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Language:
Español
Stats:
Published:
2024-07-01
Words:
3,510
Chapters:
1/1
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3
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5
Hits:
60

En Llamas

Summary:

Donde hubo fuego, cenizas quedan... No importa cuánto tiempo este bajo la alfombra, y en esa noche más que nunca, dios y diablo recordaron eso.

Notes:

(See the end of the work for notes.)

Work Text:

Elux estaba lejos de ser un dios perfecto, para más detalles sobre sus peores lados estaban Reficul, Alibe, y otros ángeles caídos y demonios. También era cierto que pese a que Sol, su ángel jefe, odiaba a los demonios y creyera en su dios, eso no significaba que no le guardará rencores años después de reflexionar mejor acerca del exilio de Reficul, actual diablesa y la primera ángel jefe anterior a ella. Pero de ahí a ser un desalmado que no deja que quienes ya no creen en él irse de su alumbrado reino por las buenas, siempre y cuando estos no tengan intenciones de unirse a Reficul o volver en un futuro para dañarlos, claro, no lo era. Por no mencionar, que nunca les haría ni un cuarto de las maldades que Fumus le haría a sus ángeles por más fieles y trabajadores que estos fuesen, sin ser merecedores de semejante traición de su deidad mayor.

Lo más cruel que pudiese hacerle a alguien actualmente sería jalarlo del cuello y exiliarlo abriendo un portal debajo suyo, dejando que este se estrellase contra el suelo tras una gran caída de varios metros de altura. Pero solo en caso de que hubiese una declaración de odio a él y alabo a Reficul antes que nada. A diferencia de muchos otros dioses, realmente no tenía un ángel favorito, ni siquiera tres de cada sección de la jerarquía angelical como hacían otros dioses. No podía sentirlo, y tampoco quería llegar a hacerlo. Pensaba que elegir a uno, era despreciar el trabajo de todas las otras piezas del tablón y a su esfuerzo en hacer que su cielo funcione, aun si algunas tuviesen más carga en sus hombres que otras, aun si algunas les fuese más fácil y a otras más difícil. Siempre que hubiera deseo y voluntad para seguir a su lado, él lo apreciaba más que cualquier otra cosa.

En sí, no era Siralos o Fumus, pero tampoco era como Azumain o Liliya. Podría decirse que estaba en el medio, como alguna vez lo estuvo Etihw antes de hacer la paz con su diablo, ¿No?

Pero claro, todo rey que está en el poder tiene sus secretos: Porque si no los tuviera, no reinaría.

Su mayor secreto no tenía nada que ver con el mundo en el que gobernaba, ni con la persona y su infierno con quienes peleaba una feroz guerra.

De hecho, su mayor secreto era la razón que desencadenó que el dios de la luz hubiera sido raptado por un diablo de otro mundo a cambio de que no le hiciera absolutamente nada a sus ángeles. Si, así tal y como lo escribí, esto no es broma. Porque de lo contrario no estaría a merced de aquel hombre, y lo que éste quisiese hacer con él en su cama. Algo totalmente degradante e impensable para un ser tan poderoso como un dios, indudablemente. ¿Por qué no simplemente lo mataba, sellaba, amenazaba con matarlo a él y a su reino o sobornaba, en caso de querer elegir un camino más pacífico?

Porque su secreto, aquel que el diablo amenazaba con revelar, era una ofensa por la cual cualquier dios creado por un astral quisiera matarlo, sin importar lo que Photon, quien fue el que se ofreció a ser su astral hace añares tuviese para decir. Eso no quitaba que de solo oírlo, ya era bastante polémico y sorprendente tomando en cuenta que no era ninguna mentira del día de bromas o un rumor falso, no.

Pero no solo era una ofensa para su especie en general, ojala, de lo contrario no estaría a la completa misericordia de él, y de lo que su boca le dijera al dios del Sol, el único de los seres entre su especie que era capaz de matarlo a él y a todos los conectados directa o indirectamente con él, la vida de sus preciados ángeles e incluso la de seres despiadados como Reficul y esos demonios suyos acabaría en un abrir y cerrar de ojos.

No por nada, si Justim, de quien Siralos estaba por debajo en términos de poder, era el benevolente dios de los dioses, entonces el dios del sol era el tirano de los tiranos. Aun si en sus comienzos, Elux había sido más débil que Liliya o Fumus entre sus pares, y actualmente acechaban tantos rumores, dudas y dispuestas llenas de análisis exhaustivos acerca de quién ganaría una pelea entre él y Siralos, si llegó a ser un dios, y a ser uno de los dos más poderosos entre todos ellos. Bien que tenía esa reputación bien ganada y merecida pese a todo.

Pero eso no quitaría el hecho de que el hombre, quien podría ser confundido fácilmente por una mujer a simple vista debido a sus complexiones “femeninas,” era un ser capaz de volverse en la peor pesadilla de varios con solo hacerlo enfurecer.

Algo que por excelencia, Elux e Ivlis sabían muy bien.

Por eso, el hombre dueño de un impecable cabello rizado blanco como la nieve, con grandes y largos mechones verdes-amarillentos eligió entregarse al diablo de las llamas…

Si él quería ganarse su silencio hasta la tumba, a cambio de que Siralos no supiera su secreto y destruyese toda su nueva vida. lo que tenía que hacer era entregarse por completo sexualmente solo a él.

Escrito todo lo anterior y dando por hecho que usted lector sabe leer entre líneas y ya se dio cuenta de hacia dónde va todo esto, continuó con la narración:

Las mejillas del dios se habían teñido de un leve rojo carmesí, apenas y estaba vistiendo un babydoll de encaje negro, estando solo con eso puesto y con el resto de su cuerpo al descubierto y con poco que dejar a la imaginacion, realizandose asi su curveada y delgada figura.

Y no solo eso: El hombre, de un gran y sedoso cabello negro como la noche y mechones rojizos que caían hasta las puntas de su lacia melena, además de tener unos resaltantes cuernos de metal rojos como la sangre, era el único que tenia sus pantalones y boxers puestos, y quien encima estaba arriba suyo, con sus ojos ámbar tan ardientes como las mismísimas llamas de su infierno, estaba frente a él; cara a cara, a tan pocos centímetros de distancia, con una sonrisa que resultaba tanto divertida como sensual a quien tuviese el privilegio de verlo. Cautivado por todas las emociones reflejadas en toda esa bonita cara con piel de porcelana que traía el dios de la luz consigo, y más de aquellos zafiros tan celestes como hermosos, con esas brillantes pupilas blancas, claras como las estrellas, nunca antes vistas en cualquier otra criatura, ni siquiera cualquier otra de su divina especie, contrastando con los suyos tan vulgarmente demoníacos haciendo énfasis en todo el sentido de la palabra.

— Los años han pasado en ti… y sin embargo, seas un ángel o un dios, solo basta con que yo te acorrale para obtener tales expresiones incitantes a pecar en ti ¿No?

Admitió el gobernante de aquel inframundo de fuego dejando escapar una leve risa, mientras su mano acariciaba una de las mejillas de su ex-ángel rubio, quien solo podía, por más que no quisiera, mirarlo detenidamente a los ojos, viendo a través del reflejo de estos lo tan acorralado y abajo de él que estaba.

— Tan solo mirate, habiendo cambiado tanto, y aun así, tu verdadero ser solo sale a la luz conmigo… Gracias por otorgarme ese privilegio a mi entre tantos otros, cariño.

Dicho y hecho: El diablo no pudo encontrar otra forma más para transmitirle su sinceridad que cortando la poca distancia que había entre sus rostros que sellando sus labios contra los del dios. Quien no pudo evitar como reflejo abrir grande los ojos por la sorpresa, para luego sentir como el más alto lo abrazaba y por la calidez transmitida de sentir sus manos con escamas en su cuerpo: Tan frágil para marcar y tan sensible como para reaccionar al más mínimo roce ajeno con un sonoro gemido sin decoro de parte suya, pero que a su vez solo logro que la inmersión en ese profundo beso fuera aún mayor y terminará cerrando los ojos, ya entregándose nuevamente a lo que sea que pasara con él en tan vulnerable y caliente estado. Después de todo, ¿Lo hacía con tal de preservar a sus ángeles y su mundo, no?

Pero ese pensamiento desapareció tan pronto como llegó mientras más chocaba y saboreaba la lengua de su captor, quien no tenía intenciones de ocultar las ganas de hacerlo suyo y de entrar hasta en lo más hondo que pudiera de su boca, que se le estaba haciendo agua mientras más perdía el aire, hasta que finalmente este se terminó y tuvieron que “separarse” pero no del todo, ya que todavía quedaba un frágil hilo de saliva uniendolos.

Ambos respiraban agitadamente, el rostro de Elux ya se había tornado una cereza de lo rojo que estaba, mientras apenas y podia creer, mientras parpadeaba incrédulo, que tanta agua se le había hecho en la boca, mientras Ivlis había quedado completamente hipnotizado de aquella vista tan indefensa como tentadora se había formado en el rostro de su presa, por favor ¿Realmente esto no estaba sucediendo en un sueño? Madre del amor hermoso, tener esa vista tan pecaminosa de el dios de la luz tan avergonzada causada solo por y para él, era todo un deleite visual digno de contemplarse y de complacer.

Ay… y pensar que el joven que estaba debajo suyo, con las gotas de sudor empezando a recorrer y bajar por su piel, tan sumiso en su estado puro y fácil para él de hacerlo arder en el placer carnal; Era el mismo que había creado a esa semejante estúpida cómo podía ser la diablesa albina para el en tiempos presentes. Recordar cuando él solo podía estallar de la impotencia de que justamente su dios era el más poderoso de los dioses.
Si, era, en verbo pasado, hasta que llegó Elux se volvió un dios y no conforme solo con eso, entreno y estudio lo suficiente como para ser el unico dios con oportunidades verdaderas de derrotarlo o hasta matarlo si la estrategia y la experiencia a favor se le daban. Pensar en cómo el panorama había dado un giro total de 180 grados, y que al final quien realmente tenía imposible el vencer a su dios era Reficul y no el, y vaya que eso le trajo satisfacción. Aunque en defensa de la diablesa, ¿y como no iba a serlo? Su dios no era nada más y nada menos que el primer y unico ángel que pudo escaparse de la tierra del sol y ya no necesitaba de los soles de este para vivir, aun si el elemento de la luz siguiese formando parte de su identidad.

Pensar en lo poderoso que era el ser divino que ya inconscientemente había abierto sus piernas, dejando ver que su miembro estaba igual o más ansioso que el suyo para dar comienzo a la verdadera acción lasciva: Solo devolvió a Ivlis a sus más básicos estados primitivos, haciendo que cierta parte de su cuerpo se endureciera más de lo que ya estaba de por si antes. Ahí estaba el, tendido con las piernas bien abiertas, mientras con una mano intentaba ocultar sin éxito alguno el despertar ansioso y nervioso de su pene, mientras con la otra mano intentaba tapar un pezón erecto que se le quedó al descubierto durante el beso, ya que el demonio había aprovechado para ya empezar a desposeerlo de su corto camisón en su cuerpo, mientras que Elux giro la cabeza con los ojos cerrados de la vergüenza para al costado, y por otro lado su sonrojo se estaba concentrando más en el medio de su rostro, pero no por ello ahora era menos intenso que antes.

— P-Por favor… Y-Ya hazlo…

Le anuncio mientras volvió a dirigir su rostro y mirada en dirección a las de su primer diablo, quien se estaba relamiendo los labios hasta recien, sólo para volver a sonreír, pero esta vez mostrando sus colmillos, ya dándole otro aire a su sonrisa, a una más sugestiva y estimulante visualmente para el ser divino, dando rienda suelta de forma precoz a sus más fogosas fantasías, al igual que a su liquido pre-seminal por lo que veía el señor del fuego.

— Oh, ¿Qué decías? No logré escucharte, repíteme lo que me dijiste de nuevo…

— Agh… P-Por favor… S-Solo metemelo…

Empezó a fruncir el ceño el peliblanco, mientras el gobernante del inframundo todavía arqueaba una ceja mientras había vuelto a acorralarlo con las dos manos puestas en la cama, cerca de los bordes de su pequeña cintura, volviendo a ponerse más encima suyo.

— ¿Por favor? ¿Qué favor tengo que hacerte ahora? Pensé que ya estabas contento con el hecho de que tu secreto estuviera ahora a salvo conmigo, vaya que te has vuelto caprichoso—Dejó escapar una risilla y un más notorio sonrojo— ¿Ahora qué debe hacer este pobre diablo, con tal de complacert-.

— ¡Hazme tuyo aquí y ahora, ¿QUIERES?!

Ya exclamó harto de vueltas y balbuceos el ex-ángel “puro” rodando los ojos luego de haberle levantado la voz y habiendolos cerrado, solo para volver a abrirlos cuando sin previo aviso sintió que alguien finalmente se había puesto totalmente arriba suyo, bajado los boxers y ya había profanado su tan sagrado y divino templo interno, con tal de invadirlo y reclamarlo como suyo al fin, como siempre fue, es y será. Y el dios en respuesta le exclamó con un indecoroso y bien alto gemido, dándole la bienvenida.

— O-Oh… Con que así se siente tener esto dentro de m-mi.

Dijo mirando para arriba, mientras un rastro de saliva empezó a bajar de su boca, y el rubor en sus mejillas solo terminó de poner en evidencia lo muy necesitado que estaba de un “castigo” demoníaco de su primer diablo.

— Dios, si que me necesitabas todo este tiempo~❤

Fue lo que le respondió el ser infernal con una sonrisa, antes de acercarse lo suficientemente a él para poder susurrarle al oído:

— Los diablos estamos hechos para castigar a los pecadores, y tú serás el intocable dios en tus tierras —Le admitió con una voz un poco más baja, pero no por ello menos sensual, para suspirar y volver a informarle— Pero aquí, tú no eres más que otro sucio e indecente ángel caído, y por sobre todo, un pecador, y aquí, el dios es otro, y el diablo soy yo, así que…

Sus rostros cada vez estaban más cerca, y sus labios de sellar con broche de oro está candente noche, también:

— He de confesarte, que como rey de este infierno, tu castigo será hacer que confieses todos esos pensamientos tuyos pecaminosos e insaciables, que solo un pecador de los de tu clase podría tener en su mente—. Soltó una última risilla, llevandose toda la plena atención de Elux a lo último que le dijesen esos seducientes labios—Te haré confesar de una vez por todas, lo mucho que me has deseado en tu interior, en una situación tan escandalosa como esta~❤

y así, sus labios por fin se encontraron dando así inicio a otro largo y profundo beso, mientras los dos únicos hombres en la habitación se abrazaban más fuerte, y la temperatura corporal de ambos aumentaba progresivamente, a la par de la intensidad de las embestidas de Ivlis a su compañero, quien no podía dejar de tener espasmos de shock y de placer por como su ardiente estatus divino se había hecho polvo en un abrir y cerrar de ojos. Estando sometido y bajo el completo control de la calurosa voluntad de su primer demonio, Elux solo podía dejarse llevar y dejar que poco a poco el placer se volviese lo único que ocupase espacio en su mente, a su vez, el hombre de cabello negro no solo habia estado aumentando la velocidad de su vaiven en su presa, sino que por lo bien que se estaba dejando llevar debajo suyo, quiso recompensarlo estimulando a su palpitante miembro con su cola demoniaca, apretando y acariciando a esa parte tan necesitada de atencion, ademas de las paredes internas del albino de ojos azules, quien ahora solo era un manojo de gemidos y jadeos, que apenas y podia sostenerle la mirada a su juez luego de separarse de aquel beso que le habia calado tan profundo, y aun asi lo habia dejado insaciable, mientras que de la punta de su lengua y de la de su tentador estaban dejando escapar un pequeño rastro de saliva que todavía les unia...

Oh por favor, mientras mas lo usaban y estimulaban en recompensa a su vez: Más se perdía de una forma cada vez más baja en su lujuria, y en esos ojos ardientes que lo contemplaban a tal punto, que había descubierto que no solo Ivlis se había tomado el atrevimiento de desnudar su cuerpo, sino también el dejar expuesta a su alma, y que no solo se estaba dejando vencer y profanar por su propia desvergonzada obscenidad a la que tanto reprimío dentro suyo por tanto tiempo, no: Se estaba entregando a esos ojos ámbar que sabían atraerlo con esa dulzura que los caracterizaba, que incluso estando en una situacion asi. Solo el por ser su primer amor podía transmitirle todos esos sentimientos asi a él, solo a él.

Ya no tenía donde esconderse, y antes de llegar al tan deseoso y culminante clímax juntos, en un último arrebato de sus pensamientos antes de que estos volvieran a desaparecer, solo asi pudo finalmente reconocer lo que sentía:

— A-Ah… I-Ivlis, y-yo… ¡T-TE AMO!

Dicho y hecho, una descarga eléctrica recorrió sus cuerpos, dando paso asi al gemido final, esta vez compartido por ambos, y a su vez, a que ambos liberasen sus semillas; El diablo adentro de las cavidades internas del dios, y este último sobre la escamosa roja cola demoníaca, y un poco habiendo salpicado en sus abdominales.

Ya saliendo dentro del joven de mechas verdes y desenredando su cola del pene de este, ambos se re-acomodaron en la cama, estando de nuevo abrazados y entrelazados de costado, mientras recuperaban el aire.

Elux dejaba descansar su cabeza dentro del pecho tonificado de Ivlis, ya acomodado a su gusto y habiendo recuperado ambos el aire de sus pulmones luego de tanto movimiento, se quedaron en silencio un rato más, que pese a que duró poco, para ellos se sintió como una eternidad guardada en un instante. El de mayor altura entre los dos no podía dejar de acariciar esa cabellera rizada tan blanca como la nieve, y a su vez, el de tan pocos centímetros más bajo, se sentía reconfortado de escuchar el tan fuerte latido del corazón de su amante, que parecía que por lo tan rápido que latía, este se le iba a salir del pecho en cualquier momento.

Pensar que esos latidos tan incesantes eran por su culpa, su única y mayor culpa, solo logró que esta vez fuera el dios quien dejara escapar una sonrisa acompañada de una risita picara, que hizo que el ser de demoníaco bajara su rostro y sus ojos flameantes como las llamas, se encontrasen con aquellos tan celestes como el cielo.

— Ay… Bien que por más vergüenza que sentiste al escuchar todo lo que me harias en mi juego de rol, bien que lo terminaste gozando en grande, eh~❤

Una sonrisa más dulce, pero no por ello menos divertida se formó en el rostro del hijo menor del dios del sol, mientras el primer portador del fuego solar no podía esconder más su timidez y estupefacción de procesar todo lo que había hecho esta noche con su preciado ángel caído. Lo amaba, realmente lo amaba, lo que ellos habían hecho hasta hace un rato no habia sido una simple y banal seccion de sexo casual, no: El dios que tenía entre sus brazos y que ahora escondía su rostro en su pecho, era todo lo que él necesitaba y había estado anhelando en realidad todo ese tiempo en el que no podía recordar su tan única presencia, era ese dios que en su mente, en medio de aquella amnesia disociativa en la que retuvo todo recuerdo del hermano menor de la angel jefe, iba un dia a volver por él y brindarle esa luz tan cálida, clara y tan fortalecedora que necesitaba en las llamas de su corazón que solo el podía brindarle.

—Buenas noches, te amo, cariño mio…

Fue lo último que se escuchó en la habitación del diablo dicho de parte de él.

—Y yo más, descansa amor...

y antes de que ambos cayeran en los brazos de morfeo, no pudieron evitar darse un último pequeño beso y acurrucarse mejor bajo las sábanas, y al fin descansar que mañana sería otro día.

De esa forma: Un dios de la luz, y un diablo de las llamas, aún si seguían siendo opuestos, eso nunca les quitaría el hecho de que por esa misma naturaleza que se traían, ellos se complementaban.

Notes:

Desde hace mucho tiempo tenía ganas de escribir algo sobre ellos, he metido muchos headcannons y hasta teorías aquí de alguna forma por el lore-canon divergente. Espero les haya gustado tanto como a mí <3 Necesitamos más contenido de Ivlis top dominando en las relaciones sexuales jsjsjs En fin... Muchas gracias por leer y a quienes me ayudaron con éste escrito, ustedes saben quienes son, les quiero UwU