo, probablemente para exprimir más de su jugo haciendo que éste empiece a gemir con más fuerza.

 

- Ay dios... Scotty!!! Así... - gemía Stiles

 

Luego vio como Scott decendía nuevamente hasta el sexo mágico de su hijo, y ahí los gemidos de Stiles se intensificaron como las de una verdad puta en celos. 

 

 

Jhon ya tenía la verga dura, y sentía que se iba a correr en cualquier momento al ver cómo el moreno embestía con sus caderas contra las piernas de su mejor amigo. Ahí el Sheriff pudo apreciar el hermoso trasero que Scott tenía que le dieron ganas de probarlo alguna vez.

 

      

 

Y siguiendo el ritmo de las embestidas del moreno, y mientras John apreciaba el trasero firme de Scott, repetía sus movimientos contra la boca de Allison quien lagrimeaba por las arcadas que le generaba el choque de la enorme cabeza de la polla del Sheriff contra su garganta.

 

 

- Mirate putita, lloras por mi polla pero aún no eres capaz de tragártela toda. Ni que decir tu coño y culito. Por eso a partir de ahora Peter y Boyd serán los encargados de dejarlos arruinados como lo deseas - le hablaba el Sheriff mientras seguía embistiéndole con su polla, haciendo que los ojos de la mujer se giren para atrás.

 

Y al mismo tiempo que vió como Scott se corría fuertemente dentro de su hijo, él empezó a lanzar sus chorros de semen en la boca y cara de la chica.

 

- PUTA MIERDA!!!! STILES!!! - jadeaba Scott mientras se desplomaba sobre el cuerpo de Stiles. - Tu coño es perfecto. Es como si fuera hecho para contener mi verga...

 

- Scotty... siiii, dios, tu polla se siente tan rico dentro mío .

 

- Stiles qué haces?! - gimió el moreno - Tu interior me está succionando la polla.. me está chupando todo. PUTA! No quiero salir de aquí nunca

 

Stiles gemía mientras empezaba a girar su pelvis - Scotty quiero toda tu leche.... dame toda... aaaaah - haciendo que Scott gima con más ganas.

 

- Stiles!!! Te quiero follar todos los días... si no estuviera casado... uy me da rabia decirlo, y por favor no se le cuentes a Alli, pero tu coño se siente mejor que el de ella.. - seguía hablando el moreno mientras seguía follando nuevamente a su mejor amigo - te follaría todos los días hasta dejarte seco el coño.  Es como si estuviera hecho para mi.

 

Y pareciera que la señora McCall estaba tan ebria con las folladas que recibió que no era capaz de reconocer la voz de su marido y lo que estaba diciendo de ella.

 

Ya pasado un tiempo, cuando parecía que Scott iba ya a irse, John lo vió tomar a su hijo y empujarlo contra el sillón de la habitación.

 

- Scotty noo...

 

- Lo siento Stiles, pero quiero ahora probar tu culito - y acto seguido empezó a embestir salvajemente contra el trasero de Stiles, quien a pesar de negarse al principio empezó a gozar nuevamente hasta que sintió como su mejor amigo llegaba nuevamente a su orgasmo y empujando toda su pelvie para que su semen entre hasta el fondo de su trasero y llenarle.

 

     

 

Gran cogida es la que recibió Stiles es lo que pensó el Sheriff quien decidió que una vez que llegue a la casa en la noche, la única cena que iba a aceptar sería el darle una buena chupada al coño de su hijo y así probar sus jugos mezclados con la leche de Scott.


Pero antes iba a darle una última lección a la zorrita dormida. 

 

 

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