Chapter Text
Así que estás vivo todavía-dijo Bulma sorprendida al ver al científico de cabello y bigotes blancos.
Mi preciada colega, me alegro de verte otra vez-dijo el anciano al verla. Se alegraba de que hubieran podido rescatarla- Podría decir lo mismo respecto a ti. Al parecer estabas en una situación un poco peligrosa.
Fue un contratiempo, no permitiré que pase otra vez. Toda mi base se arriesgó por mí, ya no puedo cometer errores-dijo la peliazul decidida-Necesito que me prestes tu laboratorio algunas horas, tengo que hacer algo muy importante-solicitó con prisa. Debía ser lo más rápida que pudiera, cada minuto contaba en aquella situación.
El laboratorio queda a tu completa disposición-dijo el científico con tono amable-Solo intenta no destruirlo, pero úsalo para lo que quieras.
Gracias, también agradezco que nos dejes ocultarnos aquí-dijo la mujer sonriente. Al menos estaba segura de que allí no los encontrarían. Era poco probable que sospecharan de otro refugio subterráneo, y aunque ese fuera el caso dudaba de que pudieran encontrarlo fácilmente.
Mí misma, espérame-dijo la pequeña Bulma en cuanto salió de la nave en el interior del refugio en el que estaban- No quiero estar sola, déjame ir contigo-pidió, aún estaba algo asustada por todo el caos que habia allí. No le agradaba que la dejaran sola, muchos menos ahora que estaban en un lugar distinto.
Bulma notó la expresión sorprendida del científico Gero al ver a la niña que era idéntica a ella. Seguramente eso era muy extraño para él.
¿Te metiste con el viaje en el tiempo?-preguntó el científico anonadado. Bulma le sonrió con diversión al escuchar la pregunta, era increíble que hubiera podido deducirlo tan rápido.
Digamos que si, pero no exactamente yo-dijo la peliazul mayor-Ven conmigo Bulma, iremos a hablar con la otra Bulma para poder reparar la máquina del tiempo ¿Quieres?-preguntó con tono amable.
Siiii-dijo la pequeña Brief, la siguió al laboratorio de Maki Gero el cual las guiaba a su amado espacio de trabajo.
Los demás se habían quedado por la parte principal del refugio ayudando a organizar la estadía de los demás humanos que habían transportado hasta allí por túneles subterráneos.
Era la manera más segura que habían hallado para poder llevarlos hasta allí sin exponerlos al peligro del exterior. Al menos a los que no habían asistido en la rebelión de la nave de Freezer.
¿Cuántas Bulmas hay en esta línea temporal ahora?-preguntó el científico intrigado. Sabía que interferir en el tiempo podía tener consecuencias. Esperaba que nada grave pasara en la suya, de por sí las cosas ya estaban resultando complicadas.
Solo dos-dijo Bulma mirando de reojo a la niña. Buscó la cápsula que le había dado Krilin que contenía la máquina del tiempo- Te pondré al tanto de todo para que no tengas miedo, aunque supongo que los chicos ya te dijeron algunas cosas.
Solo me han dicho que necesitaban refugiarse aquí después de rescatarte y que también debía dejar entrar a todos los humanos de tu refugio ya que probablemente iban a atacarlo-dijo Maki Gero, estaba algo confundido respecto a la situación actual de la tierra. Pero no dejaría de ayudar en algo que tuviera que ver con su aliada. Después de todo, esa guerra contra los extraterrestres invasores era asunto de toda la humanidad.
Unos sujetos viajaron en el tiempo por accidente y terminaron aquí. Ellos trajeron a esta versión mía pequeña-dijo señalando a la niña, ella estaba usando el comunicador que utilizaban para llamar a la otra Bulma- Uno de los sujetos que vino es el capitán de las fuerzas especiales de Freezer, pero en su tiempo es bueno. Mientras que aquí casi me rompe el brazo-dijo señalando la muñeca que aún tenía lastimada.
¿Te hicieron daño? ¿Cómo hiciste para salir de ese lugar?-preguntó Gero sorprendido. Estaba seguro de que la nave espacial de Freezer era una trampa mortal para humanos.
Vegeta me ayudó, él es quien está arriesgando su vida ahora para poder derrotar a Feeezer junto con sus amigos. Ayudó a Milk a sacarme de ahí, yo le prometí que si liberaba a la Tierra repararía su máquina del tiempo. Así que es por eso que necesito tu laboratorio-relató la peliazul.
Sacó la cápsula que contenía la máquina del tiempo y la abrió en un espacio vacío que había en el laboratorio. El científico miró deslumbrado aquella máquina tan avanzada. Parecía ser mucho más compleja que cualquier cosa que él hubiera construido.
¿Quién hizo esto?-preguntó el anciano, estaba completamente admirado de presenciar tal pieza de tecnología.
Mi yo de otro tiempo. Del que ellos vinieron-dijo Bulma-Es por eso que le pedí indicaciones a ella para que me ayude a repararla. Aún no logro comprender cómo funciona.
Si alguien puede hacer eso eres tú. Después de todo una versión de ti la hizo, sería lógico que tu fueras la única capaz de repararla-dijo el científico sorprendido. No esperaba que el genio de su colega hubiera podido traspasar el tiempo y el espacio.
Necesito hablar con ella otra vez, debo seguir intentando. Vegeta sigue allí, es lo mínimo que puedo hacer por él ahora mismo-dijo con seriedad. Estaba preocupada aún por el estado en el que había abandonado al príncipe saiyajin. Solo podía desear que estuviera bien, sabía que si se hubiera quedado sería un estorbo para él.
Mi misma, contacté a nuestra otra mí misma-dijo sonriente la pequeña Bulma. Se acercó a ella sonriente con el comunicador en su mano.
El científico tan solo las observó saludar a la otra Bulma desde la lejanía. Quería escuchar si era cierto que ahora eran 3 versiones de su amiga científica interactuando.
Hola, hace tiempo no me llaman. Me preocupé ¿Los chicos aún no han regresado?-preguntó Bulma preocupada al ver tan solo a sus dos contrapartes al otro lado del comunicador.
Están en la nave de Freezer. Nosotras nos trasladamos de refugio-dijo la Bulma mayor- Descubrirán el mío pronto, el otro Vegeta escapó y él sabía nuestra ubicación.
El otro Vegeta se la llevó y ahora la trajimos de vuelta-dijo la pequeña Bulma a su vez. La peliazul en el comunicador pareció sorprenderse al escuchar que su otro yo había sido secuestrada por el alterego de su esposo.
¿Te hizo daño? ¿Dónde está el Vegeta de mi tiempo?-preguntó, no pudo evitar reprocharse mentalmente por preguntar por él directamente.
No podía fingir que no estaba preocupada por él, lo extrañaba tanto desde que se había ido. También a su hijo y a la versión futura de él. Fingir indiferencia con respecto a las personas más importantes de su vida se le estaba dificultando.
Vegeta está en la nave de Freezer ahora, él me salvó de su otro yo- dijo la peliazul, la científica en el comunicador pareció aliviarse al saber algo sobre él-Te llamé para preguntarte sobre la máquina del tiempo. Debo repararla para que puedan volver.
Por supuesto-dijo Bulma, suprimió las demás preguntas que tenía sobre el príncipe saiyajin. Solo podía rezar porque estuviera bien, no podía preguntar de más o su otro yo notaría que se preocupada demasiado por él.
¿Por qué te ves triste? ¿Te sientes mal, mí misma?-preguntó Bulmita intrigada. Notaba que el rostro de su contraparte en el comunicador mostraba una expresión contrariada.
Sólo estoy preocupada por mis amigos, no me gustaría que algo malo les pase-dijo como excusa, si bien también le preocupaban sus demás amigos su angustia se manifestaba aún más al pensar en su esposo y sus hijos.
¿Quieres que te llame más tarde? Aún no he revisado bien los planos-dijo la Bulma mayor a modo de sugerencia. Tal vez su otro yo necesitaba un momento para tranquilizarse.
No, está bien. Será mejor que te ayude para que repares la máquina lo más pronto que sea posible-dijo Bulma intentando centrarse en lo que debían hacer.
Si quieres puedo hablarte de cosas bonitas mientras mi otra mí misma revisa los papeles. Podemos hablar de perritos, de pizza, de arcoíris... -empezó a enumerar la pequeña Bulma, su versión a través del comunicador sonrió al escucharla. Su pequeña contraparte era extremadamente adorable.
Eso me gustaría-dijo la otra Bulma siguiéndole la corriente. La mujer que se encontraba con la pequeña Bulma tan solo se dispuso a buscar los planos en la máquina del tiempo para seguir con su trabajo.
El científico Gero miró la inusual situación sin interrumpir. Esperaba que todo saliera bien con lo que estaba pasando, después de todo ya se habían entrometido con la continuidad espacio temporal.
Al menos con la llegada de esos viajeros del tiempo ahora podía intentar soñar con que la invasión alienígena por fin cesara y la humanidad pudiera disfrutar nuevamente de un período de paz.
Lo tenemos-dijo Gohan sonriente, estaba a las afueras de la nave espacial de Freezer junto con Trunks y Goku. Cargaba al Vegeta de ese tiempo en su hombro, el mismo estaba completamente inconsciente.
No pudimos capturar al saiyajin que estaba con él-dijo a modo de aviso Trunks. El mismo había logrado escaparse de ellos al interior de la base del emperador del mal. Había aprovechado que una gran cantidad de mercenarios habían ido a atacarlos para defender la nave.
Yo me encargaré de él, será mejor que ustedes se ocupen de la mayor cantidad de mercenarios que puedan-dijo Gohan a modo de aviso-Creo que seré más útil manteniendo a raya a este Vegeta para que no pueda complicarle las cosas al que está en la nave.
Llévalo con cuidado, intenta escapar con alguna aeronave de los humanos de la rebelión. Si lo sacas en una de aquí será más discreto que llevarlo volando a través de la faz de la tierra-dijo Trunks, sabía que su padre era muy fácil de reconocer en esa realidad. Al menos para los mercenarios que había en ese lugar.
Si, eso haré. Tengan mucho cuidado por favor-dijo con amabilidad. Goku y Trunks asintieron al unísono. Debían encargarse pronto de las tripulaciones que salían de los huecos de la nave.
Cantidades inmensas de mercenarios salían de los agujeros que habían sido producidos por los explosivos de los humanos. Su deber era reducir el ejército de Freezer lo más que pudieran.
En cuanto podamos reducir la cantidad de mercenarios hay que ir por Vegeta. Podría estar en problemas, su ki no se siente tan fuerte como siempre-dijo Goku al pelilila. El mismo estaba poniéndose en posición de combate para pelear con los mercenarios.
Sí, señor Goku. Parece que le hicieron algo a mi papá. Espero que resista hasta que podamos apaciguar la situación aquí-dijo el joven saiyajin a su vez.
Vegeta ¿Ya estás bien?-preguntó Hanasu al cruzarse con su hermano en uno de los pasillos de la base. Había ingresado a la nave nuevamente dado que estaba herida y se le dificultaba pelear- ¿A dónde vas?-preguntó al notar que el mismo estaba corriendo antes de frenarse por ella.
Debo ir a ver a Feeezer, no puedo perder más tiempo-dijo Vegeta con seriedad. Hanasu lo miró sorprendida, ella sabía cuáles eran sus intenciones.
No vayas, él aún no sabe lo de la traición. Aún puedes estar de nuestro lado-dijo Hanasu con tono suplicante. No quería que su hermano fuera al encuentro con aquel maldito emperador maligno.
Este nunca ha sido nuestro lado Hanasu- dijo el saiyajin con expresión inmutable- Este lado en el que hemos permanecido por tantos años está construido con los escombros de miles de civilizaciones que fueron aniquiladas injustamente. Nunca ha sido nuestro, solo somos un escombro más-sentenció.
La mirada preocupada de su hermana solo le aseguraba que tenía razón. Ella sabía todo eso, ella lo había sufrido tanto como él.
Busca a Vegetto y ve afuera con él. Si las cosas se ponen complicadas busca a un sujeto que tiene el cabello lila. Él los ayudará-dijo Vegeta a modo de recomendación. No tenía tiempo para salvarlos él mismo, esperaba que le hicieran caso.
¿Quién es ese sujeto?-preguntó Hanasu confundida, Vegeta la miró sorprendido al notar que haría lo que le dijo.
No puedo decirte, solo dile que eres mi hermana y él te ayudará- dijo con seguridad. La mujer asintió, la mueca en su rostro aún demostraba preocupación, pero parecía que iba a obedecerlo.
Espero verte otra vez hermanito, ten cuidado-dijo Hanasu, Vegeta asintió. Se miraron por última vez antes de que ambos se fueran corriendo en direcciones opuestas para cumplir con lo que debían hacer.
Vegeta corrió directo a la habitación de Freezer. Sentía que el ki de ese extraterrestre con cara de lagartija se encontraba allí.
Se deshizo de algunos mercenarios que halló en su camino. Estaba seguro que lo obstaculizarían cuando quisiera salir de allí.
En cuanto llegó se cruzó a Nappa, el mismo estaba vigilando la entrada de la habitación del emperador del mal. Seguramente él era el encargado de informar todo lo que estaba pasando.
Vegeta ¿Qué haces aquí? Hay un gran caos afuera ¿Por qué no estás peleando?-preguntó confundido el saiyajin calvo.
Vete de aquí Nappa, las cosas han cambiado-dijo Vegeta con seriedad. El calvo notó que algo malo pasaba, la expresión de Vegeta tenía una mirada diferente a la que solía tener siempre- Deberías obedecerme si quieres vivir.
¿Qué pasó? ¿Por qué viniste hasta aquí?-preguntó el saiyajin en la puerta confundido.
Huye de aquí y déjame pasar-dijo Vegeta-Si te quedas aquí vas a morir-aseguró.
El calvo lo miró con miedo reflejado en sus ojos. No entendía lo que pasaba, pero todo apuntaba a que Vegeta iba en confrontación con Freezer.
Vegeta si vas a pelear con F...-dijo, Vegeta lo interrumpió empujándolo para que se alejara de la puerta.
No hables, solo vete-dijo Vegeta con insistencia-Hazme caso, no querrás estar aquí cuando me deshaga de ese imbecil.
Nappa tan solo huyó en cuanto vio a Vegeta abrir la puerta del cuarto del emperador maligno. Ya era la hora de acabar con su reinado del terror.
En cuanto entró observó que había mercenarios allí, estaban protegiendo la puerta desde adentro. Se extendían por el pasillo hasta llegar a donde estaba Freezer. El mismo estaba sentado en un trono.
¿Quién entró sin avisar?-preguntó un tanto irritado el extraterrestre. Vegeta ingresó allí con el ceño fruncido ante la atenta mirada de los mercenarios que estaban más cerca de la puerta-Vegeta, creo que olvidaste avisarme que vendrías. Debería matarte por estar aquí y no haciendo tu deber.
Estoy aquí para hacer mi deber- dijo Vegeta-Y no te avisé para que fuera una sorpresa-dijo el saiyajin con tono arrogante. Notó que la irritación empezaba a crecer en la mueca de Freezer.
¿Qué diablos haces aquí? Esos asquerosos humanos están atacando la nave. Ve afuera y acaba con ellos, tú eres el capitán de las fuerzas especiales-ordenó el emperador con la poca paciencia que le quedaba. La actitud extraña de su subordinado estaba poniéndolo nervioso.
Ya se que la están atacando, yo les dije que lo hicieran-dijo Vegeta antes de reír de forma burlona- ¿Acaso creíste que soportaría trabajar para ti más tiempo? ¿Creíste en serio que tú habías logrado doblegar a mi raza?- preguntó nuevamente. Sus preguntas sonaban irritantes y burlonas a oídos de Freezer.
Lo hice, yo asesiné a los saiyajin. Yo te hice mi mercenario y también a los estúpidos de tus hermanos. Creí que esto había quedado claro la última vez que intentaste rebelarte contra mí, simio idiota-vociferó Freezer, estaba completamente enfadado- Te daré una última oportunidad. Sal y pelea contra esos malditos humanos o yo seré quien te destruya.
No pelearé contra los humanos, así que tendrás que pelear conmigo, emperador imbecil-dijo Vegeta con una sonrisa socarrona en su rostro-Mientras peleas conmigo ellos destruirán tu estupida nave y tu morirás aquí. Maldito bastardo-sentenció.
Aunque seas el más fuerte entre los mercenarios no quita que aún eres inferior a mí ¿Qué te hizo tomar esta decisión tan estúpida?- preguntó Freezer nuevamente, su tono sonaba sarcástico, pero su rostro demostraba que estaba conteniendo una ira que crecía a cada segundo.
Ven aquí y compruébalo ¿O primero quieres que me encargue de estos idiotas?-preguntó mirando a los demás mercenarios de reojo. Había contado exactamente cuántos eran en caso de que tuviera que eliminarlos a todos para poder pelear con él.
Yo me encargaré de ti, ellos tienen otra cosa qué hacer-dijo el extraterrestre con tono malicioso- Ustedes vayan a buscar a Vegetto y Hanasu, ya no podemos confiar en los saiyajin-dijo con seriedad.
Una gran parte de los mercenarios que estaban allí salieron de la habitación rápidamente al escuchar la orden.
Ellos no me ayudaron con esto, fui yo quien desestabilizó tu ejército de inútiles. Maté cientos de ellos -dijo Vegeta a modo de confesión -Es por eso que no pueden contra el ataque de la nave, incluso yo me deshice de tus antiguas fuerzas especiales-dijo nuevamente con una sonrisa.
¿Tú mataste a las fuerzas especiales Ginyu?-preguntó sorprendido el emperador-No debí dejarte a cargo del grupo más fuerte, debí saber que no tuviste suficiente la última vez. Mono engreído y testarudo- maldijo. Se puso de pie con determinación, era momento de pelear. No podía permitir que nadie en su ejército lo traicionara, mucho menos un saiyajin.
Nunca me rendiré, eso es seguro Freezer-dijo Vegeta mientras se ponía en posición de pelea. Los mercenarios que allí quedaban hicieron lo mismo al ver que adoptó una posición hostil.
Ustedes no se interpongan a menos que yo se los diga-dijo Freezer con seriedad. Los mercenarios permanecieron inmóviles inmediatamente.
Ataca primero, si te atreves-dijo Vegeta a modo de provocación-De todos modos no tendré piedad contigo.
Tu ego es demasiado grande a pesar de que no tienes oportunidad conmigo. Al menos es más digno que no bajes la cabeza como tu padre. Quizá no eres tan igual a él, aunque tendrán el mismo destino-dijo Freezer confiado de su poder. Atacar la historia sangrienta del pasado de los saiyajin era algo que solía hacer para intentar humillar a Vegeta.
Eso lo veremos-dijo Vegeta, esquivó rápidamente las esferas de energía que Freezer comenzó a lanzarle. Los mercenarios que estaban cerca se dispersaron con terror al ver que el emperador del mal realmente iba a pelear por sí mismo contra él.
Freezer se sorprendió al ver la velocidad con la que contaba Vegeta, en pocos segundos el saiyajin estaba tan solo a un metro de él.
En cuanto pasó un segundo más, sintió el puño del príncipe saiyajin impactar contra su rostro.
Freezer cayó al suelo dado el impacto del golpe en su mejilla. Lo miró con una expresión confundida, no entendía de donde había sacado tanta fuerza como para poder derribarlo tan fácilmente.
¿Qué diablos...?-preguntó el extraterrestre desde donde estaba, su nivel de estrés comenzaba a subir. Miró a Vegeta acercarse a él a paso moderado, no esperaba que eso sucediera.
No soy el Vegeta que tú conoces, este Vegeta quiere ver cómo te retuerces de dolor-dijo dándole una fría mirada. No podía tener piedad con el sujeto que había devastado de tal forma la Tierra.
Había hecho sufrir demasiado a su amada peliazul, eso era algo que no podría perdonarle jamás. No dejaría que él se interpusiera nuevamente en el destino de Bulma. No mientras él tuviera fuerza para seguir luchando.