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Triunfos
Parte 1
Han pasado casi dos meses desde que Valerie “curo” a Serafall y Grayfia, Kuroka me ha dado otro hijo, mientras que Ingvild y Rossweisse ya no pueden ocultar sus redondos vientres. A pesar de la devastación provocada por Trihexa la vida ha seguido, por ejemplo en el inframundo pese a la oposición de la facción de Abaddon, la alianza se ha mantenido. Con Serafall de vuelta, perdieron parte de su apoyo, y pese a su actitud infantil, la Maō ha demostrado que no le dieron el título solo por ser una cara bonita.
Con gran maestría ha manipulado todo tras bambalinas, acorralando a Bedeze Abaddon hasta el punto donde a este solo le quedo una opción, intentar reclamar uno de los tronos vacíos de los Maōs. Evitando desafiar directamente a Serafall o a Grayfia, pues con la pieza de Rey o sin ella, ellas dos lo habrían aplastado con facilidad.
Por lo tanto actualmente se encuentra peleando un duelo de Rating Games, con Rias Gremory en el estadio de Agreas, donde ha apostado toda la credibilidad que le queda. Normalmente Bedeze ganaría, pues aún sin la pieza de Rey es más fuerte que Rias u otros demonios de su generación, exceptuando al difunto Saiarorg Bael, quien lo supero una vez que uso la Longinus Regulus Nemea. Desafortunadamente para él, Rias ha recibido algunas mejoras de parte del Sephiroth Graal, pues Valerie logro darle algo del poder de Balor.
O más exactamente, recuperar la sacred gear de Gasper Vladi y transferirla a Rias, ya que aquellos que murieron por las llamas de Trihexa vieron borradas sus almas, los restos de Balor dentro de la sacred gear también perdieron su conciencia, solo dejando su poder atrás.
Solo con eso Rias, ya ha igualado a su hermano de forma temporal, pues aún tiene que dominar dicho poder. Aunque el nombre es bastante largo para mi gusto, Forbidden Invade Balor the Princess, no puedo negar su poder, pues cuando lo probo, solo le gane porque soy un poco más fuerte que ella y consumió su resistencia en poco tiempo.
Pero por impresionante que sean los logros de mi pelirroja, solo escucho vagamente la descripción del enfrentamiento entre sus nobleza, similar al que Rias tuvo con Sairaorg, pues me han dado un palco privado en compañía de Serafall y Grayfia. Por lo tanto a lo único que le prestó atención es a las dos bellas mujeres que en ese momento se encuentran lamiendo mi polla.
De rodillas a los lados de mi regazo, ambas mujeres se encuentran desnudas, sus pechos se sacuden cada vez que pasan sus lenguas a lo largo de mi erección, ocasionalmente encontrándose sus labios alrededor de mi glande o chupando mis bolas. No me toma mucho tiempo poner mis manos sobre sus cabezas y hacer que sus labios se encuentren mutuamente, mientras muevo sus boquitas a lo largo de mi polla.
En mi defensa, nos dejaron solos y sin supervisión.
Las mantengo así por un rato, evitando correrme con gran esfuerzo. Miro atentamente a las dos mujeres que siguen muy ocupadas en sus obligaciones actuales, antes de decidirme por Serafall, moviéndola entre mis piernas, la sujeto de sus coletas antes de empujar mi polla dentro de su boca. La hago una señal a Grayfia, que la miraba con envidia, para que juegue con el cuerpo de la antigua Sitri.
Mientras yo uso el peinado de Serafall como si fuera el manubrio de una bicicleta, sacudiendo su cabeza de un lado a otro sobre mi polla, a diferencia de Sona, Serafall se desempeña admirablemente en estas condiciones, pues nunca deja de usar su lengua o de intentar succionar mi glande cuando le doy algún descanso. Tampoco le toma mucho usar sus manos para tomar por sorpresa a Grayfia, atacando sus grandes pechos y pellizcando sus duros pezones, no tardó mucho en poner a la peliplata bajo su control.
Con un espectáculo tan bueno ante mis ojos no me tomo mucho tiempo, llenar la boca de Serafall con mi semen, que ella devoro ávidamente. Una vista magnifica, tener a la última Maō del inframundo de rodillas mientras hacía todo lo posible por beber cada gota de mi semen como si su vida dependiera de ello. Finalmente la solté, pues ambos necesitábamos un respiro.
Mientras Serafall recuperaba el oxígeno, escuche brevemente al comentarista mencionar que hasta ahora el equipo de Rias había dado una gran sorpresa al ganar sus enfrentamientos, pero pronto lo ignoro pues mi atención es atraída por el trasero de Serafall quien se ha puesto en cuatro en el suelo mientras sacude seductoramente su trasero en mi dirección. No pierdo el tiempo y pronto la estoy penetrando violentamente, sujetándola de sus coletas, tirando de ellas con tal fuerza, que sus pechos se sacuden bruscamente con cada empuje.
―Espera, dame un respirOOOOOOOOOOOH― pide inútilmente la Leviatán, pues en este momento no me pienso contener con ella, ha pasado más de dos meses desde que disfrute de su cuerpo, y pienso recuperar cada día perdido, así que cada vez que parece que ella trata de hablar, la penetro con más fuerza y velocidad, pues los únicos ruidos que quiero escuchar de su boca por ahora son sus gemidos cada vez que lleno su útero con mi semen.
Afortunadamente tenemos tiempo, pues parece que este Rating Game va para largo, por lo que intercambio entre su vagina y su ano en cada oportunidad posible. En algún momento Serafall es vencida por sus orgasmos y su cuerpo se sacude al ritmo de mis penetraciones, su lengua sale de su boca, mientras tiene una mirada complacida en su rostro. Al final dejo a la pelinegra derrumbada en el suelo, con su trasero al aire.
No tengo tiempo para descansar pues una celosa Grayfia se lanza sobre mí, derribándome en el acolchado suelo, no dispuesto a dejarla tomar el mando, la sujeto de su cabello y tiro de ella, giramos un rato en el suelo, hasta que me impongo sobre ella. Nos miramos por un momento, antes de besarla de nuevo, mi lengua entra en su boca, y a diferencia de Rias o Venelana, la actitud de Grayfia rápidamente se vuelve sumisa.
Aprovecho para jugar con sus impresionante pechos, la reina más fuerte, que todavía estaba tratando de darme la vuelta, pronto se rinde y se somete, mis manos siguen bajando mientras dejo sus labios y empiezo a chupar sus pezones. Una de mis manos acaricia sus muslos, mientras los dedos de la otra atacan su excitado coño, mis dedos entran y salen rápidamente, pellizco su clítoris, y así la orgullosa mujer llega al clímax.
Decido seguir burlándome de Grayfia, jugando con su voluptuoso cuerpo, lo que ella disfruta, antes de pasar mi pene erecto sobre su coño, frotándolo lentamente contra el mismo, viendo como su coño derrama más líquidos, ella me mira impaciente por este juego, ambos queremos continuar, es verdad. Pero antes quiero que ella ruegue por ello. Por suerte no pasa mucho tiempo antes de Grayfia ceda.
―Por favor― pide en un susurro. No me importa y continuo ignorándola, medio presto atención al Rating Game de fondo. ―Por favor, continua― pide ella alzando un poco la voz.
―Perdón, ¿dijiste algo? ― le respondo fingiendo ignorancia. Su ceño se frunce levemente.
―¡Kyaa! ― grita Grayfia pues tire con fuerza de sus pezones― ¡Por favor, continua! ― vuelve a alzar su voz, pero aún no estoy satisfecho.
―No te oigo― respondo con burla. Seguimos así por varios minutos, antes de que la excitación por fin la venza.
―¡POR FAVOR! ¡METEMELA YA! ― Grayfia se rompe y por fin ruega― ¡TE LO RUEGO! ¡LLENA MI ÚTERO CON TU SEMEN! ¡DEJAME TENER A TUS HIJOS!―
―¡CONCEDIDO! ― grito en respuesta penetrando su coño con fuerza, haciendo que su cuerpo se sacuda bruscamente.
―¡OOOOHH SIIIIIIIIIII! ― el fuerte gemido de Grayfia despierta a la agotada Serafall quien mira muy sorprendida a la peliplata rogar.
―¡DI QUE ERES MI ESCLAVA! ―
―¡SOY TU ESCLAVA! ―
―¡DI QUE SOY TU DUEÑO! ―
―¡TÚ ERES MI DUEÑO! ―
―¡DI QUE ERES MI PUTA! ―
―¡SOY TU PUTA! ―
―¡OTRA VEZ! ―
―¡SOY TU PUTAAAAAAAAAAAAAH! ― me corro en su interior justo cuando dice eso, haciéndola gemir dulcemente, continuo por otro rato, haciéndola decir cosas más denigrantes. Pronto levanto una de sus piernas sobre mi hombro, permitiéndome llegar más profundo en su interior, consumida como esta por el placer, Grayfia acepta el trato que le doy, con su otra pierna, envuelve mi cintura, tratando de aumentar el ritmo.
Le concedo eso, antes de levantarla por los muslos, alzándola sobre mi polla, por fortuna ya he tenido mucha práctica con esta posición con Rias y Akeno, pero ciertamente el efecto de ver los impresionantes pechos de Grayfia apretados por sus muslos es más impresionante de ver, pues incluso Serafall no puede apartar su vista de ellos, dejo caer a Grayfia sobre mi polla, empalándola de cierta manera, una muy placentera para mí, al menos.
La reina más fuerte del inframundo es sacudida como una muñeca de trapo sobre mi polla, sus grandes pechos rebotan erráticamente, mientras los gemidos de Grayfia suenan como música para mis oídos, la hago llegar al orgasmo tantas veces que ya ni siquiera puede formar palabras, ni siquiera reacciona cuando Serafall se acerca y empieza a lamer su coño mientras mi erección entra y sale del mismo.
Agradezco que el palco donde estamos se encuentre protegido de vistas externas, pues de lo contrario no podría ser tan osado al hacer mías a estas dos bellas mujeres. Además ciertamente no quiero compartirlas con nadie más. Dejo esos pensamientos de lado, me concentro en hacer gemir a Grayfia, lo que consigo luego de un rato.
―¡AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHH! ― grita, mientras la dejo caer con cuidado en el suelo, le hago una señal a Serafall, haciendo que se ponga en dogeza, usándola como asiento. Tiro de Grayfia por su cabello, jalándola hasta acercar su cara a mi polla, que ella empieza a chupar por reflejo, pese a lo agotada que esta.
Es así como nos encontramos cuando la puerta se abre, es Suzaku, quien rápidamente cierra la puerta, pronto se desnuda, antes de acercarse a Grayfia a quien mira celosa mientras uso su garganta para mi placer.
―César― habla ella la Himejima.
―Oh Suzaku, ¿ocurre algo? ― si bien me agrada su presencia, les había dicho a ellas que no quería interrupciones.
―Nada grave, es solo que se espera que Serafall esté en el podio en unos veinte minutos―. Se explica, mientras juega con los pechos de Grayfia, mirando a la Maō que utilizo como mueble. De mala gana me muevo, sin sacar mi polla de la garganta de la peliplata. También molesta Serafall se levanta, y busca su ropa, rindiéndose al ver lo sucia que se encuentran sus ropas.
Usando su magia para modificar algunas prendas, se viste, antes de voltear a mirar a Suzaku, que se encontraba besándome en ese momento.
―¿Por cierto quien va ganando? ― pregunta curiosa por el resultado, pues no le habíamos prestado atención en lo más mínimo al Rating Game.
―Rias va ganando contra Bedeze, solo sufrió dos pérdidas, el alfil que le presto Sona, Hanakai fue vencido luego de una dura batalla― Suzaku responde separando nuestros labios, no que deje de acariciar su lascivo cuerpo. ― La otra fue un empate, la torre de Bedeze se eliminó junto a KonekoOOOOH― ella grita al final, pues le jale cabello con fuerza.
―¿Y no podrías haber empezado con eso? ― le pregunto algo molesto con ella y conmigo mismo, pues ignore cuando mi gatita fue herida.
―Ella está bien―responde rápidamente la Himejima. ― Asia la sano rápidamente, además deberías preocuparte un poco más por Rias, es ella la que está peleando ahora― aclara, señalando la arena de combate.
Dejo en paz a las mujeres presentes, muy curioso por el partido, Rias parece algo herida, cortes y rasguños por todos lados, pero nada grave, Bedeze Abaddon por el otro lado parecía tener un brazo quemado, Suzaku explica que el orgulloso demonio le dio un tiro libre a Rias, quien aprovecho para golpearlo directamente con el Poder de la Destrucción.
Por ahora, el Abaddon está evitando el combate directo, usando el poder de su clan <<Agujero>> para redirigir los ataques de Rias, esperando herirla gravemente. Pero mi pelirroja se mueve ágilmente entre la lluvia de ataques, cerrando cada vez más la distancia que Bedeze trata de mantener entre ellos, pero pronto se hace evidente que Rias lleva la delantera.
Sin la pieza de Rey para respaldarlo, Bedeze parece muy sorprendido por el hecho de que Rias no parezca cansada en lo más mínimo, siento algo de orgullo al ser la causa del aumento de resistencia de la heredera Gremory.
Toma unos minutos más, pero Rias finalmente gana, al golpear con tal fuerza a Bedeze que lo elimino al instante. En público ella actúa como si estuviera bien, todas las dudas que hubiera al respecto sobre su falta de poder en comparación con Issei o su hermano han desaparecido con esta victoria, pero tan pronto como está fuera de la vista de los espectadores, ella pone las manos sobre sus rodillas, inhalando y exhalando bruscamente.
El resto de su nobleza la ayuda a recuperarse rápidamente, mientras los comentaristas dicen algunas cosas a las que no presto atención, pues Suzaku ha envuelto mi polla con sus pechos, mientras se sienta sobre la cara de Grayfia, así que le dedico toda mi atención, disfrutando de sentir sus labios succionando mi glande.
A juzgar por sus reacciones, ciertamente ella también está disfrutando de la lengua de Grayfia lamiéndole el coño, finalmente la única pelinegra presente suelta sus pechos, antes de llevar mis manos a los lados de su cabeza, me mira guiñándome un ojo. Enseguida empiezo a sacudir su cabeza frenéticamente, antes de enterrar mi polla dentro de su garganta, manteniéndola ahí mientras eyaculo, disparando cuerdas de semen que ella hace todo lo posible por beber. Al mismo tiempo Suzaku es golpeada por su orgasmo, corriéndose sobre la cara de Grayfia, cuyos gemidos son ahogados por el coño de la Himejima.
Suelto la cabeza de Suzaku luego de terminar, mientras aprovecho para prestarle atención a los resultados del Rating Game, la pelinegra se acomoda sobre Grayfia en la posición 69, la peinegra mete su cara entre las pierna de la MILF presente, antes de sacudir hipnóticamente su trasero sobre la cara de Grayfia quien sigue lamiendo su coño.
Rápidamente me pongo detrás de Suzaku, penetrándola de golpe, levantando su trasero ligeramente, pasando mis bolas sobre la cara de Grayfia quien lame mi polla mientras remodelo el interior de Suzaku. La mente de la MILF se ha roto, solo llena de devoción hacia mí y un fuerte deseo de usar su cuerpo para complacerme. La dejo de lado por ahora, mientras sigo tratado de preñar a Suzaku.
El gemido de Suzaku llena la habitación minutos después mientras retiro mi polla de su interior, el semen en su interior se derrama directamente sobre la boca abierta de la reina, que lo bebe devotamente, si bien me gustaría seguir, debemos movernos por lo que le doy algo a Grayfia para hacerla reaccionar, y con gran celeridad esta se deja presentable.
Momentos después estamos dejando el lugar, pues pronto habrá una celebración en el castillo de los Gremory, donde vamos a celebrar, realmente no quiero quedarme, ya que no me gusta dejar mucho tiempo solos a mis mujeres e hijos, pero la maldita política me obliga a permanecer en la misma.
Bueno, al menos les llevare algunos postres deliciosos.
Parte 2
Afortunadamente pudimos ir rápidamente al castillo Gremory. Por desgracia la fiesta allí no iba a ser un asunto privado, ya que muchos de los espectadores fueron invitados a la misma, y a diferencia del Rating Game no tenía un palco privado aquí, o compañía placentera, pues Irina y compañía se quedaron en Kuoh, Rias y Sona estaban atendiendo a los invitados con sus noblezas, Ravel, Venelana, Serafall y Grayfia estaban ocupadas con lo mismo.
Tampoco pude disfrutar de algo de privacidad pues me estaba reuniendo con algunos emisarios de otras facciones, pues yo era el único que había acudido por parte del Cielo, lo que me hizo pensar en Gabriel, a quien solo había visto en pocas ocasiones desde lo de Trihexa. Y francamente extrañaba su celestial cuerpo pegado al mío mientras estábamos cubiertos de sudor.
Así que tengo que lidiar con la política, vale conseguí algunos acuerdos bastantes favorables, no necesito manipular a suerte para eso, pero sigue siendo una molestia. En algún momento encontré una excusa para salir a tomar aire en uno de los patios que rodean el suntuoso hogar de las Gremory.
Mientras vagaba brevemente por el lujoso jardín vi una mata de cabello rojo desapareciendo detrás de una pared, mientras una delicada mano me hacía una señal para que la siguiera. Agradecido con la iniciativa de Rias seguí dicha cabellera sin dudar, siempre detrás de ella, apenas siguiéndola entre el laberinto de pasillos en el castillo, lejos de los invitados y miradas indiscretas.
Seguimos con este extraño juego por algunos minutos, hasta que por fin veo a la pelirroja entrar en uno de los cuartos, me acerco con cuidado, mirando a los alrededores, cambio el pomo de la puerta, antes de entrar y encontrarme con algo, mejor dicho algunas personas inesperadas.
―Tú no eres Rias― digo, observando a las dos mujeres pelirrojas dentro de la habitación.
―No, no lo soy― responde la mujer de pie, una pelirroja cuyo vestido blanco y medias negras no ocultan su escultural figura, su largo cabello esta suelto, sus ojos aguamarina me miran directamente.
―Oh vamos, no seas tan seria, lo vas a espantar― habla la otra mujer, sentada en la cama, otra pelirroja con el uniforme de la academia Kuoh, con medias hasta la rodilla, su cabello amarrado en un par de coletas, con una especie de corona sobre su cabeza, sus ojos violetas me miran divertida.
―Cierto, me presentó, soy César Garibaldi, segundo Joker del Cielo, ¿ustedes son? ― pregunto educadamente, mientras me preparo para pelear si es necesario.
―Hay pero que educado― responde la pelirroja sentada―, pero bueno, soy Runeas Gremory, la fundadora del clan Gremory― y eso me sorprende, pues se supone que ella debería estar muerta.
―Aaaah― la otra pelirroja suspira― y yo soy Chysis Gremory, la suegra de Venelana y abuela de Rias, a quienes haces gemir tu nombre con regularidad― se presenta, añadiendo lo último muy divertida.
―Bueno, sí, tiene toda la razón― honestamente no tiene sentido negar eso― pero como nunca se han quejado, no he visto razones para detenerme―.
―Oh, no te preocupes, lo que ellas hagan cuando piensan que nadie las mira no es de mi incumbencia, al menos pareces mejor elección que ese Sekiryuutei― responde con cierta burla Chysis.
―Oh, sí, nunca pensé que Venelana haría caras tan obscenas o supe que Rias fuera tan flexible― añade Runeas, burlándose de sus descendientes.
―Y yo que pensé que habíamos sido discretos― respondo con cierta precaución.
―Oh lo fueron, solo los notamos por casualidad hace unas semanas― continua muy divertida Runeas, ante la cara de exasperación de Chysis.
―No me mires así, ciertamente me siento un poco mal por mi querido Zeo-chan― explica la abuela Gremory, refiriéndose al padre de Rias, su hijo―, pero bueno, debo admitir que Venelana no había parecido tan satisfecha en años―.
―Cierto, cierto― agrega Runeas― Rias-chan ciertamente parecía más satisfecha contigo que con su dragón―.
―Ehh… bueno, gracias, creo― contesto― pero debo admitir cierta curiosidad sobre ustedes, después de todo se creía que solo Zekram estaba vivo de los demonios fundadores―
―Oh, ¿y solo tienes curiosidad por eso?― Runeas habla mientras se inclina hacia adelante, dándome una buena vista de su escote.
―Runeas-sama, por favor cálmese― interviene Chysis mientras finge calmar la situación, inclinándose hacia adelante, apuntando su trasero en mi dirección. Logro desviar mi vista, pues de lo contrario saltaría sobre ellas.
―Mírate, tratando de ser educado― se burla el ancestro de Rias al ver mi reacción―, pero respondiendo a tus preguntas, solo fingí mi muerte, mis descendientes mantuvieron mi existencia en secreto a mi petición, duermo cuando no hay nada interesante y para mantenerme joven…―
―… y cuando despiertas vas tras lo primero que te llame la atención―la interrumpe Chysis mientras suspira― y en esta ocasión, bueno…― ella me señala y entiendo.
―Vaya, pues me alegra ser algo tan interesante― respondo con calma, al menos no parecen molestas por como trato a sus descendientes. Hablamos un rato más, ningún tema serio, aunque Runeas parece curiosa de que los ángeles estén recuperando sus números, para una de los primeros demonios actúa de manera infantil, en comparación Chysis tiene cierta aura maternal, y si, siguen haciendo poses que demuestran sus bien desarrollados cuerpos.
Antes de que logre actuar sobre eso, alguien toca la puerta mientras la abre, es Venelana quien parece sorprendida de encontrarnos hablando.
―Oh Venelana-chan, que sorpresa―la primera en hablar es su suegra, quien la abraza haciendo que sus pechos se aplaste mutuamente, antes de meter su cara entre sus pechos.
―Chysis-sama por favor calmese― no esperaba ver a Venelana avergonzada por la forma en que su suegra la trata. Runeas ciertamente no se contiene y se ríe abiertamente de la situación.
De nuevo la puerta se abre, esta vez es Rias, quien se sorprende por la presencia de las otras dos pelirrojas en la habitación. Haciendo un puchero voltea a mirarme.
―César-kun, ¿Qué está ocurriendo aquí? ― pregunta con un tono de voz tan dulce que es falso.
―Vaya, Rias-chan, ¿esa es manera de tratar a tu abuela? ― responde enseguida Chysis, habiendo soltado a Venelana, abrazando a Rias por la espalda.
―Kyah― Rias deja escapar un pequeño grito―¿Mi abuela? ― pregunta confundida.
―Y tu ancestro también está presente niñita― responde Runeas infantilmente, acercándose a Rias, tomando los pechos de la chica y apretándolos, mientras Chysis cerraba la puerta. Venelana se sorprende por el giro de los acontecimientos, pero no logra decir nada pues Runeas también juega con sus pechos.
―Yo… espere…Runeas-sama… por favor… ―logra hablar Venelana, pero no logra decir nada más cuando los labios de su suegra silencian sus intentos de hablar.
Rias y yo nos quedamos muy sorprendidos por lo sucedido, tanto que no nos damos cuenta de que Runeas empieza a desvestir a Rias hasta que mordisquea uno de sus pezones.
―¡Kyahhhh! ―el grito de mi pelirroja me hace reaccionar, aunque no lo suficientemente rápido, pues Chysis me arroja a Venelana, y apenas logro sostenerla en mis brazos, sin perder el tiempo, ahora la abuela besa a su nieta. La antigua Bael, mira muy sorprendida como las otras dos pelirrojas juegan con su hija y lentamente empieza a tocarse.
Esto sigue por unos minutos, empiezo a lidiar con mi excitación apretando los pechos de Venelana, quien solo atina a gemir. Pero antes de que pueda llegar más lejos con ella, Chysis por fin deja los labios de Rias.
―Entonces, nieta mía, ¿a qué habías venido? ― pregunta mientras lleva a Rias a la cama.
―Yo… yo… tenía…curiosidad de…a donde… iba madre… ―responde mi pelirroja mientras recupera el aliento ― además… ― ella me mira ―pensé que podrías darme un recompensa ― menciona al final.
―Ohhhh ― interviene Runeas, que ahora chupaba los pezones de Venelana ―, ¿y que pasaba con la fiesta en tu honor? ― pregunta burlonamente.
―La fiesta ya termino ― responde Rias desde la cama, donde Chysis ha empezado a desnudarse. ―Le dije a Grayfia que no quería interrupciones ― deja de hablar, mientras se quita la ropa que aún tiene puesta.
―Vaya, pues si querías un premio solo tienes que pedirlo ― le digo a Rias, acercándome a ella, empezando a besarla, ante la mirada celosa de sus ancestros. La primera en actuar es Runeas que había dejado a Venelana en el suelo, me tomo sorpresivamente de la cabeza, junto agresivamente sus labios con los míos. No dispuesto a perder, pronto dirijo mis manos a sus pechos, apretándolos con fuerza, antes de abrir bruscamente su blusa.
Si bien la sorprende no deja de intentar dominar el beso, consigo mirar a Rias por un momento, y ella entiende lo que pido, pues se lanza a chupar los pechos, mientras usa sus manos para jugar con su coño. Ante este ataque doble, Runeas empieza a ceder, pero no consigo aprovechar la ventaja pues Chysis se lanza al ataque, abrazándome por la espalda, gira mi cabeza para besarme por detrás.
Mientras tanto Rias sigue atacando descaradamente a Runeas, quien no logra recuperarse pues Venelana se une a su hija y acaricia todo su cuerpo. Las dejo allí, dándome la vuelta, giro sobre la cama con Chysis, ambos caemos al piso, aprovecho que quedo algo aturdida para quitarle rápidamente su vestido, sin darle tiempo para reaccionar chupo sus pezones, mientras con una mano acaricio su firme trasero, con la otra estimulo su clítoris.
Afortunadamente ella compartía algunos de los puntos débiles de Rias, por lo que no me toma mucho hacerla alcanzar su orgasmo, mientras Chysis se recupera, me quito los pantalones, y al igual que a su nieta la penetro de un golpe, provocando que ella se corra al instante. Me acerco a ella, y le susurró al oído.
―Mira que correrte solo porque te la meten, que pervertida―
―Ehhh― eso parece hacerla reaccionar― yo no soy unAAAAAH― no consigue terminar pues vuelvo a penetrarla, si bien no se corre otra vez, ciertamente no le permito hablar, mientras la follo en el suelo, empiezo a jugar con sus pechos, asomándome brevemente a la cama, puedo ver que Runeas empieza a defenderse del ataque doble de Rias y Venelana, las dejo ahí, pues pronto mi atención se enfoca en otra cosa.
Mientras me distraía, Chysis logro recuperarse, envolviendo mi cintura con sus piernas, me da la vuelta, enviándome al suelo. Mirándola desde abajo puedo decir que ella se ve gloriosa mientras la luz enmarca su bello cuerpo, claramente satisfecha Chysis se acomoda como si fuera a hacer sentadillas, apoyando sus manos en sus muslos, empieza a sacudir sus caderas con fuerza. Su trasero prácticamente rebota sobre mi cintura. Ella me dirige una mirada arrogante, pero no pienso dejarme dominar.
Sin dudar golpeo sus rodillas, haciéndola caer sobre mi polla, sujeto su cintura, logro sentarme vuelvo a besarla, mientras la hago rebotar sobre mi erección, no le permito recuperarse, suelto su cintura, le doy unas nalgadas haciéndola gritar por sorpresa, vuelvo a chupar sus pezones, ella no puede hacer nada.
―¡AAAAAHHHHHHH! ― mi nueva MILF se corre mientras pone una mirada lasciva, sacando su lengua. No la dejo descansar, pues aprovecho para levantarla desde sus muslos, alzándola lo suficiente para que su trasero este sobre mi polla. Froto mi erección contra sus agujeros, antes de dejar su cuerpo sobre la misma, dejando que la gravedad me ayude a entrar profundamente en su recto.
Chysis grita con fuerza, con gran placer me doy cuenta de que ella era virgen analmente, me pongo aún más duro, pensaba hacerla rebotar lentamente, pero noto lo mirada de Rias sobre mí, quien junto a su madre parecen haberle ganado a Runeas, como diciendo que no le tenga piedad, y recuerdo que no fui exactamente amable con ella la primera vez, asiento levemente, tomando a su abuela por su trasero, lo aprieto con fuerza, hasta que mis manos quedan marcadas en el mismo. Entonces la tomo sacudiéndola sobre mi polla frenéticamente, puedo sentir su ano contrayéndose alrededor de mi erección.
―¡OH SI! ¡MÁS DURO! ¡MÁS DURO! ¡YEAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH!―los gritos de placer de esta MILF pelirroja resuenan con fuerza, mientras le doy un enema con mi semen. Aunque ella queda agotada, sigue sacudiendo sus caderas sobre mi polla. Sigo usando su ano y su coño, intercambiando entre ellos en esta posición. Cuando por fin la vence el agotamiento se va de espaldas, la sostengo lo suficiente para evitar que se estrelle, pero la dejo en el suelo.
Poniéndome de pie, miro la cama, la cabeza de Runeas cuelga de la cama boca arriba, Rias chupa sus pechos, mientras Venelana tiene su cara entre los muslos de la milenaria demonio. Me acerco a ella, tomando su cabeza entre mis manos, empujo mi polla dentro de su boca, vencida por el placer como esta Runeas, empieza a chupar por reflejo, meto y saco mi erección de su boca todo el tiempo, la orgullosa demonio intenta detenerme con sus manos, pero es detenida por Rias quien muerde sus pezones.
Sigo empujando mi polla dentro de su boca, antes de meterme directamente hasta su garganta, me mantengo ahí, sintiendo como se aprieta mientras intenta aspirar algo de oxígeno, finalmente me corro, viendo que parece a punto de ahogarse saco mi pene, terminando de correrme sobre su bonita cara. Mientras la ancestral demonio trata de recuperarse tomo a Rias por la cintura besándola, aprovecho para moverme hasta donde se encuentra Venelana.
Muevo a la mujer con cuidado, sin perder el tiempo penetro a Runeas de un golpe, haciéndola gritar por la sorpresa, sin darle oportunidad para recuperarse sigo penetrándola, siento como sus paredes vaginales empiezan a apretarme, como si trataran de ordeñarme. Mientras embisto mis caderas contra las suyas, continúo besándome con Rias y Venelana, llevando mis manos a sus firmes traseros, jugando con sus coños. Eventualmente las suelto, madre e hija se derrumban sobre la cama, lanzándose a chupar los pechos de Runeas, a quien sujeto de sus muslos para penetrarla con más fuerza.
Ancestro de Rias o no, no le tengo compasión, saco mi pene de su coño, alzo un poco más sus piernas, doblando a la mujer por la mitad, entendiendo lo que quiero Rias deja los pechos de Runeas, y separa sus nalgas permitiendo que penetre su ano con fuerza, mientras ella chupa el semen que se derrama de la vagina de su ancestro, al mismo tiempo acomoda su coño sobre la cara de Runeas quien empieza a lamer, antes de meter su lengua dentro del mismo.
No queriendo quedarse fuera de la diversión, Venelana se levanta y vuelve a besarme mientras acaricia el trasero de su hija, luego yo tomo uno de sus pechos, apretándolo y alzándolo hasta el punto donde puedo succionar su pezón. No me toma mucho correrme dentro de Runeas, llenando su recto. Si bien ella trato de resistir, no pudo aguantar y finalmente se derrumbó, no le prestó atención pues el dúo de madre e hija, no pierde el tiempo luchando entre sí por ver cuál de ellas tendrá mi polla primero.
Su breve duelo, es ganado por Venelana quien de inmediato se arroja a mis brazos, empalándose con mi polla, dejando caer todo su peso sobre la misma, apenas evito caer al suelo, la castaña envuelve sus piernas alrededor de mi cintura. Sus pechos se aplastan contra mis pectorales, nos besamos apasionadamente al mismo tiempo.
Mis manos van al trasero de Venelana, sacudiéndola frenéticamente, pues Rias la mira celosa, y ciertamente quiero darle su recompensa a la pelirroja, excitada como estaba Venelana queda fuera de combate en poco tiempo.
―Muy bien Rias, es hora de tu recompensa― le hablo a la única pelirroja que queda de pie.
―Ya era hora César― se burla coquetamente, acercándose a mí, volvemos a besarnos apasionadamente por algunos minutos, cuando nos separamos nuestros labios permanecen unidos por un hilo de saliva. Sigo besándola, mientras mis manos recorren su espalda, hasta llegar a su trasero, mis labios bajan por su cuello, haciéndola gemir, sigo por su clavícula, continuo hasta sus grandes pechos, con los que juego un rato, a diferencia de ocasiones anteriores soy más amable con Rias en esta ocasión, pues se lo gano.
Masajeo con delicadeza sus pechos, estimulando sus pezones al chuparlos, lamiendo las areolas de sus pechos durante algunos minutos, las piernas de Rias ya no pueden sostenerla más, sentándose en el borde de la cama, dejo sus pechos y continuo besando su abdomen, lamo especialmente su ombligo. Finalmente meto mi cabeza entre sus piernas, lamiendo su coño, metiendo mi lengua dentro del mismo, Rias aprieta mis sienes con sus suaves muslos y al mismo tiempo pone sus manos sobre mi cabello como si no deseara que mueva mi cabeza de esa posición.
La complazco, llevo mis manos a sus glúteos, sorprendiéndola si su dulce gemido es una indicación, continuo lamiendo, succione por un rato su clítoris, Rias trata de aguantar, y lo logra por un buen rato, pero al final consigo que ella se corra. Me levanto, tomando la ropa de Venelana me limpio la cara, antes de besar nuevamente a la pelirroja. Nos acomodamos con cuidado en la cama, tirando al suelo a Runeas sin importarnos.
Rias toma mi erección entre sus muslos, apretándola con los mismos, le devuelvo el favor metiendo mis dedos en su coño, requiere un gran esfuerzo pero ambos evitamos corrernos. Dejamos de lado estos juegos previos luego de un rato. Ella me mira fijamente a los ojos y asiente luego de unos segundos.
Lentamente la penetro, haciéndola gemir levemente, puedo sentir como sus paredes vaginales se aprietan alrededor de mi polla, entro y salgo de su cálido interior, muy decidido a finalmente dejarla embarazada ese día, después de todo a su familia le hace falta un heredero.
Como si ella entendiera mis intenciones, abraza mi cintura con sus piernas y mi cuello con sus brazos, acercándome a su cuerpo, el cual se aplasta por mi peso, cada vez que la penetro, ella empuja sus piernas, haciendo que llegue tan profundo como sea posible en su interior, nuestras caderas chocan entre sí por más de una hora, eyaculo en su interior múltiples veces, sus gemidos son callados por mis labios cuando no me encuentro chupando sus pechos. Tenemos sexo en posición de misionero por un buen rato, hasta que el agotamiento finalmente nos alcanza a ambos, quedando ambos dormidos en la cómoda cama mientras estamos abrazados.
Me despierto un rato después, veo que aún tengo al menos dos horas y media para volver a tiempo para la cena, por lo que me levanto con cuidado de no despertar a Rias, mientras busco mi ropa y trato de dejarla presentable, escucho un ruido a mis espaldas.
Son las mujeres Gremory, que han subido toda a la cama, poniéndose en posición de perrito todas ellas. Sus cuatro traseros se sacuden en mi dirección, Runeas me hace señales con una mano para acercarme, mientras que Venelana y Chysis separan sus glúteos con las manos.
―César― es Rias quien habla― por favor, más― pide, separando sus labios vaginales con las manos. No puedo resistirme, penetrándola de golpe, embisto mis caderas viendo como su trasero rebota con cada empuje, meto mis dedos en los coños de su madre y abuela, antes de sujetarla por la cintura para ir con toda mi fuerza. ―¡HA! ¡HA! ¡HA! ¡HA! ¡HA! ¡HA! ¡HA! ¡HAAAAAAAAAAAAAAAAAA! ― los gemidos de Rias resuenan en la alcoba mientras la vuelvo a llenar de semen.
Saco mi polla de su coño, antes de dirigirme a Runeas, quien como su descendiente más joven gime de felicidad con cada empuje, al igual que ella empieza a sacudir sus caderas con cada penetración ante los celos de Chysis y Venelana que esperaban que continuara con ellas, pero con unas cuantas nalgadas las hago callar, mientras tiro de las coletas de Runeas para alzarla cuando parecía a punto de derrumbarse.
―Oh, solo mírense― se burla Runeas, al ver como esperaban recibir mi polla― parecen un paAAAAAAAAARR―no la dejo terminar, pues salgo de su coño para embestir su recto, la orgullosa demonio intenta decir algo, pero solo le salen un montón de balbuceos pues no le doy oportunidad de hablar, continuo usando su cuerpo por un rato. Una vez que Runeas se cansa, la dejo caer, tomo la corona que tiene sobre su cabeza y la pongo sobre su trasero, antes de mirar a las otras dos.
Chysis y Venelana empiezan a sacudir sus traseros, dejan salir adorables gemidos de sus bocas intentando que continúe con alguna de ellas, me tomo un momento para disfrutar el espectáculo, incluso juego con sus coños, antes de penetrar analmente sin aviso a Venelana, haciéndola gritar de placer, la expresión en su rostro es una que ella nunca podría mostrar en público. La madre de Rias gime como una puta barata ante la mirada sorprendida de su suegra, pero tan consumida esta por el placer que simplemente no le importa.
En todo caso Chysis se excita aún más, pues de su coño se derraman bastantes fluidos formando un pequeño charco en la cama, mientras usa sus dedos para complacerse, mirando como hago gemir a su nuera, a quien sacudo como muñeca de trapo cada vez que la penetro, incluso la tomo de las muñecas, jalándola hacia atrás mientras sus grandes pechos se sacude con cada empuje, para luego soltarla, dejándola caer sin dejar de usar su coño. Los gemidos de Venelana son ahogados entonces por las cobijas que cubre su bonita cara.
Solo entonces finalmente me volteo hacia Chysis que sigue masturbándose, sin importarle que la vea, por lo que puedo ver la pobre mujer no había tenido sexo desde hacía unos años, me acerco a ella, frotando mi polla contra su coño, sin metérsela, viendo como ella no puede resistirse por más tiempo, al final es ella quien se rompe.
―¡YA METEMELA! ¡POR FAVOR! ―grita desesperada por mi polla.
―¿Qué deseas? ― le pregunto burlándome.
―¡METEMELA YA! ¡USA MI COÑO! ¡TE LO RUEGO! ―
―¡JUSTO LO QUE QUERÍA ESCUCHAR! ― contesto penetrándola con fuerza.
―¡AAAAAHHHHHHHHHHH! ― la MILF pelirroja se corre tan pronto se la meto, uso su coño a mi conveniencia, embistiendo con fuerza cada vez, disfruto ver sus glúteos aplastarse con cada choque, mientras sus pechos rebotan aleatoriamente. Chysis gime todo el tiempo, corriéndose tres veces más antes de que eyacule en su útero.
―¡TAN BUENOOOOOO! ― gime la abuela de Rias, saco mi polla de su coño, y embisto con fuerza su ano, la tomo por debajo de los muslos, alzándola bruscamente, sus pechos son apretados por sus muslos, levantándole camino hasta donde está el espejo del cuarto, puedo notar que hace la misma expresión obscena que Rias cada vez que follo con ella en esta posición. Sacudo a Chysis sobre mi polla moviéndome por toda la habitación, sus gemidos complacidos son lo único que se oye, hasta que vuelvo a darle otro enema de semen.
Finalmente la dejo en la cama con sus otros parientes, los traseros de las cuatro mujeres sobresalen cubiertos con mi semen, especialmente el de Runeas con su corona sobre su trasero, aprovecho para tomarles una foto. Veo la hora, por lo que decido bañarme rápidamente, levanto a Rias y la llevo conmigo mientras la follo en la ducha dejo a las otras mujeres expuestas en el cuarto.
Cuando salimos ya aseados y cambiados del baño, nos encontramos con Grayfia, quien se encuentra moviendo a las otras tres mujeres, pero no puede evitar mirar con celos la cara de felicidad de Rias en ese momento. No queriendo lidiar con sus celos, me acerco a la maid y aprieto sus pechos con fuerza.
―Deja tus celos y arregla a esas tres, yo ya me retiro― ordeno con fuerza. Muy complacido observo a la estricta mujer cumplir mi orden. Me despido de Rias con un beso, no sin antes tomar algunos de los postres que sobraron de la fiesta y me retiro a Kuoh con mi familia.
Parte 3
Ya han pasado algunos días desde que pude volver a Kuoh, afortunadamente no parece haber nada que requiera mi intervención por lo que aprovecho para descansar con mis esposas e hijos. Ciertamente ayuda que Irina y Xenovia estén muy dispuestas a quedar embarazadas otra vez, y bueno, yo no me voy a quejar si eso es lo que quieren.
Mientras almorzábamos escuchamos el timbre, y voy a ver quién toca a mi puerta. Para mi sorpresa es Ravel, a quien rápidamente hago pasar e invito a comer algo.
―Entonces ¿qué haces aquí? ― pregunta Xenovia luego de unos minutos de silencio― No es que nos moleste tu presencia, pero no esperábamos visitas el día de hoy― se explica mi peliazul.
―Cierto, cierto― continua Irina― ¿hay problemas o algo? ―
―No es exactamente un problema, al menos para mí― responde Ravel luego de unos segundos―. Es solo política del inframundo, si bien Bedeze Abaddon quedo desacreditado luego de perder ante Rias algunos de sus asociados han empezado a causar problemas con algo que no podemos solo ignorar― se toma unos segundos para respirar―, han empezado a decir que los sobrevivientes de los 72 pilares deberían empezar a reponer sus clanes―
―¿Acaso ellos han…?― pregunto con cierta preocupación.
―Eh, no, no, no me han dicho nada, en cualquier caso, yo... bueno… esa es la razón por la que vine a verte― agrega eso último avergonzada― yo… yo… yo estoy embarazada―.
No pienso y abrazo a la chica, no soy el único pues Irina, Xenovia e Ingvild se unen al mismo, felicitando a la Phenex, quien parece muy contenta con nuestra reacción a la noticia. Y como no estarlo ante tan buena noticia. Pero pronto soltamos a Ravel cuando parce que la estamos dejando sin aire.
―Por cierto, habías dicho que todavía no era un problema para ti, ¿a qué te referías? ― pues prefiero estar preparado para malas noticias.
―Oh, eso, no es nada grave― responde algo divertida la rubia, ganándose la atención de todos los presentes―, es solo que están debatiendo si deberían reactivar a los Bael―
―¿Qué no los declararon extintos? ― pregunto Kuroka.
―Sí, lo hicieron, pero resulta que todavía hay cierta persona que es un Bael puro―
Un Bael puro, un Bael puro, la única persona que conozco que encaja en esa descripción es…
―Momento, ¿se refieren a Venelana?―le pregunto a Ravel con sorpresa. No soy el único sorprendido por esa noticia.
―Sí― responde claramente divertida con nuestras reacciones ― Hay quienes piensan que deberían dejar extintos a los Bael, y otros piensan que es el deber de Venelana de engendrar nuevos miembros para su familia de origen, por supuesto ellos también se han ofrecido a ayudarle con ese deber― eso último me hace gruñir molesto― Por supuesto ella los ha rechazado.
―Bien― respondo mientras trato de calmarme― Venelana es mía y de nadie más― afirmo en voz alta.
―Mírate, todo celoso― por supuesto Irina se burla de mí.
―Bueno, dejemos esos molestos asuntos de lado, hay que celebrar― me paso el resto del día con mis chicas y cuidando a mis hijos, si bien cambiar pañales no es agradable, prefiero esto a tener que lidiar con asuntos políticos.
Aprovechando el estado de Ravel, conseguimos que ella se mude con nosotros, irónicamente la mayor oposición de esto vino de Rias y Sona, que no podían mudarse por su papel actual en el inframundo, a sus noblezas no les importo tanto, al menos la de Rias, pues Rossweisse ya estaba embarazada, Koneko venia cada dos días a visitar a su hermana y a su sobrino, en cuanto a Asia y Akeno, ellas venían a espaldas de Rias, sobre la nobleza de Sona, ellas aprovecharon que aún tenían que asistir a la academia Kuoh.
En cualquier caso dejo de preocuparme por el futuro, hasta ahora me ha ido bien, así que porque preocuparme por eso.