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La chica perdedora

Chapter 2: La cita

Summary:

Charlotte se arma de valor para invitar a Cassidy a una cita....quizás

Chapter Text

Charlotte se tiraría a la cama luego de ayudar a su padre a hacer la cena y comer. Esta, luego de soltar un largo suspiro, comenzaría a reír de la emoción. Empezaría a patalear la cama mientras tomaba una de sus almohadas y la abrazaba con fuerza. Lo había hecho, no lo había arruinado y se había podido llevar bien con Cassidy y no la había cagado en el proceso, o eso creía ella. Se levantaría con algo de miedo, comenzando a repasar toda la noche, pero no, no lo había arruinado. Hasta Cassidy parecía triste cuando se iba. Charlotte se reiría para sí misma otra vez mientras tomaba una almohada y la abrazaba con fuerza, haciendo un sonido chirriante y moviendo su cabeza. Abriría los ojos para mirar su teléfono en el costado y lo tomaría para escribirle rápidamente a Sammy.

 

–Tu: ¡NO LO ARRUINÉ, HICE TODO BIEN, HASTA PARECÍA TRISTE POR IRSE!

 

–Mierda andante: Una mierda, ni tú te lo crees jajaja.

 

–Tu: ¡HABLO EN SERIO!

 

–Mierda andante: Bueno, bueno, me alegro por ti 😜. Te dije que no era tan difícil si dejabas tus inseguridades.

 

Charlotte pondría los ojos en blanco, pero tenía razón. No podía creer lo fácil que fue. Ahora se sentía mal por todo el año que pasó observándola o stalkeándola en redes en vez de hablarle. Sacudiría la cabeza; el pasado está en el pasado. Ahora debía aprovechar que tenía una oportunidad para al menos ser su amiga. Eso era el primer paso antes de todo.

* * *

Seis meses después. Seis meses habían pasado desde que Cassidy y Charlotte se habían juntado en la casa de la última, y todo había ido bien, probablemente más que bien, diría Charlotte. Ella y Cassidy se habían hecho amigas tan rápidamente que Charlotte no se dio cuenta de en qué momento no pararon de hablar en la escuela. Pasaban horas juntas en los recesos y en el mismo salón de clase, cosa que le llevó unos cuantos regaños y charlas de los profesores con Henry. Pero sus notas nunca bajaron, así que su padre nunca la regañó realmente fuerte. Aparte, que toda su vida había tenido muy pocos amigos, ver que su hija al fin socializaba hacía feliz a Henry. Charlotte se sentía un poco mal ya que no hablaba mucho con Sammy en la escuela, pero Sammy ya le había dicho que no importaba, aún tenía que soportarla todo el día en la casa. Ahora, Charlotte estaba levantada caminando de un lado a otro mientras Sammy miraba su celular.

–¡PRESTAME ATENCIÓN SAMMY, TE ESTOY HABLANDO!

 

–¡AGH, NO QUIERO SEGUIR ESCUCHANDO TUS LOCURAS!

 

–¿Crees que es una locura que Cassidy esté enamorada de mí?

 

Diría Charlotte, decayendo sus hombros, y Sammy la miraría con cara de enojo.

 

–¡ESO NO, TONTA! TUS LOCURAS DE REPASAR CADA PRUEBA QUE TIENES PARA VER SI LA INVITAS A SALIR O NO.

 

–¡PERO ESCÚCHAME PRIMERO!

 

–¡AAAAAAAAAAAAAAAGGGGGGGGGGGGGGGGGHHHHHHHHHHHH!

 

–¡PRIMERO! Hace 3 meses, vi en clases que me estaba mirando. Cuando la miré, noté que se sonrojó e intentó disimularlo.

 

–Segundo, hace 2 meses, ella se tropezó. Cuando la levanté, nos quedamos mirando y ella se sonrojó mucho.

 

–Hace 2 meses también, no para de enviarme stickers sobre que me quiere mucho llenos de corazones y demás.

 

–Hace 1 mes, siempre me pregunta si ya comí.

 

–¿Y eso qué tiene que ver?

 

Diría Sammy levantando una ceja y Charlotte pondría los ojos en blanco.

 

–Eso es lo que preguntan todas las personas enamoradas, tonto.

 

–Estás cayendo en la locura.

 

–¡SILENCIO, ESCÚCHAME!

 

Diría Charlotte, mandando a callar a Sammy para luego continuar.

 

–Hace 2 semanas, se me quedó mirando mientras comíamos helados y me dijo que mis ojos eran hermosos.

 

–Y ayer, estoy casi al 99% segura de que ella me estaba mirando el-

 

–¡OH, POR EL AMOR A DIOS, BASTA, NO QUIERO SABER!

 

Diría Sammy, tapándose los oídos con la almohada y hablando con fuerza.

 

–¡NO QUIERO ENTRAR EN DETALLES, SOLO INVÍTALA A SALIR! ¡ES OBVIO QUE LE GUSTAS, POR DIOS!

 

Charlotte lo pensaría un momento, poniendo sus manos en su barbilla y luego soltaría un suspiro. Sammy la miraría enojado mientras se sacaba la almohada de los oídos y la miraba.

 

–Entonces, ¿qué harás?

 

Diría Sammy levantando una ceja.

 

–Yo... LA INVITARÉ A SALIR, SÍ.

 

Diría Charlotte, armándose de valor y con una sonrisa confiada. Ella lo lograría, sería fácil, sería muy fácil. Charlotte ya no era la persona que antes no podía ni mirar a los ojos negros de Cassidy sin sentir como un sonrojo subiera a su rostro. Ella podía.

 

* * *

 

Ella no podía. Pensaba que ya no era tan nerviosa como antes, pero suponía que una parte de ella aún lo era. Era una tontería. Hoy Cassidy le había soltado como 2 comentarios coquetos, pero aún así no tenía el valor de preguntarle. Estaba sentada al lado de Cassidy; al otro lado de esta estaba Evan, que hablaba con Cassidy. Charlotte no estaría mirándola de los nervios. Cassidy voltearía a ver a Charlotte subiendo una ceja.

 

–¿Hey, Charlie?

 

Charlotte la miraría algo nerviosa.

 

–¿Qué pasa, Cass?

 

–Bueno, te has comportado algo rara hoy. ¿Te sientes bien?

 

–¿Pf, yo?

 

Diría Charlotte levantando una ceja y mirando a Cassidy.

 

–Estoy bien, supongo que pensando en algunas cosas.

 

Diría, aún algo nerviosa, encogiéndose de hombros. Cassidy le sonreiría, pero Charlotte miraría a Evan que parecía mirar sospechoso.

 

–¿Entonces, en qué estás pensando?

 

Diría Cassidy. Charlotte la miraría de nuevo y diría.

 

–Ah, no lo sé, cosas de la vida, supongo.

 

Diría algo nerviosa, volteando la mirada un poco. Cassidy cerraría un poco los ojos y simplemente se encogería de hombros.

 

–Está bien, después te lo sacaré, supongo.

 

Diría con una risita. Charlotte le sonreiría y luego Cassidy volvería a hablar con Evan. Charlotte suspiraría, era muy cobarde como para hacer esto.

 

* * *

 

Charlotte estaría en la salida del colegio con la mirada decaída, sintiéndose una decepción y una tonta por ni siquiera poder invitarla a salir a pesar de tener 6 meses de amistad. Estaba casi segura de que Cassidy aceptaría, entonces ¿por qué se sentía así? ¿por qué se negaba a confirmarlo? Charlotte suspiraría sintiéndose mal consigo misma, abriendo su casillero antes de escuchar una voz familiar detrás de ella.

 

–¿Lo hiciste?

 

voltearía a ver a su hermano Sammy, esperando una respuesta con la ceja levantada. Charlotte suspiraría bajando la cabeza. Sammy abriría los ojos para mostrar una expresión de hartazgo.

 

–Charlotte, por el amor a Cristo.

 

–Sammy, ya tengo mucho conmigo misma restregándome lo tonta que soy. No necesito a un clon mío masculino que me lo diga en voz alta.

 

Diría, volteándose y guardando algunas cosas en su casillero. Sammy se pondría a su lado, negando con la cabeza.

 

–No, Charlotte, todo mal, eres todo un caso.

 

Charlotte solo pondría los ojos en blanco, cerrando su casillero, antes de escuchar la voz de otra persona conocida a su espalda.

 

–¡Hola, Charlie!

 

Charlotte voltearía a ver a la pelinegra, mirándola con una sonrisa. Esta le sonreiría, intentando olvidar sus sentimientos de fracaso, y le diría.

 

–Oh, hola Cass. ¿Dónde está Evan?

 

–Meh, ya se fue a su casa.

 

Charlotte asentiría, acomodándose el bolso y sonriéndole. Antes de decir algo, sentiría cómo Sammy ponía sus manos en su hombro y diría.

 

–Oye, Cassidy, mi hermana quiere salir contigo.

 

Charlotte juraría por cualquier ser existente que en ese momento sintió como su cuerpo se congelo por completo. Un poquito más y se caía de la sorpresa. Se quedaría paralizada sin saber a dónde mirar exactamente. Lo que menos quería mirar era a Cassidy, así que miró a Sammy con una mirada asesina.

 

–¡SAMUEL, QUÉ MIER-!

 

Antes de elaborar una palabra más, vería la sonrisa de Sammy mirando a Cassidy. Charlotte voltearía y vería a Cassidy, que miraba con un sonrojo y nervios que nunca había visto en la siempre hiperactiva pelinegra, pero con una sonrisa nerviosa y un brillo en los ojos que parecían mostrar emoción. Charlotte sentiría cómo el frío de su cuerpo se convertiría en un calor de nervios. Ella pondría su mano en su pelo rascándose con nerviosismo mientras intentaba conjugar algunas palabras que tuvieran sentido.

 

—Bu-bueno, y-yo qu-quizás si l-lo iba a hacer, y-ya sabes, salir a algún lugar a hablar, s-solo si tú quieres —diría Charlotte intentando con todas sus fuerzas no encogerse en ese momento mientras hablaba. Su voz tartamudeaba sin cesar y sentía sus labios temblar. Quería que la tierra se la tragara, pero a pesar de eso, mantuvo los ojos bien abiertos esperando la respuesta de Cassidy.

 

Cassidy, que parecía estar igual de atónita que Charlotte en ese momento, Charlotte pudo ver cómo el sonrojo de Cassidy también subía en su rostro. Luego de unos segundos esperando una respuesta, Cassidy diría:

 

—¡SÍ!

 

Cassidy, luego de eso, se apenaría enseguida de haberlo dicho tan fuerte, sacudiendo la cabeza un poco para luego mirar a Charlotte y decir:

 

—Q-quiero decir, claro, será divertido —diría Cassidy sonriéndole a Charlotte.

 

Charlotte vería cómo Cassidy comenzaba a calmarse y relajarse, dejando su nerviosismo. Charlotte no podría; seguía roja como un tomate, lo podia sentir en su rostro.

 

—Entonces, ¿dónde planeas que vayamos? —diría Cassidy con una sonrisa.

 

* * *

 

Sammy caminaba por la acera de la carretera, pateando una botella de plástico mientras miraba el piso. Tenía unos audífonos puestos, escuchando una canción de una banda de rock que había descubierto hace poco y que le había gustado. Mientras silbaba y tarareaba la canción, no se daría cuenta de la sombra que se acercaba a él corriendo rápidamente. Se daría cuenta cuando apenas pudo ver su sombra detrás de él, pero de inmediato sentiría cómo la sombra se le subiría encima, saltando y comenzando a golpearle la cabeza.

 

—¡AUCH AUCH AUCH, QUÍTATE CHARLOTTE! —diría Sammy empujando a su hermana. Charlotte se bajaría de él, dando unos pasos atrás y respirando algo cansada.

 

—NO TE VUELVAS A METER ASÍ EN MI VIDA, PORQUE TE JURO POR DIOS QUE TE MATO —diría Charlotte señalando un dedo al frente de él.

 

—Dios, perdóname por querer ayudar a mi herman-

 

—¡NO, HIJO DE PUTA, ESTÁS MAL, NO SAQUES EXCUSAS! —diría Charlotte pateando el suelo genuinamente enojada. Ambos se quedarían en silencio mirándose uno al otro, y Sammy diría:

 

—Tu madre es mi madre, así que estás llamando puta a tu ma-

 

—¡SAMUEL! ¡ESTOY SIENDO SERIA! —Sammy suspiraría y asentiría.

 

—Ok, quizás me excedí esta vez. Te pido perdón, ¿feliz?

 

—Ajá —diría Charlotte cruzándose de brazos y mirando hacia otro lado. Sammy suspiraría y se encogería de hombros.

 

—¿Acaso te dijo que no?

 

Charlotte suspiraría, mostrando un sonrojo crecer en su rostro y una sonrisa aparecer en ella.

 

—No, sí saldré con ella —diría Charlotte mirando hacia abajo con una sonrisa. Sammy le sonreiría y le daría una palmada en la espalda.

 

—¿Viste? Tu hermano siempre teniendo que resc-

 

—Cállate, Sammy —diría Charlotte mirando a Sammy con cara inexpresiva. Sammy reiría un poco para luego encogerse de hombros.

 

—Estoy jugando contigo, Charlotte. Me alegro por ti, te dije que era obvio que le gustabas.

 

—Bueno, sí... —diría Charlotte pensativa. Ambos caminarían en silencio unos segundos hasta que Sammy diría:

 

—Entonces... ¿dónde irán en su cita?

 

—Oh- a Freddy's.

 

Sammy la miraría un momento para soltar unas risas, poniendo la mano en su hombro y riéndose.

 

—Pfff, jaja, buena esa, Char. Ahora en serio, ¿dónde la llevarás?

 

Charlotte lo miraría confundida, Sammy miraría a Charlotte esperando una respuesta. Sammy vería la mirada confundida de Charlotte y su sonrisa se iría poco a poco dandose cuenta la realidad.

 

—Charlotte, dime que estás bromeando por el amor de Dios.

 

Charlotte subiría una ceja confundida.

 

—¿Qué hay de malo en Freddy's?

 

Sammy la tomaría de los hombros y la agitaría.

 

—¡INVITASTE EN UNA CITA ROMÁNTICA A CASSIDY A UN LUGAR LLENO DE NIÑOS PEQUEÑOS GRITANDO POR TODOS LADOS, ANIMATRÓNICOS MÁS FEOS QUE PAPÁ Y PIZZA!

 

—Pero si los animatrónicos están bien chidos.

 

Sammy pondría sus manos en su rostro gruñendo. Charlotte se cruzaría de brazos mirándolo.

 

—No entiendo qué hay de malo aún, en Freddy's hay hasta arcades. ¿Qué iba a hacer en un restaurante lujoso y caro? Ni siquiera tengo dinero.

 

Sammy se sacaría la mano del rostro y la miraría con cara inexpresiva.

 

—En primer lugar, Freddy's hubiera sido una buena opción cuando tenías 10 años, ahora eres toda una burra vieja. Segundo, nuestro padre es dueño de una empresa millonaria que tiene sede por todo el país. En serio, ¿crees que papá no te hubiera dado dinero para un mísero restaurante?

 

Charlotte se quedaría pensando unos segundos, rascándose la cabeza un poco para luego mirar a Sammy.

 

—¿Crees que tuve que invitarla a Fredbear's?

 

Sammy soltaría un suspiro y comenzaría a caminar hacia adelante.

 

—Dios mío, mi hermana es una imbécil.

 

Charlotte caminaría con enojo detrás de Sammy, mirándolo, ella entrecerraria los ojos, para luego encogerse de hombros.

 

—Bueno, ella no parecía tener problemas. Es mi cita, es mi problema si quiero llevarla donde quiera —diría Charlotte mirando a Sammy. Sammy simplemente la miraría y negaría con la cabeza.

 

—Lo que digas.

 

* * *

 

Sammy golpearía con fuerza la puerta del baño, llevaba como dos horas esperando que su hermana saliera y aún seguía dentro.

 

—¡CHARLOTTE, NECESITO IR AL BAÑO, ¿PUEDES SALIR POR EL AMOR DE DIOS?!

 

Sin respuesta, otra vez.

 

—¡CHARLOTTE, SÉ QUE NO TE MORISTE ALLÍ DENTRO, ABRE LA PUERTA!

 

Otra vez sin respuesta. Sammy patearía varias veces el suelo esperando, este gruñiría.

 

—¡ME VOY A MEAR EN TU CAMA, ¿SABES?!

 

—¿Samuel, puedes dejar de pelear con tu hermana?

 

Sammy se voltearía para ver a su padre, asomándose de la puerta de su cuarto. Sammy pondría los ojos en blanco y miraría a su padre.

 

—Papá, lleva como dos días allí, yo creo que se ahogó.

 

Henry sonreiría y se encogería de hombros.

 

—¿No tiene una cita hoy con esa chica pelinegra? Es normal que esté intentando quedar lo mejor posible.

 

—Papá, la cita es como en cuatro horas, y tú no eres el que está teniendo ganas de ir al baño como hace una hora.

 

Henry se encogería de hombros otra vez y le diría:

 

—Pues te tocará esperar que salga.

 

Sammy gruñiría un poco antes de escuchar la puerta del baño abriéndose. Antes de que Charlotte pudiera hacer cualquier cosa, sentiría cómo su hermano la empujaba del baño y cerraba la puerta con fuerza. Charlotte miraría con amargura a su hermano antes de ver a su padre. Su padre le diría:

 

—¿Nerviosa?

 

Charlotte sonreiría un poco con nervios y sonrojo, encogiéndose de hombros y mirando al suelo, diría:

 

—Un poco, supongo. Es la primera vez que hago algo como esto.

 

Henry le sonreiría y asentiría.

 

—Me acuerdo lo nervioso que estaba cuando invité a tu madre, estuve preguntándole a tu tía cientos de cosas que le podrían gustar a las mujeres.

 

Charlotte le sonreiría. Henry se quedaría en silencio, sonriendo, perdiéndose un poco en sus recuerdos, para luego sacudir su cabeza entre risas.

 

—Esa cita sí que fue terrible, no sé ni cómo tu madre me volvió a hablar luego de eso.

 

—Oh, wow, gracias por los ánimos —diría Charlotte con la cara sarcástica. Su padre le sonreiría y le subiría un pulgar.

 

—Seguro lo harás bien, conoces más de mujeres que yo en esos tiempos.

 

Charlotte se encogería de hombros y miraría hacia otro lado.

 

—No creo que así sea como funcione, papá.

 

— Bueno, como sea que funcione, sigue haciendo lo que hiciste para que aceptara esa cita y estarás bien.

 

Charlotte lo volvería a mirar y le sonreiría, para luego escuchar la puerta del baño abriéndose y salir a su hermano suspirando de alivio.

 

— Wow, sentía que iba a explotar.

 

— Ew.

 

Diría Charlotte mirando a Sammy saliendo del baño y lléndose de nuevo a sus cuartos.

 

* * *

 

Charlotte estaría viendo su ropa, sacando alguna de su armario y mirándola detenidamente.

 

— ¿Problema con qué elegir?

 

Diría Sammy desde su cama, Charlotte suspiraría y asentiría.

 

— Sabes que casi siempre uso la misma ropa, entonces, realmente tengo mucha ropa que no uso, la mayoría regalos, quiero usar algo casual porque solo vamos a un Freddy's pero tampoco tan casual, ¿sabes?, algo intermedio.

 

Sammy la miraría comprendiendo y diría:

 

— Pues, ¿por qué no pides algún consejo?

 

— ¿El tema es a quién?

 

Diría Charlotte rascándose la cabeza, Sammy se quedaría pensando un momento para luego chasquear con los dedos.

 

— ¿Qué tal a Elizabeth? Ella parece saber mucho de moda.

 

— ¡¿A LA HOMÓFOBICA?!

 

Diría Charlotte mirando a Sammy con los ojos abiertos.

 

— Elizabeth no es homófoba... ¿creo?

 

Sammy, la última vez que la vi me dijo que cómo sabía si era lesbiana si nunca había probado el pene.

 

Sammy se quedaría en silencio procesando eso, para luego empezar a reírse algo fuerte, Charlotte lo miraría levantando una ceja mientras este seguía riéndose, luego de un momento comenzaría a parar lentamente hasta mirar a Charlotte.

 

— Bueno, ella tiene un punto jajajajja.

 

— NO, NO LO TIENE, CON ESA LÓGICA ¿CÓMO SABES QUE NO ERES GAY SI NUNCA HAS PROBADO UN PENE?

 

— Bueno, ¿quién dijo que no lo he hecho?

 

Diría Sammy entre risas, Charlotte lo miraría con una mirada seca, luego de unos segundos Sammy pararía, respirando hondo y mirando a su hermana.

 

— Estoy jugando contigo, Char, obvio fue un comentario de mal gusto.

 

Diría Sammy encogiéndose de hombros.

 

— ¿Alguna otra idea de quién podría ayudarte?

 

— Si la tuviera no estaría mirando las ropas como hace media hora.

 

Diría Charlotte sentándose en la cama, algo enojada, Sammy la miraría y pensando diría:

 

— ¿Qué tal la tía Jen? Estoy seguro de que sabe de moda más que tú.

 

La mirada de Charlotte se abriría como platos, mirando a Sammy.

 

— Wow, creo que es de las muy pocas buenas ideas que te he escuchado decir.

 

— ¡HIJA DE PUTA TE DOY CONSEJO TODO EL TIEMPO!

 

Charlotte lo ignoraría y tomaría el celular, buscando entre los contactos buscaría el de su tía.

 

— Mierda andante, Pa, Evan, Tío Will, Eli, Tía Jen, ¡ahí está!

 

Charlotte pondría el teléfono en su oreja y esperaría que sonara, al tercer timbre escucharía la voz familiar de su tía desde el otro lado del teléfono.

 

— ¿Hola? ¿Charlie?

 

— Hola, Tía Jen.

 

— ¿Pasó algo? Es poco habitual que me llames, siempre te llamo yo a ti.

 

— No, no pasó nada malo en realidad, tía, te llamo para ver si me puedes dar consejos para algo.

 

— Oh, claro, ¿de qué se trata, Charlie?

 

Charlotte tragó, algo avergonzada, acomodándose en la cama que estaba y suspirando.

 

— E-es que, voy a tener una cita y-

 

— ¡OH DIOS MÍO, ¿EN SERIO?! ¡ESO ES IMPRESIONANTE, SOBRINA!

 

Diría Jen desde el otro lado con emoción, Charlotte sentiría una vergüenza subiendo por su cuerpo mientras la tía Jen seguía hablando.

 

— Nunca pensé que llegaría este día, me alegro mucho por ti, Charlie.

 

— G-gracias, Tía, te llamaba para ver si me podías ayudar a elegir la ropa que llevar para mi cita.

 

— ¡Oh, por supuesto, Charlie! Sería un placer, pero primero cuéntame sobre tu cita, ¿quién es el muchacho afortunado? ¿Me pasarías foto de él?

 

Charlotte haría una pausa, luego pondría su mano en el teléfono alejándolo y le susurraría a Sammy.

 

— Sammy...

 

— ¿Qué?

 

Diría Sammy levantando una ceja.

 

— Yo no... yo no le he dicho a la Tía Jen que soy lesbiana...

 

Sammy la miraría y entrecerraría los ojos.

 

— ¿Por qué?

 

— Simplemente nunca lo vi necesario.

 

— Pues, díselo, ya casi todo el mundo lo sabe.

 

— No es tan fácil, Sammy, aparte que lo que menos tiempo tengo es para eso.

 

— ¿Aló? ¿Charlie?

 

Se escucharía la voz de la Tía Jen en su teléfono, Charlotte lo miraría y luego miraría a Sammy, Sammy suspiraría.

 

— Pues es eso o que papa te ayude a elegir la ropa char.

 

Charlotte luego de ese comentario no esperaría un segundo mas, se acercaría de nuevo al teléfono suspirando y le diría:

 

— Tía, debo contarte un detalle gracioso de mi cita.

 

* * *

 

Charlotte se miraría al espejo, se veía bien, o al menos ella creía. Al final optó por algo más simple pero aún así se veía bien: una camisa negra con una chaqueta verde, y unos jeans. Se había puesto poco maquillaje pero lo suficiente para disimular sus ojeras... aún no había arreglado su horario de sueño. Al final, la tía Jen se había tomado bien las cosas, con la típica sorpresa que conllevaba y las aún más típicas preguntas incómodas que Charlotte no sentía que era el momento para hacerla, pero realmente la tía Jen la había ayudado en todo y hasta le había dado consejos de citas, más útiles que los de su padre, obviamente. Al ver su reloj vio que le quedaba una hora para la cita, suspirando saldría del baño para luego ir a su cuarto y recoger su celular.

 

— ¿Entonces, ya te irás?

 

Este voltearía a ver a su hermano, que lo miraba con una ceja levantada. Este voltearía a ver su celular, mirando la hora mientras asentía.

 

— Aja, ya me voy.

 

— Bueno hermana, si te puedo dar un consejo antes de irte, no seas muy rara.

 

Charlotte lo miraría poniendo los ojos en blanco e iría a la puerta de su habitación antes de escuchar a su hermano decir.

 

— Oye, pero en serio, me siento orgulloso de ti. Quiero decir, siempre pensé que terminarías como una loca de los gatos pero con animatrónicos y así.

 

Charlotte lo miró y levantó una ceja.

 

— ¿Eso es un halago o te estás burlando?

 

— Bueno, supongo que ambas.

 

Dijo encogiéndose de hombros.

 

— Pero en serio, espero que te vaya muy bien. ¿Me llamas cuando termine la cita, sí?

 

Charlotte lo miraría y asentiría con una sonrisa, saliendo de la habitación.

 

* * *

 

Charlotte pateaba rápidamente su pie contra el piso mientras sentía cómo una gota de sudor bajaba por su frente, mirando a los lados para ver si Cassidy ya había llegado, pero no parecía ser así. Charlotte tragaría mientras sentía sus nervios subir en ella. ¿Eran los niños más ruidosos hoy, o era solo ella? Siempre estuvieron así? el local estaba mas sucio de lo habitual era solo ella? podia ver cada pequeña mancha en el local, Charlotte sentía una gran ganas de gritar que todos se callaran y comenzar a limpiar cada detalle del restaurante. Espera, ¿ella podía hacer eso? Ella era la hija del cofundador, así qu- No, espera, Charlotte, eso es tonto. Charlotte suspiraría, bajando los hombros y obligándose a respirar para calmarse. Lo hecho, hecho estaba. Charlotte voltearía a ver a la banda animatrónica. Al menos ellos siempre van a seguir com- ¡OH DIOS MÍO, POR QUÉ SE VEN TAN FEOS AHORA?

 

Charlotte volvería a respirar para sí misma. Obviamente, esto tenía que ser todo producto de su nerviosismo y demás inseguridad. Aun así, eso no haría que los nervios de que Cassidy odiaría este lugar se fueran. Charlotte respiraría un segundo para luego agarrar su celular para intentar calmarse, abriendo TikTok. Así esperaba que pasara el tiempo más rápido. Aunque, ¿qué pasa si se distraía y Cassidy llegaba y no la encontraba y pensaba que no había id-

 

— Hola, Charlie.

 

Charlotte daría un brinco al escuchar la voz, subiendo la mirada vería a Cassidy. Esta llevaba algo un poco simple como Charlotte, unos jeans y una camisa blanca. Tenía el pelo recogido en una cola de caballo.

 

— O-oh, hola, Cassidy.

 

Charlotte sentiría cómo un poco de rojo subía a su rostro, pero calmándose, se acomodaría en la mesa mientras veía a la peli negra sentarse al otro extremo con una sonrisa cálida hacia Charlotte.

 

— No me dijiste que ya habías llegado, ¿hace cuánto estás aquí?

 

— (Hace 1 hora) Pff, como hace unos 20 minutos, me gusta ser puntual.

 

Cassidy asentiría acomodándose y mirando alrededor.

 

— Wow, este lugar me da nostalgia, no venía aquí desde hace años.

 

— ¿Cuándo fue la última vez que viniste?

 

— Pff, creo que cuando tenía 10 años.

 

Charlotte asentiría con algo de sorpresa.

 

— ¿Así que 5 años desde la última vez que viniste aquí?

 

— Síp, solía venir mucho con Evan por aquí, aunque más en Fredbear's que quedaba al lado de su casa.

 

Diría Cassidy mirando a su alrededor aun con un toque de nostalgia en sus ojos para luego mirar a Charlotte.

 

— Te ves bien.

 

Charlotte sentiría de nuevo el rubor subir a su rostro, un nerviosismo en su cuerpo que intentaría disimular diciendo.

 

— O-oh, b-bueno, t-tú también.

 

— (DIOS, CHARLOTTE, ESO SALIÓ TERRIBLE)

 

Charlotte miraría cómo Cassidy reiría un poco de manera dulce para luego mirar a Charlotte con esos ojos negros suyos. La miraba con ternura. Charlotte sonreiría nerviosamente y miraría alrededor un segundo antes de mirar a Cassidy.

 

— Entonces, ¿qué quieres pedir?

 

— Oh bueno, supongo que pizza.

 

Charlotte definitivamente no estaba en su mejor momento de razonamiento.

 

— Oh, claro, claro, pero ¿qué tipo de pizza?

 

— Hmm, quizás napolitana. Aunque ¿de qué la quieres tú?

 

— Pff, cassidy, eh estado tanto tiempo aquí y eh comido tantas pizzas que mi cuerpo les saben todas iguales, algún tipo de evolución supongo.

 

Cassidy reiría un poco entre dientes, Charlotte se levantaba para ir a pedir la pizza.

 

— Hasta la pizza con piña me sabe a cualquier pizza.

 

— Ew, Charlie, me voy a ir si hablas en serio.

 

Diría Cassidy de manera algo seria para luego soltar una risa entre dientes, Charlotte también se reiría, pero de una manera algo nerviosa, esta se alejaría de la mesa.

 

(Charlotte, cálmate por el amor a Dios, has hablado con ella por meses, solo actúa como has actuado estos meses y todo estará bien...creo.)

 

Charlotte se acercaría al mostrador, donde un joven con apariencia algo cansada la atendería.

 

— Hola, bienvenido a Freddy Fazbear's.

 

— Sí, sí lo sé, ¿dónde la fantasía y la diversión cobran vida Ok, me gustaría pedir una pizza napolitana familiar.

 

El hombre en el mostrador miraría algo mal a Charlotte, para luego suspirar y comenzar a anotar su orden en una libreta que tenía a mano.

 

* * *

 

Charlotte volvería a la mesa de Cassidy donde esta miraba su celular distraída. Al notar a Charlotte levantaría la mirada y le sonreiría.

 

— ¿Entonces, ya pediste?

 

— Sí, debería tardar como unos 30 minutos.

 

— Ya veo.

 

Diría Cassidy asintiendo. Un silencio se apoderaría en la mesa. Charlotte comenzaría a ponerse algo nerviosa al no saber qué decir.

 

— Sabes, mi favorito siempre fue el conejo.

 

Charlotte la miraría a Cassidy, que parecía ver a la banda animatrónica, que estaba desactivada.

 

— ¿Oh, sí?

 

— Sí, siempre me pareció el más lindo de los 4. Hasta tenía un peluche de él, Dios sabe dónde está ahora. ¿Cómo era que se llamaba? ¿Bunny? ¿Vanny?

 

— Era Bonnie.

 

— ¡OH CIERTO!

 

Diría Cassidy chasqueando sus dedos.

 

— Era ese, hace años no lo escuchaba.

 

Charlotte asentiría, mirando a los robots para luego mirar a Cassidy.

 

— Espera, ¿no volviste luego de los 10 años?

 

— Ah, nop, ¿por qué?

 

Charlotte le sonreiría y se levantaría.

 

— Entonces no has visto el mejor animatrónico, sígueme.

 

Diría, comenzando a caminar hacia una esquina de la pizzería. Cassidy levantaría una ceja, levantándose y siguiéndola. Ambas llegarían a una caja que estaba en una esquina. Cassidy voltearía a ver a Charlotte, levantando una ceja.

 

— ¿Qué es esto, Char?

 

— Mira, mira, espera.

 

Luego de unos segundos mirando la caja, una figura aparecería. Parecía ser una figura delgada, con una máscara que solo poseía 2 ojos negros con 2 pupilas blancas. Cassidy retrocedería un poco de la sorpresa, mirando a Charlotte. Esta le sonreiría y miraría a la Marioneta.

 

— ¡Esta es mi creación! En parte...

 

Cassidy arquearía una ceja, mirando a Charlotte. Esta se pondría un poco nerviosa pero se calmaría para explicar mejor.

 

— Mira, después del incidente con Evan, donde lo pusieron en la cabeza de Fredbear, le propuse a mi padre que hiciera un animatrónico para proteger a los niños.

 

Diría Charlotte, abriendo la caja por completo y levantando a la Marioneta.

 

— Yo le di la idea a mi papá y él usó mi diseño, así que puedo decir que es la mitad de mi creación.

 

— ¡Oh, ya veo, es bastante lind-

 

— No tienes que mentir, sé que es horrible.

 

Diría Charlotte, riéndose un poco. Cassidy se quedaría callada un momento pero luego asentiría aceptándolo.

 

— ¿Por qué se ve así?

 

— ¡Ese era el punto! Estaba hecha para espantar a los niños que molestaran a otros, así que quise que su apariencia fuera un poco aterradora!

 

Cassidy asentiría, acercándose a la Marioneta, que no parecía moverse ante el agarre de Charlotte, que la sostenía como si fuera un trofeo.

 

— Así que, ¿este es tu animatrónico favorito, no?

 

— ¡Obvio! Es un protector que mira desde las sombras, alguien denigrado por otros por su apariencia pero para él no es importante y sigue haciendo su trabajo. ¿No es la cosa más cool de la historia?

 

Cassidy lo pensaría un momento para luego mirar a Charlotte, soltando una pequeña risa y diciendo:

 

— Sabes, te ves tan linda cuando hablas así de las cosas que te gustan.

 

Charlotte de inmediato al escuchar eso sentiría un sonrojo subir a su rostro. Cassidy, al darse cuenta de lo que dijo, haría lo mismo, pero con una pequeña sonrisa en ella aún. Charlotte, luego de unos segundos de silencio, miraría a Cassidy, aún roja y diría:

 

— G-Gracias.

 

Diría, tartamudeando un poco y mirando hacia otro lado. Cassidy le sonreiría con una sonrisa cálida. Charlotte, buscando cualquier excusa para poder salir de esta situación, miraría alrededor de la pizzería hasta que vio unos arcades contra la pared del otro lado, soltando a la Marioneta, señalaría hacia estos.

 

— T-Te gustaría jugar con los arcades mientras esperamos las pizzas?

 

Cassidy voltearía a ver a qué se refería Charlotte, encogiéndose de hombros y mirando a Charlotte.

 

— Claro, ¿por qué no?

 

Diría, yendo hacia los arcades. Charlotte suspiraría, intentando calmar sus nervios, mirando a la Marioneta, cerrando la caja y siguiendo a Cassidy.

 

* * *

 

¡UF, CÓMO ERES TAN BUENA!

 

Tanto Cassidy como Charlotte estaban jugando un juego de pelea en uno de los arcades. Charlotte no sabía ese lado tan competitivo que poseía Cassidy. Esta parecía algo estresada porque Charlotte había ganado cada una de las partidas. Charlotte se encogería de hombros mientras seguía jugando.

 

— Este tipo de arcade siempre ha estado en la pizzería, supongo que estoy acostumbrada.

 

Diría, aún presionando los botones con precisión. Terminando con la pantalla, saliendo las letras "K O", con el personaje de Cassidy derribado, Charlotte se acomodaría un poco su espalda mientras Cassidy gruñiría un poco, soltando algunas patadas contra el piso para luego señalar a Charlotte.

 

— ¡Revancha!

 

— Cass, en serio, no vas a ganarme, tengo años de experiencia en estos tontos juegos, me la pasaba humillando a Sammy en esto.

 

Charlotte vería a Cassidy suspirar. Esta levantaría su mirada para protestar otra vez, pero antes de hacerlo escucharía la voz de un niño venir detrás de ellas.

 

— ¿Ya terminaron eso? ¡Llevamos años esperando a que terminen!

 

Cassidy entrecerraría los ojos. Iba a protestar, pero antes de eso Charlotte la tomaría del codo.

 

— Pf, tienes razón, ya nos vamos, ¡disfruten la máquina!

 

Diría, llevándose a Cassidy. Luego de estar lo suficientemente lejos, le soltaría el hombro, miraría a Cassidy aguantando un poco la risa.

 

— Nunca pensé que te vería cerca de discutir con un niño por un juego.

 

— Solo les iba a decir que esperaran una partida más, ¡nada más!

 

Charlotte levantaría una ceja a Cassidy. Esta, luego de un momento, se pondría un poco roja y miraría hacia otro lado.

 

— S-soy un poco competitiva, ¿sí?

 

— Pf, ¿un poco?

 

Diría Charlotte, levantando una ceja. Cassidy frunciría el ceño y pondría los ojos en blanco. Ver a Cassidy enojada así era algo lindo, la verdad. Espera, eso podría ser un comentario coqueto como lo que le dijo Cassidy antes. Charlotte respiraría profundo y diría:

 

— T-te v-v...

 

— ¡CHARLOTTE EMILY!

 

Charlotte y Cassidy se voltearían para ver de dónde llamaban a Charlotte, que era en el mostrador. Charlotte suspiraría con algo de decepción.

 

— Creo que la pizza está lista.

 

* * *

 

Mientras ambas comían en la mesa, Charlotte miraba algo nerviosa a Cassidy, esperando que la pizza no estuviera mala para ella. Charlotte no mentía que todas las pizzas de Fazbear le sabían igual, así que no podía confiar en sus propios gustos. Era sorprendente que esta no tuviera algún tipo de obesidad de tanta pizza que había probado.

 

— ¿...Entonces, qué tal está?

 

Cassidy masticó unos pequeños trozos de pizza que quedaban en su boca y los tragó, para luego mirar a Charlotte, pensando un poco y luego encogiéndose de hombros.

 

— Está bien, es exactamente como la recuerdo de hace años.

 

— ¿O sea que está rica?

 

— Pues sí.

 

Dijo mientras agarraba otra rebanada de pizza y la metía en su boca. Charlotte soltó un pequeño suspiro de alivio, relajando su cuerpo, hasta que escuchó la risa suave de Cassidy del otro lado de la mesa.

 

— ¿Sucede algo?

 

— No, no jaja, es solo que no entiendo por qué estás tan nerviosa. Nos conocemos hace como 5 meses, ¿sabes?

 

Diría Cassidy luego de tragar su rebanada de pizza. Charlotte suspiró.

 

— ¿Se nota tanto?

 

— Quizás si estuviera ciega y sorda no lo notaría.

 

Dijo riéndose un poco. Charlotte sentiría un sonrojo subir en ella, pero antes de voltear la mirada, escucharía a Cassidy decir:

 

— Pero te conozco ya, Charlie. Eso no es raro para mí ni algo que me haga verte mal, ¿sabes?

 

— L-lo sé, lo siento. Es solo que es la primera vez que estoy en una de estas cosas, así que realmente estoy muy nerviosa de arruinarlo.

 

— Si te da consuelo, es la primera vez que yo estoy en una cita de igual manera.

 

— ¿En serio?

 

— Pf, claro. Muchos chicos me han invitado a salir, pero realmente ninguno que me llame la atención, ¿sabes? Así que les digo que no.

 

— Oh, vaya... supongo que soy una afortunada entonces.

 

Dijo riéndose entre dientes. Cassidy le dedicó una cálida sonrisa mientras seguía comiendo su pizza. Charlotte estaba sorprendida; Cassidy le acababa de decir en la cara que no aceptaba citas de cualquiera, pero aun así, lo que más sorprendió a Charlotte es que a pesar de eso, ella no le había dado sus ataques de nervios o nada por el estilo. Se sintió natural. Esta se relajaría mientras veía a Cassidy comer.

 

— Sí... Soy afortunada.

 

* * *

 

Cassidy y Charlotte estaban caminando por la noche oscura. Habían salido de Freddy's y se dirigían a la casa de Cassidy, que quedaba a unas cuadras de Freddy's y aún había muchas personas en la calle, así que no vieron mucha necesidad de pagar un taxi. Había sido una linda noche realmente, al menos eso creía Charlotte de su parte y la de Cassidy, que parecía estar bastante contenta. Mientras salían, Cassidy le estaba contando unas anécdotas con Evan en el colegio.

 

— Entonces, estaba esta niña rara rubia que no paraba de molestarlo con tontas historias de los animatrónicos a evan. Entonces un día la golpea, muchas veces jajajaj, me metieron algunos días de suspensión pero valió la pena.

 

— ¿Te sientes orgullosa de golpear a una niña?

 

— Lo volvería a hacer.

 

Ambas reirían entre dientes un poco mientras seguían caminando por la noche alejándose de la pizzería.

 

— Sí, pensándolo actualmente, creo que solo le gustaba Evan. No sé, el amor funciona de maneras raras.

 

Diría Cassidy encogiéndose de hombros mientras miraba su casa ya cerca. Esta suspiraría mientras miraba a Charlotte con una mirada algo triste.

 

— Supongo que esta es mi parada.

 

— Supongo que sí...

 

Pediré un taxi, así que aún nos queda unos minutos para hablar.

 

— Bueno, supongo que sí.

 

Dijo Cassidy sonriéndole, dirigiéndose a unas escaleras que dirigían a la puerta de su casa, sentándose en ella, dándole una señal a Charlotte para que se siente a su lado. Charlotte la miraría y asentiría, sentándose a su lado mientras aún veía el teléfono mientras pedía un taxi. Después de unos segundos, levantaría la mirada.

 

— Listo, debería venir en unos 7 minutos.

 

— Oh, esos desgraciados son rápidos cuando les conviene.

 

Diría Cassidy con una mueca en su rostro. Charlotte reiría entre dientes pero asintiendo.

 

— Sí, supongo.

 

Ninguna hablaría por unos segundos, pero era un silencio cómodo entre ambas.

 

— La pasé bien, realmente disfruté pasarla contigo.

 

— Oh bueno, ¿nos vamos a empezar a soltar halagos?

 

— Si eso es lo que quieres, haber, dime qué te gusta de mí.

 

— No, no, tu empezaste, tu comienza que te gusta de mí.

 

Cassidy haría una mueca y luego asentiría.

 

— Es justo, bien, me encanta la pasión que le dedicas a las cosas que te gustan, los animatrónicos y ese tipo de máquinas. Tu forma de hablar de esas cosas es tan linda y apasionada, a veces es hasta hipnotizante y a veces un poco tonta.

 

— ¿Tonta?

 

— ¡En el buen sentido!

 

Dijo Cassidy riéndose entre dientes.

 

— ¿Cómo puede ser eso algo bueno?

 

— Es lindo, al menos para mí.

 

Dijo Cassidy encogiéndose de hombros con una sonrisa, para luego mirar a Charlotte.

 

— Entonces, dime, ¿qué te gusta de mí?

 

Charlotte tragaría un momento y luego diría.

 

— Bueno... supongo que me gusta lo animada que eres ante la vida. Sabes, yo siempre he sido muy callada y reservada en general, lo que me ha llevado a apenas tener amigos y a veces burlas. De cierta manera, supongo que desde que te conocí eso me gustó de ti. Eres un poco lo que más me gustaría ser a mí

 

Charlotte voltearía a ver a Cassidy, que no se había dado cuenta, pero Cassidy ahora la miraba, con los ojos algo abiertos hacia ella. Charlotte sentiría un nervio subir en ella. Ambas se quedarían en silencio mirándose una a la otra por unos segundos que se sintieron eternos para Charlotte, hasta que de un momento a otro, Cassidy se abalanzó contra el cuerpo de Charlotte besándola. Charlotte sentiría una explosión de sentimientos en ese momento, ni siquiera había besado alguna vez, así que su cuerpo se quedo algo tieso en el momento, intentando corresponder con los labios de Cassidy mientras aun procesaba todo lo que había pasado en un momento

Cassidy luego de unos segundos se apartaría del beso, viendo a Charlotte, que parecía algo en shock, una preocupación subiría dentro de ella por haber ido muy rápido.

 

— O-oh p-perdón, fui muy intensa, t-tuve que haber ido con más calma...

 

Antes de terminar la frase, Cassidy sentiría los labios de Charlotte en los suyos, abriendo los ojos sorprendida. Charlotte correspondió con intensidad el beso, ambas perdidas en el momento. Después de varios segundos, ambas se separaron del beso, respirando agitadamente y mirándose a los ojos.

luego volvieron a besarse.

* * *

Charlotte abriría la puerta de su cuarto, aún un poco ida en sus pensamientos con todo lo que había pasado, y comenzó a caminar hacia su cama, aventándose en ella.

 

— ¡Charlotte!

 

Charlotte voltearía a ver al otro lado del cuarto para ver a Sammy, que parecía estar conteniendo una risa.

 

— Te estoy hablando desde que abriste la puerta. ¿Estás bien?

 

— Sí... s-sí, estoy bien.

 

— Sí... creo que puedo ver que la cita salió bien.

 

Dijo aún pareciendo aguantarse la risa, mirándole la cara a Charlotte. Esta se confundiría, levantándole una ceja a su hermano mientras con sus pies se quitaba sus zapatos de la cita y los tiraba al piso.

 

— ¿Qué es tan gracioso? Y ¿a qué te refieres con que lo puedes ver?

 

— Bueno, si esas marcas de labial amarillo por todo tu rostro me pueden decir algo, es que la cita no salió mal.

 

Charlotte tocaría un poco su mejilla, para luego ver su dedo cubierto de un labial amarillo. Esta se pondría roja y voltearía la cabeza.

 

— ¿En serio te viniste así en el taxi? Jajaja.

 

— ...

 

— Oye, pero hermana, felicitaciones. Ahora solo te supero por una novia más que he tenido, no 2. ¿Es un avance verdad?

 

Charlotte sonreiría al pensar de nuevo en Cassidy.

 

— Sí... gracias, Sammy.