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Yue QingYuan estaba en el pasillo, el doctor no había dicho nada aun así que solo podía mirar hacia la puerta de la habitación donde estaba su Xiao Jiu, en este punto ni siquiera le importaba si fue un
accidente o un intento de asesinato, solo rogaba que no fuera lo que todos pensaban. Su amado Xiao Jiu siempre había odiado la compasión y la lastima, le eran peor que el odio, una humillación enorme.
Así que ahí estaba él, solo, en el pasillo esperando noticias del hombre que lo odiaba, los días que habían pasado juntos estaban llenos de tensión, tal vez lo odia porque le recuerda el pasado, tal vez lo odia porque no cumplió su promesa, tal vez lo odia porque Shen Jiu odia a todos, tal vez lo odia simplemente por ser él, no importaba. Las blancas paredes y las luces le daban una sensación de vacío, eran las tres de la madrugada y él no podía dormir, el sueño lo había abandonado desde hace horas.
Los hospitales nunca fueron su lugar favorito, los odiaba y prefería evitarlos, le daban una sensación de malestar que lo oprimía hasta dejarlo sin aire constantemente, se sentía atrapado entre tantas habitaciones, en un laberinto sin salida, estaba desesperado por salir, pero ahí estaba él, esperando noticias del hombre que amaba.
Las enfermeras y doctoras pasaban frente a él constantemente, preguntándole si se encontraba bien, Yue QingYuan supuso que se vería como un desastre, pero luego de una respuesta seguían su camino con prisa. Los doctores y enfermeros no solían darle una segunda mirada, pero los que lo hacían se aseguraban de que estuviera bien hasta tres veces. El silencio lo estaba matando, podía aguantar los silencios de su Xiao Jiu, que lo ignorara, pero era incapaz de soportar este silencio porque solo significaba la ausencia de noticias.
Se sentía cada vez más enfermo, pero no iba a salir del hospital, no sin noticias, jamás permitiría que pensaran que Shen Jiu estaba solo, no alimentaría la idea que tenían de su Xiao Jiu y nunca lo volvería a dejar en una mala situación, tenía que soportar por él. El médico salió, lucía agotado y bastante mal, Yue Qingyuan sintió que se le revolvía el estómago al verlo así, junto sus pocas fuerzas y se acercó a él.
- ¿Cómo está Shen Jiu?
- Él se encuentra bien, bastante bien, está despierto y fuera de cualquier peligro, más bien diría que él es el peligro. - El médico lucía sorprendido de verlo ahí, tal vez si se veía tan mal.
- Oh, estoy tan aliviado, tardó tanto que creí que algo había pasado... algo malo.
Vio el rostro del viejo médico sonrojarse ligeramente, lo escuchó aclararse la garganta y desear no estar ahí.
- Despertó hace un rato, ya habíamos terminado con sus heridas, lucía demasiado despierto y no nos dejó volverlo a sedar, estaba... molesto, nos exigió toda la información, insistió mucho, dijo que no habría nadie esperando información afuera y bueno, le dimos todo lo que pidió, ahora está descansando, pero podemos decirle que hay alguien aquí.
- Eso estaría bien. Gracias.
Yue Qingyuan podía ver a Shen Jiu amenazando al médico y a todo el personal del hospital, parecía que podía oír como los intimidaba, o bueno, realmente lo estaba escuchando.
- El único idiota que podría estar preocupado por mi odia los hospitales, él no puede estar aquí.
Yue QingYuan entró, y ambos se miraron sorprendidos, ¿Shen Jiu lo sabía?