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Fandoms:
Characters:
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Language:
Español
Series:
Part 2 of Dante adopta un Belmont, (¿o un Belmont adopta a Dante?)
Stats:
Published:
2023-12-21
Completed:
2024-04-26
Words:
8,630
Chapters:
4/4
Comments:
4
Kudos:
22
Hits:
187

¡¿Mi papá es un demonio?!

Chapter 2: Curiosidad

Summary:

Trevor se vuelve a perder, pero no importa.

Dante lo encuentra como siempre.

Chapter Text

A veces tiene que admitir para sí mismo que es demasiado curioso para su propio bien, que es lo que lo llevó a estas ruinas en primer lugar, las ruinas en cuestión era una simple casa llena de humedad, moho, polvo y madera desgastada y corroída por culpa de los años que pasó abandonada, mostrando múltiples agujeros en el techo, no hay nada extraño en eso, lo extraño está en que la casa está ubicada en medio de un bosque, a varios días a pie de la civilización más cercana y que tomando en cuenta todos los peligros que acechan durante la noche, la o las personas que vivieron aquí debieron ser muy valientes o muy tontos.

O quizás no sabían en lo que se metían. 

Hablando de tontos, no tiene ni idea de la ubicación de Dante, se alejó para perseguir un animal pequeño, para poder usarlo como alimento, y cuando se dio cuenta se había alejado demasiado del mayor, al principio planeo quedarse quieto hasta ser encontrado, porque no importa cuanto se aleje, Dante siempre lo encuentra antes del anochecer, resulta que el hombre adulto de cabello blanco es muy bueno rastreando gente, pero el hombre mismo es increíblemente difícil de rastrear cuando no quiere ser encontrado.

Y lo sabe bien, porque durante sus entrenamientos de rastreo nunca puede encontrarlo, Dante deja pistas, por supuesto, pisadas dejadas en lugares obvios, ramitas rotas, incluso pequeños rasguños en los troncos de los árboles, pero sin importar cuanto lo intente nunca consigue atraparlo, pese a que sabe que el hombre jamás se aleja demasiado, solo lo suficiente para ser visto, pero nunca demasiado lejos del alcance del oído, el de Dante, porque el suyo ciertamente no es tan bueno, lo que muchas veces lo lleva a frustrarse y enojarse

En esos momentos Dante solo sonreiría y le revolvería el cabello con su mano diciendo que para la próxima lo hará mejor, que lo está haciendo bien o que hizo un trabajo mejor que el anterior, no puede evitar sentir cierto orgullo cuando dice esta última, siempre se queja de todos modos, aunque ambos saben que es solo una queja simbólica y sin peso real detrás, lo que solo lleva a que Dante lo moleste aún más, ¿ya mencionó que Dante puede ser muy molesto cuando quiere?

La cuestión es que mientras esperaba a Dante lo viniera a recoger, otra vez, se subió a un árbol un poco alto y no tardó mucho en notar la casa en ruinas y con lo curioso que sabe que es, todo su ser simplemente le gritaba que investigara el lugar y eso es exactamente lo que hizo, sabe que el hombre adulto con el que viaja más tarde lo regañara por meterse en lugares que podrían ser el escondite de animales peligrosos o peor aún, de alguna criatura demoníaca o un ser oscuro que espera la llegada de la noche para atacar a algún humano desprevenido.

Es por eso que aún no ha entrado, sosteniendo su látigo en una de sus manos y con la cabeza en alto, como si quisiera demostrarle a un público imaginario que no tiene ni un ápice de miedo, nerviosismo o indecisión, avanza con paso mesurado, no queriendo apresurarse en caso de que todas las palabrerías de Dante sobre casas abandonadas no sean solo palabrerías

A medias sabe que no lo son, que hay casas con peligro real en su interior y espera que esta no sea una de ellas, porque sabe que aún es demasiado joven para enfrentarse cara a cara con cualquier criatura sobrenatural, no importa cuando alardeé y se jacte de poder con todo, nunca son palabras dichas en serio, solo palabras para que tanto el como Dante tengan un momento de diversión y sonrisas, palabras dichas en momentos destinados a ser alegres para ambos.

¡Dante también lo hace todo el tiempo! Aunque el hombre tiene con que respaldar sus palabras.

Cuando entra a la casa, la madera bajo sus pies chirría con fuerza y no importa donde pise, todo está tan desgastado que es imposible encontrar un lugar donde la madera no demuestre el efecto que tuvo el tiempo sobre ella, prácticamente se encoge sobre sí mismo y se queda quieto ante el primer sonido, esperando que algo salte sobre él, cuando nada pasa no puede evitar soltar el aire que sin darse cuenta había estado conteniendo, después de eso los siguientes pasos son dados con más confianza, porque si había algo o alguien en esta casa, hace mucho que debió haber escuchado su llegada.

Pero como nada salto para asustarlo o comérselo, supone que el lugar es seguro o lo más seguro que puede ser una casa cayéndose a pedazos lentamente, sonríe en soledad y se dedica a observar lo poco que queda en el interior de lo que en algún momento debió haber sido un hogar acogedor, una chimenea destrozada, una escalera a la que le faltan algunos escalones y muebles de madera rotos, son los muebles rotos lo que hace que exploración visual se detenga.

Algunos muebles tienen marcas de garras y en una de las paredes hay un enorme agujero que inicialmente pensó que era otra parte de la casa que se estaba a cayendo sin gracia, pero ahora que lo mira más atentamente parece un agujero creado porque algo o alguien fue lanzado a través de la pared rompiéndola, en su momento debió haber sido un golpe doloroso.

Ah, entonces este es uno de esos hogares con pésima suerte, no puede evitar sentir un nudo en su garganta al pensar en lo que fue, sacude su cabeza, como si las emociones y sentimientos desaparecieran en un abrir y cerrar de ojos solo con mover la cabeza, una vez que se calma decide seguir explorando el interior de lo que antaño fue un hogar, el agarre férreo que tenía en su látigo se suaviza, pero no lo suelta, todos los adultos de su vida siempre le han dicho que nunca baje la guardia en lugares como estos.

A veces y solo a veces, piensa que todos los adultos en su vida son un poco paranoicos, ¿pero quién es él para cuestionar la voz de la experiencia?

No hay nada más interesante en la planta baja, insatisfecho mira las escaleras de madera y sin barandilla, los escalones parece que se romperán en cualquier momento y en algunos incluso faltan, tendría que hacer un esfuerzo extra para poder subir, y casi quiere quejarse por eso, pero como siempre, su curiosidad es más fuerte que cualquier otra cosa racional.

Sube las escaleras, teniendo cuidado donde pisa, probando con un pie el siguiente escalón antes de colocar todo su peso sobre ella, Dante se reiría de él si viera la forma en la que prácticamente tiene que saltar con cuidado para poder llegar a ciertos escalones, pero en su defensa, no es su culpa que los escalones se estén cayendo a pedazos, los dos últimos escalones tiene que pasarlos corriendo porque se rompieron bajo su peso y casi se cae junto a la madera podrida.

Hace una mueca al pensar en una forma de bajar más tarde, ¿quizás pueda usar su látigo?

Mira a su alrededor, el segundo piso es mucho más brillante y aireado que la planta baja, aunque eso tiene que ver más con el hecho de que el techo tiene varios agujeros notorios que dejan entrar la luz del sol y el aire, una cama partida a la mitad está en el extremo opuesto a las escaleras, una colcha de piel tirada en el suelo.

Está manchada de sangre y está casi seguro que lo que asoma debajo de la cosa rasgada es el hueso de una mano, hace una mueca y un ligero estremecimiento recorre su cuerpo, decide ignorar la colcha y camina para poder examinar mejor la cama rota, hay algunas gotas de sangre en el suelo y la paja de la cama no es diferente, de repente la paja se mueve y él retrocede un poco, tiempo después un ratón surgió del interior de la paja, racionalmente sabia que quizás solo era un animal pequeño, pero incluso sabiendo eso no pudo evitar retroceder varios pasos, sostener su látigo con fuerza listo para atacar, con el cuerpo tenso y su mente corriendo a mil por hora.

Una risa suena por encima de su cabeza, conoce esa risa y no puede evitar fruncir el ceño por eso, puede sentir sus mejillas ponerse de algún tono rosa o rojo, cuando mira en la dirección de la que proviene la risa, decide que el mejor curso de acción es poner toda su molestia en sus ojos, no está seguro haberlo logrado, pero eso no le impide intentarlo, al menos con eso Dante ha dejado de reír.

Dante lo mira desde su posición sentada sobre una viga mohosa y que parece que en cualquier momento caerá, una de sus piernas cuelga fuera, la otra está doblada sobre la viga, una de sus manos sosteniendo su peso, mientras la otra está sobre su abdomen, una sonrisa fácil cuelga en sus labios, sus ojos no muestran emociones negativas, quizás Dante ya se acostumbró a perderlo en el bosque cada vez y cuando en el tiempo que llevan conociéndose.

"¿Te diviertes?", hay una burla oculta bajo el tono divertido, casi puede sentirlo "Porque tú y esa rata se dieron un buen susto de manera mutua", la sonrisa no decae del rostro del mayor, su pierna balanceándose de manera perezosa en el aire, sin temor a caerse pese al paupérrimo estado del objeto que lo sostiene.

"No, cállate", camina con la frente en alto hacia las escaleras, está seguro que sus mejillas y la punta de sus orejas está roja, puede sentir el calor que viene de la vergüenza en ellas, no es hasta que está al borde de la entrada de las escaleras que recuerda los escalones rotos, no puede evitar sentirse tonto por no recordarlo antes, casi siente ganas de maldecir, pero los adultos en su vida lo educaron bien, sorprendentemente incluso Dante lo hace callar cuando maldice.

Eso siempre viene con un murmullo que suena a algo como "Ya tengo suficiente con un niño que se sabe el abecedario de los insultos, gracias", en esas ocasiones no puede evitar sentir un ápice de curiosidad por la familia de Dante, sin son como el hombre mismo, deben ser personas molestas pero agradables o al menos soportables.

"¿Necesitas ayuda?", menciona Dante con voz cantarina desde su posición, ahora que lo piensa ¿Cómo demonios Dante subió hasta allí sin que se diera cuenta?

"¿Quizás?", odia que su voz suene más como una pregunta, habría sido más fácil y menos indigno decir un simple sí.

Dante se baja de la viga con un salto sorprendente para el humano promedio, pero recuerda a su padre hacer eso en las raras ocasiones en las que lo veía entrenar con uno o dos de sus tíos, tenía tres tíos y una tía, aunque cuando sus abuelos aún vivían siempre decían que su sueño había sido tener ocho hijos, nunca entendió que tenían de atractivo los hijos, el mismo quería ser como su tía, soltera, sin hijos y una excelente cazadora o cazador en su caso.

Además, de sus familiares era la que menos estresada se veía, cuando pregunto el porqué, su tía le dijo que era porque ella no tenía hijos, así que decidió seguir los caminos de su tía o al menos había planeado seguirlos, no era tonto, sus padres una vez que cumplieron diez años les explicaron la importancia de los herederos, nunca se preocupó porque él era el hermano menor, tenía hermanas y un hermano mayores que él, nadie se preocuparía por la falta de un heredero de su parte, eso sin incluir a sus cinco primos y una prima, todos mayores que él.

Eran más flexibles con él precisamente por ser el menor, nadie esperaba grandes cosas de él, eso no significaba que lo amaran menos, madre y padre siempre le daban a él y sus hermanos la misma cantidad de amor y apoyo.

Parpadeo confundido al sentir como lo cargaban, Dante sosteniéndolo en brazos y bajando los escalones a medio romper con una gracia que rara vez veía en el mayor y saltándose los escalones rotos como si no fueran algo faltante en la estructura de la escalera, ese tipo de destreza, habilidad y gracia era algo a lo que aspiraba, no se creía capaz de la elegancia de su tía, tío, primas y hermanas, pero tres de cuatro deberían bastar

¿Verdad?

Cuando llegan a la planta baja Dante lo bajo con cuidado "Gracias", el mayor solo le revuelve el cabello con un ligero guiño incluido, ambos salen de la casa en ruinas con paso tranquilo, aún no era de noche, pero estaban llegando a eso, una sonrisa se dibujó en sus labios.

Su cumpleaños es en dos días, quizás pueda pedirle a Dante que lo deje observar una de sus cacerías, no ayudar, sabe que sería más un estorbo que una ayuda.

Pero simplemente observar debería estar bien.

Quizás.