Work Text:
Estaba corriendo por los callejones bajo la lluvia, le habían encomendado una misión en los barrios bajos, aquellos que conocía tan bien gracias a su tiempo viviendo en ellos.
Su misión ya había terminado hace un tiempo pero por quedarse recorriendo recordando su pasado se le pasó el tiempo volando. En menos de 30 minutos tenía un entrenamiento con el ejecutivo mas joven de la port mafia y por consecuencia su mentor.
No era la primera vez que llegaba tarde a un entrenamiento pero la última vez que llego tarde el ejecutivo lo mando al hospital de gravedad (Cosa bastante comun, ya que normalmente terminaba siendo aplastado bajo los talones de su mentor). De eso ya habían pasado tres años.
Estaba ya divisando los altos edificios de port mafia, miro la hora en su celular 6:14 pm faltaban 6 minutos para su entrenamiento. Hacelero el paso, ya prácticamente sus pulmones quemando por la falta de aire.
Giro a la izquierda, logrando ver la puerta del cobertizo donde se realizaban sus entrenamiento. Las abrió abruptamente de un solo golpe, suspirando al no ver a nadie aún allí.
Reviso de nuevo su teléfono, 6:19 pm, celebró internamente el haber llegado a tiempo, así fuera un minuto.
>¿No crees que es de mala educación no saludar a tu mentor, akutagawa?< Una conocida y en ese momento juguetona voz interrumpió su celebración interna, tomándolo por sorpresa y por consecuencia asustandolo.
>¡Dazai-san! Lo siento, no lo había visto< Su voz salio con un nerviosismo y sorpresa bien camufladas para cualquier, para cualquier menos para quien ahora mismo tenía delante.
Una sonrisa infantil surco en el rostro contrario. Había aprendido de la peor manera que esa sonrisa no significa nada bueno en ese hombre.
>¿Sabes? El entrenamiento se cancela por hoy> El más alto comenzó a caminar hacia el, provocandolo >Gracias a una misión que me encomendó Mori ¿Adivina que significa eso cuando vuelva?> Continuo hablando mientras se acercaba al menor.
>¿No se?< Realmente si sabía lo que eso significa, ya que anteriormente había pasado y posiblemente sienpre sucediera. Le siguió el juego, acostumbrado a que si respondía otra cosa posiblemente se llevara algo peor.
Río encantado, la sonrisa juguetona paso a una fría y sin sentimientos que pudiera detectar >Eso significa que cuando vuelva el entrenamiento va a ser más complicado, gracias al tiempo que no estare> Su voz salio fría y con un toque macabro, aunque acostumbrado a que el mayor le hablara de ese modo, no podía evitar el escalofrío que le recorrió la espalda desapareciera.
>Oh, entiendo Dazai-san< Realmente no quería pensar mucho en eso, le hacía sentir náuseas, tanto el miedo al entrenamiento (O mas bien tortura) que le esperaba junto con el extraño sentimiento que le causaba no ver a su mentor por un largo de tiempo.
El más alto solo río para luego retomar el paso a la puerta, un estruendo se escucho cuando la puerta fue cerrada. Sin ya nadie en aquel lugar dejó escapar un suspiro, ahora tendría que mojarse de nuevo en la lluvia para llegar a casa.