Chapter Text
— He terminado, Enid.
Punto final. El clic-clac de las teclas de una máquina de escribir se detuvo, la historia culminó de manera satisfactoria para la escritora, y sacó la hoja con experticia, guardó cuidadosamente sus cosas y se levantó de su silla de escribir con el manuscrito completo; los labios de Wednesday Addams se torcieron en lo que podría pasar como una sonrisa de orgullo.
Hace un mes su pareja y ella tuvieron una “noche de películas” en busca de ayudarle a superar un terrible bloqueo de escritor, dado que la trama del tercer libro de “Las Crónicas de Viper de la Muerte” se había ‘congelado’ en el arco principal; Enid mencionó acerca de que quizá estaba demasiado enfrascada en Viper y no pensó en explorar nuevas historias o nuevos horizontes, y que no solo asentarse en el misterio y el horror. No estaba del todo equivocada.
Enid Sinclair, sentada en su cama con su teléfono en mano, alzó la mirada y le mostró una sonrisa de dientes.
Enid le comentó acerca de esta película que había visto en su infancia: “El Cadáver de la Novia”, y acerca de lo mucho que la había disfrutado, por lo que la sugirió como primera opción para ver juntas. Por supuesto, la historia tenía ligeros agujeros de trama pero no entorpecían la historia en sí, la banda sonora era aceptable (superó por completo sus expectativas, traducido de la forma de hablar de Wednesday), y nada fue más hermoso que ver la alegría en Enid, incluso cuando sollozó en la escena de la boda entre el mortal y la mujer muerta.
— ¡Oh, Dios! Estoy tan emocionada por leerlo, Weds.—brazos firmes la envuelven antes de que pueda cruzar hacia el otro lado de la habitación, con la capacidad de obstruir su respiración si quiere. Qué dicha sería.— ¿Hay final feliz? Por favor, dime que hay final feliz, no puede ser que tu primer fanfic sea angustia sin final feliz.
Recuerda, entonces, lo que la llevó a escribir esta historia tan diferente a su estilo habitual de escritura y sumergir los dedos de los pies en aguas inexploradas. La noche de películas fue el detonador que accionó la máquina dentro de ella, pero la principal causa es otra.
— ¿Fanfics? —cuestionó ante el término desconocido.
— ¡¿Nunca has leído fanfics?! —exclama Enid a su vez, mirándole como si le hubiera salido una segunda cabeza.
La mujer lobo lucía sinceramente sorprendida, sin poder creer que ella no haya tenido la oportunidad de incursionarse en el maravilloso mundo de la FanFiction (palabras de Enid, no suyas).
— Enid, si estoy preguntando es porque desconozco lo qué son.
Enid procedió a explicarle con toda la paciencia del mundo y luciendo feliz por su pregunta.— Son historias personalizadas que las personas escriben sobre sus libros y programas favoritos, y las publica en Internet. ¡Espera a saber sobre los shipps y los fandoms!
Enid tuvo la idea inicial de presentarle sus historias favoritas hechas por fanáticos sobre personajes prexistentes (ella insistió que no debía decirle así), y le mostró un sitio web llamado Archive of Our Own y le descargó a su teléfono una aplicación llamada Wattpad, algo sobre libros digitales, dijo ella. Wednesday tuvo que admitir que estuvo asombrada de la variedad de elementos que estos “fanfics” tenían, desde cruzadas épicas, historias que pretendían ser la continuación de la serie principal y otras que creaban un universo alternativo donde eran insertados los personajes, además de contar con diferentes géneros y sus propios tropos literarios.
Y llegaron las historias inspiradas en las tramas de películas u otras series. Hubo muchas de ellas, incluso halló un fanfic de una serie -vista por Enid, no por ella- ambientada en el universo de Frankenstein de Mary Shelley.
La razón de la creación de esta historia, nuevamente, fue su pareja. Una noche de insomnio, a la luz de una luna creciente, ella había estado hablando después sobre cómo hubiera sido su vida si ambas hubieran sido parte de “El Cadáver de la Novia”, situaciones que involucraban a su círculo social, sus propias familias, y juntas fueron alimentando la idea hasta que, sin darse cuenta, ambas habían empezado a escribir un fanfic.
Cabe decir que Enid chilló y le instó a ponerse a escribir mientras la idea siguiera fresca. La trama fue planificada por Enid al inicio, tomando como base las cosas que hubiera cambiado; los dedos de Wednesday tuvieron vida propia a mitad de todo, cambiando varias de las ideas iniciales e incorporando elementos que ya dominaba. La obra no estaba destinada a publicarse en ninguna plataforma, siquiera iba a salir de los confines de su dormitorio compartido; esto fue escrito para el disfrute de ambas, algo que leer en sus momentos a solas, o para rememorar cuando sienta otro bloqueo de escritor.
Wednesday estaba más que agradecida por este nuevo mundo.
— Aunque el final del largometraje me pareció adecuado y acorde con lo explayado a lo largo del argumento y trama, ideé otro final, Enid.—y le sonríe, un hoyuelo formándose en su pómulo derecho.— Creo que te gustará.
— ¡No puedo esperar! —un beso fue dado en sus labios, lento y suave, pudiendo saborear el pintalabios de fresa de Enid. La experiencia fue casi religiosa.
Wednesday Addams no puede creer que hoy en día esté en una relación romántica con Enid Sinclair, la mujer lobo de rostro alegre y cabello teñido de rubio brillante.
Las memorias de su primer año empalidecen a comparación de su relación actual: cada gesto, su melodiosa risa al ver que ambas estaban vivas, la calidez de su mirar, el tacto de su piel. Un sentimiento cálido se plantaba en su pecho cuando rememoraba ese evento, como la picadura de un escorpión. Algo indescriptible había cambiado dentro de ella cuando compartieron ese abrazo tras la derrota de Crackstone.
Wednesday Addams y Enid Sinclair habían tenido un... comienzo difícil.
La tensión entre ellas se inició el día en que Wednesday fue asignada como compañera de habitación de Enid; ese día estuvo lleno de un problema tras otro: fue vencida en esgrima por Bianca Barclay, casi una gárgola le aplasta la cabeza, por no decir que un monstruo la salvó de morir asfixiada.
— ¿Alguien muere? Bueno, además de los que están muertos.—pregunta con obviedad. — ¿Alguien es torturado?
— Querida, creí que no te gustaban, ¿cómo le llamas? Ya, “spoilers”.
Fue un largo camino para llegar a donde están ahora, enfrentarse a una genocida racista, un peregrino no-muerto y un Hyde mascota, marcó un nuevo comienzo en su relación, un antes y después. Su relación fue creciendo, fortaleciéndose, caminando con las estaciones, escudriñando en cada grieta de sus vidas, confiando su vida en las manos de la otra; pero el evento que rompió los muros entre Enid y ella fue el abrazo, aprender a confiar, a pedir ayuda, aunque eso fuera en contra de su naturaleza.
Sin embargo, más cosas vinieron después de eso, nuevos sucesos. La noche de luna de sangre, ese iba a ser un recuerdo inolvidable: la pelea, el miedo, las emociones a flor de piel, la trasformación de Enid y el brazo, ¡ese abrazo! Ese abrazo jamás sería olvidado. Ahora, ellas se sentían tan conectadas, cada movimiento fluía en una sincronía inexplicable, y se quedó grabado en su mente.
— ¿Quieres leerlo ahora?
Enid negó, todavía con la sonrisa más deslumbrante que ha visto.— No, no leer, quiero que tú me lo leas, ¿puedes hacerlo? Me gusta tu voz, quiero escucharte…
— De acuerdo, puedo hacerlo, amore mio.—acepta con la más ligera de las sonrisas, y se aclaró la garganta para empezar.
— ¡Espera, espera! —le detuvo y empezó a revisar algo en su teléfono.— ¡Déjame y pongo el soundtrack! Para ambientación.—y le guiñó el ojo.
Wednesday no evitó la sonrisa esta vez, y siguió, mientras escuchaba las primeras notas del tema principal de la película.
“En el noroeste de Vermont, rodeado por un lago y espesos bosques, se encuentra Jericó… Enid, la mujer del momento, suspiró desde la ventana de su habitación…”
Fin.