Chapter Text
En el momento en que Lan Yueliang empezó a dar su paseo matutino de cada mañana, el cual se emprendía en solitario desde que su esposa la emperatriz enfermó y falleció, jamás espero que la suave tonada del guqin llegara a sus oídos a tales horas de la mañana.
Lan Yueliang que siempre se consideró un hombre curioso, aunque su esposa por su parte lo definía como entrometido, pero aquello no importaba, ya que por mucho que creyera que se trataba de alguna otra persona, no se esperó encontrar con la figura de su hijo menor, quizás la de Lan XiChen que era más flexible con su percepción de las reglas como le pasaba a él, pero el menor sin dudas era una gran sorpresa.
—WangJi.
Las cuerdas del guqin fueron acalladas ante el llamado del hombre mayor que se acercó sin prisa al menor, que por un momento creía sería reprendido, pues las reglas del palacio Gusu estipulaban que no se podía interrumpir la paz del recinto a horas tan tempranas.
—Buenos días padre. —reverencio el menor apretando los puños, esperando el regaño una vez que se levantó y tomó su instrumento en brazos.
—Me sorprende verte tocando fuera de tus habitaciones, ¿Ha ocurrido algo especial en estos últimos días?
Lan WangJi negó con su cabeza, pero sabiendo que quizás sería de conocimiento de su padre su posible pesar, ya eran más de un mes posterior a la partida de Wei Ying, ahora Wuxian.
El recordatorio ahora constante de que más tarde no lo vería en las filas de entrenamiento del ejército imperial y que no sería acompañado por el más joven al palacio recibiendo sus bromas y burlas hasta llegar con su hermano con el que repartiría su atención del zaiti era algo que muy pocos podían identificar y mucho mas coincidir.
La situación no había sido muy palpable al inicio entre las filas del ejército, pues a pesar de que habían shidis y shimeis que extrañaban al zaiti, el anhelo de verlo no irrumpía su modo de entrenar porque seguían bromeando ocasionalmente entre ellos y se la pasaban bien sin necesitar de Wei Wuxian a su lado, pero para él las interrupciones entre sus movimientos, el coqueteo que no sabía si era voluntario o no de Wei Wuxian a su persona que se ponía nervioso se hizo palpable con el paso del tiempo. Y a pesar de que las cartas de Wei Wuxian no se hicieron esperar para él, aquello no era lo mismo sin importar que la característica forma de expresarse de Wei Wuxian también se encontrará plasmada entre sus letras y pequeños dibujos.
Por todo eso podía culpar su comportamiento actual, el abrume de los recuerdos desde su niñez a su adolescencia hicieron que tomara su guqin y dirigiéndose a los jardines llenos de genciana donde empezó a tocar cualquier canción conocida y tarareada por Wei Wuxian cuando se encontraban cerca y ahora al igual que él se estaba enfocando al cultivo musical con un dizi, algo poco común en miembros del ejército imperial que se especializaba más en instrumentos de cuerda que de viento como pasaba con su hermano y un par de primos, donde ahora Wei Wuxian se añadía.
La tonada del guqin día a día encerrada en sus habitaciones fue cambiada a canciones divertidas, alegres, tristes, llenas del folclore antiguo antes de las familias imperiales y finalmente la tonada que su padre escuchó.
La canción no tenía nombre solo algo de pies con su cabeza de inicio, donde ocasionalmente salían notas felices, otras llenas de anhelo u ocasionalmente amargas como el sentimiento de celos que subía por su garganta cada vez que Wei Wuxian se había lanzado a brazos de su hermano.
La canción no le pertenecía solo él, eso era claro cada vez que la tocaba con dirección a su ventana donde el muro a unos cuantos li de distancia ponía límites a los miles de lo en los que se encontraba la segunda persona dueña de la canción, Wei Wuxian.
—Entonces no te molestara si te acompaño mientras escucho como tocas. ¿O has terminado ya? —dijo Lan Yueliang sorprendiendo a Lan WangJi que negó y a pesar de sentirse ligeramente reticente a hacerlo volvió a posicionarse sobre el pasto húmedo por el rocío de la madrugada y empezó a tocar ante el silencio de su padre, pero cuando creía que podía añadir otra sección a la tonada volvió a estancarse.
—¿Has terminado?
—Mn. —respondió Lan WangJi un poco impotente, porque de cierta manera sí había terminado, pero no porque la canción terminara así, sino porque todavía no podía darle un final sin que ésta se sintiera a medias al igual que el camino que han tomado sus sentimientos..
—Es una gran canción WangJi, tienes la pasión de tu madre para componer música más allá de un arsenal militar para la batalla, pero aún tienes problemas para terminarla, supongo que eso te pesa, ¿no es así?
Lan WangJi se quería negar, pero terminó asintiendo, haciendo sonreír a Lan Yueliang que no era muy cercano a su hijo menor como Lan Qiren que empatiza con él acerca del seguimiento de las reglas en el palacio, quizás no por los mismos motivos que el menor, pero esa coincidencia hacía que no lo mirara de una forma reprobatoria como le pasaba a él y ocasionalmente a Lan XiChen.
Siendo esto último algo que lo ponía nervioso y muchas veces no supiera de qué hablar con Lan WangJi que sabía también quería entablar con él, solo que las palabras no surgían y la incomodidad intervenía entre los dos.
—No se como terminarla. —declaró Lan WangJi ante el estancamiento de las notas y la tonada que a pesar de ser reciente se sentía como un estancamiento de años que tenían mucho que ver con sus sentimientos un tanto reticentes que lo han hecho perder oportunidades con Wei Wuxian.
Los abrazos que no recibía de años al igual que su hermano por parte de su madre que no era torpe para demostrar su afecto físicamente como su padre o el resto de Lan que no los brindaba por la reserva a el contacto físico con cualquiera y parecía paralizar a todos los Lan ante la idea, especialmente a su padre por que era el emperador y debía ser intocable para terceros, aunque en su niñez había visto muchas veces el amor y cuidado con el que su madre tomaba su mano de su padre y ocasionalmente entrelazaban sus dedos o Lan Yueliang era lo suficientemente valiente para besar el dorso de la mano de la emperatriz Zen que no era cuidadosa con ellos.
Quizás Wu Liazng buscaba arrebatar esa timidez al afecto físico que se apoderaba en mayor o menor medida a los Lan, el por eso de sus ataques directos de afecto físico, especialmente a él que no le gustaban, no porque odiara a su madre o estas muestras de afecto, solo que había un momento en el que sentía que era suficiente y quería alejarse, a veces también quería darlos, pero Lan WangJi no era tan valiente para buscarlos de manera tan directa y eso parecía entenderlo su madre cuando lo abrumaba con su afecto y burlas.
Wei Wuxian curiosamente era como su madre al querer acercarse de manera afectuosa, quizás por la crianza de CangSe SanRen que de conocimiento general era reconocida como una mujer bastante táctil, burlona y descarada, por ello que Wei Wuxian se comportara de esa maneras no era extraño, pero eso sí se veía más limitado a Wei Wuxian de ser tan descarado como su madre gracias a la intervención de Wei Changze que era la mano dura en la crianza del menor, pero aun así no evitaba su entusiasmo y tactilidad que en un varón normal no era extraño, pero siendo un zaiti se sentía como un demasiado.
Lan WangJi se negaba al exceso de afecto de Wei Wuxian que desde muy pequeño siempre quería tomar su mano y abrazarlo, su atención ruidosa de por si le parecía abrumadora hasta el grado de avergonzar a Lan WangJi que intentaba ignorar los halagos y alejarse cuando las burlas aparecían cuando lo hacía, pero el contacto era más de lo que podía tolerar, le agradaba el tacto de Wei Wuxian era reconfortante y ligero de hacerse sin que tuviera miedo a ejecutarlo a él como le pasó a su padre cuando intentó abrazarlo para consolarlo cuando su madre murió o tener dudas en hacerlo como su hermano que no sabía si estaba bien hacerlo dada su imagen reticente al tacto.
Wei Wuxian no tenía miedo a tocarlo, pero Lan WangJi tenía miedo a lo que no entendía al sentir su tacto.
La mano fría o caliente del tacto Wei Wuxian tratando de alcanzar su mano era casi electricidad, pero no la agradable sino una rara que no le gustaba porque no comprendía el porqué de esa sensación tan contradictoria en él cada vez que Wei Wuxian buscaba arrastrarlo a todos lados, mismo caso con los abrazos que hacían estremecer su corazón y la vergüenza era tanta que siempre se alejaba ocultándose tras las túnicas de su hermano que se reía suavemente por su reacción y divirtiendo a Wei Wuxian que buscaba más de esa reacción y por consecuencia terminó estallando en su contra sin importar que no quería hacerlo al mismo tiempo.
Las lágrimas en el rostro de Wei Wuxian mientras exclamaba por qué lo odiaba le hicieron sentir terrible y peor aún cuando Lan Xichen terminó siendo receptor de esas muestras de afecto.
El estremecimiento de su corazón que venía desde su niñez y a lo que no podía ponerle un nombre, el anhelo por ese tacto cariñoso e infantil luego juvenil y jovial que no dejaba de estar presente junto a los celos a un tercero específico, su hermano.
La canción recopilaba esos años y sentimientos que no han llegado a algo más y ahora parecía lejano que pudieran cambiar estando los dos lejos del otro.
Lan Yueliang entendió el sentimiento en la mirada de su hijo, y de cierta manera le recordaba a la de un joven amante que perdió a su persona amada, aunque esta si regresaría, su hijo estaba estancado en su propio sentir, algo claro para él al mirar a sus hijos con el hijo de Wei ChangZe, lo cual le era particularmente entretenido.
Lan WangJi anhelaba, pero no podía expresarlo, mientras Lan XiChen no anhelaba, pero se excusaba de la juventud de Wei Wuxian, aunque la realidad era que temía perderlo cuando ya perdió a su madre, que de cierta manera le recordaba a ella por su alegría aunque no venia de la mano con el caos que Wei Wuxian si tiene.
—En la biblioteca hay canciones compuestas por nuestros miembros principales, quizás alguna te pueda ayudar a terminar tu pieza, pero…
Las palabras de cortadas de Lan Yueliang hicieron que la atención de Lan WangJi dejara de centrarse en apretar los labios y mirar al suelo, para mirar a su padre cuya mirada dorada similar a la suya, pero cálida como la de su hermano, quería dar a entender que era importante lo que le diría.
—La canción no es lo único que debes darle un final, la música es el reflejo de tus sentimientos, emociones e incluso de tus intenciones de manera indirecta, pero muchas veces no son suficientes, por eso debes usar tu voz WangJi o no alcanzaran a la persona de tus anhelos y ese tercero si es que lo hay, podría ganar ventaja sobre ti y podrían adelantarse, pero si no lo hay y lo dejas pasar eso hará que te arrepientas como no tienes idea. —añadió mirando hacia el camino que su hermano menor siempre tomaba para atender sus deberes matutinos.
Lan WangJi se mostró horrorizado, pues si su padre había visto sus sentimientos, eso significaba que su hermano también, Lan Yueliang al ver ese gesto en su poco expresivo hijo no evitó negar antes de poner su mano sobre el hombro de Lan WangJi.
—WangJi créeme que XiChen no tiene tiempo para ver por tus sentimientos hacia Wei-gongzi, cuando él tampoco puede lidiar con los suyos, y quizás sea injusto en estos momentos. —dijo alzando los hombros y notándose culpable por lo que hacía y decía, pero tampoco se podía arrepentir. —Pero tu tienes ventaja en el corazón de Wei-gongzi, pero XiChen tampoco se queda atrás, el problema es que ninguno ha sido directo con sus sentimientos y Wei Wuxian no podrá desarrollar más sentimientos a alguno de ustedes si se quedan en el mismo estado de amistad que ya no será la misma una vez Wei Wuxian que regrese a la Ciudad de los Cielos.
—Padre.
—Hablo en serio WangJi. —dijo seriamente Lan Yueliang recibiendo un asentimiento, por lo que el mayor le entregó su ficha para ingresar a la sección. —Mi ficha es la única con el acceso a esa sección y no te preocupes por tu tío de que no le agrada Wei-gongzi por Madam Wei, debes enfocarte mas en ti y no en los demás a menos que él no te corresponda, entonces tendrás que dejarlo ir aunque te duela demasiado.
Lan WangJi empezaba a tener dudas sobre el porqué su padre decía todo eso, pero al final asintió y esa misma tarde se dirigió a la biblioteca en la sección de las partituras escritas por sus antepasados que en su mayoría se centraban en las canciones de guerra que muy pocos miembros fieles a su imperio aprendían.
También encontró canciones escritas por su madre que hablaban del amor que sentía por el imperio y su gente, el dolor que sentía por los problemas de su pueblo, Lan Wangji encontró canciones dedicadas a él y a su hermano que sabían tocar por enseñanza de su padre que jamás les dijo el origen de esas canciones, algo que sin dudarlo le pareció un gesto amable.
Sin embargo, entre canciones diversas encontró dos conjuntos de partituras con sus letras particularmente interesantes la primera escrita por la letra de su tío y la cual estaba incompleta hablando sobre un amor profundo a una doncella cuyo nombre no menciona al igual que él con la letra de su canción, pero siempre se repetía la descripción como un copo de nieve bailando en el cielo invernal, no sabía quien era la mujer, pero por las palabras de su padre que en un principio Lan WangJi pudo haber pensado que se trataba de Lan Yueliang, pero en realidad se trataba de Lan Qiren cuyo amor dejo que se le escapara de sus manos, algo por lo que Lan WangJi no evito sentirse extraño por sentirse mal por el hombre al igual que preocupado por sus sentimientos.
Por otro lado, el segundo conjunto musical se trataba de un compositor sin nombre cuyas tres únicas canciones se centran en primera instancia en un amor romántico que a pesar de todo termino con estas personas juntas algo que se complementa con la segunda pieza que hablaba de la felicidad y el amor de familia que tenían, solo que la última pieza que parecía similar a la primera al hablar de su persona amada ahora rememoraba la felicidad que la tragedia les arrebató y que este esperaba su regreso que deseaba que los cielos le brindaran nuevamente.
Lan WangJi por algún motivo no evitó que las lágrimas cayeran sobre el papel, al mismo tiempo que no entendía porque sentía tanta empatía si él jamás había vivido algo así y aunque la letra fuera así de triste jamás había sentido algo así, como si la soledad de este ancestro fuera propia.
La canción no se terminó ese día, pero fue el primer paso para entender más de sus sentimientos con respecto a Wei Wuxian.
—¡Wei Wuxian!
Los gritos de Luo QingYang hicieron eco en los pasillos del palacio llamando la atención de sirvientes y de los presentes que volteaban en dirección al escándalo tan poco común en el palacio imperial desde hace tres años.
Lan Yueliang que había escuchado el grito inicial junto a Wei ChangZe que escoltaba ese día como protector personal por ausencia del verdadero, no evitó negarse y frotarse el ceño diciéndose más a sí mismo que a Lan Yueliang que debió haber esperado que iba a pasar algo así tarde o temprano.
—Si que me trae viejos recuerdos, ¿no te parece ShengYin? —dijo medio divertido Lan Yueliang recordando la niñez de sus hijos con Wei Wuxian.
—Lamento el comportamiento de mi primogénito, su alteza, esto se supone ya no debería pasar, pero me he equivocado la pobre doncella Luo tendrá mucho trabajo por delante.
Lan Yueliang sonrió de manera tranquilizadora a su acompañante, solo que los susurros de las doncellas y zaitis presentes hicieron que esta cambiara a un ceño preocupado, pues unos hablan del descaro de Wei Wuxian, aunque Lan XiChen tampoco se veía olvidado, pues se habla de la facilidad con la que siguió al otro por lo que debían de ver antecedentes de comportamientos indecentes entre ambos o quizás un compromiso oculto entre su alteza el próximo emperador y el zaiti.
Por supuesto eran rumores sin fundamento, pero no por serlo signoficaba que la gente no creeria en ellos
—Hay que llamar a los guardias para que ayuden a la doncella Luo a atrapar al par, deben recordar que ya no son niños. —terminó susurrando Lan Yueliang.
—Es una buena idea. —mencionó Wei ChangZe siguiendo a su emperador que pidió a otro guardia para que empezará a despedir a los presentes que era claro iban a chismorrear sobre lo que pasó, a pesar de que se pedía discreción sobre el tema que se convertiría en una bola de nieve gigantesca que Wei ChangZe tendría que detener en algún momento o sino sería incontrolable.
Mientras los soldados se empezaron a movilizar, Wei Wuxian que sonreía satisfecho al escuchar el escándalo fuera de la biblioteca con su rostro asomándose ligeramente por la ventana.
—Wei-gongzi nos meteremos en problemas por esto. —llamó su atención Lan XiChen al mencionado que se hallaba parado no muy lejos de la puerta, pero sin notarse la intención de irse.
—Aiyoh, no va a pasar nada solo quería pasar un tiempo a solas con Lan wangzi como en los viejos tiempos, ¿a caso su majestad no desea la compañía de este?
Lan XiChen trato de ignorarlas palabras de Wei Wuxian, aunque el leve rubor en su rostro delataba su ligera emoción.
—Wei-gongzi.
—Esta bien Zewu-Jun no es como si fuéramos inmorales, este indefenso y nubil zaiti está al cuidado del futuro emperador. Además siempre es divertido causar algo de problemas.
Lan XiChen negó con su cabeza sonriendo levemente, Wei Wuxian seguía siendo tan irremediable como siempre, solo parecía que fingía bien frente a otros, pero no siempre controlaba sus emociones.
—Aunque es una lástima que Lan er-wangzi no estuviera aquí, es más divertido molestarlo. —señaló Wei Wuxian alejándose de la ventana y arrastrándose gasta una mesa dentro de la biblioteca y palmenado el espacio para que Lan XiChen se acercara
—No debes jugar con las emociones de WangJi, él… él te aprecia demasiado. —dijo Lan XiChen esperando una respuesta qué le dejara en claro que el no tenia posibilidad alguna con Wei Wuxian.
—Vamos, sabes que no intento ser cruel sólo bromeó, Lan er-wangzi se toma todo demasiado en serio, debería considerar qué no todo es tan directo, hay muchas interpretaciones en una sola palabra.
—Ya lo sé, pero él puede pensar que no es así. Aun así el no se fue sin más, me dejo esto para ti.
Wei Wuxian miró curioso cuando de la manga de Lan XiChen salió una carta sacándole una sonrisa a Wei Wuxian que la tomo y decidió leerla en casa.
—Tenía que ser Lan er-wangzi, gracias ZeWu-Jun. ¿Qué tipo de problema ha ocurrido para solicitar el apoyo de su alteza real fuera de la Ciudad de los Cielos?
—En realidad era la de tu padre, pero como se encontraba fuera por tu regreso, se mando a WangJi por ser un cultivador fuerte.
—Entonces se ha hecho más fuerte Lan er-wangzi ha tal punto de poder sustituir a mi padre cuando se ausenta. —dijo Wei Wuxian con una sonrisa de en sus bordes delataba la sensación de reto que Lan XiChen conocía perfectamente.
—Es correcto Wei-gongzi, aparentemente han habido problemas en las fronteras de los Jin y Wen, hay un enemigo que no pueden controlar y necesitan apoyo real.
—Un enemigo tan fuerte para que Wen Rouhan o Jin GuangShan no puedan lidiar con este. —pensó Wei Wuxian en voz alta con una mano sobre la barbilla sintiendo que algo no estaba bien, pero solo esperaba que ese fuera un error suyo, Lan WangJi esta en camino, si no es que ya estaba ahí y esperaba que no estuviera en peligro.
Wei Wuxian suspiró y apoyó su rostro contra su mejilla mirando a Lan XiChen.
—Ojalá hubiera llegado antes y así hubiera acompañado a mi padre.
—Wei-gongzi, no creo que Wei-xiansheng te hubiera llevado con él, ahora eres un zaiti reconocido por el imperio y las familias de la capital imperial.
—Soy un zaiti, pero eso no significa que deje de ser un soldado del Imperio Lan, Lan wangzi. —dijo Wei Wuxian con cierto tono de voz molesto que sorprendió a Lan XiChen al darse cuenta de lo que dijo.
—¡Wei-gongzi, no me refiero a que seas débil!
—¿Ah no? —cuestionó el Wei con los brazos cruzados usando el mismo tono de voz molesto.
—¡No!, pero estas soltero y muchos podrían aprovecharse de eso, eres un Wei que puedes darles hijos y estatus a los que no lo tienen, se aprovecharon de tu vulnerabilidad.
—¿Entonces su alteza no cree que pueda defenderme?
Lan XiChen noto el mayor disgusto en Wei Wuxian y vio que tipo de ideas se podría hacer, pero siempre había una realidad en ciertos asuntos y Wei Wuxian era tan vulnerable a ser atacado por diferentes medios y no exclusivamente por fuerza ante cualquier hombre interesado.
—No dudo que seas fuerte, siempre alcanzaste a WangJi a pesar de que eres más joven, pero…
—¿Pero? —alzó su ceja de manera cuestionante Wei Wuxian.
Lan XiChen se negó y antes de que Wei Wuxian pudiera reaccionar grito por el ataque a su persona.
—¿¡Lan wangzi que demonios!?
—Demuestro mi punto.
—¡Eso no demuestra nada!, ¡Y eso es trampa, estaba distraído!
Lan XiChen se sorprendió por la respuesta de Wei Wuxian, muy rara la vez el menor había gritado, especialmente a él o a Lan WangJi.
Wei Wuxian intentó quitarse de encima a Lan XiChen, pero el agarre en sus muñecas era fuerte y sus piernas estaban bien inmovilizadas, ya les habían enseñado a evitar el sometimiento por un tercero, pero los Lan siempre han sido hombres y mujeres muy fuertes en lo que respecta la fuerza bruta, especialmente los hombres.
Ver a Lan XiChen encima suyo lo puso nervioso, se sentía pequeño a comparación de su próximo emperador.
—¡Lan wangzi quítate!, ¡esto no demuestra nada!
Lan XiChen escuchó el agudo en la voz de Wei Wuxian, lo miro a la cara y el leve rubor apareció al ver la posición en la que estaban, apartándose inmediatamente.
Wei Wuxian se levantó del suelo de la biblioteca y se sacudió sus prendas, un suave rubor apareció en su rostro por la indignación y el nerviosismo previo.
—No demuestra nada, puedo defenderme de cualquiera, solo baje la guardia alrededor suyo.
—Wei-gongzi, eso no…
—¡Puedo defenderme, no soy una débil doncella!
—Entiendo, entonces demuéstralo.
—¿Qué?
—Wei-gongzi, demuéstrame que me equivoco, de caso contrario le exigiré a su padre que lo deje dentro de la capital imperial sabiendo que puede ser atacado tan fácilmente, quiero mantenerte a salvo Wei-gongzi y si no puedes tu mismo lo haré yo. —declaró firme Lan XiChen.
Wei Wuxian contuvo la respiración, jamás espero que Lan XiChen le dijera algo así, le parecía indignante, pero al final comprendió la preocupación de este, su padre y madre también lo tenían, pero eso no le daba el derecho a Lan XiChen de elegir en su vida.
—Bien. —aceptó Wei Wuxian levantándose y demostrándose retador.
Lan XiChen quería decir que no debía de prepararse porque cuando alguien lo atacará no podría decir que estaría listo, pero negó, ya no quería pelear con Wei Wuxian, se levantó solemne y casi alcanza la muñeca de Wei Wuxian cuando este giro sobre si mismo y lo esquivo mostrando una sonrisa burlona.
Lan XiChen parpadeo sorprendido, pero aún así se volvió a lanzar en contra de Wei Wuxian para derribarlo, quizás Wei Wuxian tenía razón había bajado mucho la guardia a su alrededor y por eso pudo derribarlo antes.
Poco a poco los movimientos de Wei Wuxian parecieron divertirlo, por lo que empezó a burlarse, especialmente cuando sorpresivamente los que los buscaban los vieron como salieron de la ventana de la biblioteca y empezaron a correr alejándose entre risas el Wei de Lan XiChen.
—Entonces Lan wangzi si se equivoco y no puede atrapar a este indefenso y débil zaiti. —se burló Wei Wuxian deteniéndose enfrente de Lan XiChen que también se detuvo en uno de los jardines. —Oh y yo pensé que me iban a forzar a casarme contigo y ahg…
El golpe seco contra su espalda, Wei Wuxian nuevamente se vio contra el suelo, pero esta vez si pudo acertar un golpe a Lan XiChen en su hombro cuando intento detener sus brazos a los lados de su cabeza y en un hábil movimiento casi se pudo levantar, pero el tirón a su pie lo volvió a tirar golpeándose la barbilla con el suelo casi chillando de dolor hasta que fue arrastrado y nuevamente quedo sometido bajo el peso de Lan XiChen que lo sostuvo con fuerza cuando nuevamente intento soltarse.
Wei Wuxian cerró los ojos cuando vio a Lan XiChen acercarse a su rostro, pero se quedo ahí y no hizo nada.
—Wei-gongzi, gane.
Wei Wuxian hizo un sonido de indignación encarándolo importándole poco lo cerca qué estaba el rostro del otro.
—¡Sigue siendo trampa!
—¿Por qué es trampa?
—Eres un Lan, es claro que eres más fuerte que cualquier idiota en el imperio.
—Wei-gongzi eso no…
—Si tiene mucho que ver, estuve entrenando para defenderme en esos escenarios y ningún hombre compara su fuerza bruta Lan, ¡jamás podría defenderme de ti o de Lan er-wangzi!, no es justo que quieras decidir sobre mi vida por esto. —exclamó al final Wei Wuxian haciendo una mueca de molestia en los labios.
Lan XiChen parpadeo sorprendido antes de suspirar.
—Lo lamento Wei-gongzi, tienes razón, solo me preocupo por ti.
—No deberías hacerlo suficiente tengo con las personas en mi hogar. —resoplo molesto el Wei.
—Pero lo hago porque te quiero y me importas. —declaró Lan XiChen ruborizando a Wei Wuxian que no había escuchado decir ni a Lan XiChen o a Lan WangJi tales palabras.
—Yo… gracias Lan wangzi.
—No tienes que agradecer nada Wei-gongzi, somos amigos.
Wei Wuxian al escuchar eso último no sabia porque sintió alivio y algo de desilusión, por lo que al final solo se limitó a sonreír satisfecho.
Ambos se quedaron en silencio y tan pronto como Wei Wuxian movió sus muñecas se dio cuenta de que seguía debajo de Lan XiChen.
—Y buenooo, el captor me va a besar o algo parecido por haber atrapado a su presa. —se burló Wei Wuxian para asombro de Lan XiChen que escuchó la risa de Wei Wuxian ante el gesto de sorpresa de su futuro emperador.
Wei Wuxian nunca había imaginado que burlarse de Lan XiChen como lo hacía de Lan WangJi también fuera tan divertido, especialmente porque Lan XiChen era tan transparente.
—Jajajajaja, quien diría que el hombre que quería someterme a su voluntad no se atrevería ni a besarme, que vergüenza al no reclamar su premio.
—Wei-gongzi.
—Bueno a menos mi dignidad estará intacta, pero no la suya como conquistador Lan wangzi.
Wei Wuxian negó chasqueando la lengua divertido antes de seguir riéndose.
Lan XiChen miró a Wei Wuxian que se seguía burlando enmedio de uno de los jardines donde nadie los había alcanzado, y a pesar de la posición en la que se encontraba seguía divirtiéndose a costa de Lan XiChen.
Lan WangJi siempre se quejo de que Wei Wuxian se burlaba de él con aquella forma tan molesta y provocativa que Lan XiChen injustamente había desestimado hasta que finalmente era receptor de ellas y la ligera irritación aparecía en su persona.
—Vamos Lan wangzi, retírese de mi persona si no va a hacer nada para declarar su vic…
Las palabras de Wei Wuxian se ahogaron los labios del Lan que se cernieron sobre los suyos dejándolo en blanco, Wei Wuxian nunca pensó que en todos en esos años en los que había tratado con Lan XiChen, aquel joven que lo había tratado con cuidado y respeto en cada una de sus palabras que siempre intentaban ser sinceras y consecuentemente eran seguidas por las acciones del futuro emperador que lo había besado.
Aquella fue una acción precipitada que lo dejó impactado, siendo un reflejo en su mirada cuando Lan XiChen dejo de rozar sus labios en ese efímero gesto tan simple y puro, pero cuando el futuro emperador lo miró, se dio cuenta de su error.
—Wei-gongzi yo lo lamento, yo no…
Wei Wuxian estaba en shock, para él un beso era algo que no se debería regalar a cualquiera y mucho menos dejar que se lo robaran, pero mirando a Lan XiChen el rubor solo se manifestó tan brillante en su rostro que no pudo evitar querer cubrirlo y huir de ahí, por lo que empujando a Lan XiChen, salió corriendo como un cobarde y similar a una doncella que huía de algún peligro.
—¡Wei-gongzi! —escuchó el llamado por parte de Lan XiChen, pero no se detuvo siguió corriendo y cuando vio a su padre junto al emperador no evitó esconderse detrás de él como un niño asustado.
—¿Wei Ying?
—¿Estás bien Wei-gongzi?
Wei Wuxian rememoró la sensación de Lan XiChen en sus labios y se ruborizo profundamente.
—Estoy perfectamente, su alteza, lamento no haber visto a Lan er-wangzi, Lan… —Wei Wuxian trago y se mordió ligeramente el labio tras la espalda de su padre. —… wangzi me contó la situación en la frontera.
Lan Yueliang al ver en su periferia como su hijo mayor se detenía de su carrera y la timidez con la que actuaba Wei Wuxian, pensó que algo había pasado entre ellos y como resultado estaba el comportamiento actual de Wei Wuxian.
—Sabe Wei-gongzi pudo haber hablado eso con mi hijo con su doncella presente, no debió huir con él.
—Lamento mi comportamiento, solo quería hablar como en los viejos tiempos. —respondió Wei Wuxian haciendo una reverencia a modo de disculpa.
—Padre.
La presencia de Lan XiChen hizo que Wei Wuxian se ocultará más detrás de Wei ChangZe que alzó una ceja interrogante por esa acción, pero se dedico a hablar de manera sería.
—Lan wangzi, Wei Ying recuerden que ya no son niños para estar a solas y deben estar acompañados siguen solteros y pueden darse malinterpretaciones.
—Yo… lo lamento, como mayor debí abstenerme de comportarme así.
—Por favor no lo repitan o seremos blanco de grandes escándalos entre las dos familias.
Wei Wuxian asintió al igual que Lan XiChen.
Wei ChangZe miró a los dos jóvenes siendo más perceptivo, trato de ignorar lo que paso entre ambos y negó, quizás sería buena idea si Wei Wuxian se mantuviera alejado unos días del palacio Gusu.
Al final Wei ChangZe llamo a Luo QingYan para que los dos se retiraran sin muchos dramas, que al final solo se demostraron cuando subieron al carruaje y la doncella se quejaba a viva voz sobre la escandalosa forma de ser de Wei Wuxian mientras este la ignoraba siendo claro para la doncella que terminó soltando un ruido molesta antes de jalar la oreja del Wei.
—¡Oye!
—Eres un zaiti de lo peor, ni siquiera escuchas.
—Lo lamento MianMian.
Luo QingYan viró su mirada antes de suspirar y cruzarse de brazos sentándose en el carruaje en silencio hasta que pensó que ya tenia las palabras correctas en la boca.
—¿Qué te pasa?
—¿Eh?
—Wei Wuxian soy tu doncella y llevo el tiempo suficiente conociéndote desde la montaña Chengshi para saber que este comportamiento es extraño viniendo de ti. Tu silencio es poco común.
Wei Wuxian se chupo los labios un tanto rojizos recordando el contraste en la tonalidad clara de estos en el Lan al que ahora no pudo evitar recordar todas aquellas veces que los había tenido tan cerca de él, el beso había sido tan simple, pero había dejado una sensación permanente que sentía siempre lo iba a dejar marcado.
Pensó en su madre besaba a su padre todo el tiempo a pesar de las represalias de su abuela BaoShan sobre su falta de disciplina y decencia al mostrarse afectuosa frente a su propio hijo que no le molestaba porque la misma CangSe decía que era inevitable para ella querer demostrar su amor a su esposo y más a él.
Su padre tampoco parecía disgustado sino que coincidía con la idea de que se sentía muy feliz porque CangSe SanRen era su persona contrario a lo que pasaría si no lo fuera y porque no le molestaba que ella fuera así de afectuosa.
Wei Wuxian era afectuoso, su madre adoraba eso al igual que su padre, algo que muchas veces disgustaba a Lan WangJi y a Lan Qiren cuando intentaba aferrarse al menor de los Lan en el pasado hasta que empezó con el mayor de ambos porque no lo apartaba y decía estar bien si se sentía seguro, Lan XiChen nunca se ha molestado porque tomara su mano o abrazara su brazo, a pesar de que la barrera entre un inferior y su emperador estuviera medio levantada al dirigirse uno al otro con cortesías que parecían olvidadas ocasionalmente cuando estaban juntos.
Lan XiChen seguía siendo mayor que él, es un futuro emperador y un cultivador poderoso, pero también es su amigo y es Lan Huan, un hombre joven que era encantador y caballeroso con cualquier persona que se lo mereciera y aunque no se lo mereciera él no se rebajaba a la descortesía de tales individuos.
Por eso Wei Wuxian se preguntaba porque besarlo a él, había personas más agraciadas y que encajaban con los Lan a diferencia de él que era caótico y un alborotador como lo señalaba Lan Qiren o Madam Yu cada vez que podían.
Había muchas dudas en la mente de Wei Wuxian, pero una vez más el roce a sus labios con sus dedos lo dejo pensativo.
¿Qué significaba ese beso?
—Yo… estoy preocupado por Lan er-wangzi salió de la capital a la frontera resguardada por Jin y Wen, no suena como algo que ellos harían a menos que sea muy grave.
Luo QingYan se mostró sorprendida, quizás no había salido de la montaña Chengshi en años, pero su padre si y jamás había oído de enemigos en las fronteras del imperio, solo pequeños traidores dentro de las familias imperiales que fueron aniquiladas.
Los Wen no eran traidores, ellos tenían una buena posición imperial y tenían un terreno amplio a su cuidado qué manejaban obteniendo buenas riquezas, mismo caso con las demás familias, pero eso no quería decir que se ambicionara más.
—Wei-gongzi, ¿cree que hay que preocuparnos?
—Solo hay que esperar noticias de Lan er-wangzi y lo sabremos. —dijo seriamente Wei Wuxian recordando la carta entre sus mangas.
La respuesta dejo un poco disgustada a Luo QingYan mientras miraba al exterior del carruaje viendo el interior de la enorme Ciudad de los Cielos a vivo apogeo con sirvientes, intelectuales, ministros y familias de estos que eran habitantes fuera del palacio Gusu que le daba vida a la capital.
A miles de kilómetros de ahí, Lan WangJi finalmente llego al área fronteriza, más específicamente al pueblo de YiFu, los muros altos de protección para dar entrada y salida al pueblo muy rara la vez se veían apiñado de soldados que se movían con rapidez en búsqueda de armas aparentemente.
Lan WangJi vio a algunos Jin entre ellos, pues el emblema de la peonia entre la nieve en las túnicas junto al emblema de los Lan no le parecía algo común de ver si esta ciudad era resguardada totalmente por los Wen, aquello no le parecía una buena señal.
Wen Shi era general de las fuerzas Wen en la frontera siendo mano derecha de Wen Rouhan cuando este se ausentaba en la capital o se encargaba de Qishan que ahora estaba recibiendo muchos refugiados en lugar de los pequeños pueblos en , por lo que el hombre lo puso al tanto de la situación en la que se encontraban.
Un grupo de cultivadores extranjeros han empezado a atacar sin algún orden específico los pueblos de la frontera, donde los últimos ataques ya empezaron a ser especiales pues comenzaron a ver cadáveres andantes y finalmente se dieron cuenta de que estaban dando un orden de ataque como queriendo rodear a la ciudad Quishan.
—Esperábamos que Wei-xiansheng viniera y pudiera entender quien levantaba a estos seres, pues la familia se especializa en energía Yin y quizás hacer retroceder a los cadáveres para llegar a los humanos que siempre están hasta atrás o se cuelan entre los cadáveres.
—Comprendo, ¿algo más?
—Los Jin mencionan una situación similar en su área, mandaron refuerzos con nosotros, ya que tienen un número poblacional mayor de soldados o eso es lo que dicen pues nuestra frontera es la primera que si cae, la suya seguiría.
Lan WangJi no le parecía agradable de escuchar aquello, era una verdad irremediable, si, porque si Wen era derrotado en su frontera la siguiente podría ser Jin, pero no significaba que los Jin debían saberlo, eran fronteras en igualdad de condiciones de altura y susceptibilidad de ser atacados, aunque se preguntaba porque primero Wen si el desierto de Gobi era menos accesible que la costa de los Jin para ser atacada.
Algo no estaba bien.
Lan WangJi siguió a Wen Shi por el pueblo, no había mucho civil ahí, pues parecían qué se preparaban para el peor escenario de ser invadidos.
La noche estaba empezando a caer y eso parecía asustar a los soldados qué tenían tanto la espada como arco y flechas en sus cuerpos.
Las antorchas empezaron a iluminar el pueblo volviéndolo de un tono rojizo y naranja, los soldados parecieron agitarse más y justo cuando estaban llegando al muro frontera Lan WangJi logro visualizar al horizonte un gran número de figuras entre las qué se encontraban muchas figuras retorcidas.
—¡Ahí estan! —gritó uno de los soldados Wen.
Lan WangJi vio a una figura que parecía más lejos de las demás, era una figura que le parecía demasiado siniestra para estar ahí sin hacer nada y parecer no portar un arma, pero el brillo verde que salió de su manga empezó a enloquecer a los cadáveres que parecían animales salvajes y listos para atacar.
Lan WangJi recordó sus entrenamientos con Wei Changze que tenía un artilugio similar cuando los hacía enfrentarse a cadáveres feroces en la capital.
Por supuesto aquel objeto era débil debido a la utilidad que tenía, pero comparado a aquel en mano de ese extraño parecía intimidante.
Lan WangJi no dudo ni un minuto en gritar que atacarán y no esperarán ni un movimiento del enemigo y casi como si aquello fuera una señal para los otros, los cadáveres aullaron con ferocidad y corrieron con aquella velocidad inhumana lanzándose en contra de los muros qué escalaron con una facilidad imposible.
Los soldados que jamás habían enfrentado algo así se notaron aterrorizado, Lan WangJi también se sintió asustado junto a los soldados que había llegado desde la capital de Gusu, pero aún así no dudaron en emular sus armas sin miramientos.
Sin embargo, un entrenamiento simple con cadáveres de nivel medio de Wei Changze no era nada comparado con cadáveres siendo rápidamente fatigado donde los gritos de ayuda empezaron a desgarrar la noche en aquel pueblo.