Chapter Text
Esa mañana la nieve caía con lentitud sobre el jardín de su hogar. Volver al lugar qué tanto adoraban y en el qué formarían una familia les dio esa paz qué perdieron, pero qué habían recuperado, estaban convencidos qué su amor era mucho más grande y qué tenían a los mejores amigos del mundo, ya qué sin ellos su felicidad se habría visto en peligro, sin duda alguna le debían mucho a ellos.
Harry observaba el exterior de su casa y cómo el sol iluminaba tenuemente debido a las nubes cubriendo cualquier rayo de luz qué pudiera colarse. Sin embargo decidió cambiar de posición y se encontró a sí mismo sonriendo tan ampliamente cómo pudo, su esposo descansaba a su lado, uno de sus brazos posado en su cintura le abrazaban con necesidad y él correspondió a la muestra de cariño a pesar de que Draco seguía dormido, por lo qué su mente recordó cada amanecer junto a él y siempre le abrazaba con ese amor inmenso qué sentía por él, y Harry no pudo evitar sentirse tonto después de los recientes acontecimientos qué eran por demás dolorosos.
Pero, a pesar de todo se encontraban juntos, y más felices qué nunca.
—Buenos días cielo —La voz ronca de Draco llamó la atención de Harry por lo qué se acercó más a él y le dio un pequeño beso en los labios.
—Feliz aniversario amor —dijo Harry.
Draco sonrió y envolvió a su esposo en un abrazo.
—Feliz primer aniversario mi amor, te amo —dijo Draco.
Harry podía llorar de la felicidad inmensa qué sentía, sin embargo se limitó a sonreír tan amplio cómo pudo.
—Te amo Draco, te amo
El rubio buscó sus labios y lo besó, la sensación de sentirse así de unidos era inexplicable, sólo podían agradecer la felicidad y paz qué los envolvía.
—Este día lo tenemos ocupado amor —dijo Harry en cuanto tuvo a su esposo encima suyo y besando su cuello.
—Lo sé, pero supongo qué podemos tomarnos unos minutos para estar juntos —fue la respuesta de Draco.
Dicho esto, ambos se entregaron al amor inmenso qué sentían el uno por el otro.
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La primera parada del día sería una comida con amigos y familiares qué celebrarían no sólo su primer año de casados de Draco y Harry, la familia Weasley les agradecería lo qué hicieron por Ginny, a quién a pesar de todo siempre iban a querer. De la misma forma, la pareja quería externarles una vez más su inmensa gratitud por lo qué hicieron por ellos, pues de no ser por su perseverancia seguirían separados.
Así qué luego de haber hecho el amor en la cama y la ducha, se arreglaron para ir a Grimmauld Place, dónde harían la celebración familiar. Y en la tarde noche, Draco tenía planes para ellos dos, solos.
—¡Felicidades! —la familia y amigos de los chicos les dieron una cálida bienvenida en cuanto cruzaron la puerta del jardín trasero.
En ese momento, por obra de Luna y los gemelos, comenzaron a llover pétalos de rosas sobre ellos, Harry se sonrojó y Draco sonrió cómo hacía mucho no lo hacía.
Las felicitaciones por individual no se quedaron atrás, cargadas de buenos deseos y todo el cariño qué les tenían, así qué procedieron a dar entrada al desayuno preparado por Molly y claro, aunque haya sorprendido a todos ahí, la madre del rubio también fue de gran ayuda.
—Mamá, siempre creí qué la cocina no era lo tuyo —admitió Draco.
—Yo también cielo pero siempre quise intentarlo y bueno Molly fue muy amable al enseñarme, creo qué hemos forjado una buena relación de familia, por extraño qué suene —respondió su madre con una sonrisa amplia.
Draco la abrazó fuerte y no dejó de agradecerle por todo, además de asegurarse más de una vez si se encontraba bien de salud, afortunadamente ella cómo Molly, físicamente se encontraban bien, emocionalmente era otra situación, sin embargo el estar así de unidos les curaba un poco el corazón, la situación no había sido fácil para nadie y faltaba tiempo para lograr sanar.
La celebración había sido maravillosa, las pláticas con sus amigos además de incluir miles de agradecimientos, hubo risas, felicitaciones, regalos hacía la pareja y anuncios especiales, por lo qué al haber terminado el postre Draco se puso de pie captó la atención de todos haciendo sonar una copa de cristal un par de veces.
—Buen día amigos y familiares, sé qué esta reunión fue posible gracias a todos ustedes —Draco habló observando a todos en medida de lo posible.
Y antes de continuar hablando tomó la mano de Harry y le hizo levantarse.
—Harry, gracias por este año maravilloso a tu lado y aunque sigo recuperando mis recuerdos, sé que tendremos nuevas experiencias juntos amor —dijo el rubio.
Harry por su lado no pudo evitar derramar lágrimas, y envolvió a Draco en un apretado abrazo por varios segundos.
—Te amo Draco y tal cómo lo dije el día que nos casamos, seguiré a tu lado en todo momento y saldremos adelante de cualquier situación qué se nos presente, además estamos próximos a ser padres y no hay nada qué me haga más feliz que eso
Los presentes aplaudieron lo dicho por la pareja y los observaron abrazarse de nuevo.
—Además, me gustaría felicitar a la futura ministra Hermione Granger, no veo a nadie mejor que tú para ocupar este cargo y ser colegas en el trabajo —dijo el rubio.
Los presentes aplaudieron y aunque fue una noticia inesperada, en el fondo lo veían venir, Hermione tenía grandes aptitudes para tomar un cargo tan importante cómo ese.
—Gracias, de verdad ha sido un honor qué me tomaran en cuenta para el cargo y no sé en qué momento suceda pero estaré lista y muy feliz de seguir ayudando a quién lo necesite y haciendo justicia —dijo Hermione.
Los aplausos se escucharon fuerte y llenos de entusiasmo, logrando qué la chica se sonrojara.
—Felicidades amor y por eso el día de hoy me gustaría darte un regalo —dijo Ron, poniéndose de pie para sacar algo de su bolsillo interno del abrigo qué llevaba.
Ese día a pesar de ser invierno, habían colocado hechizos de calefacción en el jardín, por lo qué el clima era agradable para todos.
A excepción de Harry y Draco, ninguno sabía qué ese día Ron le pediría matrimonio a Hermione, el chico no encontraba el momento para hacerlo y ambos sugirieron qué fuera ese día, pero Ron se había negado diciendo qué era un día de festejo para ellos y no para él y su novia, pero Draco dijo que ellos eran tan importantes cómo su día, pues sin ellos no estarían celebrando su primer aniversario de bodas así qué lo alentó a hacerlo, aprovechando qué toda la familia estaría reunida.
—¿Quieres casarte conmigo? —preguntó Ron hincado frente a ella con un anillo de bronce, muy bonito y elegante.
Hermione abrió mucho los ojos, llevó su mano a su boca cubriéndola por completo, sus ojos se llenaron de lágrimas qué pronto comenzó a derramar.
—Claro qué si —Hermione se hincó frente a él y lo abrazó con fuerza sin dejar de llorar.
Los aplausos volvieron a resonar en el jardín, así cómo felicitaciones en voz alta.
—Tiene qué ser una boda de antología —dijo Fred.
—Nosotros nos encargaremos —completó George.
—Me gustaría ser madrina en la boda —comentó Luna.
—Sí yo también quiero —Pansy estaba tan feliz por ellos qué derramó más de una lágrima.
Molly derramó más de una lágrima y no dejó de felicitarlos y decir qué sería la encargada del banquete en la boda, y ninguno de los presentes hizo objeción a los deliciosos platillos qué preparaba la madre de Ron.
Harry y Draco se sentían felices de contar con amigos tan leales cómo ellos qué merecían toda la felicidad del mundo, y qué sin tomar en cuenta lo sucedido, tenían ánimos para seguir adelante, eran conscientes de qué la vida era una y qué el tiempo no volvía, y lo disfrutarían en todo momento.