Chapter Text
El paisaje de las interminables montañas de Eldin, el calor y el largo viaje a pie te acompañaban, sólo porque tus amigas decidieron irse de la ciudadela para ver a un amigo en la Ciudad Goron, mensaje que dejaron en una servilleta de papel encima de la mesa de noche. Sin más remedio, preparaste tu mochila con algunas provisiones y comenzaste a andar, mentalizándote de que iba a ser un viaje tedioso y caluroso. Días más tarde llegaste a la aldea
Miras a los habitantes a tu alrededor; parecían muy amigables, cosa que en tu pueblo no era muy común. Incluso los turistas tenían buena cara, además de que habían algunos niños goron, o eso crees porque eran de menor tamaño, rodando a tu alrededor, te parecían adorables. Seguiste adentrándote hacia la ciudad y justo cuando vas a mirar hacia el frente te encuentras con una pechera de metal enorme con un símbolo en el pecho. Eso te hace mirar hacia arriba, a un goron sonriente de ojos azul zafiro y un bucle de pelo rubio rizado.
- ¡Bienvenida a la Ciudad Goron! ¿Qué te trae por aquí, Goro? - El amable goron me saluda sus mejillas levemente rosadas-
- Buenas, ¿sabes donde están las termas? Se supone que mis amigos me están esperando allí.
-¡Claro que sí! Las aguas termales están junto al otro lado de la ciudad, Goro. Puedes seguir aquel camino hasta llegar allí; aunque si prefieres, ¡puedo goroacompañarte yo mismo! —propuso el goron guiñando un ojo-.
- Eso estaría mejor, me suelo perder fácilmente, incluso por los caminos más simples —digo esbozando una sonrisa nerviosa-
- ¡No hay problema, yo te guiaré! — dice con confianza, el goron toma la delantera y empezamos a caminar a lo largo de la ciudad, mientras me iba hablando sobre como la ciudad estaba prosperando gracias a Yunobo S. G y que podría ir en uno de los tours que hacían hacia las minas; por alguna razón se le notaba algo tímido aunque reflejara orgullo y confianza en sus palabras.
Dicho eso, llegamos a las termas que estaban repletas de turistas de todas las razas, tantos que casi no había gorons. Al fondo se encontraban mis amigos en una mesa redonda algo apartada de las termas uno de ellos saludándome.
- ¡Ahí están! Muchas gracias por acompañarme, espero que te vaya bien el día y —rebusca en su mochila sacando 5 rupias.
- ¡Aquí tienes! — Le digo con una sonrisa.
- ¡Oh no hace falta, Goro! Me alegra haber podido ayudarte hasta llegar aquí, pero si goroinsistes, ¡muchas gracias!, ¡Espero que pases un buen rato con tus amigos! -dice el goron aceptando las rupias, mis manos rozando las suyas- .
Me despido y me acerco a la mesa donde están mis amigos, el goron al parecer me miraba con curiosidad mientras me alejaba justo antes de irse rodando hacia una mina cercana.
- ¡Anda que no podíais haber elegido un sitio más cerquita!, -le digo a mis amigas Sandra y Julia mientras Leonardo me acercaba una silla para que me sentara con ellos. -
- ¡Lo siento! Pero valió la pena esperar, ¿no crees? Además, Yunobo se encargó de guiarte hasta aquí, ¡Así que todo salió bien al final! -Leonardo dice mientras le da un sorbo a su refresco, con un curioso tono rojo y brillante-
- Anda dame un buche de eso... -le pido a Leonardo, este se ríe y me acerca la bebida- ¡Aquí tienes, toma lo que necesites, estoy seguro de que te encantará! -Dice con una sonrisa amigable- Miro a Sandra y a Julia con sospecha mientras ellas intentaban no reírse. -Mejor no...— y le devuelvo la bebida, abriendo mi mochila y sacando una botella de agua, ya templada del tiempo que llevaba caminando-
- Tranquila, que no lleva nada malo, es solo algo para que se divierta un poco más hoy -Dice Sandra con una risita traviesa-
- Voy a hacer como que no he oído nada... -digo antes de darle un trago a mi botella- estas dos no suelen tener malas intenciones, aunque si Leonardo va a empezar a actuar raro mejor ni me acerco..
- En fin, ¿qué tenéis pensado hacer?, Porque no me habréis hecho venir hasta aquí para nada, ¿verdad?
- ¡Qué va! Dicen que van a montar un parque de atracciones, "Parque Vagoneta" o algo así y quería estar con vosotras cuando lo inauguren... -Sandra interrumpe a Leonardo-
-Creo que todavía está por construir, ¿no ves la cantidad de gente con casco que van hacia allí? ¡Incluso Gorobu va con ellos, es imposible que esté ya!.
- ¡¡Mucho mejor entonces!! -exclama antes de susurrar- ¡podemos ir a una cueva que he encontrado, ¡Estoy seguro de que os va a encantar! Pero antes de ir, _______! ¿Puedes levantarte y cerrar los ojos? -Leonardo y Julia se levantan, colocándose detrás de mí-.
-¿Vale? -Ellos me dan un toque diciendo que ya podía empezar a andar, y doy un paso, y otro... Y otro... Y otro...- Esto... ¿No he dado ya muchos pasos? -digo con algo de miedo en la voz mientras seguía caminando, no se escuchaba el bullicio que había en las termas apenas-
-Sólo unos pasos más! -Dice Julia a mí izquierda-
-¡Ahora! Abre los ojos! -exclama Leonardo-
-AAAHH!!! -Me habían llevado al borde de un precipicio, abajo había una formación de rocas puntiagudas, y me asusté con el cambio repentino de vista y la diferencia de altura, menos mal que Sandra me pegó un tirón hacia atrás porque si no lo hace casi me resbalo del sobresalto, no tenía vértigo, aunque así tan de repente...
Leonardo y Julia no paraban de reírse
Buena vista eh? Jajajaja! -Leonardo decía apoyándose en el hombro de Julia-
-SERÉIS HIJOS DE- —suspiro, no llegando a terminar la frase, Sandra no pudo evitar reírse ante mi reacción, disculpándose por ello–
Bueno bueno tranquila, que lo que viene ahora es más interesante! -Dice Leonardo guiñando un ojo-
- Sé que te refieres a la cueva pero... ¿Estás seguro de que estaremos a salvo allí?- mi pecho pegaba punzadas, no era buena señal cuando hacía eso, igualmente me colgué la mochila.-
-Que si, miedica... He ido varias veces ya y no hay nadie! -Leonardo me da una palmada en la espalda-.
V-vale -digo tosiendo por la palmada.
Los cuatro empezamos a andar en dirección a la cueva. Leonardo me agarraba de la mano cada vez que tenía oportunidad, cosa que me hacía sentir incómoda, aunque lo dejaba pasar porque, aquí Pili y Mili, le han echado algo a su bebida, menos mal que se le estaba pasando el efecto y ya empezaba a tener su actitud de siempre contando chiste tras chiste malo; Una vez en la entrada de la cueva, nos vamos guiando por los pequeños minerales y material de obrero que había por el suelo.
- Oye Leo, ¿estás seguro de que en este sitio pueden entrar turistas- pregunto preocupada, y antes de que Leonardo me pudiera responder.
Sandra empieza a correr y nos adelanta de repente-¿A que llego antes?~ -dice con un tono burlón- Julia empieza a correr detrás de ella - Que te lo crees tú!!- Leonardo y yo nos reímos.
- Menos mal que somos adultos -miro a Leonardo-
-Bueno, ellas llegarán antes pero yo estoy disfrutando aquí contigo -me dice guiñando un ojo, a lo que le doy un tortazo en el culo-
-Lo que tú digas casanova pero que sepas que yo no caigo tan fácil! JAJAJA
Caminamos un rato más y llegamos a la zona, la vista era mágica, del techo de la cueva surgían haces de luz que reflejaban en los cristales y minerales, de alrededor del lago, y tambien caían gotas de agua en otros cristales de alrededor creando una melodía mística.
Sandra y Julia que estaban sentadas en la orilla nos llamaban para que entráramos al agua, a eso que yo me desvestía quedándome en ropa interior.
Entré en el agua templada lentamente, mi cuerpo relajándose en ella. Leonardo miraba la escena con una sonrisa pícara, ya que un rato después....
-¡BOMBAAA! -PLOF- Y nos salpicó a todas, una vez salió a la superficie empezamos a jugar en el agua, haciéndonos ahogadillas, chapoteando...
Lo que no nos dimos cuenta era de que había un bokoblin con la mirada fija en nosotros a lo lejos...
-Jajajaja!!-Oye!! -Julia se había subido a mis hombros y Sandra encima de Leonardo, y ahí empezamos una guerra de caballos (no me se el nombre del juego) Julia y Sandra forcejeando, y yo y Leonardo haciendo caras para reírnos e intentar hacer perder el equilibrio al otro
- Por mi reinaaa!!! -grito, inclinándome hacia delante un poco para que Julia tuviera más fuerza, aunque ella sonríe, y se mueve de una forma que, junto con Leonardo y Sandra que se abalanzan sobre mí, me hacen perder el equilibrio y resbalar, chocando de espaldas con los cristales del borde, cuando vuelvo a la superficie se están riendo a carcajadas
-Buen trabajo jajaja -digo dándole una palmada en la espalda a Leonardo y a Julia- ...Joder... Ufff -me quejo suspirando, mientras los tres se acercan a darme un abrazo-¿Estás bien? —pregunta Julia preocupada, Sandra me ayuda a levantarme-
-Si... Creo... ¿Está muy arañado? -me doy la vuelta mostrando mi espalda, con tres arañazos algo profundos-
-Yo que tú me iría a un médico ya.... -Dice Leonardo preocupado-
-Dicen que las aguas termales estas son curativas así que si me quedo más rato aquí, las heridas desaparecerán poco a poco, ¿No? -digo con algo de preocupación en mi voz
-chof- una piedra pequeña cae en el centro salpicándonos a los cuatro-
¿Eh? -exclamamos todos confundidos mientras miramos de donde venía la otra piedra que habían lanzado-
Unos ojos azules y morados brillaban a lo lejos y parecían acercarse más
¡¡Vámonos de aquí. YA!!
Salimos corriendo del agua, y en aquel momento el bokoblin pegó un gruñido que hizo temblar toda la cueva, algunos pedruscos cayendo del techo haciendo que me cayera
AH!- Julia me toma del brazo ayudándome a levantarme, Sandra y Leonardo seguían corriendo sin mirar atrás
¡¡Vamos,vamos!! El bokoblin cada vez se acercaba más, y viendo algunas piedras del suelo tomé una que estaba al rojo vivo y se la lancé al monstruo sin importar la grave quemadura de mis manos, consiguiendo algo de tiempo,
Lo que importaba era vivir.
Sea como sea.
No era muy famosa por mí estamina, y me fui quedando atrás corriendo cada vez más lento mientras mis amigos estaban en la entrada de la cueva. Julia consigue salir y justo cuando iba a salir yo el bokoblin tiró una bomba, y unas rocas taparon la entrada
¡MIERDA MIERDA MIERDA! -Grito deteniéndome en seco, mirando a un escondrijo en un grupo de rocas que había cerca, respirando para relajarme hasta que casi ni se me oía.
Fuera de la cueva. Leonardo y Sandra estaban jadeando, gritando por ayuda.
- No no no!- Julia golpea las rocas en vano al ver que estaba atrapada, el bokoblin cerca de la entrada rugiendo, buscándome.
-¡Hay que encontrar un guardia, u-un goron o alguien que rompa esto!, venga!! -Leonardo agarra a Julia y a Sandra del brazo y van corriendo colina abajo hacia la ciudad goron.
¡Necesitamos ayuda!!" Una de mis amigas se ha quedado atrapada en una cueva!!" -Los gorons y algunos turistas se acercan a ellos preocupados, de entre la multitud, Yunobo asoma la cabeza.
-¿Qué pasa aquí?, ¿Por qué estáis todos tan goroasustados? -Dice Yunobo con una mirada seria a los tres, viendo la cara de preocupación de Leonardo-.
- Mi amiga está atrapada con un monstruo! Tenemos que ayudarla! Sandra grita preocupada, Leonardo asiente y Julia se muerde las uñas de los nervios.
Yunobo frunce el ceño . -¿Dónde está?, ¿Cómo es que está sola con un monstruo, goro?
-Luego te lo explicamos, sólo ayúdanos por favor! -Leonardo dice desesperado, comenzando a subir la colina junto a Julia y Sandra-
Yunobo gruñe y se une a los tres corriendo hacia la cueva, los demás gorons van detrás llevando herramientas para picar y mover las rocas. - ¡Vamos a sacarla de ahí!.-Yunobo exclama-.
Mientras tanto en la cueva.
Sigo casi sin respirar, intentando que no me oigan, el bokoblin busca, y husmea cerca de donde estoy y se da la vuelta, un compañero suyo se acerca y los goron empiezan a romper las rocas
AH!!-El primer bokoblin me encuentra y me agarra del brazo, lanzándome a la otra pared de la cueva.
Justo cuando recibo el ataque, Yunobo entra en la cueva, seguido por los demás, el bokoblin se da la vuelta con la espada en la mano.
¡Suéltala! -Gritó Yunobo, sus mirada llena de rabia mientras se acercaba lentamente hacia él- Eso hizo que el bokoblin saltase hacia mí y me agarra como una presa, con la otra mano tocó el cuerno dando la orden de atacar mientras él se llevaba mi cuerpo a las profundidades de la cueva y más monstruos aparecían.
Yo pataleaba, mordía, arañaba.
Era inútil, el bokoblin tenía demasiada fuerza.
- ¡¡Leonardo!! -gritaba mientras el bokoblin me llevaba en brazos y me hacía comer un champiñón misterioso que me dejó paralizada.
- Y-yo... yo.... -Leonardo temblaba de miedo al ver a los monstruos acercarse y huyó, dejando boquiabiertos a todos por su acto de cobardía mientras luchaban contra ellos; otro goron llevó a Sandra y a Julia de vuelta a la ciudadela para ponerlas a salvo. Yunobo se adelantó y siguió al bokoblin hasta el final de la cueva, a una enorme sala con una gran olla en la que el bokoblin me metió y puso a cocer poco a poco con algunas otras vísceras.
- ¡Eh tú! -Yunobo gruñó, el bokoblin arrancó hacia él con la espada comenzando una pelea intensa-
- gruñido ensordecedor- Yunobo se distrajo al ver la olla tambalearse. El bokoblin aprovechó para abalanzarse sobre él sin éxito; porque su oponente usó el escudo de Daruk, haciéndolo chocar con la pared.
El suelo volvió a temblar, el calor se volvía cada vez más intenso y junto al pútrido olor de las vísceras me hundía poco a poco en la sopa.
Yunobo aprovechando que el bokoblin estaba aturdido, le asestó un golpe con el machacarrocas partiéndole la cabeza en dos, desintegrándose, y luego me saca de la olla que estaba empezando a burbujear, corriendo hasta la entrada ya que había vía libre, ningún otro monstruo al acecho ni gorons de por medio, todos estaban volviendo a la ciudad.
- Yunobo!! - ¿Qué ha pasado, está bien la humana?!- Ofrani y Ranboro preguntan preocupados, corriendo junto a él bajo la colina.
-Luego os explico, adelantaos y avisad al goromédico, daros prisa!!-
Ambos gorons asienten y bajan rodando como balas. El efecto del champiñón empieza a desaparecer, y mi cuerpo empieza a temblar, Yunobo aligera el paso mirándome preocupado.
Abro los ojos del dolor por unos segundos para después cerrarlos viendo únicamente la misma cara que me recibió al llegar a la ciudad goron de forma borrosa.
- Aguanta goro...-Fue lo último que oí antes de desmayarme.