Chapter Text
Narrador
La "Mandíbula Inferior del Dragón Rojo" se alzaba majestuosa ante el grupo, unas enormes montañas heladas llenas de nieve. El aire era denso y pesado pero a Bruilard no parecía afectarle gracias a su manipulación del oxígeno pero se sentía inquieto por estar tan cerca del hielo, no sabía porque.
Mientras tanto las palabras de Ruijerd resonaban firmes mientras seguia disuadiendo a Eris de cualquier idea imprudente sobre enfrentar a un dragón rojo.
-No es una simple bestia, Eris. Un dragón rojo es una calamidad viviente. Incluso para mí, enfrentarlo sería un desafío.
Eris, como era de esperarse, refunfuñó cruzándose de brazos, pero no insistió demasiado. Sabía que Ruijerd no hablaba a la ligera. Rudeus, por su parte, mantenía su mirada fija en el horizonte, una mezcla de nerviosismo y concentración pintada en su rostro. Tanto el como Bruilard sabían lo que estaba en juego.
-Sigamos adelante. Ya discutimos esto lo suficiente -intervino Bruilard, aunque sus pensamientos estaban en otra parte.
-¡Tu no te metas! -Eris fulmino con la mirada a Bruilard.
Bruilard retrocedió instintivamente 'Como mi padre se pudo enamorar de alguien haci' Bruilard intentaba buscarle lógica pero se le escapaba como granos de arena entre sus dedos, y la incomodidad de estar cerca del hielo no ayudaba.
Mientras avanzaban, una sensación incómoda comenzó a invadir a todos menos a Rudeus. Era como si el aire se volviera más espeso con cada paso, obligándolos a respirar más profundamente. La temperatura descendió ligeramente, y un escalofrío recorrió la columna de todos incluso Rudeus. Fue entonces cuando lo vio: dos figuras caminaban lentamente desde el otro extremo del paso.
Era un hombre alto, vestido con un manto blanco. Su cabello plateado brillaba bajo la tenue luz del lugar, y sus ojos dorados, fríos y calculadores, parecían atravesar a todos los presentes. La otra llevaba ropa más normal siendo lo único destacable la mascara blanca y su cabello negro (no es muy común en el mundo de las seis caras).
Tanto Bruilard como Rudeus sabían que se trataba de Orsted y Nanahoshi. Después de años buscando al Dios dragón y de no tener éxito ahora estaba delante de ellos.
La maldición de Orsted afecto a todos menos a Rudeus. Eris y Ruijerd se paralizaron casi por completo, y Bruilard se sorprendió de que la maldición fuera tan fuerte, también estaba paralizado pero también sentía una inmensa ira.
Tanto Orsted como Nanahoshi pasaron a su lado ignorandolos, ni Bruilard ni Rudeus se alarmaron por esto ya que sabían que iba a pasar. Como también sabían que Orsted se detendría y les dirigiría la mirada.
-Rudeus, Bruilard tu también Eris -dijo Ruijerd en voz baja. -No se muevan ni un centímetro.
Bruilard permaneció callado, pero su mente trabajaba rápidamente. Nunca pensó que la maldición de la que hablaba Rudeus fuera tan fuerte, y también se debatía si tuvo mala suerte o no en que en lugar de sentir miedo por él sintiera odio.
-Acaso eres Ruijerd Superdia -La voz de Orsted se escuchó con una calma alarmante que hizo que todo se tensaran menos Rudeus como de costumbre -Y tu debes ser Eris Boreas Greyrat y tu.....
Orsted se sorprendió, pero no por no reconocer a Rudeus como en el pasado si no por la persona que estaba a su lado.
'¿Que hace el miko del oxígeno aquí?' se preguntó internamente 'Debería de estar congelado y descongelarce de manera natural en unos setenta años'
La mente calculadora de Orsted trabajo rápidamente, le era bien sabido por los bucles anteriores que cualquier intento de liberar al miko del oxígeno antes de tiempo siempre terminaba con este último muriendo despues de uno o dos días, siempre, en absolutamente todas las veces. Y no conocía ruinas cercanas que quedarán a menos de dos días de viaje.
Esto para el no tenía sentido, el miko del oxígeno se suponia que tenía el destino fuerte de siempre terminar congelado en alguna ruina aleatoria del mundo a los catorce años, y después descongelarce debido a que la ruina colapsaba y exponía el hielo al sol, el hielo se derretía, el miko del oxígeno era liberado y luego.... moría a los pocos días o con suerte semanas debido a que vagaba por un mundo que ya no entendía, y de paso se la pasaba metido en problemas. O tenía mala suerte y era algún reino completamente aleatorio lo liberaba, el mataba a múltiples soldados debido a su paranoia, para después morir por agotamiento.
Orsted había intuido que el destino de Bruilard era como el de la resurrección de Laplace, no estaba escrito en piedra pero era casi siempre lo mismo. Era una lástima que este miko tuviera un destino tan cruel, ya que su habilidad era bastante interesante y poderosa y Orsted sabía que tenía potencial pero parecía siempre estar condenado a la muerte.
'Pero si a estado descongelado antes de tiempo por más de dos días, y no había muerto.... ¿acaso el desastre de maná o el mago que esta a su lado tiene algo que ver con esto?'
La voz de Ruijerd sacaria a Orsted de su propia mente. -¿Quien eres tu? ¿Cómo sabes mi nombre?
-¿Cómo sabes el mio también -Añadió Eris.
Orsted pensó en posibles respuestas pero algo más lo interrumpió.
-Deberías relajar un poco esa manera en la que respiras, cualquiera se sentiría ansioso al verte -Bruilard intento aligerar la tensión que sentía sin tener que recurrir a morder su lengua.
Rudeus le daría un golpe a Bruilard en la cabeza.
-Auch.
-Cállate Bruilard.
Bruilard suspiraria de manera pesada -Esta bien hermano.
Esa simple palabra "hermano" llamaría la atención de Orsted, sabía que el miko del oxígeno tenía un hermano (apesar de que no sabía casi nada de este último) pero no esperaba que fueran tan distintos.
-¿Hermano? No lo parecen -Murmuro Orsted para si mismo, sin saber que le había dado a Rudeus una oportunidad.
-No es de sangre, solo somos amigos.
Eris y Ruijerd se tensaban por cada segundo que pasaba, pero Rudeus abia obtenido lo que quería, abia llamado la atención de Orsted.
Orsted se extraño, la condición de miko normalmente causaba que estos no tuvieran amigos y eso convinado a que no reconocía a Rudeus solo le dio más razones para su siguiente pregunta.
-¿Y tu quien eres?
Rudeus sintió una enorme tensión, pero sabía que no podía vacilar ahora -Yo soy, Rudeus Greyrat.
La intriga de Orsted volvió a crecer, el no reconocía a este miembro de la familia Greyrat. Debía indagar más, y tal vez de esa manera obtendría respuestas.
-Y dime ¿cual es tu parentesco con los Greyrat? ¿Quien es tu padre? -Sus preguntas parecían órdenes.
-Paul Greyrat -Respondió Rudeus sin vacilar.
Eso definitivamente no podía ser cierto.
-Paul no tiene un hijo, solo tiene dos hijas.
Rudeus lo miró extrañado y Bruilard intervino. -Lo que dices no tiene sentido, conozco a Paul y se parece mucho a Rudeus.
Lo que decía el era la cosa que no tenía sentido, el miko del oxígeno vivía lejos de donde vivía Paul, está conversación estaba contradiciendo bastante cosas que el sabía. Pero algo más le llamó la atención, Ruijerd, Eris y el miko del oxígeno parecían tensos tanto que evitaban mirarlo tenía sentido debido a el que les estaba afectando su maldición, pero a este pequeño mago no.
Rudeus continúo mientras miraba directamente a los ojos a Orsted -Si sabes tanto quizás tu....
Oye niño -Orsted lo interrumpió -¿Acaso estas mirándome a los ojos?
Su tono hizo que Eris y Ruijerd se alarmaran, y Bruilard intervendria para intentar relajar el ambiente otra vez.
-Oye, que te dije sobre esa manera de respirar das miedo, de seguro no tienes amigos por eso.
Rudeus volvio a golpear a Bruilard -Cállate Bruilard -El negaría con la cabeza -Al parecer me equivoque perdónenos por molestarlo.
Todos caminarán unos pasos hasta que el momento por fin llegaría, por unas simples palabras que tanto Bruilard como Rudeus también abian usado múltiples veces para sellar el destino muchos.
-Oigan ustedes dos ¿Conocen a Hitogami?
Tanto Bruilard como Rudeus se voltearon al unísono.
-¿Cómo sabes sobre....
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La escena, tal como se abia planeado fue una copia exacta del pasado:
Ruijerd lo dio todo para protegerlos, pero terminó noqueado de unos cuantos golpes.
Eris intentaría abalanzarse contra Orsted, pero el detuvo su espada con los dedos y la mando a volar contra la pared de un golpe
Solo quedaron Rudeus y Bruilard de pie.
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'Todo va de acuerdo al plan' pensaron tanto Bruilard, como Rudeus. 'Es la hora de continuar con la actuación.
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-¡Denemos tener cuidado, Bruilard! -Grito Rudeus, desenvolviendo a "Aqua Heartia" y apuntandolo hacia Orsted mientras el aire se llenaba de un zumbido eléctrico, mientras poco a poco Rudeus iba acumulaba maná. Su "Electric" chispeaba con un poder palpable, pero Orsted no parecía inmutarse.
-¿Magia sin encantamientos? -Orsted murmuró con desdén mientras sus ojos se fijaban en Rudeus. -¿Acaso Hitogami te otorgó ese poder? -Un ligero tono de burla se deslizó en su voz antes de que su mirada se endureciera -Bueno, no debería sorprenderme de un apóstol.
Bruilard sintió cómo su rabia se encendía con cada palabra. Sus manos temblaron, y por un instante deseó lanzar todo su poder contra Orsted. Pero sabía que ese no era el momento, y se obligó a mantener la compostura.
-En ese caso "Disturb ma....' mhh.
-¡Ahora, hermano! -gritó Bruilard mientras las "cadenas fantasma" que había creado con prisa envolvían a Orsted como unas serpientes.
Rudeus lanzó su hechizo. Un rugido ensordecedor se extendió por la montaña cuando el rayo fue lanzado. Sin embargo, Orsted rompió las cadenas con un movimiento brusco pero sin ninguna dificultad aparente, los fragmentos dispersándose como polvo. Con un giro preciso, esquivó el rayo que pasó a centímetros de su rostro, dejando una grieta ardiente en el suelo detrás de él.
Orsted se recompuso, su mirada afilada como un cuchillo. Analizó al dúo frente a él.
-Así que un mago que lanza hechizos sin encantamientos y el miko del oxígeno -Su tono era frío, calculador -Es una combinación rara, pero funcional. Eso explica el por qué Hitogami los eligió como apóstoles.
Bruilard apretó los puños, la furia burbujeando en su interior. 'Acaso está diciendo que mi relación con Rudeus es obra de ese idiota' Pero se obligó a calmarse una vez más. Era crucial que el plan no se viniera abajo por sus emociones.
-No somos lo que tú crees -Dijo Rudeus, intentando razonar de algún modo.
Pero Orsted no se dejó engañar. En su mente, todo estaba claro: un buen apóstol es un apóstol muerto. Sin mediar palabra, avanzó, su aura opresiva intensificándose, su maldición lo hacía peor para Bruilard.
-Es inútil, hermano -Dijo Bruilard mientras desenvainaba su espada. Su mirada se centró en el ritmo de la respiración de Orsted, notando fácilmente sus intenciones -No piensa escucharnos.
Bruilard alzó una mano, el aire a su alrededor vibrando de forma casi imperceptible. De repente, el oxígeno comenzó a solidificarse en docenas de agujas invisibles, afiladas como bisturís, un arma en toda regla.
-¡Aber que te parece esto! -Rugió mientras disparaba las agujas hacia Orsted.
El ataque era mortal, cada aguja iba a puntos vitales pero Orsted apenas se inmutó. Con un simple gesto, repelió las agujas, que cayeron al suelo como simples astillas. Las contrarrestó con la misma facilidad con la que desintegró los "cañones de piedra" y otros hechizos que Rudeus conjuraba frenéticamente, solo usando sus manos.
Rudeus se movió hacia atrás, ganando distancia mientras Bruilard desaparecía en un abrir y cerrar de ojos. Orsted quién abia terminado de desviar todos los hechizos y agujas frunció el ceño ante este echo, desconcertado. Pero nuevos hechizos de Rudeus lo obligaron a girarse, sus manos deshaciendo los hechizos con precisión brutal, pero manteniendo esa mirada tan desconcertante. Entonces, Bruilard reapareció junto a él, su espada descendiendo como un rayo, lanzando una "Espada larga de la Luz"
Más aún haci la espada fue detenida con un movimiento casual. Orsted agarró la hoja con su mano desnuda, deteniéndola en seco.
-Así que ahora sabes usar la técnica del dios de la muerte -Orsted torció los labios en una mueca pero sus ojos seguían fríos -¿Hitogami también te enseñó esto?
Bruilard odiaba tener que darle la razón internamente mientras intentaba liberar su espada, pero la fuerza de Orsted era insuperable para su estado actual o incluso su mejor estado. Su mandíbula se tensó, su rabia acumulada comenzando a desbordarse.
-¡No sabes nada! -Gruñó con una furia real debido a la maldición de Orsted y por las palabras de este último mientras forzaba su cuerpo al límite.
Orsted, aburrido de la resistencia de Bruilard, levantó su otra mano para hacer su propia "Espada larga de la Luz". Sin embargo, cuando la lanzó, su brazo se desvió de manera extraña, y la hoja pasó rozando a Bruilard cortandole un poco el cabello.
-¿Qué...? -Orsted miró su mano, desconcertado.
Bruilard aprovecho y saco su espada del agarre de Orsted, esbozando una sonrisa de burla.
-Hasta alguien como tú necesita oxígeno en su cuerpo -Con un movimiento rápido, desapareció de nuevo en la niebla.
Orsted analizo y rápidamente comprendió lo que había ocurrido. Bruilard había manipulado el oxígeno en sus músculos, forzándolos a moverse de manera involuntaria.
-Su poder es más versátil de lo que imaginé... -Admitió con un tono de voz bajo.
Nuevas cadenas intentaron envolverlo, pero Orsted las destruyó con un gesto, bloqueando de paso los constantes hechizos de Rudeus. Cuando Bruilard reapareció para atacarlo, Orsted lo atrapó del cuello con una enorme velocidad.
-Agh -Bruilard solto un quejido ahogado.
-Se acabó -Murmuró con desdén mientras levantaba a Bruilard como si fuera un muñeco roto.
Bruilard se intentaba liberar mientras que su mirada seguía siendo desafiante. Con un esfuerzo sobrehumano, drenó todo el oxígeno del cuerpo de Orsted. La reacción fue inmediata: el cuerpo del Dios dragón comenzó a pesar toneladas, cada movimiento ralentizándose como si estuviera atrapado en un pantano invisible. A la hora de que Bruilard se enfrentaba a situaciones de vida o muerte, su poder tendía a mejorar su eficacia, permitiéndole hacer cosas como esta.
-El oxígeno es la esencia de la vida... -Gruñó Bruilard, jadeante.
Pero antes de que pudiera terminar su frase, Nuevos hechizos de Rudeus que atacaban desde múltiples ángulos obligaron a Orsted a soltarlo. Bruilard cayó al suelo, tosiendo sangre y con el cuello rojo debido a lo fuerte que abia sido el agarre de Orsted, pero no perdió tiempo en retroceder y desaparecer con su "Muerte silenciosa" una vez más.
Orsted se recompuso, sus ojos brillando con una furia fría mientras observaba cómo Bruilard y Rudeus mantenían una distancia estratégica.
Bruilard se estaba recomponiendo, y Rudeus lo miró claramente preocupado.
-¿Estás bien, Bruilard? -preguntó Rudeus, su voz llena de preocupación mientras Bruilard se frotaba la herida.
Rudeus se sentía mal por tener que arriesgar tanto a Bruilard solo para mantenerse a salvo, y en la distancia correcta para poder lanzar sus hechizos. Rudeus extrañaba su armadura mágica que le permitiría arriesgarse más incluso si el sabía que esta ultima tenía muchos fallos, y Bruilard por su lado extrañaba a Kajakut.
Bruilard intento responder pero Orsted volvió a atacarlo, Rudeus apoyaría a Bruilard tanto como podía pero parecía que no podía hacer mucho.
Bruilard apenas había esquivado el ataque, volvió a desaparecer y reapareció lejos de Orsted. Este último notó como Bruilard preparaba un nuevo ataque.
-Veamos si esto es de tu talla -El "corte fantasma" de Bruilard fue super rápido y devastador, y Orsted se sorprendería de que el ataque logrará atravesar su touki. Pero se recompuso rápidamente.
Pero cuando volvió a intentar moverse se topó con otra barrera de oxígeno, pero rápidamente se daría cuenta de que estaba completamente rodeado por barreras que tomaron la forma de una esfera.
Era el "Sello mortal" de Bruilard, pero el sabía que ni de chiste podría matar a Orsted de esta manera haci que en lugar de cerrar poco a poco movió sus manos para manipular la barrera y lanzarla al lado contrario al de ellos. Las venas de sus brazos comenzaron a marcarse debido al esfuerzo pero lograron cumplir su cometido de hacer distancia.
Cuando la esfera aún seguía en movimiento Orsted la destruyó pero se toparia con un "Cañón de piedra" que venía desde el suelo, este giraba a una enorme velocidad y fue disparado a la misma velocidad, Orsted lo atrapo con una mano pero una vez más su touki sería atravesado, su mano sangraba a bordotones manchando el suelo helado.
Mientras que todo eso pasaba Bruilard volvería tomar distancia, pero se seguía manteniendo alejado de Rudeus para no arriesgarlo.
-Debemos encontrar una forma de escapar con el resto, Bruilard -La voz de Rudeus reflejaba resignación, el sabía que no podían ganar, y Bruilard también lo sabía aunque odiara admitirlo.
Mientras esto sucedía Orsted analizo todo otra vez, el dúo de Rudeus y Bruilard se basaba en su mayoría en el desgaste continuo, por lo menos contra alguien como el, Rudeus lanzaba hechizo tras hechizo aprovechándose de que no tenía que recitar los encantamientos y al parecer de una enorme reserva de maná, Bruilard por su parte, como miko del oxígeno lo aprovechaba lo máximo posible para desgastar con sus habilidades de manipulación y también alejarlo de él o de Rudeus, y como espadachín buscaba formas de dañarlo. Haciendo que por momentos a cualquier otro rival se le olvidara la presencia de Rudeus.
¿Entonces que debía de hacer?.... pues Orsted solo tenia que romper ese equilibrio.
Bruilard sintió como Orsted tomaba una respiración más profunda, Bruilard sintio como su piel se erizaba intuyendo casi de inmediato la intención de Orsted.... Pero incluso haci... el show debía continuar.
-¡¡Onii-San!! (¡¡Hermano!!) -Grito Bruilard en un intento de advertir a Rudeus.
Rudeus activo al máximo su ojo de previsión, pero al igual que en el pasado el solo podía ver a Orsted atravesandolo, adiferencia de la última vez, Orsted no iba por sus pulmones ya que sabía que Rudeus no necesitaba conjurar sus hechizos, por lo que iba por su corazón. Pero adiferencia de la última vez, la visión no lo paralizó y preparo un "muro de tierra" del máximo grosor posible.
Orsted lo atravesó como si fuera mantequilla solo con sus manos, pero cuando estaba apunto de matar a Rudeus, se topó con la barrera de oxígeno de Bruilard otra vez.
-¡No te dejaré hacerlo! -Bruilard tenía las manos extendidas para mantener la barrera. Hacerlo parecía cobrarle factura ya que las venas de sus brazos se remarcaron bastante, incluso más que la última vez.
Orsted cambio de estrategia rápidamente, sentrandoce en Bruilard. Se dio cuenta de que Bruilard le estorbaria si atacaba a Rudeus con el estando en perfecto estado. Pero esta ves Rudeus salvaría a Bruilard, con un "Erizo de tierra" que le estorbaria, para luego ser alcanzado por un "Electric" que lo hizo retroceder unos pasos. Para al final toparse con el mismo truco de Bruilard que lo alejó, pero esta vez no tanto debido a que no tardo en escapar de la técnica.
Durante todo el combate, Orsted pensó que si bien Bruilard llamaba hermano a Rudeus, Rudeus nunca hizo lo contrario, y como Rudeus nunca abia aparecido en anteriores bucles y no tenía información sobre el Orsted pensó que tal vez solo Bruilard veía su relación como una hermandad. Pero se abia equivocado ya que ambos se preocupaban del otro al extremo, incluso si Rudeus no lo demostraba tan directamente como Bruilard. Eso era algo que tendría en cuenta.
Más, abia otra cosa que lo hizo reflexionar ahora que se encontraba distanciado de Rudeus y Bruilard, cuando intento atacar a Rudeus Bruilard lo llamo "Onii-San" ese no era un idioma que reconociera, al menos no del todo....
El pensamiento llegó como en las caricaturas, casi se podía ver el foco. Orsted recordó que el idioma que hablaba Nanahoshi "Japonés" tenía esa palabra pero.... ¿como el miko del oxígeno la sabía?
Orsted volteó a ver a Nanahoshi, la cual estaba alejada del combate, y vio que estaba pensativa.
Durante todo el combate Nanahoshi abia mirado con algo de indiferencia el combate, durante su tiempo con Orsted verlo matar se abia vuelto una trivialidad. Lo único que le abia llamado la atención abia sido que Orsted no acabara con ellos de inmediato como a los otros, si no que parecía que se tomaba su tiempo para medirlos en especial a Bruilard.
Pero ella también abia escuchado a Bruilard pronunciar la palabra en su idioma natal, un idioma que el no debería conocer, ella recapitulo y al principio parecía que Orsted reconocía a Bruilard. Por lo que el no debería ser un enviado de otro mundo como ella. El propio Orsted le abia dicho que nunca abia visto nada similar a ella.
'....Espera' Nanahoshi recordó que Orsted no abia reconocido al mago (Rudeus). Los puntos se conectaron lentamente y al final hicieron click en su mente 'Entonces.... ¿Acaso el....'
Su pensamiento fue interrumpido, por algo que terminó de confirmar su teoría.
-Daijoubu ka, Bruilard (¿Estás bien Bruilard?).
Ambos por primera vez se abian juntado, lo que le pareció sospechoso a Orsted, hasta que noto que Bruilard ya tenia una barrera de Oxígeno desplegada. Y estaba haciendo algo raro con su mano derecha.
-Hai.... demo... dou yate kateru ka nigeru ka wakaranai?! (Si pero.... ¡¿como se supone que ganemos o escapamos de esa cosa?!) -Señalo como por enésima vez a Orsted -Ano baka wa kyoufu no kemonoda! (¡Es una maldita bestia!)
-Shizuka ni shiro, Bruilard (No tienes que gritar Bruilard) -Corrigió Rudeus -Anata mo wakate iru yo ne, kare wa mou nihongo ga wakeranai (sabes que el ya no puede entendernos ¿cierto?).
Bruilard parecio calmarse pero estaba bastante alterado, todos sintieron como el oxígeno se volvía más pesado.
-Hai..... demo..... (Si.... p-pero....) -Señaló con el dedo a Orsted otra vez -Ore wa, nigate da! Kare wa watashi ni kare o nikumu yōna fun'iki o ataeru dakede wa arimasen (¡No lo soporto!..... No solo me da una vibra que me hace odiarlo) -Nanahoshi entendió que Bruilard se refería a la maldición de Orsted -Sōdenakereba, kare wa keikoku nashi ni watashitachi o kōgeki shi, Ruijerd to Eris o kizetsu sa se, soshite... (Si no que también nos atacó sin aviso, noqueo a Ruijerd y Eris y además....).
Bruilard se paralizó, como si le costara terminar su frase. Orsted por su lado, abandono momentáneamente la idea de matar a Rudeus y Bruilard, dirigiéndose al lado de Nanahoshi.
-Nanahoshi -Hablo con autoridad- ¿Ese idioma es....
Nanahoshi lo interrumpió. -Si -Asintió con la cabeza confirmando las sospecha de Orsted -Es Japonés.
Muchas preguntas llenaron la cabeza de Orsted ¿cómo lo conocían? ¿Rudeus era el viajero? Y si era haci ¿Rudeus le abia enseñado el idioma a Bruilard? Eran muchas pero se sentro en una por ahora.
-¿Sabes que dicen? -Pregunto.
Nanahoshi escucho la conversación que se abia detenido después de lo último que abia dicho Bruilard.
-Pues el chico de cabello blanco se le nota bastante alterado, y el mago parece intentar calmarlo pero...
Las palabras de Nanahoshi fueron interrumpidas por un grito.
-Orokamono wa aete wareware o ano uragirimono no shito to yonda nda! ! (¡¡El idiota se atrevió a llamarnos apóstoles de ese maldito traidor!!) -Bruilard exclamó en un tono entre ira, y indignación.
Rudeus, que estaba al lado se tapo los oídos para salvar sus tímpanos.
-Hai, ore mo okotte iru.... (Si, y yo también estoy enojado por eso pero....)
Bruilard lo interrumpió.
-Hitogami no sei de ore wa korosareta kashirenai! (¡¡Por la culpa de Hitogami casi nos matan!!) -Bruilard solto lágrimas de frustración y sus palabras se ahogaron -Ore wa shinou to shita.... shinou to shita... anata wo ushinai sou ni natta, Onii-San (Casi me matan.... casi.... casi te pierdo hermano.... y yo.....)
Rudeus llevo la cabeza de Bruilard a su pecho, y acaricio su cabello para consolarlo.
-Daijoubu da Bruilard (Esta bien Bruilard estoy aquí y no pienso separarme de ti) -Continua acariciando el cabello de Bruilard como un hermano mayor -Hitogami wo futari de taosu to yakusoku shita darau, Bruilard (Prometimos que matariamos a Hitogami juntos ¿verdad Bruilard?).
-Hai... Onii-San (Si... hermano).
Nanahoshi abia traducido palabra por palabra a Orsted, e incluso detrás de la máscara Orsted sabía que ella tenía una mirada complicada. Pero Orsted también noto como la mano derecha de Bruilard volvía a hacer algo raro, como si se estuviera preparando para algo.
Rudeus dejo a Bruilard solo, y le dio una sonrisa -Demo ima wa, watashi to nokori no hitobito o kono jōkyō kara kyūshutsu shite moraitai nodesu, onegai dekimasu ka? (Pero ahora necesito que nos saques a mi y al resto de esto ¿puedes?)
- ..... Hai... dekiru (.... Sí... puedo) -La mirada de Bruilard se endureció y miro a ambos lados, los preparativos estaban listos, tanto Eris como Ruijerd estaban detrás de ellos gracias a que Rudeus los abia movido gracias a la magia de gravedad. Solo tenia que lanzar su técnica, y luego cargar a uno de los dos (Eris o Ruijerd) y escapar.
La mano de Bruilard terminó también los preparativos, las venas de su mano derecha eras más visibles que nunca incluso su mano abia empezado a sangrar. Bruilard levantó la mano preparado para lo que venía....
-¡Mundo muer....
Pero algo lo interrumpió....
-Matte! Tomatte kudasai! (¡Espera! ¡Deténganse por favor!) -Nanahoshi grito.
Rudeus reacciono de inmediato deteniendo la mano de Bruilard con magia de gravedad. Aunque en verdad no era necesario Bruilard ya abia cancelado la técnica al escuchar a alguien que no era Rudeus hablar en Japonés.
Bruilard miro directamente a Rudeus, luciendo impactado.
-Doushite kanojo wa ore-tachi no gengo wo shitte iru, Onii-San? (¿Cómo ella conoce nuestro idioma, hermano?) -Bruilard cuestionó -Kimi wa kore wa ore-tachi dake no tokushuna mono da to itta yo (Dijiste que era algo único de nosotros).
Rudeus le devolvió la mirada luciendo igual de impactado que Bruilard -Ore wa... wakaranai (Yo... no lo sé).
Ambos voltearon su mirada hacia Nanahoshi mirándola con duda.
-Doushite nihongo wo shitte iru no? (¿Cómo conoces el japonés?) -La voz de Rudeus denotaba su confusión, mirando a Nanahoshi con incredulidad, ignorando por completo la presencia de Orsted.
Nanahoshi se relajo un poco -Tabun... anata to watashi wa onaji tokoro kara kita (Creo... que tú y yo venimos del mismo lugar) -Dejo ver algo de sorpresa en su tono.
Eso despertó algo dentro de Bruilard.
-Espera, espera, espera -Bruilard devolvió su mirada a Rudeus abandonando el Japonés y volviendo al idioma común -Entonces todo eso de que venías de otro mundo no era una broma muy elaborada.... ¿sino que era verdad?
Rudeus le devolvió la mirada y al igual que el abandono el Japonés -Eso parece... espera.... ¡¿no me creías?!
-¡Como querías que te creyera que existe un mundo en donde se necesita una licencia para llevar una espada! -Se intento justificar
-En primera ¡¿de todo lo que te conté y después de que casi nos matan eso es lo que te hacía no creerme?! -Se notaba tanto molesto como confundido -¡Y en segunda! ¡En serio piensas que diría una broma como esa después de casi morir!
-¡Que se yo!
-Pues tu......
-¡Ehem!
Orsted se aclaro la garganta bastante fuerte deteniendo lo que parecía iba a volverse una discusión. Miró tanto a Bruilard como a Rudeus de una manera aterradoramente sería.
-Lamento interumpir pero creo que ustedes tienen algo muy importante que decirme -El se acercó lenta pero firmemente cortando la gran distancia que abia entre el y el dúo -Ahora díganme ¿que relación tenían con Hitogami? -Su pregunta una vez más parecía una orden.
Con lo que se encontró Orsted fue primero miradas de confusión o de precaución, pero después se volvieron unas de una intensa ira.
Una iré genuina y pura, Bruilard y Rudeus en ese momento no estaban actuando. Orsted nunca pensó que vería esta ira tan grande en estos supuestos apóstoles, una ira hacia Hitogami que solo podría compararse con la suya.
Por el lado de Rudeus y Bruilard apesar de la ira sonrieron internamente al saber que su plan abia funcionado. Todo marchaba correctamente y ahora tenían una oportunidad que habían esperado por años.
-Supongo que debemos de hablar si queremos salir vivos todos de aquí -Dijo Bruilard con fastidio.
Más, internamente solo abia una palabra:
Esta es una victoria para los asesinos mundiales.